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  Félix Peña

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  Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo | 1986

El fortalecimiento del punto más débil


 

Las opiniones que se expresan en el presente documento son las de los autores y no reflejan necesariamente las de la secretaría de la UNCTAD. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, de parte de la Secretaría de las Naciones Unidas, juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites.

Este documento ha sido preparado por un Grupo de Consultores sobre la cooperación económica entre países en desarrollo en materia de comercio y finanzas, que actuaron a título personal. Los miembros del Grupo fueron los siguientes:

  • Sr. William G. Demás (Trinidad y Tobago), Presidente del Banco del Caribe (Barbados).
  • Sr. Ali M. Khusro (India), Presidente del Instituto Nacional de Finanzas y Política (India).
  • Sr. Félix Peña (Argentina), Director Adjunto de Integración del Departamento de Desarrollo Económico y Social, Banco Interamericano de Desarrollo (Washington, D.C.), desde el 1° de agosto de 1985.
  • Sr. Alwyn B. Taylor (Sierra Leona), Director General del Centro Africano de Estudios Monetarios (Senegal).

El Grupo contó con la asistencia de miembros de la secretaría de la UNCTAD procedentes de la Oficina del Secretario General y de la División de Cooperación Económica entre Países en Desarrollo.


CAPÍTULO I
Introducción y resúmen de las conclusiones y recomendaciones

A. - Introducción

1. En los treinta años últimos, paralelamente a la evolución del diálogo Norte-Sur, ha tenido lugar un proceso deliberado de robustecimiento de las relaciones económicas entre países en desarrollo. El movimiento hacia la integración económica subregional y regional entre países en desarrollo y posteriormente los esfuerzos por traducir en programas económicos concretos las aspiraciones políticas a la cooperación interregional representaron etapas de un único proceso histórico. En la actualidad, la cooperación económica entre países en desarrollo (CEPD), dentro de subregiones y regiones y asimismo en el ámbito interregional, constituye una piedra angular de las estrategias de desarrollo subregional, regional y mundial. La CEPD ha obtenido reconocimiento y apoyo en el marco de las Naciones Unidas, del Grupo de los 77 y del Movimiento de los Países No Alineados. El resultado han sido tres notables programas globales para la aplicación de las medidas de CEPD: el Programa de México (1976), el Plan de Acción de Arusha (1979) y el Programa de Acción de Caracas (1981).

2. En los últimos anos, los graves efectos de la crisis económica mundial en el proceso de desarrollo del Sur y las dificultades financieras con que tropiezan los países en desarrollo han opuesto nuevos obstáculos a los esfuerzos de cooperación e integración entre países en desarrollo. No obstante, no puede discutirse el papel que desempeña la cooperación Sur-Sur en toda estrategia orientada a la reactivación y el robustecimiento a largo plazo de la economía internacional; la cooperación y la integración económicas entre los países en desarrollo son instrumentos fundamentales para el proceso de desarrollo del Sur.

3. En los períodos de crisis se requieren la voluntad y la imaginación necesarias para transformar serios desafíos en oportunidades para el desarrollo. La búsqueda de esas oportunidades es una tarea común del Norte y del Sur y entre ellas debe estar la importante contribución que puede hacer la cooperación Sur-Sur al crecimiento y al desarrollo mundiales. A ese respecto, el robustecimiento del proceso de cooperación económica entre países en desarrollo merece no sólo la entera participación del Sur sino también el pleno apoyo del Norte.

4. En realidad, toda la comunidad internacional debería recuperar el espíritu del decenio de 1960 y los primeros años del de 1970, en que se prestó un apoyo práctico considerable a los esfuerzos de integración y cooperación económicas entre países en desarrollo, por ejemplo, al establecimiento de bancos de desarrollo regionales y subregionales. Además, los gobiernos de los países industrializados prestaron asistencia práctica a algunos de los movimientos de integración subregional.

5. El objetivo de este estudio de los problemas y perspectivas de la CEPD encargado por la secretaría de la UNCTAD es asesorar al Secretario General de la UNCTAD, dentro de los límites de un panorama muy breve de la amplia experiencia que ya se ha acumulado en relación con la CEPD, respecto de los métodos y propuestas en las esferas del comercio y las finanzas que justifican una atención especial por parte de los gobiernos de los países en desarrollo, así como de la secretaría de la UNCTAD y de las otras secretarías que se interesan por la promoción de la CEPD.

B. - Resumen de las conclusiones y recomendaciones [1]

6. Las conclusiones y recomendaciones del Grupo de Consultores sobre la cooperación económica entre países en desarrollo en materia de comercio y finanzas son las siguientes:

  • El comercio y las relaciones económicas Sur-Sur están lejos de haber realizado todas sus posibilidades y son el punto más débil del sistema de las relaciones económicas internacionales. El fortalecimiento de ese punto mediante la aplicación por los países en desarrollo de políticas e instrumentos específicos consolidará todo el sistema de las relaciones económicas internacionales.

  • Las graves dificultades que se han presentado en la evolución de la economía mundial y, especialmente, la crisis de la deuda que afecta a muchos países en desarrollo, el aumento del proteccionismo y la tendencia a un bilateralismo discriminatorio en las relaciones económicas internacionales, constituyen obstáculos potencialmente serios a una cooperación económica más estrecha entre los países en desarrollo. No obstante, la cooperación entre países en desarrollo no se justifica solamente por los desafíos que plantea el estado presente de la economía mundial al proceso de desarrollo sino también por la posibilidad y la necesidad de promover el crecimiento y el desarrollo mediante la activación de los inmensos recursos humanos y naturales y la enorme capacidad física que no se utilizan en el Sur.

  • La cooperación Sur-Sur no puede limitarse a las medidas de liberalización del comercio. Debe incluir también medidas más directas para estimular, mediante actos deliberados dé cooperación económica, tanto la producción en los países en desarrollo como en el comercio Sur-Sur. Debe incluir también esfuerzos conjuntos en la producción industrial y agrícola regional, la promoción de inversiones mixtas y de un aumento de las corrientes de préstamos y capital social entre los países del Sur, cierto grado de cooperación en la esfera monetaria, la transferencia de tecnología entre los países del Sur en condiciones equitativas y el establecimiento de una infraestructura comercial y física apropiada.

  • En su mayor parte, los beneficios de la integración y la cooperación se recibirán a largo plazo. Los gobiernos y los pueblos de los países en desarrollo no están siempre en condiciones de esperar los beneficios a largo plazo y este hecho tiende a debilitar la voluntad de continuar los esfuerzos de integración. La CEPD subregional, regional e interregional es actualmente un elemento fundamental de las estrategias de desarrollo de los países en desarrollo. Hay que combatir la tendencia de algunos sectores a considerar la CEPD como un mero instrumento para estimular la actividad económica a corto plazo y no como un instrumento para el desarrollo a largo plazo.

  • La escasez de divisas es actualmente un problema más grave que hace tres decenios, cuando los problemas estructurales de balanza de pagos formaban parte del contexto que llevó a la creación del primer sistema de integración de países en desarrollo. En los últimos años la carga de la crisis de la deuda externa se ha sumado a los problemas estructurales de balanza de pagos. Aunque no exista una coordinación ideal de las políticas macro-económicas, los países en desarrollo que tratan de adaptar sus economías a la nueva situación financiera deberían adoptar medidas para impedir la aplicación de nuevas restricciones de las importaciones por lo menos en relación con los países de la misma subregión o región con quienes comercian y, si es posible, con todos los demás países en desarrollo.

  • La experiencia de las distintas regiones en desarrollo demuestra que los sistemas de integración y cooperación económicas no pueden concebirse como un único proceso de decisiones intergubernamentales. Hay que considerarlos, en cambio, como una seria de iniciativas, políticas y procesos concretos y convergentes en los que se adoptan decisiones y medidas tanto públicas como privadas en los ámbitos nacional, bilateral, plurilateral y multilateral.

  • Pese a todos los obstáculos, hay elementos positivos en el historial de la integración, así como en el de la CEPD en general. El más importante y fundamental es que en el curso de los últimos diez o veinte, años ha tenido lugar un considerable proceso de aprendizaje respecto del modo de conducir las relaciones económicas internacionales entre países en desarrollo y de las posibilidades y obstáculos reales que se presentan en esas relaciones. En segundo lugar, ha mejorado considerablemente la infraestructura comercial. En tercer lugar, en los veinticinco' años últimos se han establecido varias instituciones y diversos mecanismos regionales y subregionales de financiación del desarrollo.

  • La integración y la cooperación económicas no pueden compensar la ausencia de políticas nacionales técnica y políticamente correctas. Los países que han aprovechado mejor un determinado marco multinacional de integración o cooperación económica son los que han aplicado políticas nacionales eficaces para apoyar y estimular su producción y sus exportaciones. Por otra parte, independientemente del nivel de la cooperación económica (subregional, regional o interregional), tiene suprema importancia el hecho de que todos los países participantes dispongan de un mecanismo nacional apropiado y eficiente. El apoyo técnico para el robustecimiento del elemento nacional de la CEPD mediante la CTPD es una prioridad concreta.

  • En cuanto a un régimen especial para los países relativamente menos desarrollados que pertenecen a un sistema de integración o cooperación, hay que consolidar los mecanismos ya existentes y establecer otros nuevos para que esos países puedan obtener al menos algunos beneficios concretos a corto y mediano plazo y no sólo a largo plazo. Es esencial que se adopten medidas especiales para crear oportunidades para el desarrollo de las inversiones y la producción (y, por consiguiente, del comercio) en esos países. Los países más adelantados en vías de industrialización también se beneficiarán con esas medidas que tienden a ampliar los mercados potenciales a mediano y largo plazo en los países menos desarrollados.

  • Una estrategia satisfactoria para consolidar la CEPD debe incluir instrumentos y medidas de política para aprovechar las capacidades financieras, administrativas y tecnológicas del sector privado. Debe facilitarse a los círculos comerciales más información sobre las oportunidades de inversión que crean los mecanismos de integración y cooperación. Además, podría ejecutarse un programa realista que se concentrara en el desarrollo de procedimientos operacionales eficientes que cumplieran los requisitos jurídicos, técnicos y de otro tipo para el establecimiento de empresas multinacionales de producción y empresas conjuntas, con miras a reducir las incertidumbres y los riesgos que perciben los inversores privados.

  • La cooperación Sur-Sur puede desempeñar un papel en el aumento de la eficacia de las medidas adoptadas por los países en desarrollo en la esfera de las relaciones económicas internacionales. Puede permitir a esos países: a) estar mejor informados respecto de las perspectivas e intereses a largo plazo de las naciones con quienes negocian; b) comunicarse y celebrar consultas más frecuentemente respecto de sus experiencias en materia de negociación en esferas tales como la deuda, el comercio, la financiación y la transferencia de tecnología; c) establecer posiciones políticas comunes ante las cuestiones económicas internacionales; d) emprender negociaciones conjuntas, en algunos casos, con terceros países o con grupos de terceros países; y é) aplicar medidas conjuntas en relación con los mercados de los países desarrollados, aprovechando en el mayor grado posible el valor relativo de sus propios recursos y mercados.

  • En la actualidad, cuando una profunda crisis internacional está afectando seriamente a casi todos los países en desarrollo, los procesos de integración y cooperación económicas y sus mecanismos institucionales deben ser más flexibles y capaces de adaptarse a circunstancias que cambian rápidamente. Es poco realista buscar modelos o fórmulas que tengan una validez general en todos los procesos de integración y cooperación. La experiencia de las tres regiones de África, Asia y América Latina y el Caribe demuestra la gran diversidad de los enfoques institucionales y los resultados alcanzados en los distintos sistemas de integración y cooperación.

  • En el curso de los años, la secretaría de la UNCTAD ha acumulado una notable experiencia en la preparación y ejecución de programas y proyectos de CEPD. Igualmente notables son el volumen y la calidad de la documentación que ha preparado sobre una amplia gama de temas. Estos resultados han ganado justificadamente a la secretaría de la UNCTAD una
    sólida reputación en esta esfera y el reconocimiento internacional del papel clave que juega en las cuestiones de CEPD que están dentro de su competencia. La aprobación de la resolución 39/216 por la Asamblea General de las Naciones Unidas representó un paso importante hacia el fortalecimiento de ese papel [2].

  • Finalmente, se están estudiando actualmente dos instrumentos fundamentales para la promoción de la CEPD en el futuro inmediato: el Sistema Global de Preferencias Comerciales (SGPC) y el Banco del Sur. Los gobiernos de los países en desarrollo, las organizaciones internacionales competentes del sistema de las Naciones Unidas y las organizaciones subregionales, regionales e interregionales deberían estudiar con urgencia la posibilidad de adoptar todas las medidas necesarias para llevar a la práctica esos planes.
    15) Ya es tiempo también de que los países en desarrollo en conjunto, por conducto del Grupo de los 77, se doten de otro instrumento básico para la CEPD estableciendo su propia secretaría. Este órgano deberá impulsar y respaldar la labor del Grupo de los 77 en relación tanto con la CEPD como con las relaciones Norte-Sur.

CAPÍTULO II
Panorama del comercio y las corrientes financieras
entre países en desarrollo

7. Las relaciones económicas Sur-Sur son el punto más débil del sistema de relaciones económicas internacionales. Esto se aplica tanto al comercio y las corrientes financieras - las dos esferas en que se concentrará este examen, y probablemente los aspectos más importantes - como a los demás aspectos de las relaciones económicas internacionales.

8. El comercio entre países en desarrollo [3] sólo representa una pequeña fracción, aproximadamente el 9 °/o de las exportaciones mundiales, si sólo se considera a los países desarrollados de economía de mercado y los países en desarrollo. El escaso volumen del comercio entre los países del Sur está asociado a otros dos elementos: primero, a los países en desarrollo corresponde apenas el 30 % del valor de las exportaciones mundiales [4], y segundo, las tres cuartas partes de su comercio se efectúan con los países industriales. Por consiguiente, las economías en desarrollo han sido sumamente vulnerables a las vicisitudes de los mercados de los países industriales.

9. La mayor parte del comercio de los países industriales tiene lugar entre esos mismos países: el comercio entre los países desarrollados de economía de mercado representa más del 70 % del total del comercio de esos países y, teniendo presente su participación general en el comercio mundial, más de la mitad del valor de las exportaciones mundiales. En todo el período de la posguerra el comercio entre los países industriales ha sido el factor más dinámico del comercio mundial. Los países desarrollados de economía de mercado recibieron los beneficios, asociados a la creación de las instituciones de Bretton Woods y del GATT, de la plena convertibilidad de las monedas y de la mayor disciplina comercial que impulsó la movilidad del capital, el trabajo y la tecnología a través de las fronteras, modificando las estructuras de producción y comercio. El aumento del volumen de las transacciones comerciales entre los países industriales estuvo asociado a la organización internacional de la producción por las empresas transnacionales. En el último decenio se ha intensificado el comercio entre países que cuentan con recursos humanos y naturales aproximadamente similares, si se lo compara con el comercio entre países con recursos considerablemente diferentes (como supone la teoría económica tradicional). El comercio intraindustrial o el comercio de categorías similares de productos ha reemplazado al comercio interindustrial o comercio de distintas categorías de productos convirtiéndose en el sector más dinámico del comercio mundial [5].

10. En cambio, el comercio entre los países en desarrollo y los países industriales ha seguido siendo en gran medida de carácter interindustrial y se ha restringido principalmente a un número relativamente limitado de productos. La mayoría de los países en desarrollo continúan exportando productos poco elaborados e importando productos manufacturados de los países desarrollados de economía de mercado, pese a que se han producido cambios importantes en las estructuras de producción y exportación de algunos de los países en desarrollo.

11. Se ha dicho que la parte correspondiente a los productos manufacturados en el comercio Sur-Sur, comparado con el comercio Sur-Norte, es un indicador importante del carácter de aquel comercio. Cuando se excluye de la definición de manufacturas a los productos basados en recursos naturales [6] la parte que les corresponde en las exportaciones Sur-Sur, algo inferior al 30 %, es dos veces más importante que la correspondiente a los productos similares en las exportaciones Sur-Norte. No obstante, es 2,5 veces inferior a la parte de las manufacturas en el comercio entre los países desarrollados de economía de mercado. Por otro lado, los países en desarrollo reciben una parte importante de las exportaciones de manufacturas procedentes del Sur: casi el 40 % del total de las exportaciones de manufacturas de los países en desarrollo está destinado a otros países en desarrollo. Pero mismo en los años más recientes menos del 14 % del total de las importaciones de manufacturas de los países en desarrollo procede del Sur.

12. Las cifras globales ocultan la multiplicidad de situaciones de desarrollo en los países en desarrollo. Algunos de esos países están actualmente más industrializados y han alcanzado una competitividad internacional en muchas esferas del comercio mundial de productos manufacturados. En realidad, el vigoroso crecimiento del comercio Sur-Sur en los últimos años del decenio de 1970 se debió a la aparición de dos polos de crecimiento en el Sur: las dinámicas económicas en vías de industrialización de Asia y América Latina y los países exportadores de petróleo. Las primeras encontraron mercados en el Sur para complementar o sustituir los mercados tradicionales de sus exportaciones. Los países exportadores de petróleo pudieron diversificar sus fuentes de importaciones importando más de los primeros. No obstante, en los últimos decenios la parte correspondiente al comercio Sur-Sur en las exportaciones de los países no exportadores de petróleo y en vías de industrialización ha seguido siendo bastante constante.

13. El notable aumento de las corrientes financieras entre países en desarrollo entre 1973 y 1981 se debió también principalmente a los países exportadores de petróleo y los países en vías de industrialización. En ese período, las corrientes de asistencia para el desarrollo procedentes de los países de la OPEP se quintuplicaron. Ese rápido aumento fue posible por el extraordinario crecimiento de los ingresos de exportación registrado en todos los países miembros de la OPEP y por la consiguiente aparición de superávit de balanza-de pagos en muchos de esos países en el decenio de 1970. Por lo que toca a las transacciones comerciales, las decisiones de países miembros de la OPEP de adquirir productos y servicios - especialmente los servicios de trabajadores extranjeros - en otros países en desarrollo tuvieron efectos importantes en los ingresos externos de estos últimos.

14. Otra característica reciente de las corrientes de capital entre países en desarrollo ha sido el aumento de las inversiones extranjeras directas de algunos países en desarrollo en otros países en desarrollo. Aunque no se dispone de datos globales, varios estudios monográficos indican un volumen considerable de inversiones directas extranjeras Sur-Sur, la mayoría de ellas asociadas al comercio de tecnología y otros servicios vinculados a las inversiones. Varios países de Asia y América Latina se convirtieron en fuentes importantes de inversiones extranjeras directas en otros países en desarrollo.

15. Aunque se ha registrado un aumento importante de las transacciones económicas entre países en desarrollo, esto no ha eliminado los problemas que plantean las amplias diferencias que existen entre ellos en materia de desarrollo económico. No obstante, la difusión del proceso de industrialización a la mayoría de los países en desarrollo y el establecimiento de una estructura industrial diversificada en algunos de ellos pueden considerarse elementos positivos en la promoción del comercio Sur-Sur. Entre los países del Sur hay importantes aspectos complementarios insuficientemente aprovechados, que derivan de los distintos niveles de desarrollo de sus economías y de sus diferentes recursos humanos y naturales. Hay que hacer esfuerzos simultáneos por desarrollar la producción (especialmente en los países menos desarrollados del Sur) y por promover un aumento del comercio y otras corrientes económicas y del intercambio de capacidades y conocimientos técnicos entre los países del Sur.

16. Desde este punto de vista, la situación de los países en desarrollo puede resumirse del modo siguiente:

    a) Los países en vía de industrialización, que siguen siendo prestatarios netos de capital pero han mantenido una tasa razonablemente elevada de crecimiento, producen una amplia gama de bienes de consumo, intermedios y de capital y en algunos casos han adquirido capacidades tecnológicas bastante altas. Algunos de esos países tienen acceso a los mercados internacionales de capital y pueden prestar asistencia al resto de los países del Sur, especialmente en el acrecentamiento de las aptitudes de su mano de obra y en la transferencia de tecnología en condiciones equitativas;

    b) Los países exportadores de petróleo han dispuesto hasta hace poco tiempo de superávit para invertir en el extranjero. Esos países tienen acceso a los mercados de capital, pueden invertir en los proyectos del Sur y diversificar las fuentes geográficas de sus suministros aumentando las importaciones procedentes de otros países en desarrollo;

    c) Hay un gran número de países en desarrollo que se encuentran en una fase intermedia, con niveles de industrialización relativamente bajos, una gran dependencia de los productos primarios y la exportación de esos productos, considerables déficit de balanzas de pagos y problemas de la deuda y un acceso limitado a los mercados de capital;

    d) Finalmente, están los países menos desarrollados que todavía dependen en alto grado de la asistencia para el desarrollo en condiciones muy favorables, se encuentran en una etapa muy primitiva del desarrollo industrial y sufren una gran escasez de recursos humanos calificados.

17. Los países en desarrollo tienen posibilidades de aumentar aún más la parte que les corresponde en el total de las importaciones de otros países en desarrollo. Los trabajos (incluidas las proyecciones cuantitativas) realizados por organismos de las Naciones Unidas como la UNCTAD y la ONUDI han demostrado que los países en desarrollo cuentan con recursos naturales y artificiales para aumentar y diversificar su comercio en distintos sectores. Los efectos generales en las economías de los distintos países dependerán de las características especiales de esas economías, que condicionarán sus distintas respuestas. No obstante, se impone cierta prudencia pues en la mayoría de esos estudios se supone que el aumento del comercio Sur-Sur se producirá en el contexto de una expansión del comercio mundial. Sin embargo, recientemente se han manifestado algunas dudas respecto de la corrección de esa hipótesis, teniendo presente la vacilante recuperación que se ha registrado hasta el momento de la producción y el comercio de los principales países industrializados.

18. Sir Arthur Lewis, en su famoso discurso sobre la reducción de la velocidad de la locomotora del crecimiento en la economía mundial [7], enunció las condiciones de una gran expansión del comercio Sur-Sur ante el lento crecimiento de la producción y el comercio de los países industrializados. A su juicio, esas condiciones incluían la disminución de la dependencia de la tasa de crecimiento de la producción en el mundo en desarrollo de la tasa de crecimiento de la producción y las importaciones en el mundo desarrollado. Esto requeriría que los países del Sur se convirtieran en una fuente más importante del crecimiento económico del Sur. Esto a su vez requeriría que por lo menos algunos de los países en desarrollo hubieran llegado ya a la etapa del crecimiento autosostenido, hecho que significa que la tasa de crecimiento de su producción determinaría el crecimiento y la composición de su comercio y no a la inversa. Esto supone que esos países deben ser capaces de basarse en grado mucho mayor que hasta ahora en el ahorro interno para la formación de capital y la asimilación del progreso tecnológico y consiguientemente para el aumento de la producción.

19. Pero el aumento del comercio Sur-Sur supone mucho más que esto. La cooperación económica entre países en desarrollo requiere una serie de políticas e instrumentos específicos que los gobiernos puedan utilizar para reforzar los procesos basados en el mercado que conducen en esa dirección. Históricamente, en el caso de los países industriales los compromisos oficiales de mejorar las condiciones del comercio recíproco y otras transacciones económicas fueron precedidos por un alto nivel de transacciones económicas entre ellos. Hay que intensificar la interdependencia entre países en desarrollo, medida por el comercio y las corrientes financieras, mediante una cooperación más intensa y eficaz entre ellos. La cooperación económica entre países en desarrollo debe ir más allá de las políticas y los instrumentos para promover el comercio de bienes y servicios y las corrientes financieras. Debe incluir varias otras esferas, por ejemplo, la cooperación y programación industrial, los acuerdos de compensación de pagos, el desarrollo de la infraestructura para aumentar la producción y el comercio entre ellos y la transferencia de tecnología.


CAPÍTULO III
Fundamentos, obstáculos y lecciones de la cooperación
económica entre países en desarrollo

A.-Fundamentos de la CEPD

20. El objetivo básico de la cooperación económica Sur-Sur es recurrir a esfuerzos deliberados, públicos y privados, para robustecer el comercio y los vínculos económicos Sur-Sur más rápidamente que lo haría la mera acción de las fuerzas del mercado. El hecho de que la mayor parte de la infraestructura física y de la infraestructura "blanda" del comercio internacional y de otras transacciones económicas - transporte, telecomunicaciones, servicios bancarios y financieros, seguros, información sobre el mercado, contactos entre las empresas, conductos organizados para las actividades comerciales - han sido concebidas para servir al comercio Norte-Sur y Sur-Norte y no al comercio y otros vínculos económicos Sur-Sur debería conducir a esfuerzos deliberados por parte de los países en desarrollo para promover el aumento del comercio y de otros vínculos económicos Sur-Sur.

21. La conveniencia de acrecentar la cooperación económica Sur-Sur es bastante evidente y no se basa en ningún sentido importante en la necesidad de promover la recuperación económica mundial. Pueden presentarse en primer lugar argumentos positivos y luego argumentos negativos.

22. Los argumentos positivos son cuatro. Primero, es necesario aprovechar mucho mejor las posibilidades económicas del Sur, considerablemente sub-utilizadas en la actualidad por lo que toca a los recursos humanos, tecnológicos y naturales. Y una gran parte - aunque en modo alguno la totalidad - de esta producción acrecentada puede venderse dentro del mismo Sur.

23. Segundo, la mayoría de los países del tercer mundo - hasta algunos de los que desde el punto de vista geográfico y demográfico son más grandes - son económicamente pequeños y por consiguiente afrontan el problema de alcanzar la "masa crítica" en muchas actividades económicas y tecnológicas. Una manera de alcanzar esa "masa crítica" es la combinación de los mercados, los recursos naturales y los recursos humanos de distintos países. Esto puede permitir las economías que derivan de la producción en gran escala y de la especialización.

24. Tercero, los países en desarrollo necesitan continuamente mercados exteriores en relación con distintas categorías de productos manufacturados, siempre cambiante, en el contexto del continuo cambio estructural de la economía mundial. Y deben buscar esos mercados tanto en el Norte como en el Sur.

25. Cuarto, los recursos humanos," naturales y financieros y los distintos niveles de desarrollo económico de los países del Sur son complementarios. Esta situación crea considerables oportunidades para el comercio Sur-Sur, las corrientes financieras y la transferrencia de tecnología en beneficio común.

26. Los argumentos para aumentar la cooperación económica Sur-Sur no dependen de una reacción a corto plazo ante la situación de la economía mundial sino de la necesidad de promover el crecimiento y el desarrollo a largo plazo. Hay que promover el comercio Sur-Sur como parte de una estrategia de desarrollo encaminada a un crecimiento de las exportaciones que esté asociado a la diversificación tanto de la composición por productos como del destino geográfico de las exportaciones.

27. Son los argumentos positivos en favor de la CEPD los que realmente importan. Tienen mucho más peso que los negativos, que se basan en dos circunstancias: las restricciones del acceso de los productos de los países en desarrollo a los mercados del Norte y la gran probabilidad de que aun sin las restricciones y el proteccionismo en los mercados del Norte estos mercados no podrían absorber todo lo que el Sur estaría en condiciones de exportar en materia de productos manufacturados.

28. Es dudoso que los países industriales puedan absorber todas las exportaciones potenciales de manufacturas procedentes de los países en desarrollo. Hay datos suficientes que indican que el modelo de crecimiento inducido por las exportaciones de productos manufacturados destinadas a los países industriales no puede generalizarse a todos los países en desarrollo ni a la mayoría de ellos. Aun en el caso de los pequeños países en desarrollo, se ha comprobado que el aumento de las exportaciones de productos de gran densidad de mano de obra a los mercados del Norte produce fuertes reacciones proteccionistas, aun cuando las economías del Norte están creciendo. Y si los grandes países en desarrollo intentaran iniciar una campaña general de promoción de las exportaciones de productos de industrias de gran densidad de mano de obra destinadas a esos mercados, ésta simplemente no sería una opción viable. Aunque no se registraran reacciones proteccionistas, el precio de esas manufacturas se reduciría considerablemente, como ha sucedido con los precios de los productos básicos de los países en desarrollo, hecho que llevó a un brusco deterioro de su relación de intercambio.

29. Abogar por una mayor cooperación Sur-Sur no significa plantear la cuestión en función de una sustitución global de importaciones por los países del Sur ni de un esfuerzo por alcanzar un aumento rápido y dramático de la autosuficiencia de los países en desarrollo en respuesta a la perspectiva de un crecimiento más lento de los países industriales. El Norte y el Sur no deben considerarse como competidores. En cambio, hay que realizar esfuerzos para encontrar una combinación óptima de esos mercados apropiada a las circunstancias de cada país. Por consiguiente, es casi seguro que un aumento del comercio y de otras relaciones económicas entre los países del Sur no perjudicará a largo plazo los intereses económicos del Norte. Por el contrario, un robustecimiento del eslabón más débil del sistema económico mundial consolidará todo el sistema de relaciones económicas internacionales.

30. En las circunstancias actuales no sería realista suponer que los países en desarrollo, inclusive los más adelantados, podrían sustituir en grado apreciable en el futuro próximo a los países industriales como proveedores de bienes de capital e intermedios y de tecnología, tanto para sí mismos como para otros países en desarrollo. La magnitud de las inversiones y de la producción que se requerirían hace que esa alternativa no sea viable ni siquiera a más largo plazo. Pero hay esferas en que la cooperación en los ámbitos subregional, regional e interregional podría aumentar considerablemente el comercio Sur-Sur de aquellas categorías de productos antes de fin de siglo.

31. La opinión económica ortodoxa en el Norte ha sostenido que, a juzgar por los ejemplos latinoamericanos, los sistemas de integración subregional no son viables durante mucho tiempo pues la sustitución subregional de importaciones pronto llega a sus límites económicos y hay que reemplazarla por estrategias de promoción de la exportación de manufacturas a los mercados del Norte. Por consiguiente se aconseja a todos los países en desarrollo que no se esfuercen por lograr la integración sino que traten de penetrar los mercados de los países desarrollados desde el mismo comienzo de su proceso de desarrollo industrial. Pero argumentar de este modo es plantear una falsa alternativa. Los países en desarrollo - tanto los grandes como los pequeños - deben tratar de lograr una sustitución de importaciones económicamente eficiente no sólo en los niveles nacional y subregional sino también en los niveles regional e interregional en el contexto de la CBPD. Pero al mismo tiempo deben tratar de penetrar los mercados del Norte.

32. Nunca se insistirá lo suficiente en que la cooperación Sur-Sur no puede limitarse a las medidas de liberalización del comercio, especialmente cuando el concepto general de cooperación económica entre países en desarrollo asume la forma concreta de la integración subregional o regional. Debe también incluir medidas más directas para estimular, mediante la cooperación económica, tanto la producción de los países en desarrollo como el comercio Sur-Sur. Entre esas medidas están las medidas comerciales directas, las actividades conjuntas en la producción industrial y agrícola regional, la promoción de inversiones conjuntas y de un aumento de las corrientes de préstamos y de capital social entre los países del Sur, cierto grado de cooperación monetaria y financiera mediante acuerdos de pagos y compensación y de financiación del desarrollo, la transferencia de tecnología Sur-Sur en condiciones equitativas y el establecimiento de una infraestructura comercial y física apropiada.

33. La cooperación económica entre países en desarrollo puede asumir formas diferentes, según, entre otras cosas, el grado de proximidad geográfica y cultural entre los países de que se trata. La forma más profunda es la de la integración económica. Las razones generales para el establecimiento de sistemas de integración económica [8] es la misma que justifica la categoría más amplia y general de los acuerdos de cooperación económica. Lo que difiere es el grado de intimidad y de profundidad de la relación y la asociación previstas. Puesto que los sistemas de integración subregional que van más allá de una simple cooperación en algunas esferas limitadas incluyen en general a un número limitado de países que constituyen une agrupación identificable y se encuentran muy próximos unos a otros, y a menudo constituyen un espacio geográfico y económico relativamente pequeño, la intimidad y profundidad de la relación deben ser mayores que en el caso de los sistemas de cooperación regional e interregionales para reportar los beneficios deseados [9].

34. Especialmente en el caso de subregiones formadas por países que son geográfica o económicamente pequeños - o ambas cosas a la vez - el proceso de integración no debería estar encaminado únicamente a establecer vínculos estrechos entre los países miembros. Debería también "externalizarse" tanto como fuera posible, es decir, elaborar políticas comunes y medidas conjuntas en relación con terceros países, grupos de países y otras entidades exteriores. En muchas esferas de actividad - aunque no en todas - la agrupación subregional debería ser la base de una cooperación económica más amplia tanto regional como interregional. Esto se debe a la necesidad de los países miembros de acrecentar su capacidad de negociación externa y de preservar la integridad del movimiento de integración subregional en Estados relativamente pequeños y económicamente débiles. Este hecho hace aumentar la responsabilidad de las secretarías subregionales, que deberían desempeñar un papel importante en el establecimiento de vínculos con otras secretarías subregionales y regionales y en la promoción de la cooperación económica interregional.

B. - Obstáculos generales

35. En su mayor parte los beneficios de la integración y la cooperación se obtienen a largo plazo y los gobiernos y pueblos de los países en desarrollo no siempre están en condiciones de esperar beneficios a largo plazo y esto tiende a debilitar la voluntad de continuar los esfuerzos de integración.

36. Muchos países en desarrollo que afrontan severas dificultades de balanza de pagos (debidas a problemas de la deuda externa y/o a otros factores estructurales) están dispuestos actualmente a buscar en la CEPD un estímulo a la recuperación pero estiman que no están en condiciones de participar en programas ambiciosos de cooperación a largo plazo. Uno de los problemas cuyo estudio debe recibir elevada prioridad en la UNCTAD y en otras organizaciones internacionales es el de cómo conciliar las necesidades críticas a corto plazo de esos países y el plazo más largo necesario para la aplicación de la mayoría de las fórmulas y medidas destinadas a promover la CEPD.

37. Por otra parte, en algunas agrupaciones los países relativamente menos desarrollados [10] tienden a recibir los beneficios aún más tarde que los países relativamente más adelantados. Por consiguiente, hay que elaborar y aplicar un régimen especial para los países relativamente menos desarrollados con miras a que pueden obtener algunos beneficios concretos no sólo a largo plazo sino también a corto y mediano plazo.

38. La existencia de países que se encuentran en distintos niveles de desarrollo explica las diferentes motivaciones para participar en sistemas de cooperación e integración. Todos los países en desarrollo desean ampliar sus exportaciones. Los relativamente más desarrollados desean acrecentar sus exportaciones (especialmente las de bienes de capital, tecnología y otros servicios) a corto plazo para poder utilizar más plenamente su capacidad productiva, mientras que aun a corto plazo los países relativamente menos desarrollados esperan ampliar sus exportaciones acrecentando en el tiempo más corto posible sus niveles de inversión y su capacidad productiva. Por esta razón en esos sistemas son esenciales las disposiciones específicas destinadas a crear oportunidades especiales para el desarrollo de las inversiones y la producción (y por consiguiente el comercio) de los países relativamente menos desarrollados, y por eso en los sistemas de cooperación interregional (como el SGPC) se prevé también la adopción de determinadas medidas especiales en favor de esos países. Los países más adelantados en vías de industrialización también se beneficiarían con esas medidas que tienden a ampliar los mercados potenciales a mediano y largo plazo.

39. La pertenencia simultánea a distintos sistemas de cooperación e integración subregional puede crear dificultades cuando un determinado país ha contraído compromisos con más de una agrupación subregional. El problema se presenta cuando los países contraen con una agrupación compromisos crecientes y cada vez más profundos que no están en armonía con los compromisos contraídos con otra agrupación, sino que son incompatibles con ellos. Este parece ser un problema real en África, especialmente en relación con la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), la Comunidad Económica del África Occidental (CEAO) y la Unión del Río Mano (URM); la Conferencia sobre la Coordinación del Desarrollo del África Meridional (SADCC) y la Zona de Comercio Preferencial del África Oriental y Meridional (ZCP); y ¡a Unión Aduanera y Económica del África Central (UDEAC), la Comunidad Económica de los Países de los Grandes Lagos (CEPGL) y la Comunidad Económica de los Estados del África Central. Es urgente la racionalización de esas agrupaciones africanas. A ese respecto la secretaría deja. UNCTAD y la Comisión Económica para África están en condiciones de prestar asistencia técnica en esa racionalización colaborando con las secretarías subregionales respectivas.

40. Muchos obstáculos se oponen a una cooperación e integración económica efectiva.

41. Un obstáculo que se cita a menudo es la probable pérdida de soberanía de un Estado nación que participa en una forma estrecha de integración económica. No obstante, ese obstáculo es más aparente que real, pues compartiendo voluntariamente la soberanía en determinadas esferas con los Estados asociados un Estado puede acrecentar su poder económico y diplomático y por consiguiente su soberanía efectiva. En realidad, éste es uno de los fundamentos de la integración económica.

42. Está también la ausencia de una infraestructura física y económica adecuada, tanto dentro de los países del mundo en desarrollo como entre esos países.

43. A menudo el tamaño efectivo de los mercados combinados de un grupo de países en desarrollo es inferior a lo que podría suponerse combinando el producto interno bruto de esos países debido a la muy desigual distribución de los ingresos y a la excesiva diferenciación de productos en sus sectores manufactureros.

44. Las empresas transnacionales que actúan por conducto de filiales en muchos países en desarrollo imponen limitaciones a sus exportaciones a otros países tanto dentro de la subregión y la región como hacia otras regiones del tercer mundo.

45. Tampoco hay que pasar por alto las arraigadas y viejas rivalidades entre muchos países en desarrollo de la misma subregión y región. Esas rivalidades son muy irracionales y se basan en la concepción de que el desarrollo económico nacional en un grupo de países en desarrollo es una suma de ceros. Esas rivalidades y concepciones están indudablemente asociadas a las estructuras históricas de desarrollo que se establecieron bajo el colonialismo. No es necesario esforzarse mucho para encontrar esas rivalidades entre países en casi todas las agrupaciones subregionales y regionales de los países en desarrollo.
46. Finalmente, cabría señalar que a menudo no se percibe bien un obstáculo de gran importancia y no se adoptan medidas para superarlo. Se trata, con frecuencia, de la grave insuficiencia de los mecanismos de que se dispone en el ámbito nacional para ocuparse de la cooperación y la integración económica entre países en desarrollo. Eso sucede especialmente en los países relativamente menos desarrollados; debe prestarse atención a esta importante esfera mediante la asistencia técnica, especialmente mediante la cooperación técnica entre países en desarrollo (CTPD).

C. - Dificultades en materia de divisas (incluida la crisis de la deuda)

47. Más recientemente, las extraordinarias dificultades financieras externas que afrontan la mayoría de los países en desarrollo han presentado otros obstáculos a la CEPD. Muchas agrupaciones siguen teniendo gravísimas dificultades y en algunos casos corren el peligro de desintegrarse. Esto se debe a los efectos de factores económicos externos que han obligado a reducir drásticamente las importaciones de los países con quienes se comercia en la misma subregión o región. A ese respecto, puede señalarse a la atención la aparición de nuevas barreras al comercio entre esos países, la no aplicación de las decisiones sobre las medidas de promoción de ese comercio, la suspensión de concesiones convenidas precedentemente y el colapso de acuerdos de compensación y pagos, problemas que siguen entorpeciendo los esfuerzos de integración y cooperación de los países en desarrollo y a los que todavía no se han encontrado soluciones apropiadas.

48. Las dificultades en materia de divisas son actualmente más serias que hace tres decenios, cuando los problemas estructurales de balanza de pagos formaban parte del contexto que llevó a la creación del primer sistema de integración de países en desarrollo, la ALALC. Al problema estructural de balanza de pagos se ha sumado la carga del servicio de la deuda externa [11]. Por consiguiente, la necesidad de reducir las importaciones no esenciales desalienta la ampliación del comercio intrarregional.

49. Debido a las extraordinarias dificultades que supone la estrecha coordinación de sus políticas de ajuste, los esfuerzos unilaterales de ajuste de los distintos países traban la expansión del comercio entre ellos. Esto puede suceder cuando cada país en desarrollo reduce sus importaciones para economizar divisas escasas y cuando las políticas de contracción de las importaciones no discriminan entre las distintas fuentes de donde proceden esas importaciones. Por consiguiente, aunque no se llegue a una coordinación ideal de las políticas macro-económicas, hay que adoptar medidas para impedir que se apliquen nuevas restricciones a las importaciones procedentes de los países de la misma región o sub-región con quienes se comercia, por lo menos, y si es posible, a las procedentes de todos los demás países en desarrollo.

50. Se presentarán otras dificultades en la esfera de la oferta pues es posible que los países exportadores atribuyan prioridad a los mercados con monedas convertibles y por consiguiente desvíen las exportaciones de sus destinos dentro de la misma región.

D. - Lecciones básicas de la experiencia adquirida en materia de CEPD

51. Se ha acumulado mucha más experiencia en relación con sistemas de integración subregional y regional que con acuerdos de cooperación económica interregional. Esa experiencia ha demostrado ya que para obtener los mayores beneficios posibles de la integración económica no basta meramente la integración de mercados por medio de la liberalización del comercio en algunos casos mediante el establecimiento de un arancel externo común. Se requieren también medidas para aumentar la oferta. Mediante actividades conjuntas (incluidas las inversiones mixtas) podría hacerse una contribución positiva al aumento de la producción, la racionalización y la expansión de las industrias existentes y la creación de otras nuevas. Esto podría asegurar que las oportunidades abiertas por el establecimiento de mercados subregionales, regionales e interregionales más amplios se aprovechen mediante un aumento de la producción industrial y agrícola, la obtención de economías de escala y la especialización (tanto intra-industrial como interindustrial).

52. La experiencia de las distintas regiones demuestra también la importancia que tiene la concepción de los sistemas de integración como la suma de una serie de tipos diferentes de medidas concretas convergentes para alcanzar los fines previstos, adoptadas tanto por el sector público como por el sector privado en los niveles nacional, bilateral, plurilateral y multilateral. La experiencia demuestra asimismo la necesidad de evitar sistemas rígidos preconcebidos de integración y cooperación y el peligro de concentrarse únicamente en instrumentos formales de integración (como los programas de liberalización del comercio y el arancel externo común) que, si se los aplicara independientemente de otras medidas positivas, podrían tener efectos meramente nominales.

53. Los esfuerzos encaminados a lograr la integración económica entre países en desarrollo no deben proponerse como objetivo inmediato la iniciación de sistemas ambiciosos de alcance general en varios frentes al mismo tiempo. La experiencia demuestra que en general los intentos de adoptar medidas extraordinariamente ambiciosas son contraproducentes y frustran los esfuerzos por alcanzar la cooperación económica entre los países participantes.

54. En los planos subregional y regional, la cooperación a largo plazo entre países en desarrollo debe basarse en la aplicación gradual de medidas encaminadas a promover programas y proyectos para el desarrollo conjunto de actividades económicas, incluida la transferencia de tecnología, y a estimular el comercio entre los países de que se trata. Lo que se requiere es una red de actividades de alcance limitado y con un número limitado de países participantes, que respondan al deseo general de los países en desarrollo de aprovechar al máximo el enorme potencial que poseen en materia de recursos y mercados. Por consiguiente, un enfoque multilateral de la cooperación económica no excluye la consolidación de iniciativas bilaterales más limitadas. Con frecuencia es en el contexto bilateral donde será más viable la aplicación de medidas directas para estimular el comercio y emprender proyectos de producción y comercialización conjuntas, incluidos los contratos de suministro a largo plazo y los servicios de financiación. No obstante, es en el contexto multilateral donde la utilización de los mecanismos de cooperación bilateral de pequeños grupos de países interesados en recurrir a esas técnicas de estímulo directo al comercio en sectores determinados podría ser estimulada y apoyada. La experiencia reciente de algunas regiones y subregiones demuestra que ese enfoque es más realista y se adapta mejor a las necesidades a corto plazo en el marco de la actual crisis económica internacional, especialmente en el caso de los países en desarrollo muy endeudados. Sin embargo, hay que destacar siempre el contexto multilateral de esas iniciativas bilaterales y plurilaterales, especialmente en las agrupaciones de países pequeños y muy pequeños, para preservar la integridad de esas agrupaciones.

55. Eso explica la renegociación o revisión que han emprendido en los últimos años algunas agrupaciones de integración, con el resultado de que actualmente se presta cada vez más atención a las medidas de cooperación económica funcionales y concretas además de a los planes de liberalización del comercio, así como el uso de instrumentos más abiertos y flexibles.

56. No obstante, es conveniente que los sistemas de integración subregional y regional comiencen con un conjunto mínimo de instrumentos, teniendo siempre presente el hecho de que esas medidas deben aplicarse con mayor intensidad en las agrupaciones subregionales que en los acuerdos de cooperación menos exigentes y más amplios. Esas medidas deberían incluir políticas flexibles de liberalización del comercio; algunas medidas comerciales directas adicionales; la cooperación y los esfuerzos conjuntos en la producción, especialmente en la industria y la agricultura; un grado mínimo de cooperación en la esfera monetaria mediante acuerdos de compensación y de pagos; acuerdos de crédito y acuerdos sobre la financiación del desarrollo; alguna clase de banco o fondo para el desarrollo en los planos subregional, regional e interregional, y cuando corresponda, una infraestructura para vincular físicamente a los países, por ejemplo, en el transporte, las telecomunicaciones, las redes de energía eléctrica y el desarrollo conjunto de las cuencas fluviales. Además, especialmente en el caso de agrupaciones de integración de países de pequeño o mediano tamaño con un alto grado de cohesión y proximidad, son muy convenientes las políticas comunes, las actividades conjuntas y los enfoques coordinados en todas las relaciones económicas y el comercio exterior para aumentar la capacidad de negociación del grupo, que de otra manera sería muy limitada, y preservar y consolidar su integridad.

57. Como en el caso de las regiones y subregiones, en el plano interregional hay que realizar esfuerzos por aplicar medidas con objetivos modestos en sectores determinados, incluidas las medidas basadas en programas y proyectos concretos. Pero también en este caso la liberalización del comercio no es suficiente y será necesario utilizar otros instrumentos, incluidas las medidas comerciales directas, algún grado de cooperación en la industria y la agricultura, acuerdos de compensación y de pagos, créditos para el comercio y acuerdos financieros a largo plazo. En el plano interregional hay que recurrir mucho más que en el caso de la integración subregional y regional a acuerdos bilaterales (y a veces plurilaterales) entre países de distintas regiones del tercer mundo. En esta esfera, más aún que en los sistemas de integración subregional y regional, se requieren también mayor flexibilidad, creatividad e innovación.

58. Los obstáculos que se oponen a la CEPD son reales pero en modo alguno insuperables. No obstante, conviene que los participantes en la CEPD los tengan presentes al emprender nuevas iniciativas o en la situación actual de las iniciativas que ya se aplican y que, a la luz de las lecciones que ofrece la experiencia, adopten las medidas necesarias para atenuarlos o superarlos.

59. Pese a todos obstáculos, el historial de la integración y el de la CEPD, en general, contiene elementos positivos. Podemos referirnos aquí a varios de ellos. El más importante y fundamental es que en el curso de los diez o veinte años últimos ha tenido lugar un importante proceso de aprendizaje respecto de la manera de conducir las relaciones económicas internacionales entre países en desarrollo y de las posibilidades y obstáculos reales que se presentan en esas relaciones. Esto se aplica en especial a las formas e instrumentos de integración y cooperación económicas adecuadas a los países en desarrollo y, en realidad, a cada región y subregión particular del tercer mundo. Experiencias laboriosas y a veces penosas han demostrado que el tipo clásico de mercado común entre países desarrollados y los acuerdos ortodoxos en el marco del artículo XXIV del GATT no se adaptan bien a los esfuerzos de integración y cooperación entre países en desarrollo. Este reconocimiento ha conducido a la revisión de algunos sistemas de integración para hacerlos menos rígidos y más flexibles, más creadores y más adaptados a situaciones que cambian rápidamente.

60. Tiene especial relación con esta nueva flexibilidad el impresionante aumento de las relaciones económicas bilaterales y multilaterales entre países en .desarrollo en los planos subregional, regional e interregional - aun en ausencia de acuerdos oficiales de integración. En los últimos años, en las tres regiones del tercer mundo se ha manifestado una mucho mayor disposición a aplicar sistemas prácticos de integración y cooperación y a adaptar a las nuevas circunstancias los sistemas ya existentes. Ya lo ha hecho la ALALC, transformándose en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). En el nuevo tratado, por ejemplo, se permite a los países miembros desarrollar nuevas formas de cooperación adaptadas a las exigencias de cada situación concreta dentro de un marco multilateral, como se ha demostrado muy recientemente en la iniciativa de cooperación económica entre la Argentina y Uruguay. El Grupo Andino y el Mercado Común Centroamericano también están revisando algunos de sus instrumentos de integración y es probable que adopten mecanismos más flexibles.

61. Otro ejemplo de esa tendencia ha sido la negociación y conclusión de acuerdos comerciales bilaterales, que en algunos casos incluyen el comercio de compensación, como se comprueba en los acuerdos entre el Brasil y Nigeria, Brasil y Angola, India y Yugoslavia, México y la Argentina e Indonesia y otros países. Otro ejemplo aun ha sido la venta de petróleo en condiciones favorables por parte de México, Venezuela, Nigeria y Trinidad y Tobago a otros países de sus subregiones y regiones respectivas.

62. En segundo lugar, se ha mejorado considerablemente la infraestructura comercial: liberalización del comercio, en parte o en su totalidad, acompañada a veces por esfuerzos por aplicar un arancel externo común, en parte o en su totalidad; acuerdos de compensación y de pagos y una mejor organización pública y privada para el comercio. Algunos de los aumentos registrados en la tendencia al comercio intrarregional (habida cuenta de la severa crisis y recesión actual) pueden haberse debido a factores geográficos y culturales, pero puede haber influido también considerablemente la existencia de algunos instrumentos de integración y sus efectos en función de una mejor organización y una mejor infraestructura para el comercio. Por otra parte, uno de los efectos secundarios más generales de la integración ha sido la expansión de importantes redes de relaciones gubernamentales y comerciales entre los países en desarrollo en los planos subregional y regional. Desde el punto de vista de la economía éste es un indubitable progreso.

63. En tercer lugar, en los veinticinco años últimos se han establecido varios ancos de desarrollo regionales y subregionales; esos bancos han aportado una contribución útil a la integración y la cooperación, especialmente mediante la financiación de proyectos nacionales en condiciones favorables otorgadas a los países menos desarrollados y la financiación de proyectos de integración de la infraestructura (o integración física) en las tres regiones del mundo en desarrollo.

64. Por siguiente, se justifica la conclusión de que las experiencias actuales de integración y cooperación económica entre países en desarrollo permiten un prudente optimismo. En la actualidad, casi ningún país en desarrollo proyecta su desarrollo futuro fuera del marco de alguna forma o grado de CEPD. En Asia meridional, Asia sudorienta! y el Pacífico, y aún más en África, han aumentado recientemente las actividades de integración subregional y cooperación regional. En consecuencia, conviene recordar que el único caso de un sistema de integración establecido que se haya disuelto oficialmente es el de la Comunidad del África Oriental entre Kenya, la República Unida de Tanzania y Uganda. Pero poco después de esa ruptura la República Unida de Tanzania pasó a ser miembro pleno fundador de la SADCC y los tres países son actualmente miembros de la nueva Zona de Comercio Preferencial del África Oriental y Meridional (ZCP). Destaca la importancia del movimiento actual hacia la integración en África el compromiso de establecer un mercado común africano para el año 2000 que figura en el Plan de Acción de Lagos.

65. En el capítulo siguiente se examinarán y evaluarán algunos aspectos importantes de las experiencias en curso en materia de CEPD.


CAPÍTULO IV

Esfuezos que se están realizando en materia de cooperación económica entre países en desarrollo: cuestiones y enfoques

A. - La cooperación en el comercio

1. Liberación del Comercio subregional y regional

66. En la actualidad hay más de 40 agrupaciones de integración y cooperación económica entre países en desarrollo de las tres regiones, de las que casi la mitad se encuentra en África. Este número relativamente grande es una muestra de la fe perseverante que se tiene en la utilidad potencial de la integración y cooperación de mercados en materia de producción entre países del tercer mundo, no obstante la multitud de dificultades que han afectado gravemente al funcionamiento y la aplicación plenos de algunos programas y que han tenido incluso como consecuencia la disolución de una de esas agrupaciones.

67. La mayoría de los esquemas subregionales y regionales no se apoyan en instrumentos de liberalización del comercio (valiéndose o no de un arancel externo común en todo o en parte) como principales instrumentos de cooperación. Más aún, dichos instrumentos sólo han sido establecidos efectivamente en un pequeño número de agrupaciones [12] y con grados muy diferentes de aplicaciones arancelarias, y no arancelarias, inclusión de productos, etc. En todo caso, el objetivo de las medidas de liberación del comercio y demás medidas de cooperación comercial y económica directa debería consistir en asegurar un acceso preferencial efectivo y estable a los mercados para los productos que proceden por lo menos en parte de países en desarrollo; las preferencias arancelarias y no arancelarias no serán siempre suficientes. En el contexto de dichas agrupaciones, la experiencia ha mostrado que las reducciones arancelarias (y no arancelarias) conducen realmente a cierto incremento del comercio a corto plazo si se aplican plenamente tales medidas, por lo que resulta decisivo que se profundice el proceso de cooperación mediante la aplicación de medidas sectoriales en sectores como inversiones en la industria, agricultura, transporte y demás infraestructura para sostener el crecimiento comercial a fin de lograr la diversificación de la base de producción y la complementariedad en las corrientes comerciales y reducir las disparidades en la distribución de los costos y beneficios de la integración.

68. La negociación y revisión de los acuerdos de integración iniciados por muchas agrupaciones en los últimos años testimonian esa necesidad de medidas en sectores distintos de la liberación del comercio, por lo que en la actualidad se hace hincapié cada vez más en las medidas de cooperación económica positiva y directa a la vez que en las medidas de liberación del comercio. Esto se ha de considerar como un paso positivo en la evolución de esos esquemas.

2. Medidas e instrumentos interregionales

69. Los acuerdos de comercio preferencial entre países en desarrollo se han mantenido esencialmente a nivel subregional y regional. El Protocolo del GATT relativo a las negociaciones comerciales entre países en desarrollo [13] sigue siendo aún el único acuerdo de comercio preferencial con concesiones arancelarias intrarregionales entre los países en desarrollo que se ha negociado y aplicado hasta la fecha.

a) El Sistema Global de Preferencias Comerciales (SGPC)

70. El Grupo de los 77 y la UNCTAD otorgan prioridad al establecimiento del SGPC. El enfoque recomendado al parecer es eminentemente sensato en varios aspectos. Primero, se prevé una ronda inicial de reducciones arancelarias moderadas, pero importantes. Segundo, las barreras no arancelarias y las medidas directas para promover el comercio forman parte integrante del sistema. Tercero, se considera que el sistema complementa y refuerza las agrupaciones subregionales y regionales existentes. Cuarto, se otorga trato especialmente favorable a los países menos desarrollados: las preferencias y demás medidas en los mercados de los países más adelantados se extenderán a los productos agrícolas sin elaborar y a los productos agrícolas elaborados de los países menos adelantados y además estos países no estarán obligados a conceder ventajas recíprocas en sus mercados. Quinto, el enfoque será flexible y consistirá en métodos bilaterales, plurilaterales y multilaterales, y las técnicas incluirán sea reducciones lineales en las barreras comerciales, sea negociaciones producto por producto o negociaciones sectoriales o una combinación de estas últimas. En las directrices propuestas se reconoce y refleja la complejidad propia de las negociaciones en que intervienen unos 70 países. Sexto, todos los miembros del Grupo de los 77 tienen entendido que el SGPC es una actividad a largo plazo que tal vez no produzca necesariamente resultados espectaculares en el futuro inmediato. Por último, en los principios y directrices del sistema no sólo se trata de preservar (y aun profundizar) los acuerdos de integración subregional existentes, sino también se contempla la activa participación de las secretarías de integración en la preparación del esquema y sus negociaciones.

71. Se han formulado propuestas destinadas a salvaguardar los intereses de los países menos desarrollados, y no hay duda de que se prestará más atención a la medida en que el trato diferencial será extendido a otros países en desarrollo relativamente desaventajados, según las circunstancias de cada caso, ya que corresponde a la aceptación general del principio de reciprocidad de ventajas que se tengan también en cuenta los países que se encuentran en una situación intermedia entre los relativamente adelantados y los menos desarrollados.

72. Las medidas arancelarias y no arancelarias no constituyen la única ni siquiera la más grave barrera para el comercio entre países en desarrollo. Los intercambios comerciales se ven gravemente dificultados por las imperfecciones de los acuerdos monetarios y financieros. Desde una etapa temprana se han de considerar el suministro de crédito a la exportación y otros instrumentos de financiación del comercio, mecanismos adecuados de compensación y pago y una disminución general de los controles de divisas. En el mismo sentido es también claro que habrá que tomar medidas concretas respecto del desarrollo de los sectores productivos de los países en desarrollo, en particular de los relativamente menos adelantados, de manera que se logre el desarrollo de corrientes comerciales complementarias.

b) El Sistema de Información Comercial sobre barreras para el comercio entre países en desarrollo (SICJ)

73. Un instrumento importante para la promoción del comercio entre los países en el Sur en general y el SGPC en particular es el Sistema de Información Comercial.

74. Durante los últimos tres años, la secretaría de la UNCTAD con la asistencia financiera del PNUD ha tratado de elaborar un inventario computadorizado de datos que incluyen las medidas de control del comercio de los países en desarrollo. Es ampliamente reconocido que se trata de una fuente vital e indispensable de información cuyo valor futuro se afianzará cada vez más no sólo con respecto a las negociaciones comerciales globales entre países en desarrollo, sino también en contactos más limitados, bilaterales, subregionales y regionales entre países en desarrollo. La inclusión de las medidas arancelarias y no arancelarias en esta fuente de datos y su vinculación con las corrientes comerciales contribuirán considerablemente a que los países en desarrollo evalúen sus oportunidades comerciales, perspectivas de mercado, etc., y elijan mejor sus asociados comerciales futuros. Apenas podrá exagerarse la importancia de esta fuente de datos para los países en desarrollo.

75. Sin embargo, a causa de las características únicas y precursoras del SIC al parecer se han experimentado algunas dificultades en el establecimiento de una base de datos, en la preparación de metodologías para la obtención y evaluación oportunas de datos y en la elaboración de clasificaciones que sean compatibles con los objetivos de una vasta variedad de usuarios. En realidad, se trata de asuntos altamente técnicos y complejos cuya solución es un requisito previo para el funcionamiento eficaz del sistema.

3. Medidas comerciales directas y comercio de compensación

a) Medidas comerciales directas

76. Los países en desarrollo tienen a su disposición otra seria de instrumentos para facilitar y expandir su comercio recíproco. Las organizaciones comerciales estatales están relativamente difundidas e intervienen tanto en las actividades de comercialización de los productos de exportación como en la obtención de productos de importación. Se ha advertido un notable aumento en el recurso a acuerdos directos entre gobierno y gobierno, a contratos a largo plazo y a la obtención conjunta de productos de importación entre países en desarrollo. Se está favoreciendo activamente a las empresas de comercialización conjunta en los sectores público y privado. El creciente interés por los acuerdos de inversión y de retrocompra y por el comercio de compensación son una prueba de que se amplían rápidamente el alcance y las posibilidades de cooperación utilizando gran número de instrumentos de promoción del comercio.

77. Aunque esta interesante variedad de instrumentos puede ser un indicio de la vitalidad de los sectores comerciales público y privado en los países en desarrollo, hay que reconocer que las experiencias que se han obtenido hasta el momento son un tanto dispersas y no son fácilmente accesibles para otros países y asociaciones comerciales interesados. Con la posible excepción de la relativa a las organizaciones comerciales estatales, no existe prácticamente documentación detallada y sistemática sobre el funcionamiento de esos instrumentos ni una evaluación de sus experiencias. Este es, desde luego, un sector en el que la secretaría de la UNCTAD podría prestar ayuda valiosa a los países en desarrollo.

b) Comercio de compensación

78. Es necesario extenderse algo más sobre la cuestión del comercio de compensación en sus distintas formas. Es común hoy en día observar entusiasmo por los beneficios potenciales que promete el comercio de compensación. Pero uno se siente obligado a preguntarse si el comercio de compensación es en realidad una manera práctica y eficiente de actividad comercial, y en particular de promover la cooperación entre países en desarrollo. Se ha dé plantear esta cuestión para llamar la atención sobre las posibles limitaciones del comercio de compensación, los posibles resultados limitados que este instrumento puede proporcionar y en qué circunstancias.

79. Las fuerzas dominantes que han ocasionado el reciente surgimiento del comercio de compensación parecerían provenir de una acción recíproca de las dificultades de la balanza de pagos en muchos países y un alto grado de proteccionismo en el comercio internacional. El factor de la balanza de pagos fue advertido en primer lugar durante la crisis del petróleo del decenio de 1970, cuando muchos importantes países en desarrollo exportadores de petróleo aceptaron otros bienes y servicios en canje por el petróleo. Más recientemente, la crisis de la deuda de los países en desarrollo y los altos niveles de protección en los mercados industrializados del Norte contribuyen a que una vez más resulte atractiva la técnica del comercio de compensación; como proporciona a los países en desarrollo de escasos recursos la oportunidad de mantener sus exportaciones, conserva las escasas divisas y permite continuar importando bienes y servicios esenciales.

80. En su aspecto negativo, el comercio de compensación con mucha frecuencia puede implicar costos de transacción relativamente elevados, crear la desviación del comercio y proporcionar poca o ninguna adicionalidad en el comercio entre países en desarrollo. Además, es inevitable la atracción que sienten los países de utilizar su posición negociadora para promover las exportaciones de los productos que tienen poco o ningún valor para la otra parte.

También es motivo de particular preocupación el hecho de que el comercio de compensación, que es de carácter esencialmente bilateral, podría conducir a un fortalecimiento del bilateralismo entre países en desarrollo sin aportar una verdadera contribución a la solución de sus problemas de balanza de pagos ni asegurar la importación de bienes y servicios en condiciones adecuadas de costo y calidad. Sobre todo, el comercio de compensación obligatorio puede tener como consecuencia una disminución del comercio entre países en desarrollo, con lo que una parte importante de ese comercio implicaría bienes innecesarios y caros, difíciles de vender a terceros países. La opinión de que es probable que el comercio de compensación sea más eficaz cuando se realiza de empresa a empresa y no de gobierno a gobierno parece sumamente plausible, ya que tal forma de comercio responde a las prácticas comerciales.

81. Esto indica simplemente la necesidad de un estudio más a fondo de esos instrumentos y técnicas a fin de determinar con precisión en qué condiciones pueden promover el comercio entre países en desarrollo a todos los niveles haciendo hincapié en la adicionalidad. En realidad, el comercio de compensación empleado como instrumento adicional y complementario podría contribuir a llenar la brecha que existe actualmente entre el comercio real y potencial entre países en desarrollo, así como a fortalecer un proceso racional de sustitución interregional de importaciones entre países en desarrollo y a asegurar un mejor equilibrio en las relaciones comerciales entre los países en desarrollo más adelantados y los menos adelantados.

82. En este contexto, los países en desarrollo deben pensar en organizar y promover empresas comerciales nacionales y multinacionales, públicas o privadas, para facilitar el empleo del comercio de compensación. La promoción de empresas comerciales entre países en desarrollo (compañías comerciales multinacionales) podría constituir un mecanismo importante en los países en desarrollo, ya que dichas organizaciones podrían dedicarse principalmente a la elaboración de las distintas alternativas complejas de financiación del comercio; podrían también vincularse a los esquemas que implican inversiones directas y acuerdos de retrocompra, etc., de modo que sirvan como complemento útil para los arreglos de compensación y pago, y podrían promover los intereses de los países menos desarrollados frente a otros países en desarrollo.

83. Desde el punto de vista del enfoque global adoptado por los países en desarrollo al promover su cooperación comercial, parecería necesario en esta etapa insistir en la necesidad de otorgar más importancia al empleo de los acuerdos de comercio directo (junto a las medidas arancelarias y no arancelarias tradicionales) destinados a asegurar la expansión y una mayor estabilidad en las corrientes comerciales entre países en desarrollo. Son de particular importancia las medidas sobre acuerdos directos entre agentes públicos o privados en forma de contratos de abastecimiento a mediano y largo plazo, acuerdos de coproducción y acuerdos de retrocompra, etc. Además, dichos arreglos podrían vincularse a las medidas arancelarias y no arancelarias preferenciales, a los incentivos del crédito, al transporte y a otros elementos de infraestructura.

84. Desde el punto de vista de la estrategia, cabe señalar que los enfoques "globales" amplios no siempre proporcionan un marco adecuado o conveniente para la negociación y aplicación de las medidas de promoción del comercio directo ni siquiera de los acuerdos arancelarios y no arancelarios preferenciales. La experiencia ha demostrado que los enfoques graduales, parciales, respecto de esos programas pueden alcanzar mucho éxito y que dichos programas pueden convertirse progresivamente en multilaterales, de modo que incluyan a otros países en desarrollo interesados. Los países en desarrollo deberían estudiar activamente estas posibilidades.

B. - Cooperación en la producción y la infraestructura

1. INDUSTRIA

85. Los países en desarrollo han tratado de aplicar políticas de industrialización mediante la sustitución de importaciones en un contexto de mercados regionales y subregionales, así como de aumentar las exportaciones de manufacturas tanto hacia estos mercados como hacia el resto del mundo. En general, los resultados obtenidos de la cooperación industrial en los programas de integración existentes hasta ahora han sido sólo ligeramente positivos y no han estado a la altura de las esperanzas que se abrigaban al principio. La cooperación en materia de producción industrial en las agrupaciones de integración requiere ciertos enfoques conjuntos en sectores como la armonización de los incentivos fiscales para la industria, los acuerdos con terceros países para evitar la doble imposición y una política común sobre la inversión extranjera y lo que es más importante, se requiere también la iniciación, en nombre de toda la agrupación, de estudios de preinversión destinados a indicar los proyectos industriales convenientes (siempre que sea posible creando vínculos en ambos sentidos en la producción entre países) para todos los países miembros de la agrupación, así como la existencia de una institución de financiación del desarrollo regional o subregional. Pero el aspecto más importante de la cooperación en la industria es sin duda el de los acuerdos de selección y distribución de las industrias. Una política de ubicación de las industrias no sólo contribuye al logro de economías de escala [14], así como de especialización en los mercados subregionales y regionales más amplio, sino también a lograr una distribución equitativa de los costos y beneficios de la integración entre los países relativamente menos desarrollados y los países relativamente más desarrollados.

86. La primera tentativa de programación industrial regional fue hecha por el Mercado Común Centroamericano en el decenio de 1960, y su éxito fue ambiguo. Los acuerdos de cooperación industrial pueden ser muy estrictos, como en el esquema original del Grupo Andino para la programación de todos los sectores industriales, o pueden ser flexibles como en el caso del esquema de la ASEAN o en la versión revisada del esquema del Grupo Andino que se está llevando a término actualmente. En el esquema original del Grupo Andino varios sectores industriales (metalurgia, petrolquímica y productos para automotores) fueron objeto de una distribución de sus actividades constituyentes (desglosadas en gran detalle) entre los países miembros. El enfoque de la ASEAN, por ejemplo, podría ser de interés para otras agrupaciones de integración en el tercer mundo. En el caso del grupo ASEAN, se asignó una industria básica a cada uno de los países miembros en la primera "ronda" [15]. Además, la ASEAN actualmente está alentando el establecimiento de empresas conjuntas del sector privado de una manera muy flexible y abierta. Por otra parte, el enfoque sectorial original del Grupo Andino tiene el mérito de integrar los sectores industriales de los países creando vínculos en ambos sentidos entre los Estados miembros; por consiguiente, se espera que no se abandonará el enfoque de integración sectorial en esa agrupación, aunque se haga más flexible y selectiva.

87. A la falta de mecanismos viables y apropiados se ha atribuido el éxito limitado de la mayoría de los experimentos realizados en materia de cooperación respecto del desarrollo industrial. Se ha afirmado también que el problema de la equidad en la colocación de las inversiones implica difíciles negociaciones sobre la distribución resultante de beneficios. Se ha señalado el largo período de tiempo implicado en las negociaciones como otro elemento que crea problemas en materia de cooperación.

88. Además, cuando se utiliza el análisis del costo-beneficio social para elegir industrias regionales o de integración, la rentabilidad privada no puede ser la única guía para la decisión sobre inversión. En este caso, el gobierno tendrá que establecer la industria o deberá subvencionar a la empresa privada.

89. Si bien no hay duda de que son técnicas las dificultades con que tropiezan la formulación y aplicación exitosas de los programas de cooperación industrial, no hay que pasar por alto las dificultades políticas, ya que son esencialmente políticas las cuestiones que siempre surgen. El país ¿ha de sacrificar la industria X en favor del país B aun sí el país consigue la industria Y? El país A ¿debe aguardar prolongadas negociaciones con sus asociados antes de promover varias industrias aparentemente viables en su propio territorio? El país A ¿debe abstenerse durante tres años de establecer la industria Z porque ésta ha sido asignada al país C, que tiene que aguardar varios años antes de poder establecerla? Cada país de la agrupación ¿desea depender totalmente de las fuerzas del mercado en la edificación de su estructura industrial o debe utilizar una combinación de fuerzas del mercado y decisiones conjuntas conscientes con sus Estados asociados? Es fácil alargar la lista de cuestiones políticas tan esenciales como las mencionadas.

90. Sin embargo, estos obstáculos políticos pueden superarse si los participantes en el programa de integración reconocen plenamente que compartir la soberanía con cada uno de los demás puede aumentar a mediano y largo plazo la fuerza económica y, por consiguiente, la soberanía efectiva de cada uno de ellos.

91. Toda política de desarrollo industrial regional debe también encarar los problemas de la inversión directa extranjera y estipular, entre otras cosas, qué sectores de la economía han de reservarse al capital regional y local y en qué sector se debe acoger con agrado y estimular el capital extrarregional. Cabe señalar aquí que las decisiones sobre inversión de las empresas extranjeras se ven menos afectadas por los incentivos fiscales y más por factores tales como la actitud general respecto de la inversión extranjera y la estabilidad política. Una política bien clara sobre el papel de la inversión extranjera directa en el desarrollo económico de un país o de una región es indispensable para los esfuerzos de desarrollo tanto nacionales como regionales. En el contexto de la integración regional se necesita también una política común en este sector para aumentar la capacidad de negociación del grupo frente a los inversionistas extranjeros.

92. Se ha señalar que el establecimiento de industrias de integración que prestan servicios a todo el mercado subregional o regional puede verse facilitado allí donde todavía no existen la completa liberación del comercio ni un arancel externo común completo, ya que en esas circunstancias a tales industrias se les puede otorgar acceso libre inmediato a. mercados subregionales y regionales adecuadamente protegidos. Esto es lo que ocurrió con el régimen para las industrias de integración en los primeros años del Mercado Común Centroamericano.

93. Por último, la cooperación en la industria puede tener como objetivo no sólo la producción para el mercado subregional o regional, sino también la cooperación en la producción de artículos de exportación para los mercados extrarregionales. Esto reviste especial importancia para los países pequeños y muy pequeños, que tienen mercados nacionales muy limitados, como los de los Estados miembros del Mercado Común Centroamericano y la Comunidad del Caribe. La cooperación en la producción puede ser de gran ayuda en la promoción de exportaciones extrarregionales si:

    a) Los productores de los diferentes países se agrupan para formar empresas conjuntas para la comercialización de las exportaciones;

    b) Los productores de los diferentes países se ponen de acuerdo en normalizar su producción y adoptar normas de calidad uniformes;

    c) Los productores de los diferentes países se ponen de acuerdo en compartir los costos de promoción en el extranjero, en particular los costos de la promoción inicial que a menudo suelen ser muy elevados, y

    d) Los distintos países convienen en compartir un único programa de crédito a la exportación o refinanciación del crédito a nivel subregional o regional.

2. AGRICULTURA

94. Hasta hace poco en la mayoría de las agrupaciones de integración se prestó relativamente poca atención al sector agrícola, pero se ha hecho sentir agudamente la necesidad de medidas concertadas, en parte a causa de la crisis en la seguridad alimentaria de muchas partes del mundo en desarrollo y en parte a causa de los graves problemas de la balanza de pagos. Las agrupaciones subregionales y regionales están tratando ahora de compensar su pasada falta de preocupación mediante la cooperación en el sector agrícola. La lección que ya se ha aprendido en materia de desarrollo económico nacional en el sentido de que la producción de excedentes de alimentos es indispensable para un continuo crecimiento de la industria y los servicios está siendo aplicada también al desarrollo mediante la integración. Además, la necesidad, dado el caso, de una gestión de las reservas de estabilización con carácter subregional o regional es una parte importante del concepto de seguridad alimentaria. Finalmente, se debe hacer hincapié en que mediante una mayor división interregional del trabajo puede llegarse a una producción más abundante y a un comercio más activo en materia de alimentos en el tercer mundo.

95. Es evidente que los tipos y métodos exactos de cooperación en el sector agrícola tienen que diferir de agrupación en agrupación, según las circunstancias particulares de los países miembros. Sin embargo, han de resultar sin duda muy útiles en la mayoría de las agrupaciones y regiones los siguientes enfoques:

    a) Desarrollo de la producción nacional como parte de los programas subregionales o regionales para los distintos productos básicos;

    b) Establecimiento de empresas conjuntas agrícolas, ganaderas y pesqueras con carácter plurilateral o multilateral;

    c) Suministro rápido y continuo de información sobre el mercado de alimentos dentro de toda la zona, de manera que se facilite el comercio y, más particularmente, la nivelación de los excedentes y los déficits de la producción de cultivos particulares. El Grupo Andino, la Comunidad del Caribe, el SELA y la SADCC son buenos ejemplos de esta nueva tendencia;

    d) Esfuerzos conjuntos en la producción y comercio de fertilizantes;

    e) Esfuerzos conjuntos en la investigación y desarrollo que abarquen investigación de las tierras, lucha contra las enfermedades, variedades mejoradas, producción de ganado y explotación del potencial pesquero y forestal;

    f) Acciones conjuntas contra la desertificación, incluso programas de reforestación en gran escala, y

    g) Actividades e investigaciones conjuntas en todo el sector de las operaciones posteriores a la cosecha, incluidas las instalaciones para el almacenamiento de alimentos, y en el desarrollo de la agroindustria.

3. EMPRESAS MULTINACIONALES DE PRODUCCIÓN Y EMPRESAS CONJUNTAS

96. Una forma de cooperación en materia de desarrollo industrial es el establecimiento a nivel subregional y/o regional de un régimen común para las empresas conjuntas del sector privado. Tales medidas se pueden aplicar con flexibilidad. El hecho de que las agrupaciones de cooperación e integración económicas subregionales y regionales de los países en desarrollo hayan hecho hincapié en la cooperación en materia de producción ha tenido como resultado un aumento sustancial en el número de tipos de empresas multinacionales de producción y empresas conjuntas entre países en desarrollo. Entre esas empresas se cuentan desde grandes establecimientos industriales complejos en el sector petrolero y las industrias química y metalúrgica en gran escala hasta la fabricación de productos de consumo destinados a los pequeños mercados subregionales.

97. Organizaciones como la ASEAN, la OPAEP, el CCG y el Grupo Andino han acumulado importantes experiencias en esta esfera, mientras que varias otras organizaciones, entre ellas la SADCC, la CARICOM y el SELA, han terminado recientemente la elaboración de mecanismos jurídicos y financieros para la promoción de las empresas multinacionales de producción y las empresas conjuntas, y se encuentran en la primera fase del establecimiento de tales empresas. Fuera del marco de ¡a cooperación regional y subregional, y más particularmente a nivel bilateral, dichas empresas se presentan como importantes vehículos en las relaciones comerciales y económicas entre países en desarrollo. Esto se aplica particularmente a los países en los que la industrialización es reciente y a algunos países exportadores de petróleo con excedentes de capital. Muchas de esas empresas incluyen la participación interregional, pertenecen al sector privado y actúan en los sectores alimentario y agrícola, así como el industrial.

98. En conjunto el desarrollo de la cooperación en materia de producción en forma de empresas multinacionales de producción y empresas conjuntas entre países en desarrollo se ha visto dificultado por varios factores, entre ellos, la falta de información sobre las posibilidades del establecimiento de tales empresas, la falta de comprensión de los requisitos jurídicos y técnicos para el establecimiento de tales proyectos, la escasez de órganos nacionales o subregionales con competencia para identificar, promover y financiar tales proyectos, y una escasez general de recursos financieros, administrativos y tecnológicos en los países en desarrollo. En todo esto es indispensable no perder de vista el hecho de que el objetivo consiste en realizar proyectos concretos y que las empresas multinacionales de producción, las empresas conjuntas y aun los bancos de desarrollo no son fines en sí mismos.

4. LA CONTRIBUCIÓN DEL SECTOR PRIVADO DE LOS PAÍSES EN DESARROLLO

99. Una estrategia que pretenda el éxito en el fortalecimiento de la cooperación entre países en desarrollo debe contar con instrumentos para movilizar las capacidades financieras, administrativas y tecnológicas del sector privado. En realidad, la integración y la cooperación deberían utilizarse como instrumentos para desarrollar el espíritu de empresa autóctono. Durante los dos últimos decenios se realizaron intentos para hacer intervenir al sector privado en las varias etapas del establecimiento de los acuerdos de cooperación e integración entre países en desarrollo, tanto en las etapas formativas y de negociación de las preferencias comerciales como en los acuerdos de complementariedad industrial. Pero los resultados no han sido convincentes. Varios factores pueden explicar los resultados relativamente limitados del aumento de la participación del sector privado en los procesos de integración. Entre ellos cabe mencionar:

    a) Los empresarios privados de los países en desarrollo se han orientado con preferencia hacia los mercados internos sumamente protegidos. Las incertidumbres asociadas a los mercados regionales han conducido al sector comercial a limitar sus intereses en actividades que podrían amenazar los niveles existentes de protección nacional.

    b) Las controversias que afectan a la participación de las empresas transnacionales en el sector privado de muchos países han justificado en parte la renuencia de los gobiernos a asignar un papel más activo al sector privado; en general se ha considerado que el mercado debía desempeñar un papel limitado y, en muchos casos, subordinado a la promoción de la cooperación económica entre países en desarrollo.

    c) La falta de recursos financieros y de capacidad administrativa del sector privado en muchos países en desarrollo hace que a menudo éstos no sean capaces de sufragar los gastos que supone iniciar actividades internacionales, en particular las que implican decisiones sobre comercio o inversión a largo plazo y su aplicación. La ausencia de redes comerciales bien establecidas entre países en desarrollo aumenta los costos de transacción más allá de las posibilidades de las empresas pequeñas y medianas de los países en desarrollo.

    d) En general, los acuerdos de comercio preferencial en la mayoría de los esquemas de integración y cooperación no han logrado asegurar un marco económico y jurídico estable para las decisiones comerciales de manera que se justifiquen los costos que supone iniciar acuerdos comerciales o de inversión a largo plazo entre empresas de distintos países, o los costos que implica la expansión de la capacidad productiva existente para beneficiarse de un mercado preferencial más amplio. En la mayoría de los casos, las preferencias se concibieron como instrumentos de políticas comerciales a corto plazo, y no de políticas industriales o de desarrollo a largo plazo. Además, el hecho de que las preferencias resulten frecuentemente alteradas por los cambios en las paridades del tipo de cambio, o que sus ventajas desaparezcan a causa de la aplicación de restricciones no arancelarías, explica el escepticismo del sector comercial respecto de las ventajas que nominalmente otorgan los acuerdos de cooperación o integración económica.

    e) Además, los factores legales, políticos e institucionales pueden fijar límites estrictos á la intervención del sector privado. A este respecto basta mencionar el requisito de garantías conjuntas y múltiples que imponen los órganos de financiación, las diferentes condiciones entre los países respecto del derecho de establecimiento y la libre corriente de fondos entre regiones.

100. La plena participación del sector privado en los acuerdos de integración y cooperación económicos implica el suministro de mayor información al sector comercial. La promoción de reuniones sectoriales y mesas redondas comerciales (como en el caso de los foros de inversión organizados por la ONUDI y que podrían también ser organizados por los bancos regionales y subregionales para sus miembros que toman préstamos) con empresarios de los países interesados podría contribuir a identificar las oportunidades de comercio e inversión y ser útiles en la formulación de acuerdos de complementariedad. Además, un programa realista podría concentrar su atención en el desarrollo de un conjunto de sólidos conocimientos respecto de los requisitos jurídicos, técnicos y de otro tipo para el establecimiento de empresas multinacionales de producción y empresas conjuntas con el fin de disminuir las incertidumbres y riesgos que perciben los inversionistas privados.

101. Se deberían tomar medidas en los siguientes sectores:

    a) La identificación de sectores particulares destinados a actividades del sector público;

    b) En todos los demás sectores de interés para la cooperación entre países en desarrollo se deberían identificar medidas para promover, a nivel nacional o multinacional, la activa participación de las empresas privadas. Deberían incluir la aplicación efectiva de un marco estable para el acceso preferencial a los mercados regionales y subregionales. En cada región, por ejemplo, se podrían establecer servicios de cooperación empresarial para proporcionar información y servicios de asesoramiento a las empresas privadas en los países en desarrollo;

    c) En el caso de las empresas pequeñas y medianas se podría inducirlas a iniciar operaciones importantes de comercio e inversión a largo plazo mediante medidas directas, incluida la organización de centros de información sobre comercio e inversión;

    d) En algunos casos, los gobiernos podrían considerar necesario instar a las empresas menores a actuar en agrupaciones interregionales para mancomunar sus recursos dentro de los países y entre los países a fin de constituir empresas conjuntas. En otros casos, mediante variados incentivos, se podría promover la participación de empresas locales en empresas conjuntas multinacionales para constituir compañías comerciales multinacionales encargadas de promover la complementariedad entre países de distintos niveles de desarrollo, como ha ocurrido en América Latina en el caso de LATINEQUIP, compañía comercial multinacional que promueve las exportaciones de bienes de capital procedentes de México, el Brasil y la Argentina.

5. INFRAESTRUCTURA (O INTEGRACIÓN FÍSICA)

102. No puede insistirse demasiado en la importancia de esta forma de cooperación económica. La mayor parte de las agrupaciones de integración y cooperación a nivel subregional y regional practican este tipo de cooperación, y los esfuerzos realizados en este terreno han sido considerables y coronados de éxito. Se pueden señalar éxitos en esta esfera tanto en América Central como en América del Sur, así como en el Caribe y en la SADCC, la CEAO, la Unión del Río Mano y la CEDEAO en África. Los bancos regionales y subregionales de desarrollo han desempeñado un papel meritorio en todos estos esfuerzos. Los enfoques conjuntos en la esfera de la infraestructura o integración física incluyen vínculos ferroviarios, autopistas, aeropuertos y sistemas de transporte aéreo, transporte marítimo, telecomunicaciones, desarrollo de cuencas fluviales e hidro-electricidad. En realidad, tal vez la esfera clave de los esfuerzos de cooperación e integración económica en el África subsahariana en los próximos años sea el de la infraestructura en gran escala y el desarrollo del transporte a fin de integrar físicamente con más eficacia al continente. Es este enfoque conjunto de la infraestructura física y de ciertos servicios lo que convierte a la SADCC en una organización única e innovadora en materia de cooperación económica subregional.

6. COOPERACIÓN EN OTRAS ESFERAS

103. La cooperación funcional está experimentando un incremento en la actualidad en varias otras esferas; en la mayoría de los casos están teniendo lugar programas y políticas conjuntas y aun a veces se comparten los servicios en muchas esferas vitales para el desarrollo - energía, recursos naturales (en particular, minerales y pesquería), enseñanza y capacitación, y ciencia y tecnología. Pero los esfuerzos en todas estas esferas tienen que intensificarse.

104. A causa de su importancia, no puede dejar de mencionarse aunque sea brevemente la cooperación en materia de energía. Esta esfera está convirtiéndose en un objeto de cooperación cada vez mayor a nivel subregional y regional. Realizan esfuerzos organizaciones regionales como la OLADE en América Latina. Están los esfuerzos interregionales como los del programa de acción en materia de energía derivado del programa de Caracas. Dicha cooperación en materia de energía incluye muchos aspectos, entre ellos la seguridad del suministro dentro de las agrupaciones subregionales o regionales a cargo de países miembros que cuentan con recursos en hidrocarburos; mercados asegurados para el petróleo en los países miembros importadores de una agrupación subregional y racionalización de la capacidad de refinación en la subregión de manera que se reemplace la capacidad obsoleta y se logren economías de escala en la producción; la financiación de ventas de petróleo dentro de las regiones y subregiones con carácter favorable en virtud de los así llamados "servicios del petróleo", que incluyen un pago parcial en efectivo mientras que el resto se considera como un préstamo en condiciones favorables otorgado al país importador de petróleo; esfuerzos conjuntos en el desarrollo de fuentes de energía no convencionales y varias veces renovables, y asistencia técnica y capacitación dentro de la subregión o región en la exploración y producción de hidrocarburos, en la legislación actualizada en materia de petróleo y en la negociación de contratos con compañías extranjeras.

C. - Cooperación monetaria y financiera

105. Entre los instrumentos de cooperación monetaria y financiera que han utilizado los países en desarrollo para establecer dicha cooperación cabe mencionar los siguientes: acuerdos de compensación y pagos, liberación de los pagos multilaterales, acuerdos de crédito, financiación del comercio, promoción de inversiones, cooperación fiscal y uniones monetarias.

1. ACUERDOS DE COMPENSACIÓN Y PAGOS

106. Hacia fines de marzo de 1985 eran nueve las cámaras de compensación que funcionaban en los países en desarrollo, a saber, la Cámara de Compensación del África Occidental, la Unión Asiática de Compensación (UAC), el Servicio Multilateral de Compensación de la CARICOM (CCC) [16], el Acuerdo Monetario de la Comunidad Económica de los Países de los Grandes Lagos (CEPGL), el Sistema de Pagos y Crédito Recíproco, la Cámara de Compensación de la Zona de Comercio Preferencial del África Oriental y Meridional (ZCP), los Acuerdos Multilaterales sobre Pagos entre ¡os Países Miembros de la Organización de Cooperación Regional para el Desarrollo (OCRD), y la Cámara de Compensación del África Occidental (CCAO).

107. Cada uno de estos acuerdos de compensación tiene como objetivo el uso de las monedas locales en las transacciones entre miembros del acuerdo, con lo que se reduce al mínimo el uso de monedas convertibles, y la extensión del crédito como consecuencia del arreglo diferido de transacciones.

108. Con excepción de los productos de petróleo y derivados, la mayoría de los acuerdos de compensación permiten encauzar todas las transacciones corrientes mediante los servicios. También se permiten algunas transacciones de capital. Sólo hay dos acuerdos de compensación que permiten encaminar todas las transacciones corrientes de capital sin ningún tipo de restricción.

109. La-contribución de los acuerdos de compensación y pagos a la expansión del comercio intrasubregional es indirecto. Eliminando los obstáculos potenciales al comercio en realidad facilitan la expansión comercial. Cabe mencionar otros efectos positivos: una más rápida liquidación de las transacciones, ahorros en comisiones, el establecimiento de relaciones de corresponsal entre los bancos comerciales participantes, con lo que se fortalece la cooperación en el sector bancario, la disminución de las relaciones de corresponsal con los bancos comerciales en Europa y América del Norte para el comercio intrasubregional, y por consiguiente la reducción de los fondos de explotación que se mantienen en el extranjero, y la disponibilidad de crédito para el comercio subregional.

110. Los principales problemas que afectan actualmente a las operaciones de arreglos de compensación y pagos son los siguientes:

111. El surgimiento de situaciones de deudor permanente y acreedor permanente. En gran parte como consecuencia del deterioro en la actividad general de las economías de los países en desarrollo, unido a un aumento de la deuda y a un empeoramiento de la posición general de la balanza de pagos, varios países no han podido satisfacer sus obligaciones respecto de los acuerdos de compensación; en consecuencia, se han acumulado saldos deudores y ha surgido un grave problema por lo menos para tres acuerdos de compensación.

112. Una solución probable para el problema de liquidez temporal es el establecimiento de un servicio de crédito con este objeto. A este respecto, cabe señalar que por lo menos dos acuerdos de compensación han establecido un servicio para encarar los problemas de liquidez temporal de los bancos centrales. Estos servicios no requieren ser administrados por el acuerdo de compensación. Sin embargo, la ventaja de vincular la compensación y los pagos con el suministro de crédito consiste en que los créditos otorgados pueden depender de la aplicación de las políticas convenidas.

113. Como otra solución, el problema de liquidez puede enfocarse desde el punto de vista de la balanza de pagos. El Fondo Centroamericano de Estabilización, el Acuerdo de Santo Domingo, el Fondo Monetario Árabe, el Fondo Andino de Reserva y el Sistema de Trueque de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental proporcionan acuerdos especiales de crédito para ayudar a los países que tienen dificultades en su balanza de pagos. El funcionamiento de estos acuerdos se ha visto dificultado por los obstáculos que supone la movilización de recursos financieros adicionales. La falta de fondos ha obligado a algunos de estos acuerdos tanto a restringir sus préstamos como a aumentar las condiciones.

114. Existe la posibilidad de que se evite el problema aumentando el ámbito de las transacciones elegibles y una extensión del período de liquidación, ya que tales medidas pueden tener como resultado una más equitativa distribución de los saldos deudor y acreedor netos. Sin embargo, si los déficits son el resultado del rápido crecimiento de las importaciones con respecto a las exportaciones, ampliar el período de liquidación sólo podría agravar la situación. En tal caso, debe frenarse la tendencia que provoca esa balanza de pagos adversa.

115. Aumento del uso de grandes cantidades de monedas convertibles para afectuar los pagos. Como se ha señalado anteriormente, una de las ventajas que se esperaba del uso de los servicios de compensación era economizar divisas para las transacciones subregionales y regionales. Sin embargo, en la práctica, las transacciones se siguen realizando en monedas convertibles. En un acuerdo de compensación, por ejemplo, entre el 84 y el 91 % de las transacciones en el período 1981-1983 fueron pagadas en monedas convertibles. En otro acuerdo de compensación, aunque las transacciones que pasaron por la Cámara de Compensación aumentaron de 5,6 millones a 9,7 millones de unidades de cuenta, el pago en que intervinieron monedas convertibles subió de 1,3 millones a 9,1 millones. En abierto contraste, en algunos arreglos de compensación la cantidad de monedas convertibles que intervinieron en el pago osciló entre el 20 y el 29 Vo.

116. Podría parecer que a los efectos del servicio de la deuda externa cada vez mayor, los países hayan intensificado o restringido las importaciones intraregionales. Esto ha tenido como efecto reducir las corrientes comerciales intraregionales y, en consecuencia, las transacciones mediante las cámaras de compensación.

117. Para aumentar el volumen de las transacciones que pasan por los acuerdos de compensación hay que actuar en dos frentes. Primero, no sólo los bancos comerciales, sino también la comunidad comercial deben conocer y comprender los efectos de los arreglos de compensación y los beneficios que se derivan de ellos. Para dar publicidad al servicio se pueden organizar seminarios periódicos a distintos niveles haciendo intervenir al banco central, a los bancos comerciales y a la comunidad comercial. Mediante seminarios públicos y otros arreglos de publicidad, puede llegar a ser común el conocimiento de las ventajas del programa, con lo que se aumentaría el volumen de las transacciones. Segundo, se deben realizar esfuerzos deliberados para encauzar todas las transacciones elegibles a través de los arreglos de compensación. Con un volumen considerablemente incrementado de transacciones a través del servicio, se puede evitar el desequilibrio en la distribución de la posición del saldo deudor neto y el saldo acreedor neto. Además, se puede revisar periódicamente la lista de transacciones elegibles con el fin de ampliarlas de manera que se incluyan en la medida de lo posible todas las transacciones corrientes.

118. El tipo de cambio para las transacciones a través de las cámaras de compensación. Se trata aquí de dos series de problemas. La primera dificultad tiene relación con el hecho de que los tipos de cambio para la unidad de cuenta utilizada por las cámaras de compensación se fijan para un período determinado. Por ejemplo, el tipo de cambio de la unidad monetaria asiática se fija para diez días. Pero al mismo tiempo las monedas internacionales en el mercado de divisas varían diariamente. Una gran diferencia entre el tipo fijado y los tipos diarios puede constituir un factor que impida el uso del servicio de compensación.

119. Una solución para este problema se podrá tal vez encontrar vinculando los cambios en el tipo fijo a los cambios periódicos en el valor de los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional. Con este ajuste, los tipos utilizados por los acuerdos de compensación podrían acercarse más a los tipos que se utilizan en los mercados internacionales de divisas.

120. El segundo problema se refiere a los tipos de cambio sobrevalorados, que tienen como consecuencia que el tipo de cambio oficial para una determinada moneda está sustancialmente por debajo de los tipos que se utilizan en el mercado "negro" o "paralelo". El efecto ha sido desalentar el uso de los servicios por parte de los exportadores mientras que los importadores y los órganos del gobierno consideran los servicios muy ventajosos. La consecuencia evidente es un aumento en la posición deudora neta. En tales circunstancias, las autoridades monetarias deben asegurar que el tipo de cambio utilizado para las transacciones a través del acuerdo de compensación refleje la situación del mercado en la medida de lo posible.

2. LA CUESTIÓN DE LA CONVERTIBILIDAD LIMITADA

121. La presencia de monedas no convertibles en las operaciones de acuerdos de compensación, los problemas de supervisión de la liquidez, los mercados de monedas paralelos que alientan a los comerciantes a pasar por alto el mecanismo de compensación, etc., han dado origen a un renovado interés por la cuestión de la convertibilidad de la moneda local.

122. La convertibilidad limitada podría significar un acuerdo por el que los países de una subregión o un grupo de países garantizaran la mutua convertibilidad de sus monedas. El compromiso está limitado a los miembros del grupo. Según tal arreglo, los países miembros mantendrían sus monedas existentes y el método de determinación de sus tipos de cambio y convendrían en aceptar las monedas de los demás para transacciones entre ellos y para convertir sus monedas sobre la base de tipos recíprocos de cambio con respecto a una moneda de referencia, el derecho especial de giro, por ejemplo. Sería también conveniente algún grado de armonización de las políticas monetarias y fiscales.

123. La convertibilidad limitada podría también significar una serie de acuerdos nacionales coordinados de cambio a los que se obligaran los países de una determinada subregión o grupo de países para eliminar las restricciones al comercio y pagos entre ellos, con lo que se garantizaría la convertibilidad de sus respectivas monedas para el comercio subregional o el comercio entre ellos. Cuando interviene un servicio de compensación, la garantía de convertibilidad podría limitarse a los bienes y servicios que son elegibles para transacciones a través del servicio de compensación.

124. El arreglo implica el libre uso de todos los beneficios provenientes de la exportación para la compra de productos de importación legales, el establecimiento en cada país de una cuenta especial convertible para el comercio intra-subregional en el que se podrían depositar los ingresos de exportación y con cargo a la cual se podrían financiar las importaciones subregionales y el libre cambio de monedas en la subregión hasta el límite de las exportaciones certificadas en los productos elegibles. En la medida en que las monedas obtenidas del comercio subregional fueran libremente convertibles, se aseguraría el uso de monedas locales para el comercio dentro de la subregión y los consiguientes ahorros de divisas.

125. Cualquiera que sea el alcance de la convertibilidad que se prevea, surgen varios problemas, de los cuales el más importante es la existencia de tipos de cambio sobrevalorados en algunos países en desarrollo, que desalientan la producción mientras alientan las importaciones y el contrabando. El mantenimiento de tipos de cambios sobrevalorados continuará teniendo como consecuencia corrientes comerciales en una dirección y la consiguiente intensificación del problema de la balanza de pagos.

126. La adopción por los países participantes de adecuadas políticas monetarias y tipos de cambio en apoyo de un tipo de cambio interno equilibrado y estable entre las monedas participantes que procuraría encarar los problemas del comercio ilícito y los intercambios comerciales equilibrados sigue siendo de importancia central en esta cuestión.

3. ESTABLECIMIENTO DE VÍNCULOS ENTRE LOS ACUERDOS DE COMPENSACIÓN Y PAGOS

127. El examen de las principales cuestiones técnicas y operacionales implicadas en el establecimiento de vínculos entre los acuerdos de compensación y pago en los países en desarrollo han sido estudiados por el Comité coordinador de acuerdos multilaterales de pagos y de cooperación monetaria. Este Comité, que fue establecido en 1978 y que es convocado una vez cada dos años, reúne a los jefes de los acuerdos de compensación y pagos en los países en desarrollo. En sus deliberaciones sobre el tema se han examinado varias posibilidades. La idea de establecer un arreglo global de pagos entre países en desarrollo fue excluida porque tal proyecto habría sido demasiado ambicioso. El Comité fue de la opinión de que los distintos países en desarrollo podrían convertirse en miembros de otros acuerdos. También fue opinión del Comité que era posible vincular dos o más acuerdos. El Comité subrayó el hecho de que en cada uno de ellos, debería prevalecer un enfoque pragmático. El principal requisito es que debe haber algún tipo de relaciones comerciales entre algunos de los países. Además, cada uno de los acuerdos que han de vincularse debe retener sus características de manera que los países puedan ingresar en el sistema interregional sin sacrificar la independencia de sus propios acuerdos.

128. Como un enfoque gradual de la vinculación basada en las corrientes comerciales parece ser el procedimiento lógico, se han sugerido las cuatro posibilidades siguientes: i) la Cámara de Compensación Centroamericana con el sistema de pagos de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), ii) los sistemas de pago de la Asociación Latinoamericana de Integración con el Servicio Multilateral de Compensación de la CARICOM, iii) el sistema de pago de la Asociación Latinoamericana de Integración con la Cámara de Compensación del África Occidental, iv) la Unión Asiática de Compensación con la Unión de Pagos de la Organización de Cooperación Regional para el Desarrollo.

129. Con la expansión de las corrientes comerciales en las demás zonas, otras tres vinculaciones posibles son las siguientes: i) la Unión Asiática de Compensación con la Cámara de Compensación de la ZCP del África Oriental y Meridional, ii) el Acuerdo Monetario de la Comunidad Económica de los Países de los Grandes Lagos con la Cámara de Compensación del África Central, y iii) la Unión Asiática de Compensación con el Sistema de Compensación de los Países Miembros del Fondo Monetario Árabe.

130. El enfoque pragmático recomendado por el Comité coordinador parece ser el más realista. Dada la diversidad de los países en desarrollo, unida a las dificultades de comunicación, en !a presente etapa no es factible un acuerdo global de compensación y pagos para el tercer mundo.

4. ACUERDOS DE CRÉDITOS

131. Cinco arreglos de crédito en que intervienen 47 países funcionan actualmente en los países en desarrollo. Son los siguientes: el Fondo Andino de Reserva, el Fondo Monetario Árabe, el Sistema de Trueques de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental, el Fondo Centroamericano de Estabilización y el Acuerdo de Santo Domingo. Los arreglos de crédito contribuyen indirectamente a la expansión del comercio ayudando a los países a evitar que se impongan controles de cambio y otras decisiones comerciales a los fines de la balanza de pagos.

132. Si bien hay diferencias operacionales así como diferencias en los objetivos, se pueden distinguir algunas características amplias. En primar lugar, el propósito de la asistencia de esos arreglos es complementar la financiación de la balanza de pagos que el Fondo Monetario Internacional pone a su disposición. En segundo lugar, como la financiación es complementaria, una condición para obtener préstamos es que el país que solicita asistencia debe haber utilizado los recursos que el Fondo Monetario Internacional pone a su disposición. En tercer lugar, como el préstamo se hace en activos de reserva, el reembolso de los préstamos en virtud de los acuerdos debe hacerse en activos de reserva convertibles. En cuarto lugar, todos los acuerdos disponen un préstamo inicial automático o prácticamente sin condiciones. En quinto lugar, la mayoría de ellos pueden pedir préstamos a fin de complementar sus recursos.

133. El sistema de trueque de la ASEAN difiere de los demás por cuanto es un servicio de financiación a corto plazo para los países que se enfrentan con dificultades temporales en sus balanzas de pagos, que pueden cambiar rápidamente.

134. El principal problema con que tropiezan estos arreglos es la escasez de recursos. La restricción financiera ha tenido como consecuencia la reducción en los préstamos según estos arreglos.

135. El problema de la liquidez puede abordarse desde distintos ángulos. Para comenzar, los arreglos de crédito que han sido autorizados por sus estatutos para pedir prestado y que todavía no lo han hecho deberían ser alentados ahora a explotar esta posibilidad. Además, se podría considerar que los arreglos de crédito fueran de ayuda recíproca. Así, un arreglo de crédito que ha agotado sus fondos para préstamos podría recibir la ayuda de otros que tienen recursos que exceden de sus necesidades inmediatas. Además, en estos arreglos de crédito se podría estudiar la posibilidad de establecer líneas de crédito con instituciones multilaterales de financiación y otras instituciones regionales de financiación.

5. SERVICIOS DE CRÉDITO A LA EXPORTACIÓN

a) Generalidades

136. Un importante elemento en las exportaciones de productos semi-manufacturados, manufacturados y de bienes de capital es la disponibilidad de la financiación. Esto es así porque los compradores de bienes manufacturados y de capital requieren condiciones de crédito favorables, ya que no están en condiciones de pagar en efectivo. Además, las políticas monetarias y financieras restrictivas en los países de los compradores han tenido como consecuencia que los compradores requieran condiciones de crédito favorables. En las economías de mercado de los países desarrollados en los que la producción y la exportación de bienes manufacturados es un sector establecido, se han puesto en práctica distintos programas de financiación de exportaciones y de crédito a la exportación gubernamentales y patrocinados por los gobiernos. La disponibilidad de financiación en todas las etapas de la producción, embalaje y exportación aseguran la competitividad y la garantía de los mercados extranjeros.

137. Muy pocos países en desarrollo proporcionan servicios de crédito a la exportación [17] y menos aún crédito a largo plazo. El servicio de refinanciación para las instituciones que proporcionan crédito a la exportación a mediano y largo plazo es un problema adicional. La existencia de un servicio de refinanciación asegura a las instituciones de crédito a la exportación el reembolso hasta un determinado porcentaje de los préstamos concedidos. Con tal refinanciación, estas instituciones pueden ampliar aún más el crédito para las exportaciones. Cuando no existen servicios de refinanciación, el alcance del crédito es limitado.

138. En algunos países en desarrollo, los bancos comerciales han sido reembolsados con respecto al crédito a la exportación por el Banco Central o por fondos de financiación a la exportación patrocinados por el gobierno. Los bancos comerciales son refinanciados según una tasa que oscila entre el 80 y el 100 % si a su vez ofrecen tasas bajas a los fabricantes importadores. Pero los problemas que entrañan estos esquemas se han centrado alrededor del procedimiento de solicitud, desembolso y refinanciación. Esto ocurre porque el enfoque al crédito a la exportación ha sido invariablemente tratado caso por caso. Tal enfoque requiere mucho tiempo y causa frustraciones porque el exportador tiene que solicitar un préstamo para cada contrato de exportación.

139. Cuando se pide a los bancos comerciales que procuren refinanciar con cargo al Banco Central, deben hacerlo a través de la oficina principal del banco comercial. Así, el crédito a la exportación concedido por distintas sucursales primero tiene que ser enviado a la oficina principal y luego al banco central.

140. Una posible solución de este problema es establecer un tope de crédito global para cada solicitante. De manera semejante, el Banco Central puede fijar al banco comercial un límite global de refinanciación con carácter anual.

141. Si bien existen ciertos servicios en América Latina para la refinanciación de las instituciones que proporcionan crédito a la exportación, el problema de la refinanciación del crédito a la exportación es un problema importante para los países en desarrollo. Dada la urgente necesidad de ampliar las exportaciones de los países en desarrollo, la UNCTAD debería continuar su búsqueda de una institución internacional adecuada para la refinanciación de los créditos a la exportación de los países en desarrollo.

142. Debería estudiarse la posibilidad de un servicio regional de crédito a la exportación para la región de África ya que ésta es una zona en la que actualmente no existe tal servicio. A nivel subregional, el Plan de Acción de Lagos prevé el establecimiento de servicios de financiación del comercio en los bancos subregionales de desarrollo. Una posibilidad de servicio regional que podría estudiarse es el Banco Africano de Desarrollo.

b) Seguro del crédito a la exportación

143. El exportador que vende en un país extranjero debe asumir con el banco comercial los riesgos normales que, entre otras cosas, incluye la insolvencia del comprador y un pago diferido. Sin algún seguro, no es posible que los productores de los países en desarrollo en particular estudien nuevas salidas para la producción y mercados no tradicionales.

144. En las economías de mercado de los países desarrollados se han establecido varios programas de seguro del .crédito a la exportación gubernamentales o patrocinados por los gobiernos para facilitar la penetración de los nuevos mercados, pero en los países en desarrollo se dispone de muy pocos servicios de seguros de ese tipo [18]. En general, los mecanismos son gubernamentales, aunque en varios casos los proporcionan instituciones privadas con apoyo de los gobiernos.

145. Como el costo del establecimiento del seguro del crédito a la exportación por distintos países es sumamente elevado, se debería estudiar la posibilidad de establecer programas subregionales y regionales. Tal programa a nivel regional es la Corporación Interárabe de Garantía a la Inversión que proporciona seguro para las inversiones árabes en los países miembros contra las pérdidas que resulten de riesgos políticos.

6. LA BANCA AL SERVICIO DEL DESARROLLO

a) Generalidades

146. Los cuatro bancos regionales de desarrollo más conocidos son el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Africano de Desarrollo (BAfD), el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) y el Fondo Árabe de Desarrollo Económico y Social (FADES). Todos ellos tienden a seguir el modelo del Banco Mundial y (aparte del último de los nombrados) cuentan con miembros de fuera de la región procedentes de muchos de los países altamente industrializados. Las razones de esta participación amplia son la atracción del capital desembolsado adicional y de los recursos en condiciones favorables, así como la capacidad de gestionar empréstitos en los mercados de capital en condiciones concesionarias. Sin embargo en los tres casos los miembros de la región tienen, por razones evidentes, la mayoría de las acciones y los votos. Estos bancos regionales han hecho contribuciones positivas a la CEPD, sobre todo en la esfera de la integración de la infraestructura material (redes de energía eléctrica, transporte y comunicaciones) si bien han tenido menos éxito al promover proyectos regionales o Me integración en sectores productivos tales como la industria y la agricultura. También han asignado especial importancia a los préstamos en condiciones de favor otorgados en función de las necesidades de sus miembros prestatarios relativamente menos desarrollados.

147. Lo mismo puede decirse en gran medida de los bancos subregionales de desarrollo como el Banco de Desarrollo del Caribe, el Banco Centroamericano de Integración Económica, la Corporación Andina de Fomento, el Banco Africano Occidental de Desarrollo, el Banco de Desarrollo del África Oriental y el Fondo de Ayuda Mutua y de Garantías de Préstamos del Consejo de la Entente. De más reciente creación son el Banco de Desarrollo Económico del África Central, el Fondo de la CEDEAO, el FOSIDEC y el FCD (de la CEAO), el Banco de Desarrollo de los Estados de los Grandes Lagos, el Fondo de Cooperación y Garantía de la OCAM y el Fondo Fiduciario para el Desarrollo de la Cuenca del Plata. Se hallan en curso esfuerzos por crear un banco de comercio y desarrollo para la ZCP, la UDEAC y la ASEAN. Las corporaciones de inversión son también un factor cada vez más considerable en las operaciones de participación en el capital social.

148. Por último, existen bancos interregionales que pertenecen a los distintos países en desarrollo, o a grupos de dichos países, como el Banco Islámico de Desarrollo, el Banco Árabe para el Desarrollo Económico de África y el Fondo Especial de la OPEP. Tales esfuerzos de cooperación financiera entre países en desarrollo son muy dignos de elogio y constituyen en todos los casos una expresión de solidaridad de los Estados de la OPEP con el resto del tercer mundo. Estos bancos no deben centrarse tan sólo en concesión de préstamos para proyectos y, en efecto, otorgan también préstamos para programas.

149. El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola ha sido una innovación en extremo útil y creativa. El Fondo, que es propiedad conjunta de los países exportadores de petróleo, los países en desarrollo importadores de petróleo y los países industrializados, se especializa en otorgar préstamos en condiciones extremadamente favorables en beneficio de los pequeños productores agrícolas de los países en desarrollo importadores de petróleo.

150. Aparte de participar cada vez más en proyectos de producción, los bancos subregionales de desarrollo deben estudiar la posibilidad de ofrecer asistencia mediante el apoyo de los acuerdos subregionales de compensación y de pagos y los créditos a la exportación. En tal sentido deberían contar con el apoyo de los bancos regionales e interregionales de desarrollo más importantes. También debe darse mayor énfasis a los proyectos regionales de integración.

b) El Banco para los Países en Desarrollo (Banco del Sur) propuesto

151. Tiene gran interés la propuesta de establecer el Banco del Sur (o Banco para los Países en Desarrollo), que ha recibido también cierta consideración política.

152. La idea de establecer un servicio bancario para el desarrollo de carácter multilateral para los países en desarrollo - el Banco del Sur - fue resultado de la insatisfacción que sentían dichos países ante el hecho de que las instituciones financieras multilaterales existentes hubieran dejado sin llenar algunas lagunas importantes en sus necesidades de financiación. La idea, que es una de las principales iniciativas del Grupo de los 77, fue lanzada en la Quinta Conferencia en la Cumbre del Movimiento de los Países No Alineados, que se celebró en Colombo en 1976. A partir de entonces se han preparado varios estudios en nombre del Grupo de los 77, que abarcan diversos aspectos técnicos, institucionales y operacionales del Banco que no es posible tratar con la debida amplitud en el presente resumen. Un grupo intergubernamental de iniciativa sobre el Banco del Sur, del que forman parte de 20 a 30 países en desarrollo, ha celebrado reuniones periódicas para examinar las cuestiones pendientes.

153. Todavía subsisten los desacuerdos en cuanto a las principales funciones y a las dimensiones del Banco. En un principio se pensó que el Banco debería actuar en diversas esferas, tales como el apoyo a la balanza de pagos, la financiación de proyectos nacionales y regionales, la financiación del comercio Sur-Sur, los mecanismos de reservas de estabilización así como otras disposiciones de estabilización de los productos básicos, y las empresas conjuntas. Durante los últimos años, los objetivos que se fijarán inicialmente al Banco se han vuelto más modestos y, en consecuencia, se han reducido las necesidades de capital. En un documento reciente se dice que: El principal beneficio de la participación sería el acceso a una fuente de fondos digna de confianza y relativamente poco costosa; los fondos que podrían encauzarse a esferas en las que no actúan, o actúan tan sólo parcialmente, las instituciones financieras multilaterales existentes" [19].

154. Un examen de las actividades de los organismos intergubernamentales tales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, los bancos regionales y otros demuestra que esas instituciones no prestan un apoyo financiero adecuado al comercio internacional de los países en desarrollo, como lo podría hacer el Banco del Sur. Por siguiente, el Banco podría iniciar sus operaciones financiando las exportaciones de los países en desarrollo, sobre todo las exportaciones de productos nuevos dirigidas tanto a los países industriales como a los países en desarrollo y de productos tradicionales a nuevos mercados. También merecen cierta prioridad esferas como la promoción de las empresas conjuntas Sur-Sur, la concesión de préstamos a dichas empresas y la participación en su capital social, así como el apoyo a los acuerdos de compensación y de pagos de alcance subregional, regional e interregional. Tan sólo después de funcionar con éxito durante unos años, el Banco estaría en situación de asumir otras funciones, tales como el apoyo a la balanza de pagos, inclusive los préstamos para programas, o la financiación de proyectos regionales y nacionales de infraestructura en el Sur. Estas otras funciones podrían activarse mediante la decisión afirmativa de una amplia mayoría de accionistas, que dispusieran de más de la mitad del número total de votos en el Banco.

155. En un futuro próximo, los países en desarrollo deberían estudiar las propuestas de política relativas a la estructura del capital, las aportaciones de los diversos países al capital y el procedimiento de adopción de decisiones del Banco. Se han presentado ya las siguientes recomendaciones:

    a) El Banco debería contar con un capital desembolsado en moneda convertible de 1.500 millones de dólares de los Estados Unidos, pagadero en un plazo de tres a cinco años [20]. En un principio se propuso un capital desembolsado por un total de 4.800 millones de dólares de los Estados Unidos, de un capital suscrito total de 20.000 millones de dólares de los Estados Unidos. En la fase actual, el alcance, la extensión y los métodos de las operaciones del Banco siguen siendo objeto de negociaciones entre los gobiernos de los países en desarrollo. En consecuencia, el volumen total del capital, su parte exigible y su parte pagadera en moneda local, aún no se han determinado.

    b) En los documentos preparados por la UNCTAD acerca de las necesidades de capital del Banco del Sur se da por supuesto que los riesgos del Banco serían semejantes a los de los bancos multilaterales de desarrollo ahora existentes. Por lo tanto, se recomendaba una relación de 1:1 entre los préstamos desembolsados y pendientes y el capital de reservas, es decir la misma relación que en esos bancos. Los préstamos sin amortizar deberían representar el 140 % del capital desembolsado, relación más bien conservadora comparada a la de los actuales bancos multilaterales de desarrollo.

    c) La participación en el Banco debería estar limitada a los gobiernos miembros del Grupo de los 77, pero aún está por decidirse la asignación de las acciones entre los países miembros.

    d) En lo que respecta al procedimiento de adopción de decisiones del Banco, se ha hecho lo posible por llegar a un equilibrio entre el principio de igualdad y el de proporcionalidad. En otras palabras, el sistema de votación del Banco del Sur debería ser una transacción entre los principios de la igualdad de derechos de voto, de una parte, y la votación ponderada, en proporción a la aportación al capital, de otra parte. Se ha propuesto que el 30 % de los votos esté basado en el principio de un país un voto, y que el 70 % restante esté relacionado con la aportación al capital, si bien no sea proporcional a ésta. Eso tendría por resultado una fórmula modificada de votación ponderada que no reduciría los incentivos de los principales participantes en el capital ni tampoco haría que los países más pequeños se sintieran insignificantes [21].

156. Es necesario plantear otros dos aspectos de la cuestión:

    a) En primer lugar, el papel desempeñado por el sector privado: la participación directa del sector privado en la propiedad del Banco puede resultar conveniente y, cualquiera que sea la decisión que se adopte en última instancia, deben establecerse los más estrechos vínculos posibles entre el Banco y el sector privado, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. El sector privado puede constituir una fuente importante de fondos obtenidos en préstamo, y también participar en las empresas conjuntas entre países en desarrollo, en la constitución del capital social, etc.

    b) En segundo lugar, las otras fuentes de constitución de capital: el Banco no debe limitarse a obtener empréstitos de los mercados de capital sino también de los gobiernos, tanto de los países desarrollados como de los países en desarrollo. Además, deberá tratarse de obtener fondos en condiciones en extremo favorables, como parte de un servicio de préstamos en condiciones concesionarias, en algunos de los países desarrollados.

157. El hecho de emprenderse las negociaciones sobre el Banco del Sur, por más limitado que sea el número de sus miembros en un comienzo, puede representar una importante afirmación de la unidad y determinación del tercer mundo y sentar las bases para otras importantes medidas e iniciativas en la cooperación Sur-Sur.

c) Otras iniciativas

158. Recientemente, se han sugerido otras dos iniciativas paralelas en relación con las instituciones bancarias del tercer mundo. La primera es una propuesta para constituir un consorcio de bancos comerciales del tercer mundo que operan con valores a corto plazo en la financiación del comercio Sur-Sur. Esta iniciativa se debe al Banco de Crédito y Comercio Internacional. La segunda iniciativa se debe a la CEPAL y a la Asociación de Bancos Comerciales Latino americanos. Ambas propuestas son eminentemente factibles. Más aún, los dos bancos comerciales pueden coexistir y complementar la labor que lleve a cabo en materia de promoción de CEPD el Banco del Sur cuya creación se propone.

D. - Medidas en favor de los países en desarrollo menos adelantados

159. Los problemas y dificultades resultantes de las diferencias en los niveles de desarrollo se presentan en todas las empresas de integración y cooperación entre países en desarrollo. Esto se ha reconocido en la mayoría de los esfuerzos efectuados en materia de integración y cooperación. Casi siempre ha sido preciso adoptar medidas especiales con objeto de crear oportunidades especiales que permitan a los participantes relativamente menos adelantados disfrutar al máximo de los beneficios de la integración y, en la medida de lo posible, reducir el impacto de algunos de los costos que ésta supone. Se han ensayado muchas técnicas y se ha adquirido una experiencia considerable en esta esfera de la CEPD.

160. Las medidas son de dos clases:

    a) Las que tienen por objeto proteger a dichos países del costo de la integración, sobre todo de la pérdida de ingresos y del costo que entraña la desviación de las corrientes comerciales, o sea, los casos en que deben pagar precios más elevados por las importaciones compradas a otros Estados asociados y no a terceros países; y

    b) Las destinadas a conceder a dichos países beneficios y oportunidades especiales para el desarrollo, superiores a las que se otorgan a otros países relativamente más desarrollados.

161. Entre las medidas encaminadas a proteger a los países relativamente menos desarrollados del costo de integración figuran las siguientes:

    a) Un ritmo más lento en la eliminación gradual de aranceles, tanto por razones fiscales como de protección;

    b) Un movimiento más lento hacia un arancel exterior común más elevado;

    c) Sistemas de compensación fiscal, como en algunas agrupaciones africanas, en virtud de los cuales los impuestos recaudados sobre las importaciones en los países exportadores se pagan en todo o en parte al país importador. Esto se ha hecho por razones fiscales, así como para compensar a los países relativamente menos desarrollados por la desviación de las corrientes comerciales y el consiguiente deterioro de su relación de intercambio.

162. Ahora se reconoce casi universalmente de que es fundamental hacer frente de la manera más directa posible al problema de ofrecer oportunidades especiales de desarrollo. Esas oportunidades especiales pueden dividirse en tres grupos: a) comercio; b) producción; c) financiación del desarrollo.

163. En lo que respecta a las medidas de comercio, los países más adelantados pueden reducir más rápidamente los derechos en el caso de los productos que los países relativamente menos desarrollados ya están produciendo o pueden empezar a producir en breve para los mercados de los más desarrollados. En segundo lugar, puede permitirse que los países relativamente menos adelantados impongan aranceles e incluso restricciones cuantitativas durante plazos limitados, a fin de proteger a determinadas industrias de sus países de la competencia de industrias semejantes situadas en los países más adelantados.

164. En lo que se refiere a la producción, ahora se reconoce, por lo general, que los esfuerzos conjuntos y de cooperación en la producción industrial y agrícola en los que se otorga un trato preferencial a los países relativamente menos adelantados son indispensables en toda política de acción directa que tenga por objeto promover el desarrollo. Esto entraña a menudo la asignación de industrias a base de estudios de preinversión y no sólo se aplica a las industrias que producen para el mercado subregional sino también a las de pequeñas o medianas dimensiones que producen para los mercados nacionales de los países relativamente menos desarrollados. También es posible conceder de inmediato a los productos agrícolas que pueden producirse a bajo precio en dichos países el libre acceso, y hasta un acceso garantizado, a los mercados de los países más adelantados.

165. También se utilizan a veces los regímenes armonizados de incentivos fiscales, permitiéndose que a los países relativamente menos desarrollados se otorguen mayores incentivos para alentar a las industrias a que se instalen en ellos.

166. Por lo que respecta a la financiación, es difícil separarla de la producción. Ahora se considera que es una necesidad disponer de bancos regionales y subregionales de desarrollo con un claro mandato de otorgar trato preferencial a la financiación (sobre todo en condiciones de favor) tanto de proyectos de producción como de infraestructura en los países menos adelantados. Estos bancos pueden encargarse también de gran parte de la labor de preinversión y promoción de industrias e inclusive prestar asistencia técnica y capacitación a los pequeños empresarios de los países relativamente menos desarrollados.

167. Los resultados obtenidos con" las medidas especiales adoptadas por las agrupaciones de integración y cooperación en favor de los países miembros relativamente menos desarrollados son dignos de elogio. Sin embargo, sería posible adoptar de inmediato otra medida a corto plazo en todos los grupos subregionales, regionales e interregionales. Los países más adelantados deberían prestar más asistencia técnica (y, cuando sea posible, financiera) a los países relativamente menos desarrollados a fin de ayudarlos a hacer frente a la actual crisis económica que afecta a casi todos los países en desarrollo.

168. Por último, cabe recordar que el verdadero criterio para juzgar si un país relativamente menos desarrollado se beneficia con la integración y la cooperación no es saber si con ellas sale ganando más que los países relativamente más desarrollados, sino si se encuentra mejor dentro de la agrupación de integración o de cooperación de lo que estaría fuera de ella. Naturalmente, esto es cuestión de juicio y será preciso tener en cuenta tantos factores cuantitativos como cualitativos. Un aspecto cualitativo importante de la integración son los beneficios netos que perciben los países relativamente menos desarrollados al aumentar su capacidad de negociación, su respecto por sí mismos y la consideración que inspiran en los demás países. En casi todas las situaciones que se presentan en la práctica, cabe esperar que el sentido común permitirá adoptar las medidas convenientes.

E. -La consulta y la coordinación en las relaciones económicas exteriores

169. La coordinación de las relaciones económicas exteriores (o, en algunos casos, las consultas mutuas sobre ellas) constituyen uno de los aspectos importantes de la integración y la cooperación económicas entre países en desarrollo.

170. Tradicionalmente, el hecho de saber cuál es la tarea que se debe realizar o la amenaza que debe conjurarse en el plano exterior a corto o a largo plazo ha sido el factor principal de la decisión inicial que hace posible la creación y la evolución del proceso de cooperación o integración económica entre los países. La tarea puede apreciarse en términos de la situación relativa del poder político o económico de un grupo de países en el sistema internacional o un determinado subsistema regional. También es posible plantearla con respecto a un determinado producto; éste ha sido el caso, por ejemplo, de las asociaciones de productos básicos creadas para defender en los mercados mundiales los intereses de los exportadores de diversos productos a partir de los países en desarrollo.

171. Muchas de las organizaciones regionales se crearon con miras a fortalecer la capacidad de negociación de sus miembros, coordinando sus políticas económicas exteriores en una diplomacia económica multilateral y haciendo uso de sus relaciones con los principales países desarrollados. El SELA es un ejemplo notable de ello; también lo es, en un contexto ligeramente distinto, la agrupación de Estados de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) dentro del marco de la Convención de Lomé.

172. En otros casos, sobre todo en las agrupaciones de integración económica subregional entre países de pequeñas y medianas dimensiones, uno de los principales objetivos ha sido fortalecer la capacidad de negociación en relación con los poderosos países industriales o con los grupos que éstos integran y también, aunque en menor medida, con los miembros más importantes y prósperos de las agrupaciones regionales de integración. En general, cuanto más pequeños sean los distintos países miembros, más fuerte será el deseo (y la motivación) de "externalizar" el movimiento de integración. Estas razones han sido de mucho peso en el caso del Grupo Andino y de la Comunidad del Caribe [22].

173. La cooperación en la esfera de las relaciones económicas exteriores no tiene siempre por consecuencia la creación de mecanismos oficiales. En varias ocasiones los países prefieren la cooperación de fado, mediante una discreta red de consulta en torno a las cuestiones importantes de la diplomacia económica multilateral, y este proceso oficioso puede resultar eficaz. Si los países prefieren ir más lejos, pueden coordinar sus posiciones y actividades, recurriendo a mecanismos estables pero oficiosos en los que uno de los países proporcione una secretaría ad hoc y tal vez actúe como portavoz del grupo. Ejemplo de ello son la CECLA en el decenio de 1960 y, más recientemente, el Acuerdo de Cartagena.

174. En todo caso, el Grupo de los 77 y el Grupo de los 24, así como las agrupaciones regionales de cada una de las principales organizaciones económicas internacionales, tienen ahora una enorme experiencia en el campo de la diplomacia económica multilateral. También se ha adquirido gran experiencia en las relaciones de cooperación entre países del tercer mundo por lo que se refiere a la defensa de los precios y mercados de los principales productos básicos.

175. Algunas agrupaciones de integración han concertado acuerdos con otras organizaciones (por ejemplo, la CEE), o con diversos países, en los que se define el marco de cooperación económica y técnica. Por ejemplo, la Comunidad del Caribe ha firmado acuerdos de esa clase con Canadá y México. Los países miembros también han negociado en tanto que grupo con otros países o agrupaciones, si bien cada uno de ellos ha concertado por cuenta propia los acuerdos finales.

176. Entre las cuestiones más importantes que se plantean en el campo de las relaciones económicas interregionales hay dos que sin duda atraerán durante los próximos años especial atención de parte de todos los países. Una de ellas es la distribución internacional de los costos del ajuste entre países en desarrollo y países desarrollados. Esto hace pensar en el problema de las deudas externas de los países en desarrollo, pero el verdadero problema durante los próximos años será cómo repartir entre los países los costos del ajuste de los principales desequilibrios económicos que han caracterizado el sistema económico internacional a partir del decenio de 1970. Hasta ahora se ha manifestado la tendencia a transferir dichos costos sobre todo a los países deudores y a otros países en desarrollo. La cuestión entraña asimismo saber cuál será el foro multilateral en el que debe negociarse el problema (dando por sentado, naturalmente, que ambas partes admiten que en realidad existe algo que negociar).

177. Una manera evidente de atenuar la carga (y la rapidez) del ajuste es aumentar en forma considerable los recursos asignados a las dos principales instituciones internacionales, el FMI y el Banco Mundial. Además, cuando estas dos instituciones financien en el futuro los programas de estabilización y ajuste en los países en desarrollo más pequeños que participan en agrupaciones subregionales, deberán tener muy presentes las nuevas necesidades de divisas que implica mantener y expandir el comercio dentro de la agrupación, aun si el programa de ajuste en la esfera del comercio se orienta sobre todo a promover el incremento de las exportaciones no tradicionales.

178. La otra cuestión es la distribución internacional de las oportunidades de comercio y de producción. Este puede ser un problema crítico en el debate económico internacional en los próximos años, puesto que se halla relacionado con las condiciones de acceso a los mercados de bienes y servicios así como con la financiación internacional y la tecnología.

179. Si los países en desarrollo desean mejorar la eficacia de su acción en el campo de las relaciones económicas internacionales, sobre todo en lo que respecta a estas dos cuestiones clave, deberán aumentar su cooperación a nivel sub-regional, regional e interregional. Esto les permitirá: a) estar mejor informados de las realidades económicas internacionales, es decir, de las perspectivas e intereses a largo plazo de los países con los cuales negocian; b) tener comunicación y consultas más frecuentes entre sí acerca de su experiencia de negociación en esferas tales como la deuda, la financiación del comercio y la transferencia de tecnología; c) establecer posiciones comunes en materia de política; d) emprender negociaciones conjuntas, en algunos casos, con terceros países o grupos de terceros países; y é) poner en ejecución acciones conjuntas en relación con los mercados de los países desarrollados, aprovechando al máximo el valor relativo de sus propios recursos y mercados.

180. La experiencia acumulada por los países desarrollados cuando se trata de coordinar sus acciones en las relaciones económicas internacionales y de hacer frente a los problemas de la deuda contribuirá a inspirar en el futuro acciones semejantes de parte de los países en desarrollo. En este contexto, cabe señalar que, con arreglo al Tratado de Roma, los países de la CEE deben adoptar políticas comunes y acciones conjuntas en sus relaciones económicas exteriores, y que todos los países miembros de la OCDE se consultan a menudo y, siempre que es posible, coordinan sus posiciones y políticas sobre la mayoría de los problemas económicos internacionales, inclusive las cuestiones Norte-Sur. Más concretamente, los acreedores de la OCDE han llevado a cabo durante los últimos años constantes consultas y actividades de coordinación en torno al problema de la deuda internacional; sería sorprendente que los países deudores no realizaran también de manera constante esas consultas y actividades.

F. - Aspectos institucionales

181. La integración y la cooperación económicas no pueden compensar la falta de políticas internas técnica y políticamente viables. Los países que han aprovechado al máximo la integración económica o el marco de cooperación multinacional son aquellos que han aplicado políticas nacionales eficaces para apoyar y estimular su producción y sus exportaciones; entre estas políticas figuran no sólo medidas fiscales, financieras y de tipos de cambio, así como otras políticas macroeconómicas, sino también disposiciones relativas al suministro de información, el apoyo logístico prestado a las empresas, la eficiencia de las organizaciones gubernamentales y empresariales, etc.

182. En estos casos el éxito ha quedado facilitado por la participación en los procesos multilaterales de integración o cooperación; sin embargo, en mucha mayor medida, esos procesos han sido consecuencia de las políticas de desarrollo económico nacional, sobre todo las relativas a la industria y a la promoción de las exportaciones.

183. Más aún, cualquiera que sea el nivel de cooperación económica -subregional, regional o interregional - la cuestión de que todos los países participantes dispongan de un mecanismo nacional apropiado y eficiente es de máxima importancia. Hasta ahora la experiencia demuestra que la falta de un mecanismo nacional eficaz constituye el más grave obstáculo, tanto para la adopción de decisiones de los órganos regionales cuanto para su pronta y eficaz ejecución. En particular, los organismos internacionales, a saber la UNCTAD y las comisiones regionales, las secretarías subregionales y regionales de integración, así como los países participantes más adelantados - ya sea en el contexto de la integración subregional y regional o de la cooperación económica interregional -deben contribuir siempre que sea posible con recursos financieros y técnicos al fortalecimiento del mecanismo nacional de CEPD de los países relativamente menos desarrollados. Tan sólo con buenas políticas nacionales, y con un mecanismo institucional en materia de desarrollo económico nacional y de relaciones económicas exteriores, será posible contar con buenos programas y mecanismos institucionales de CEPD.

184. La experiencia demuestra también claramente la importancia que reviste una afinidad de valores e intereses para sostener un proceso firme y estrecho de integración (en cuanto se distingue del proceso de cooperación); en efecto, esos valores e intereses se hallan estrechamente vinculados al carácter y estilo del desarrollo económico nacional así como a la forma de participación en el sistema internacional. Los valores e intereses compartidos pueden estar basados en sentimientos de solidaridad e identidad cultural; sin embargo, esos sentimientos constituyen tan sólo un punto de partida, y en sí mismo no serán suficientes, a menos que se reflejen en la manera como se comparten, en la práctica, los intereses económicos y políticos. De otra parte, en las formas más amplias de cooperación regional y, en mayor medida, interregional, no es necesario que exista dicha afinidad de valores e intereses; el único requisito es que se tenga conciencia de los beneficios mutuos a largo plazo.

185. No obstante, aun en un proceso más estrecho y firme de integración subregional, en un período de grave crisis internacional, el principal objetivo de cada país, de su gobierno nacional y de sus empresarios económicos, es sobrevivir. Por ello, en épocas de crisis, los gobiernos nacionales deben dar muestras de flexibilidad aun dentro del marco de cualquier sistema de integración en el que participen. Lo que necesitan son elementos que puedan ayudarlos a modificar en favor suyo la tendencia de los acontecimientos, y no nuevas limitaciones a su libertad de acción. En situaciones críticas, los gobiernos pueden inclusive considerar que el cambio ocurrido en las circunstancias justifica la modificación unilateral de los compromisos de integración y cooperación que no constituyen instrumentos útiles de su estrategia nacional a corto plazo. Aunque esta actitud sea de lamentar desde un punto de vista teórico y de principios, esto es lo que ocurre en la realidad. Teóricamente cabe esperar que, para hacer frente a una crisis externa que le es común, los países miembros de una agrupación de integración habrán de cerrar filas; en la práctica, puede muchas veces ocurrir lo contrario.

186. En el momento actual, en que una profunda crisis internacional repercute con fuerza sobre casi todos los países en desarrollo, los procesos de integración y cooperación económica y su mecanismo institucional deben tener mayor flexibilidad y adaptarse a condiciones que cambian rápidamente. Es difícil proponer modelos o fórmulas que tengan validez general en todos los procesos de integración y cooperación. La experiencia lograda en las tres regiones de África, Asia, y América Latina y el Caribe muestra una gran diversidad de planteamientos institucionales. Por lo general, estos son resultados de las distintas circunstancias políticas y administrativas de los países participantes y de los objetivos, instrumentos y modalidades del programa concreto de cooperación o integración. Más aún, durante los dos últimos decenios, se ha producido un proceso de aprendizaje, merced al cual los países comprenden ahora las fórmulas que mejor se adaptan a sus condiciones particulares.

187. Si la situación crítica requiere mayor flexibilidad de los gobiernos en sus acciones externas, el mecanismo institucional de integración y cooperación debe ser capaz de facilitar la adaptación de los programas e instrumentos a las condiciones cambiantes. En particular, las secretarías técnicas y los órganos comunes no deben adoptar actitudes rígidas para mantener los acuerdos originales, puesto que en algunas circunstancias esto puede resultar perjudicial para el concepto de integración y cooperación.

188. Esto tiene consecuencias para el proceso de adopción de decisiones a nivel multinacional en los sistemas de integración subregional y regional. La experiencia, así como el sentido común, sugieren que en un futuro inmediato las decisiones de los órganos de integración deben basarse en la norma de consenso.
No es probable que un país que se ha visto obligado a suscribir una medida o política de integración en contra de su voluntad sienta entusiasmo alguno cuando se trate de aplicar esa medida o política. Esto no significa negar que, ya sea dentro de la secretaría general o de un órgano especial separado, no deba crearse un sistema de control para supervisar que las decisiones de los órganos regionales se aplican debidamente a nivel nacional.

189. En momentos de grave crisis económica internacional, la principal responsabilidad de la secretaría debe ser conciliar los intereses nacionales divergentes, que pueden surgir debido al impacto de la crisis en el programa regional, e identificar nuevos intereses comunes y nuevas formas de actividades conjuntas.

190. Una de las tareas más importantes que tienen ante sí los acuerdos de integración y cooperación multilateral es conciliar la flexibilidad y la capacidad de adaptación al cambio con el mínimo de estabilidad y de seguridad jurídica que se requiere para asegurar la eficacia económica del programa. Este es el caso sobre todo cuando el programa tiene por objeto promover las inversiones en proyectos a largo plazo, tanto a nivel nacional como multinacional. Por ejemplo, las modificaciones frecuentes en el marco regional o subregional para el desarrollo industrial pueden responder a la necesidad de adaptación y flexibilidad. De otra parte, también pueden tener efectos desalentadores sobre los posibles inversionistas, públicos y privados, nacionales y extranjeros.

191. La disparidad entre la capacidad técnica que se requiere identificar y proponer iniciativas a nivel multinacional y la capacidad nacional para organizar y aplicar las propuestas explica que, en algunos procesos de integración y cooperación, los gobiernos no puedan cumplir sus compromisos oficiales y que incluso, en algunos casos, pierdan interés en el proceso. En tal sentido es preciso reconocer dos factores.

192. El primero es que, en vista de la crítica situación a que hace frente la mayoría de los países en desarrollo, casi todos los altos funcionarios de los gobiernos nacionales están dedicados enteramente a la gestión de la crisis. Sólo les es posible prestar atención a los compromisos internacionales contraídos anteriormente por su país, aun en el campo de la CEPD, si éstos les son de utilidad para enfrentarse a sus problemas económicos, externos o internos, que tienen un carácter más agudo.

193. El segundo factor es que la intensificación y diversificación de la interdependencia económica internacional ha producido una gran proliferación de reuniones y organizaciones, a nivel multilateral y bilateral así como a nivel Norte-Sur y Sur-Sur. Esta proliferación ha aumentado de manera dramática para cada gobierno nacional y el resultado es que, sobre todo en el caso de los países relativamente menos desarrollados, los costos de transacción e información de la cooperación internacional han aumentado de manera considerable.

194. Los funcionarios de alto nivel de la mayoría de los países en desarrollo encargados de los asuntos económicos exteriores tienen ya muy poco tiempo para cumplir con sus programas normales de trabajo, y a menudo disponen tan sólo de un apoyo técnico y administrativo mal pagado y equipado. Esta es la razón por la cual muchas veces los gobiernos del tercer mundo logran un progreso tan sólo aparente en la cooperación económica internacional mediante reuniones, declaraciones y tratados y, en cambio, no consiguen aplicar eficazmente las medidas previstas ni llevar a cabo las actividades complementarias.

195. Nada reemplaza el esfuerzo que debe hacer cada país en desarrollo para fortalecer su capacidad y organización de modo que pueda hacerse cargo de sus asuntos económicos en el plano subregional, regional e internacional. Sin embargo, la asistencia técnica internacional (de fuentes tales como la UNCTAD, las comisiones regionales y la Secretaría del Commonwealth) pueden contribuir al éxito de los esfuerzos nacionales que realizan los participantes relativamente menos desarrollados de las agrupaciones económicas, en particular reduciendo los costos de información y transacción relacionados con los programas de integración y cooperación. Los gobiernos del tercer mundo deben tener presente en todo momento que la clave de la eficacia de los programas de CEPD se encuentra al nivel nacional y no al multinacional y que sólo cuando los gobiernos nacionales son protagonistas activos resulta posible convertir en realidad dichos programas.

196. También debe prestarse especial atención: a) a las actividades de la UNCTAD y otros organismos internacionales, inclusive los que trabajan a nivel regional y subregional, que pueden contribuir a reducir radicalmente los costos de información sobre determinadas oportunidades a corto y a largo plazo en el comercio e inversión que se presentan entre países en desarrollo; y b) al logro de una mejor coordinación entre todos los organismos internacionales de cooperación económica, sobre todo en el plano regional y subregional, a fin de racionalizar sus actividades y reducir los costos de transacción relacionados con su participación en las actividades de CEPD, que entrañan un gran número de reuniones a las que deben asistir, documentos por examinar y declaraciones y resoluciones que deben aplicarse. Algunas dificultades encontradas en las medidas complementarias al Plan de Acción sobre CEPD aprobadas en caracas en 1981 se pueden explicar tal vez por este factor de costos elevados de transacción.

197. Un mecanismo institucional sencillo, como los comités de acción de la SELA, en los que participan representantes de los gobiernos de los países interesados, puede facilitar la formulación y el desarrollo de acciones cooperativas sobre la base de proyectos concretos. La eficacia de este mecanismo será mayor si también participan en él las empresas públicas o privadas asociadas al desarrollo de proyectos concretos.

198. En conclusión, es preciso insistir en un aspecto de importancia fundamental. Durante los últimos años se ha vuelto cada vez más evidente que se necesita un mecanismo permanente que preste servicios al Sur, no sólo en la cooperación económica Sur-Sur sino también en el diálogo Norte-Sur. Se ha dado un primer paso con el pequeño "núcleo de asistentes" del Presidente del Grupo de los 77 en Nueva York. Ahora ha llegado el momento de ir más lejos. Se necesita algo así como una secretaría del Sur que formule y desarrollo las opciones, prepare las posiciones de negociación, preste servicios durante las negociaciones y se encargue de las medidas complementarias tanto en cuestiones Norte-Sur como Sur-Sur. Se requiere de urgencia un mecanismo permanente de esta clase que permita a la UNCTAD desempeñar un papel más amplio, llevando a cabo investigaciones de política general en cuestiones Norte-Sur y Sur-Sur, así como encargarse del enlace con otros organismos de las Naciones Unidas, entre los cuales las comisiones regionales. La UNCTAD y estos órganos también tienen un papel importante que desempeñar en la asistencia técnica que debe prestarse a los países en desarrollo tratándose de ciertos aspectos de ambos tipos de cuestiones.


CAPÍTULO V
Esferas prioritarias de acción y mecanismo de actividades complementarias

A. - Esferas prioritarias de acción

199. Estas esferas se sugieren tanto a las autoridades nacionales de los países en desarrollo como a la secretaría de la UNCTAD que ha encargado el presente estudio. Antes de enumerar todas las esferas, es preciso poner de relieve la importancia crucial y el carácter urgente de dos instrumentos claves para promover la CEPD que ahora se están examinando: el Banco del Sur y el SGPC.

1. SISTEMA GLOBAL DE PREFERENCIAS COMERCIALES (SGPC)

200. El SGPC constituye, sin duda alguna, uno de los elementos principales en los esfuerzos realizados por los países en desarrollo para aumentar el comercio y la cooperación económica entre sí, aunque la complejidad de la propuesta debe inspirar un sentido de prudencia y de moderación en las expectativas.
Este programa debe seguir recibiendo todo el apoyo y los recursos que requiera, puesto que contiene varios elementos de un amplio sistema en relaciones comerciales y económicas que, a largo plazo, pueden transformar las relaciones existentes entre los países en desarrollo. Además, debe seguirse prestando atención a la distribución equitativa de los beneficios con arreglo al SGPC, en particular por lo que se refiere a los países en desarrollo que no son países recientemente industrializados ni tampoco figuran entre los menos adelantados. De manera semejante, a su debido tiempo habrá que prestar la debida atención a las cuestiones de financiación del comercio, las inversiones y el desarrollo de sectores productivos en todos los países que participen en el sistema.

2. SISTEMA DE INFORMACIÓN COMERCIAL (SIC)

201. El SIC es una fuente de información única, vital e indispensable sobre las medidas arancelarias y no arancelarias aplicadas en el comercio recíproco de los países en desarrollo. Debe ponerse el mayor cuidado y atención en el ulterior desarrollo de la base empírica y, en particular, a desarrollar metodologías para adquirir y comprobar oportunamente los datos y desarrollar las clasificaciones y programas computadorizados compatibles con los objetivos de una gran variedad de usuarios finales. La difusión de la información y la asistencia técnica relacionada con el sistema podrá constituir, en su momento, uno de los elementos fundamentales de la asistencia que preste la UNCTAD a los países en desarrollo.

3. MEDIDAS COMERCIALES DIRECTAS

202. Se recomienda que los países en desarrollo asignen mayor importancia al uso de medidas comerciales directas tales como la adquisición conjunta de importaciones, los contratos a largo plazo, los acuerdos de retrocompra, otros acuerdos concertados entre gobiernos, las organizaciones comerciales estatales (OCE) y las empresas multinacionales de comercialización (EMC), etc., en tanto que métodos primarios y flexibles de promover el comercio recíproco. Estas medidas pueden vincularse también con las medidas arancelarias y no arancelarias preferenciales, los incentivos al crédito, y el desarrollo del transporte y de otros elementos de la infraestructura.

203. La secretaría de la UNCTAD debe incorporar en sus futuros trabajos un programa amplio e integrado de medidas comerciales directas, en el que figure la organización de reuniones ordinarias de expertos. En virtud de este programa, entre otras cosas, deberán estudiarse y documentarse las experiencias y técnicas de aplicación de las medidas comerciales directas; emprenderse investigaciones a fin de determinar los tipos de productos que pueden ser adecuados, entre otras cosas, para los acuerdos de coproducción y retrocompra, los contratos de suministro y compra a largo plazo, la adquisición conjunta de importaciones, el comercio de compensación, etc., y proporcionarse información y asesoramiento a los países en desarrollo.

204. En lo que respecta al comercio de compensación, ahora resulta urgente estudiar esta cuestión más de cerca; entre otras cosas, deben examinarse la función que desempeñan las empresas comerciales multilaterales, así como las posibilidades de establecer dichas empresas en los países en desarrollo.

4. INTEGRACIÓN Y COOPERACIÓN ECONÓMICAS

205. La aparición de varias agrupaciones económicas en una misma sub-región, que a veces entraña la duplicación de funciones y la competencia, puede representar nuevos peligros y debe asignarse alta prioridad a la racionalización de esos esfuerzos. Al mismo tiempo, las agrupaciones de cooperación e integración económica de los países en desarrollo deben promover activamente el establecimiento sistemático de vínculos comerciales y económicos entre ellas - inclusive vínculos interregionales - como parte de una estrategia a largo plazo orientada a lograr una más amplia cooperación entre los países del tercer mundo, al tiempo que se mantiene la integridad de los movimientos de integración subregional y regional.

206. La secretaría de la UNCTAD debe desempeñar un papel importante prestando apoyo y asesoramiento a la creación de estos vínculos. También debe seguir fortaleciendo su capacidad de iniciar oportunamente investigaciones sobre los problemas más importantes de la cooperación e integración económicas y proporcionar apoyo técnico a los países en desarrollo que traten de establecer nuevas agrupaciones, crear nuevos instrumentos o mejorar los ya existentes.

5. COOPERACIÓN FINANCIERA

207. Banco de los países en desarrollo. Esta idea está madura para la ejecución. La urgente necesidad de contar con esta institución, y aprovechar los efectos de corto a medio plazo que puede tener sobre los países en desarrollo, hacen que resulte interesante convertir este proyecto en realidad. De hecho, el Banco del Sur merece un apoyo mucho más decidido de parte de los países en desarrollo. Se requiere mayor visibilidad e impulso para establecer el Banco del Sur, sobre todo porque se comprende muy bien cuáles son las tareas técnicas que entraña establecer la institución. Los países en desarrollo deben tomar las medidas que sean necesarias en tal sentido, y la UNCTAD y otras organizaciones internacionales competentes deben prestar su asistencia. Una acción posible sería convocar sin pérdida de tiempo una reunión ministerial del Grupo de los 77 para crear el Banco del Sur.

208. Las instituciones subregionales, regionales e interregionales de financiación para el desarrollo de los países en desarrollo deben trabajar más decididamente a fin de contar con instrumentos flexibles que permitan promover y financiar proyectos bilaterales y multilaterales en los países en desarrollo, sobre todo en los sectores productivos. Esas instituciones deben emprender estudios orientados a identificar las medidas necesarias que les permitirán responder a la creciente demanda de instrumentos flexibles en sus operaciones, entre las cuales la financiación de proyectos bilaterales o multilaterales que entrañen participación interregional de bancos y fondos subregionales y regionales de desarrollo. Los países en desarrollo miembros de esas instituciones deben estar preparados para apoyarlas en sus esfuerzos por ajustar sus enfoques en función de los cambios en las circunstancias.

209. Existe una urgente necesidad de fortalecer la base financiera de las instituciones nacionales, subregionales y regionales que conceden créditos a la exportación y establecer otras nuevas, sobre todo para financiar las exportaciones no tradicionales de los países en desarrollo. La creación de un servicio adecuado para la refinanciación de los créditos de exportación a nivel internacional es una necesidad urgente. Se insta a la UNCTAD y a las instituciones financieras internacionales, tales como el Banco Mundial, a que presten ayuda en este esfuerzo. Además, deben colaborar en el fortalecimiento de las instituciones nacionales, subregionales y regionales que proporcionan créditos de exportación en los países en desarrollo. Esas instituciones deben fortalecer asimismo los vínculos oficiosos que ahora existen entre ellas, mediante una corriente sistemática de información sobre sus actividades y operaciones, así como estudiar la posibilidad de prestarse mutuamente asistencia.

6. COOPERACIÓN EN ACUERDOS DE COMPENSACIÓN Y DE PAGOS

210. En el presente estudio se han hecho varias propuestas orientadas a aliviar la situación crítica en la cual se encuentran ahora prácticamente todos los acuerdos de compensación y de pagos. Entre esas propuestas se cuentan, entre otras, el apoyo financiero a dichos acuerdos que pueden prestar los bancos subregionales, regionales e interregionales así como los donantes bilaterales, el aumento en su composición, la prórroga de los plazos de liquidación, la concesión de servicios de crédito junto con los propios servicios de compensación y el establecimiento de vínculos selectivos entre acuerdos de compensación. En vista de la posible contribución que podría hacerse con estas medidas a la expansión del comercio Sur-Sur, resulta urgente dar soluciones efectivas a tales problemas. Los bancos centrales, los servicios de compensación y de pagos y las autoridades nacionales tienen la responsabilidad primordial de adoptar disposiciones adecuadas. La UNCTAD, el FMI y el Banco Mundial deben intensificar sus esfuerzos para prestar ayuda a estos acuerdos a fin de que puedan superar su situación crítica.

7. LAS EMPRESAS MULTINACIONALES DE PRODUCCIÓN, LAS EMPRESAS CONJUNTAS Y EL SECTOR PRIVADO

211. Puesto que la producción es indispensable al comercio, debe darse prioridad a fomentar la cooperación en los sectores productivos, promoviendo, por ejemplo, las empresas multinacionales de producción y las empresas conjuntas de los países en desarrollo, así como a fortalecer la capacidad del sector privado nacional de los países en desarrollo para que participen más activamente en el proceso de CEPD. En todas estas esferas la considerable experiencia adquirida hasta ahora por los países en desarrollo podría aprovecharse mejor y ponerse al servicio de todos. Dentro del marco de competencia de la UNCTAD, y a fin de evitar toda duplicación innecesaria de actividades con otros organismos de las Naciones Unidas, un programa realista de asistencia de la UNCTAD a los países en desarrollo tendría que centrarse, entre otras cosas, en desarrollar y profundizar los conocimientos de los requisitos jurídicos, técnicos y de otra índole que entraña el establecimiento de EMP y de empresas conjuntas; en proporcionar información acerca de las oportunidades que se presentan a las EMP y las empresas conjuntas; en prestar apoyo directo a los organismos nacionales, subregionales y regionales encargados de la identificación, la promoción y la financiación de proyectos para que fortalezcan su capacidad de hacerse cargo de estas tareas; y en respaldar a las organizaciones nacionales, subregionales y regionales del sector privado con miras a aumentar su participación en la CEPD, en particular en las esferas de cofinanciación y la transferencia y el desarrollo de tecnología.

8. INVESTIGACIÓN BÁSICA SOBRE CEPD

212. El volumen y la calidad de los trabajos sobre CEPD que ha producido la UNCTAD y la experiencia que ha acumulado durante años son considerables y únicos. Sin embargo, existe una laguna importante puesto que la mayor parte del trabajo realizado se refiere a temas particulares concretos (por ejemplo el SGPC, la OCE, las EMC, la integración económica, etc.) identificados en las decisiones intergubernamentales, en tanto que es poco lo que se ha investigado sobre los parámetros básicos que son el fundamento del comercio y las relaciones económicas Sur-Sur [23]. Se requiere comprensión clara y constante de esos parámetros para informar correctamente a los países en desarrollo acerca de la evolución de los problemas y las prioridades.

213. Se recomienda que la secretaría de la UNCTAD establezca un programa de investigación básica sobre CEPD tanto en el comercio como en la financiación. El programa debe seguir y analizar constantemente la evolución de todos los aspectos del comercio y las corrientes financieras Sur-Sur (sectores de producción, instrumentos comerciales y financieros, cuestiones de transporte, etc.), con miras a presentar oportunamente opciones de política a la consideración de los países en desarrollo.

9. ASISTENCIA TÉCNICA

214. La aplicación de este programa de trabajo exigirá que se intensifique tanto el nivel como la calidad del apoyo técnico prestado por organizaciones internacionales tales como la UNCTAD, el PNUD, el CCI, la ONUDI, el Banco Mundial, etc., con miras a fortalecer la capacidad de análisis, adopción de decisiones y ejecución de los países en desarrollo en el plano nacional así como a nivel de las instituciones subregionales, regionales e interregionales. Pedimos a estas organizaciones internacionales que emprendan una evaluación de las necesidades de asistencia técnica a los países en desarrollo en el contexto de los programas y proyectos de CEPD y, en la medida de lo posible, que presten adecuada consideración a la asignación de recursos en función de dichas necesidades.

215. Nada puede reemplazar el esfuerzo que debe hacer cada país en desarrollo para fortalecer su capacidad y organización en el plano nacional a fin de hacerse cargo de sus asuntos económicos internacionales. No obstante, la asistencia técnica internacional puede contribuir al buen éxito del esfuerzo nacional, sobre todo reduciendo de manera radical los costos de información y de transacción relativos a las oportunidades concretas, a largo y a corto plazo, que se presentan a las actividades de comercio e inversión asociadas a los programas de integración y cooperación. Este esfuerzo nacional debe ser una prioridad en el programa de la UNCTAD y otros organismos internacionales. Al planificar sus actividades deben tener presente que la clave de la eficacia de los programas de CEPD se encuentra al nivel nacional y no al multinacional, y que esos programas sólo pueden convertirse en realidad, cuando los gobiernos nacionales son sus protagonistas activos.

216. Por lo demás, tanto los organismos donantes como los receptores deben prestar mayor atención a la cuestión de coordinar la asistencia técnica.

10. MEDIDAS DE EMERGENCIA EN FAVOR DE LOS PAÍSES RELATIVAMENTE MENOS DESARROLLADOS [INCLUSIVE LA COOPERACIÓN TÉCNICA ENTRE PAÍSES EN DESARROLLO (CTPD)

217. También debe darse prioridad a identificar y aplicar una serie de medidas a corto plazo encaminadas a mejorar las condiciones externas de los países en desarrollo, en particular los países económicamente menos adelantados de cada región. Cabría examinar las siguientes medidas:

    a) Los principales países en desarrollo asumen una responsabilidad especial en la cooperación con los países relativamente menos adelantados de su propia región y subregión, y ponen en ejecución medidas concretas, adoptadas según los diferentes casos, para ayudarlos en la actual situación de emergencia, entre las cuales medidas relativas a las preferencias arancelarias, la asistencia técnica, la transferencia de tecnología, el petróleo, los servicios de alimentación;

    b) Los demás países en desarrollo interesados pueden ser invitados a unirse en este esfuerzo común de CTPD en favor de los países relativamente menos adelantados; y

    c) Los países desarrollados interesados también pueden ser invitados a unirse a los países en desarrollo en sus esfuerzos por prestar ayuda a los países relativamente menos desarrollados.

B. - Mecanismo de actividades complementarias

1. FUNCIÓN DE LA UNCTAD

218. En 1968 la UNCTAD se convirtió en el primer organismo de las Naciones Unidas que reconoció la necesidad de promover la CEPD como parte de su programa ordinario de trabajo. Este reconocimiento tuvo la forma de la amplia Declaración conjunta 23 (II), aprobada por unanimidad en el segundo período de sesiones de la Conferencia, que se celebró en Nueva Delhi. En la secretaría de la UNCTAD se prestó especial atención a la investigación orientada a los problemas y a la asistencia técnica, programa estrechamente intervinculado en la medida en que los temas de investigación se eligieron sobre la base de los problemas que se presentaban sobre el terreno, y en que los resultados eran de interés directo a las diversas agrupaciones de los países en desarrollo.

219. Desde entonces, como es natural, la función de la UNCTAD, como órgano principal de las Naciones Unidas encargado de la CEPD, ha aumentado desde su mandato original que estaba centrado en "la expansión del comercio y la cooperación e integración económicas entre los países en desarrollo" [párrafo 1 de la Declaración 23 (II)], hasta llegar a un programa de trabajo variado, que comprende también la cooperación monetaria y financiera, las empresas multinacionales de producción y comercialización; las organizaciones comerciales estatales; las negociaciones comerciales; la información comercial; la cooperación en materia de energía, tecnología, transporte marítimo, seguros, etc. Esto refleja, seguramente, la evolución histórica de los esfuerzos colectivos realizados por los propios países en desarrollo, de los que fueron principales puntos de partida la creación en la UNCTAD de una Comisión de Cooperación Económica entre Países en Desarrollo, en 1976, y las iniciativas adoptadas por el Grupo de los 77, como el Programa de Acción de la Ciudad de México (1976). El Programa de Acción de la Ciudad de México se transformó en 1979 en el Programa de Arusha para la Autoconfianza Colectiva. Por último, el Programa de Acción de Caracas surgió también de un contexto semejante en 1981.

220. Como no disponían de un mecanismo permanente de apoyo, los países en desarrollo se dirigieron al sistema de las Naciones Unidas, y en particular a la UNCTAD, para que les prestaran asistencia en la ejecución de esos programas, con la debida orientación de las reuniones ministeriales periódicas del Grupo de los 77 y de los órganos competentes de la UNCTAD.

221. La experiencia adquirida durante varios años por la secretaría de la UNCTAD en la preparación y ejecución de programas y proyectos de CEPD es impresionante. El volumen y la calidad de la documentación que se ha preparado sobre una amplia gama de temas es también notable. Esta labor ha ganado con toda justicia un gran prestigio para la secretaría de la UNCTAD en este campo, así como el reconocimiento internacional de su función dirigente en las cuestiones de CEPD que son de su competencia.

222. En lo que respecta al fortalecimiento de esta función, la Asamblea General dio un paso importante al aprobar, en su último período ordinario de sesiones, su resolución 39/216 [24]. En dicha resolución se reconoce, entre otras cosas, que las CEPD forman parte integrante de los esfuerzos para establecer el nuevo orden económico internacional, y que la UNCTAD tiene un papel decisivo que desempeñar en materia de CEPD. Se pide a la UNCTAD que siga intensificando sus actividades en esta esfera, con arreglo a su mandato, y se insta al Secretario General de las Naciones Unidas a que preste suma atención a la CEPD al preparar su proyecto de presupuesto por programas para el bienio 1986-1987. Esta resolución debe considerarse como un instrumento oportuno, puesto que en ella se vuelve a centrar la atención en este programa, en momentos en que el propio sistema de las Naciones Unidas se enfrenta a serias dificultades y en que casi todos los organismos de las Naciones Unidas tratan de establecer su propio programa independiente de CEPD. Es preciso mantener un enfoque claro y racional de la CEPD, tanto en términos de equilibrio dentro del sistema de las Naciones Unidas como de los esfuerzos que realiza el Grupo de los 77.

2. FUNCIÓN DE LAS COMISIONES REGIONALES

223. Mientras que la UNCTAD debe seguir siendo el órgano principal de las Naciones Unidas que se encarga de las cuestiones de cooperación Sur-Sur, las comisiones regionales deben participar aún más estrechamente que durante los dos últimos decenios en los esfuerzos de integración y cooperación subregional y regional.

3. FUNCIÓN DEL GRUPO DE LOS 77

224. El Grupo de los 77 ya ha establecido un mecanismo de apoyo para sus esfuerzos en las negociaciones Norte-Sur y en materia de CEPD. Algunos de los países del Grupo de los 77 acaban de crear una Oficina de Comercio Internacional de Textiles. El grupo de países ACP (y su secretaría) fue establecido para negociar y mantenerse en relación con la CEE, con la cual estén asociados dichos países en virtud de la Convención de Lomé. La SELA (y su secretaría), que agrupa a todos los países latinoamericanos y el Caribe, con fines de consulta, cooperación y coordinación dentro de la región y de negociación con los países desarrollados, es cada vez más activa. Por último, el Presidente del Grupo de los 77 en Nueva York cuenta ahora con un núcleo de asistentes a tiempo completo en cuestiones de CEPD.

4. SECRETARÍA DEL SUR

225. Ha llegado el momento de establecer una pequeña secretaría permanente (dotada de un personal de, digamos, no más de 20 funcionarios del cuadro orgánico para los primeros cinco años, con el apoyo de consultores a corto plazo). Este órgano podría prestar apoyo técnico a tiempo completo a la labor del Grupo de los 77 en lo que respecta a cuestiones Norte-Sur así como de CEPD, debiendo en un primer momento insistirse más en estas últimas. La creación de esta secretaría no reduciría en modo alguno la función importante que ahora desempeña la UNCTAD. Por el contrario, la labor de la UNCTAD quedaría fortalecida y complementada por la nueva secretaria, que vendría a llenar una laguna importante en la cooperación Norte-Sur y Sur-Sur, en forma paralela al papel que desempeña la OCDE en relación con los países del Norte.


ANEXO

RESOLUCIÓN SOBRE COOPERACIÓN ECONÓMICA ENTRE PAÍSES EN DESARROLLO APROBADA POR LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS

39/216. Actividades del sistema de las Naciones Unidas en apoyo de la cooperación económica entre países en desarrollo
Fecha: 18 de diciembre de 1984
Sesión: 104.a
Aprobada sin ser sometida a votación
Informe: A/39/790/Add.7

La Asamblea General,

Reconociendo que la cooperación económica entre los países en desarrollo forma parte integrante de los esfuerzos para establecer el nuevo orden económico internacional y no sustituye a la cooperación entre los países desarrollados y los países en desarrollo ni constituye una opción respecto de ésta, y que el Programa de Acción de Caracas aprobado por la Conferencia de Alto Nivel sobre Cooperación Económica entre Países en Desarrollo, celebrada en Caracas del 13 al 19 de mayo de 1981, proporciona el marco básico para actividades y arreglos concretos en la esfera de la cooperación económica entre los países en desarrollo,

Consciente de las distintas resoluciones aprobadas dentro del sistema de las Naciones Unidas en apoyo de la cooperación económica entre los países en desarrollo y deseosa de medidas apropiadas al respecto,

Aguardando con interés el análisis de los programas de todas las organizaciones sobre cooperación económica entre los países en desarrollo, que considerará el Comité del Programa y de la Coordinación en su 25° período de sesiones, y el examen de las actividades de los programas de las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas sobre el mismo tema, que el Consejo Económico y Social realizará en su segundo período ordinario de sesiones de 1985,

1. Insta a los órganos y organizaciones del sistema de las Naciones Unidas a que, con arreglo a sus mandatos, presten e intensifiquen su apoyo y asistencia a la cooperación económica entre los países en desarrollo teniendo debidamente en cuenta el Programa de Acción de Caracas;

2. Insta al Secretario General a que, con la debida consideración a las conclusiones a que se llegue en el análisis de los programas de todas las organizaciones que se está realizando, preste suma atención a la cooperación económica entre los países en desarrollo al preparar su proyecto de presupuesto por programas para el bienio 1986-1987 e incluya en sus futuros informes sobre la ejecución del presupuesto por programas información específica sobre la realización de actividades para la cooperación económica entre los países en desarrollo.

3. Pide al Secretario General que, en consulta con los jefes ejecutivos de los órganos y las organizaciones de las Naciones Unidas y de los organismos especializados, realice un examen periódico de las actividades del sistema de las Naciones Unidas en apoyo de la cooperación económica entre los países en desarrollo en el marco del mecanismo interinstitucional existente;

4. Recomienda que los documentos que se están preparando para el examen de los planes de mediano plazo en relación con los programas de todas las organizaciones sobre la cooperación económica y técnica entre los países en desarrollo y para el análisis de los programas de todas las organizaciones se combinen en un solo informe, a fin de asegurar un enfoque integrado en esa esfera;

5. Pide a los secretarios ejecutivos de las comisiones regionales que continúen intensificando las actividades de apoyo a la cooperación económica entre los países en desarrollo a los niveles sub-regional, regional e interregional, e incluyan una evaluación de los progresos alcanzados en sus informes al Consejo Económico y Social;

6. Pide al Secretario Genera] de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo que, en vista del papel de esa Conferencia en la esfera de la cooperación económica entre los países en desarrollo, continúe intensificando las actividades en dicha esfera, de conformidad con su mandato;

7. Pide al Secretario General que informe a la Asamblea General en su cuadragésimo periodo de sesiones sobre la aplicación de la presente resolución.

SIGLAS Y ABREVIATURAS

ACP grupo de países de África, el Caribe y el Pacifico
ALADI Asociación Latinoamericana de Integración
ALALC Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (actualmente ALADI)
ASEAN Asociación de Naciones del Asia Sudoriental
BAfD Banco Africano de Desarrollo
BAsD Banco Asiático de Desarrollo
BID Banco Interamericano de Desarrollo
BMD Bancos Multilaterales de Desarrollo
CARICOM Comunidad del Caribe
CCAO Cámara de Compensación del África Occidental
CCG Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo
CCI Centro de Comercio Internacional UNCTAD/GATT
CEAO Comunidad Económica del África Occidental
CEDEAC Comunidad Económica de los Estados del África Central
CEDEAO Comunidad Económica de los Estados del África Occidental
CEE Comunidad Económica Europea
CEPA Comisión Económica para África
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
CEPD cooperación económica entre países en desarrollo
CEPGL Comunidad Económica de los Países de los Grandes Lagos
CLCE Comité Latinoamericano de Coordinación Económica
CTPD cooperación técnica entre países en desarrollo
DEG derechos especiales de giro
EMC empresas multinacionales de comercialización
EMP empresas multinacionales de producción
FADES Fondo Árabe para el Desarrollo Económico y Social
FCD Fondo Comunitario de Desarrollo
FIDA Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola
FMI Fondo Monetario Internacional
FOSIDEC Fondo de Solidaridad y de Intervención para el Desarrollo
GATT Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio
MCCA Mercado Común Centroamericano
OCAM Organización Común Africana y Mauritana
OCDE Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos
OCE organizaciones comerciales estatales
OCRD Organización de Cooperación Regional para el Desarrollo
OECO Organización de Estados del Caribe Oriental
OLADE Organización Latinoamericana de Energía
ONUDI Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial
OPAEP Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo
OPEP Organización de Países Exportadores de Petróleo
PNUD Programa de las Naciones Unida para el Desarrollo
SADCC Conferencia sobre la Coordinación del Desarrollo del África Meridional
SCMC Servicio de Compensación Multilateral de la CARICOM
SELA Sistema Económico Latinoamericano
SGPC Sistema Global de Preferencias Comerciales
UAC Unión Asiática de Compensación
U.C. unidad de cuenta
UDEAC Unión Aduanera y Económica del África Central
UNCTAD Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
URM Unión del Río Mano
ZCP Zona de Comercio Preferencial del África Oriental y Meridional

NOTAS

[1] En el capítulo V se incluye une serie completa de recomendaciones titulada "Esferas prioritarias de acción y mecanismo de actividades complementarias".

[2] Se reproduce esa resolución en el anexo al presente documento.

[3] Excluida China.

[4] En 1961 correspondió a los países en desarrollo (excluidas las economías de planificación centralizada) el 23 % del producto interno bruto mundial.

[5] El comercio intraindustrial puede definirse más estrictamente como la presencia en las estadísticas comerciales nacionales de exportaciones e importaciones simultáneas de un producto determinado o por parte de una "industria" determinada. El comercio intraindustrial, o especialización dentro de límites estrechos, no puede medirse en periodos largos debido a problemas de información (P.B.W. Rayment, "Intra-industry specialization and the foreign trade of industrial countries", en S. Frowen, Controlling Industrial Economies, Macmillan, 1983).

[6] Esto significa excluir las industrias de los alimentos, las bebidas, el tabaco y el cuero, entre otras. En la definición mencionada de las manufacturas se incluyen solamente los productos químicos, los productos manufacturados (excluidos el hierro y el acero y los metales no ferrosos), la maquinaria y el equipo de transporte.

[7] Arthur Lewis, "The slowing down of the engine of growth", en American Economic Review, septiembre de 1980, págs. 555 a 564.

[8] El movimiento de integración económica entre países en desarrollo fue estimulado en el decenio de 1950 por la creación de las comisiones regionales de las Naciones Unidas y uno de los primeros pasos fue la creación de la ALALC en 1960. Desde entonces se han establecido más de 40 sistemas de cooperación e integración económica en los planos subregional, regional e interregional, que incluyen a la mayoría de los países en desarrollo de África, Asia y América Latina y el Caribe.

[9] La cooperación económica interregional en el nivel intergubernamental es un fenómeno relativamente nuevo en cuanto actividad consciente y planificada, como la están promoviendo activamente los mismos países en desarrollo mediante el Grupo de los 77 y órganos de las Naciones Unidas como la UNCTAD y las comisiones regionales. Dos ejemplos notables de esa cooperación interregional en el nivel multilateral son el SGPC propuesto y el Banco del Sur. Al mismo tiempo, en los diez años últimos se ha acumulado una considerable experiencia en materia de cooperación bilateral entre varios países en desarrollo en el nivel interregional.

[10] En el curso de este examen, no debe confundirse el concepto de "países relativamente menos desarrollados" con el utilizado en las Naciones Unidas de "países menos adelantados". El primero es un concepto relativo que se emplea para describir a los países miembros de un sistema de integración o cooperación que se encuentra en una etapa de desarrollo menos avanzada que la que han alcanzado los demás miembros. El último término se utiliza para referirse a 36 países del tercer mundo que son los más pobres en función de la renta nacional, el capital humano y el grado de desarrollo industrial.

[11] Los efectos de la crisis de la deuda en el comercio intrarregional pueden verse en las tendencias que se manifiestan en la región más gravemente afectada, América Latina. En 1984 la parte correspondiente a las exportaciones dentro de la ALADI se redujeron a menos del 9 % del total de sus exportaciones, porcentaje que es el más bajo de los decenios últimos. En América Latina en conjunto el total de las exportaciones se redujo en un 7,5 % entre 1981 y 1982, mientras que las exportaciones dentro de la región declinaron en un 17,2 %. Por consiguiente, en 1982 la parte correspondiente a las exportaciones dentro de la región fue inferior al nivel alcanzado en 1960. (Véase United Nations Monthly Bulletin of Statistics, mayo de 1985; "Estadísticas de intercambio comercial de los países latinoamericanos, 1980-1983", INTAL-BID, 1984.

[12] El Acuerdo de Bangkok, la ALADI, la ASEAN, la CARICOM, el CCG, la CEAO, el Grupo Andino, el MCCA y la UDEAC. Los programas están siendo examinados activamente en la CEDEAO, la ZPC, etc.

[13] Entró en vigor el II de febrero de 1973. Son partes en él Bangladesh, Brasil, Chile, Egipto, España, India, Israel, México, Pakistán, Perú, República de Corea, Rumania, Túnez, Turquía, Uruguay y Yugoslavia.

[14] Cabe señalar que a causa de los recientes progresos en la tecnología, en ciertas industrias, por ejemplo, la elaboración de alimentos, ha disminuido la importancia de las economías de escala.

[15] En cada una de estas industrias, la mayoría del capital debía ser propiedad del país miembro en el que estaba ubicada, y el resto se dividía igualmente entre los demás países.

[16] Suspendido temporalmente.

[17] Los países que proporcionan tales servicios son: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Filipinas, Indonesia, Jamaica, Malasia, México, Pakistán, República Islámica del Irán, República de Corea, Singapur y Tailandia.

[18] Los siguientes son algunos de los países y territorios en desarrollo en los que funcionan esos programas de seguro del crédito: Argentina, Barbados, Brasil, Colombia, Egipto, Filipinas, Hong Kong, India, Indonesia, Israel, Jamaica, Malasia, México, Pakistán, República Islámica del Irán, República de Corea, Singapur, Trinidad y Tobago y Yugoslavia.

[19] M. L. Conway, FinancialAssessment oftheSouth BankProposa!, DIESA, Naciones Unidas, Nueva York, 1985.

[20] 1.500 millones de dólares de los Estados Unidos equivalen, aproximadamente, a un 1 % de las reservas de divisas de los países en desarrollo (Conway, op. cit.).

[21] Un posible sistema modificado de votación ponderada puede mostrarse con los siguientes ejemplos de cinco países: En la columna 4, en relación con el 30 % del total de los votos, cada país tiene 6 votos. En la columna 3, en relación con el 70 Va restante del total de los votos, un país con una aportación importante al capital obtiene una parte mayor de ios votos, aunque no proporcionalmente mayor. En la columna 5, sobre un total de 100 unidades, el país que ha hecho la contribución más reducida tiene 16 votos y el que ha hecho la mayor aportación 26 votos, es decir, alrededor de un 60 % más que el que hizo la aportación más reducida.

[22] Aun dentro de la Comunidad del Caribe, se ha constituido una agrupación más estrecha y de mayor cohesión formada por los países más pequeños, la Organización de Países del Caribe Oriental, teniendo presente estos fines; tanto sus objetivos como sus modalidades concuerdan plenamente con la de la Comunidad del Caribe, que es la entidad más amplia.

[23] Cabe mencionar el reciente proyecto de investigación sobre el comercio Sur-Sur que ha llevado a cabo la UNCTAD con fondos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Fondo para el Desarrollo Internacional de la OPEP (INT/78/022-U01).

[24] Véase el anexo.


Félix Peña es Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar trayectoria.

http://www.felixpena.com.ar | info@felixpena.com.ar


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