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  Félix Peña

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 Diario La Nación | 9 de noviembre de 1999

Organizar el comercio, para crecer


El país debe optimizar sus recursos en política exterior para no dar ventajas a los Estados vecinos.

En la gestión de su comercio exterior la Argentina está invertebrada. Fragmentación, discontinuidad y precariedad son rasgos dominantes tanto en el gobierno como en las instituciones empresariales.

En materia de negociaciones comerciales y de construcción del Mercosur, así como en la de la promoción del comercio y de las inversiones, ésta es una clara ventaja que innecesariamente el país otorga a otros países mejor organizados o con una tradición de centralización del ejercicio de su poder negociador.

Nadie tiene suficiente masa crítica a su disposición como para ser realmente efectivo en su acción. Los mecanismos de coordinación, cuando existen, no siempre funcionan en la realidad. Por el contrario, la dispersión de esfuerzos, la excesiva diseminación de los recursos disponibles, su precariedad (por ejemplo, el número significativo de personal contratado en áreas clave, como la defensa comercial, con contratos renovables pero de corto plazo), la baja coordinación y la insuficiencia organizativa son factores que afectan la eficacia del planeamiento estratégico, incidiendo además en la calidad de la definición y gestión de políticas públicas.

Sin perjuicio de transformaciones más de fondo, que requerirían tiempo y recursos, sería posible obtener en plazos cortos un mejor rendimiento de los limitados recursos disponibles con mayor concentración, coordinación y sistematización.

Coordinación necesaria

En el plano gubernamental nacional existen tres niveles de acción que requieren ser, a la vez, claramente distinguidos y fuertemente coordinados:

  • El de la formulación y gestión de políticas e instrumentos del comercio exterior, así como el de los requerimientos en materia de negociaciones comerciales, incluyendo el Mercosur. El foco institucional debe estar concentrado en lo que es hoy el ministerio de Economía, por medio del área de Comercio Exterior, con responsabilidad efectiva -no teórica- en la coordinación de los requerimientos que en la materia surjan de las actuales áreas de Industria, Minería, Agricultura (que suele contar en la práctica con autonomía en comercio exterior y en su promoción), Pyme y Comercio Interior.

    Debe ser además el punto focal de la coordinación con las provincias y la ciudad de Buenos Aires, por medio del actual Consejo Federal de Comercio Exterior, y con el sector privado, mediante el actual Consejo Asesor de Comercio Exterior (o, en ambos casos, de mecanismos similares). Debe tener además participación efectiva en los mecanismos de financiamiento de exportaciones, lo que no necesariamente ocurre en la actualidad.

  • El de las negociaciones comerciales internacionales, incluyendo el Mercosur. El foco institucional debe ser la Cancillería a través de lo que es hoy el área de relaciones económicas internacionales. Conviene concentrar el seguimiento efectivo de las negociaciones del Mercosur (y de las que se realizan como Mercosur en la OMC, en la Aladi, en el ALCA y con la UE) en un funcionario permanente de alto nivel dedicado tiempo completo al tema, junto con las representaciones permanentes en Ginebra, Bruselas y Montevideo.

    Es muy importante institucionalizar la sección nacional del Grupo Mercado Común, a fin de que efectivamente funcione como el ámbito colegiado de coordinación con las áreas de política económica y de comercio exterior, y con el Banco Central. Se precisa, a tal fin, reglamentar sus competencias y funcionamiento.

    Ello es más importante aún, si se tienen en cuenta sus crecientes responsabilidades con relación a los mecanismos de solución de controversias y al acceso a ellos del sector privado.

  • El de la promoción comercial, incluyendo inversiones desde y hacia el exterior, e internacionalización de las Pyme. El foco debería ser un organismo descentralizado, que concentre todos los recursos que se usan en la materia en distintos ámbitos gubernamentales, como la Fundación Export Ar, Invertir o el Promex.

    El punto de partida podría ser la actual Fundación Export Ar, asegurando su estrecha y efectiva vinculación con la Cancillería y Economía. De ese organismo descentralizado, debe continuar dependiendo operativamente la red de oficinas y consejerías comerciales. Sus funciones ejecutivas deben estar a cargo de un funcionario que reporte tanto a la Cancillería como al área de Comercio Exterior del Ministerio de Economía. El Banco Nación y el actual BICE tienen que ser parte del directorio de esta especie de agencia de promoción comercial y de inversiones.

Para ganar eficiencia

Sobre la base de la experiencia de los últimos años, lo que aquí se propone es una mayor sistematización de lo ya existente. Ello permitiría ganar en eficiencia en la gestión de los complejos requerimientos que el país tendrá en los próximos años, para proyectar al exterior su capacidad para producir bienes y prestar servicios. Similar sistematización de esfuerzos tendría que operarse en el sector empresarial organizado. Un primer paso podría ser la constitución de un grupo de coordinación para políticas y negociaciones internacionales.

Su tarea inicial podría ser un diagnóstico de los requerimientos que el país tiene en el campo del comercio exterior y de las negociaciones comerciales internacionales. A partir de las realidades actuales, la agenda externa (Mercosur, Aladi, ALCA, Unión Europea, etc.) de los próximos cinco años permitiría trazar una hoja de ruta que guíe el necesario esfuerzo conjunto gobierno-empresas, que permitirá obtener una mayor competitividad y negociar en escala global y regional.


Félix Peña es Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar trayectoria.

http://www.felixpena.com.ar | info@felixpena.com.ar


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