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  Félix Peña

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  Diario El Cronista | 1 de agosto de 1994

Triunfó la visión estratégica: no hay motivos para que la cumbre no sea exitosa


No se perciben razones para otro resultado que no sea el del éxito de la cumbre del Mercosur de esta semana. Las condiciones aparecen como óptimas. La visita de Ricúpero y el encuentro de Lujan han contribuido decisivamente a ellas. Ha predominado la visión estratégica y el sentido histórico, propio de los verdaderos estadistas.

El Mercosur ha sido la propuesta más visionaria e inteligente de nuestra política exterior en los últimos años. Es una propuesta que todos los sectores políticos y empresarios han apoyado. La Gazeta Mercantil, en una editorial reciente, constata lo mismo para el Brasil. Todos los candidatos ' presidenciales' brasileños apoyan su consolidación. Sólo hay diferencias instrumentales y a veces de ritmo. Transcurrida la etapa de transición, debe ser ahora confirmada y puesta en marcha.

El presidente Menem y su entonces canciller Domingo Cavallo fueron quienes lanzaron la idea del Mercosur en 1990. La propuesta fue un audaz salto adelante con respecto a lo mucho que se había avanzado, a nivel bilateral, por el impulso de Alfonsin y Sarney. Brasil acogió la idea con una mezcla de prudencia reflejo de lo que habían sido experiencias previas de la integración e interés reflejo de lo que percibían como una respuesta inteligente a los desafíos internacionales y hemisféricos de la posguerra fría. Luego la promovió con entusiasmo, hasta que la Argentina pareció dudar. Uruguay y Paraguay la aceptaron, con una mezcla de conveniencia de largo plazo y de percepción de falta de opciones. Chile faltó a la cita: sus dirigentes tuvieron razones técnicamente válidas; quizá no tuvieron suficiente visión histórica.

Ahora, todas las condiciones están dadas para culminar el período de transición en una forma muy próxima a cómo la imaginaron los negociadores del Tratado de Asunción: a) una unión aduanera, con modalidades propias, que confirma una dirección firmemente establecida hacia el desarrollo posterior de un mercado común y b) cientos de empresas e inversores, extranjeros y locales, ajustando a sus estrategias a 1a realidad de un espacio económico común emergente.

No se puede subestimar la importancia de lo que falta aún por negociar entre los cuatro, para culminar la cumbre con éxito. Pero tampoco se visualizan argumentos de peso por los que el presidente Menem, como dueño de casa, se vea privado de la oportunidad de presidir una reunión que signifique un momento histórico en las relaciones entre los países del sur americano. Su protagonismo fue central en el lanzamiento de la idea. Con más razón, debe serlo ahora en su concreción.

La esencia del mensaje que Rubens Ricúpero trajo a Buenos Aires fue simple. Esa es su gran ventaja. Es la de una visión estratégica de por qué transformarnos internamente y por qué trabajar juntos en el Mercosur, a partir de la lectura de los desafíos y las oportunidades que brinda un mundo en un profundo proceso de cambio. Es, además, la de un claro reconocimiento de que es indispensable la estabilidad económica sobre la base de un equilibrio fiscal, condición necesaria para profundizar juntos el salto de la transformación productiva y de la inserción competitiva en la economía global. Todo ello, en un marco democrático irrestricto y de amplia participación popular, no común en otros casos exitosos de estabilidad económica.

El suyo es un mensaje de optimismo realista. Ese es su gran Valor. Está basado en hechos: el lanzamiento exitoso del Real y en las perspectivas que se han abierto en el Brasil para un enorme salto productivo. Imaginemos el impacto que puede tener en nuestra economía, el espectacular aumento que puede esperarse en las importaciones brasileñas en los próximos tres años consecuencia de la estabilidad macroeconómica, del crecimiento del producto y de la apertura comercial. Captar una parte de ese aumento de las importaciones del Brasil puede operar como locomotora poderosa de nuestra necesaria reconversión productiva. Movilizar nuestras energías creadoras y productivas para abastecer el mercado brasileño es una tarea que puede ser tonificante del espíritu de empresa de nuestro país. Si nuestras empresas y productores se organizan para aprovechar el crecimiento de la demanda interna brasileña, no sería irreal una meta de aumentar diez mil millones de dólares en los próximos tres años nuestras exportaciones al Brasil. Muchos inversores extranjeros así lo han percibido. Incluso brasileños: Ricúpero recordaba que más de trescientas empresas ya están operando en la Argentina, en muchos casos asociadas con empresas locales.

Las dudas parecen ya cosas del pasado. El Nafta puede ser atractivo, pero difuso y lejano como realidad. El "4+1" y la Cumbre de Miami son marcos apropiados para elaborar una aproximación. La Unión Europea espera la concreción de la unión aduanera y la personería jurídica internacional del Mercosur, para comenzar a negociar un audaz acuerdo de comercio é inversiones. Chile ha comenzado su aproximación. No podrá resistir la tentación de beneficiarse también de las nuevas condiciones que pueden surgir en nuestra región con la estabilidad económica del Brasil.

"Mito creador" así definió Rubens Ricúpero al Mercosur. Un sueño basado en realidades. Un movilizador de voluntades, sociales. Una apuesta de futuro. Lo que reclama nuestra gente para creer que hay en el horizonte una razón para los sacrificios de hoy. Un pensador europeo, Denis de Rougemont, ha dicho, con razón, que la decadencia comienza cuando un pueblo se pregunta: "qué me puede suceder", en lugar de preguntarse "qué puedo hacer". Lo peor que nos podría pasar a los argentinos hoy sería no tener la ilusión de un futuro mejor y dejarnos paralizar por visiones negativas. Concentrar nuestras energías en trabajar ''un lugar en el mundo", con el MERCOSUR y con Chile, puede ser un buen antídoto a nuestra recurrente, propensión al escepticismo.


Félix Peña es Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar trayectoria.

http://www.felixpena.com.ar | info@felixpena.com.ar


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