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  Félix Peña

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  Revista Temas del Mercosur | 15 de junio de 1995

Chile en el Mercosur: algo natural


La integración de Chile al Mercosur es lo natural. Sólo así, este espacio común podrá lograr todo su potencial de alianza estratégica y alcanzar la plenitud que requiere su calidad de plataforma para la competitividad global de nuestras empresas. La cuestión del arancel externo común no es el problema principal, pero si será esencial la aceptación de parte de Chile de una disciplina común en el manejo futuro de eventuales modificaciones arancelarias y consulta recíproca en cualquier negociación comercial con terceros países. Corresponde ahora a Chile interrogarse sobre si el sentido final de las negociaciones actuales sería conducir, en algún momento, su membresía plena

Desde el comienzo Chile fue percibido como un participante natural en la ambiciosa, pero posible, tarea histórica de crear un espacio de paz y cooperación en el Sur de las Américas. Por razones geográficas por cierto. Pero sobre todo por proximidad cultural y existencial: por compartir su renovada democracia, la idea central de trabajar juntos para modernizarnos e insertarnos mejor en un mundo en mutación continua.

1995 es el año apropiado para concretar una vinculación formal de Chile, con el Mercosur. Para Chile ya debe estar claro que el Mercosur es una realidad política y económica. Para el Mercosur su vinculación con Chile enriquecería la imagen ele una de las áreas más atractivas para invertir en el mundo. Por lo demás, los efectos de la crisis mexicana en América Latina, han reforzado la necesidad de sumar esfuerzos en el Sur de las Américas.

La economía de Chile está crecientemente integrada en las economías de los socios del Mercosur. Cerca del 20% de su comercio exterior está orientado al Mercosur, siendo el porcentaje superior en el caso de los productos manufacturados. Las empresas chilenas tienen una presencia creciente en los países del Mercosur, y sólo en la Argentina sus inversiones ya superan los 2 mil millones de dólares. Tanto en el comercio como en las inversiones, la tendencia es a un aumento significativo del intercambio en los próximos años, estimulado por la apertura comercial y el crecimiento económico, tanto en la Argentina como en el Brasil.

Una alianza estratégica

Debe ser bienvenida, entonces, la idea de una vinculación sistemática e institucionalizada entre Chile y el Mercosur. Enriquece al Mercosur y fortalece su sentido estratégico.

Hace casi 2 años sostuvimos en un artículo en "El Cronista" que "la necesaria participación de Chile en el Mercosur es condición para que alcance la plenitud que requiere su calidad de plataforma para la competitividad global de nuestras empresas. Sólo así podrá desarrollar todo su potencial de alianza estratégica entre naciones conscientes a la vez de sus individualidades, como de los requerimientos planteados por un mundo de incertidumbres y desafíos".

En todo proceso de integración entre naciones lo que importa es preservar la visión estratégica y el sentido de dirección. Esto es válido por cierto para el Mercosur. Fue concebido como una plataforma para competir a escala global; como un "hábitat" para consolidar la democracia, lograr la transformación productiva e insertarse competitivamente en la economía mundial.

Chile: socio natural

De allí, desde el comienzo, se consideró a Chile como un socio natural. El gobierno de Chile participó incluso en la reunión ministerial de fin de julio de 1990, en Brasilia, punto inicial del camino que llevara -como dos caras de una misma moneda- a concretar el Mercosur y el "4 + 1" con los Estados Unidos, entendido como un primer paso hacia una futura negociación conjunta con el principal mercado hemisférico. La disparidad de niveles de protección externa y de políticas comerciales, que en aquel entonces tenía con los principales socios del Mercosur, fue la causa aparente para que Chile se auto-marginara.

Luego en 1991 se le planteó a Chile la posibilidad de concluir un "4 + 1", entendido como un acuerdo marco que tuviera como objetivo mediato y programado, la conformación de una zona de libre comercio con el Mercosur. Los cuatro estaban de acuerdo en efectuar la propuesta. Chile prefirió no aceptarla. Se perdió una oportunidad.

La integración de Chile al Mercosur como miembro pleno, es entonces lo natural. Facilitarla, contemplando todos los intereses en juego y fortaleciendo el perfil del Mercosur como pieza central de un sistema de alianzas múltiples de cada uno de los asociados, es también lo natural.

La cuestión del arancel externo común no es necesariamente el escollo principal. Durante un período de transición se pueden aplicar mecanismos que permitan neutralizar las disparidades que existen. En cambio, sí es esencial la aceptación por parte de Chile de una disciplina común en el manejo futuro de eventuales modificaciones arancelarias. Y sobre todo, sí es esencial una disciplina común, una gran transparencia y consulta recíproca en cualquier negociación comercial con terceros países, sean estos miembros o no de la ALADI.

¿Miembro pleno?

Corresponde ahora a Chile interrogarse sobre si el sentido final de las actuales negociaciones sería conducir, en algún momento, a su membresía plena. La pregunta tiene sentido por el hecho que, simultáneamente, Chile está negociando su acceso al NAFTA.

Cualquiera sea la incertidumbre sobre los resultados finales de esta negociación, es válida la pregunta sobre de qué lado de la mesa desea estar Chile cuando en un futuro, quizás no lejano, se entablen negociaciones comerciales entre el Mercosur y el NAFTA.

Quizás sea innecesario responder plenamente a esta pregunta a esta altura. Lo que sí es importante saber, es que tarde o temprano tendrá que ser contestada. Una forma de anticipar su respuesta, sería que Chile se incorpore al actual mecanismo de consulta establecido entre los países del Mercosur y los Estados, el llamado "4 + 1" que evolucionaría de tal forma hacia un "5 + 1".


Félix Peña es Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar trayectoria.

http://www.felixpena.com.ar | info@felixpena.com.ar


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