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Grupo de trabajo patrocinado
por el CARI | 15 de octubre de 1979 |
La Argentina y el proceso de reestructuración de la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC)
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Informe elaborado por el Grupo de Trabajo sobre "La Argentina
en el proceso de reestructuración de la ALALC" por encargo
del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones
Internacionales.
El Grupo de Trabajo estuvo integrado por los doctores Roberto T, ALEMANN,
Carlos C. HELBLING y Jorge WEHBE. El Doctor Félix PEÑA fue
el coordinador técnico y el relator del Grupo de Trabajo.
Para el desarrollo de los estudios técnicos que permitieron
elaborar el informe se contó con la valiosa colaboración
del Banco de la Nación Argentina.
Las opiniones vertidas en este informe son las de los miembros del
Grupo de Trabajo y no comprometen al Consejo Argentino para las Relaciones
Internacionales ni a sus integrantes.
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INDICE DEL PRESENTE TRABAJO
INTRODUCCIÓN
PRIMERA PARTE
Los resultados de la ALALC para la Argentina
SEGUNDA PARTE
Recomendaciones sobre la partcipación de la Argentina en el proceso
de reestructuración de la ALALC
ANEXO
Las tendencias económicas de varios países de la ALALC.
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NOTA
En la elaboración de este informe, además de las experiencias
y opiniones de los miembros del Grupo de Trabajo, se toma, ron en cuenta
elementos de juicio contenidos en otros estudios y los resultantes de
consultas que se efectuaron a distintos expertos y a miembros del Consejo.
Los estudios consultados, han sido entre otros los siguientes:
- ALALC, Secretaría, "Eficacia del programa de liberación
y estructura del comercio intrazonal" (CEP/SEM.I. dt, 1, 24 de
mayo de 1979).
- ALALC, Secretaría, "Aptitud de la actual estructura de
la ALALC para impulsar el proceso de integración económica
regional" (CEP/SEM.IV/ dt.3, 29 de mayo de 1979).
- ALALC, Secretaría, "Armonización de políticas
e instrumentos comerciales" (CEP/ SEM.-III /dt. 2., 15 de mayo
de 1979).
- ALALC, Secretaría, "Aspectos financieros y monetarios,
fiscales e infraestructura" (CEP/SEM. III/art. 4, 15 de mayo de
1979).
- GARCÍA MARTÍNEZ, Carlos " Aptitud de la actual
estructura de la ALALC para impulsar el proceso de integración
económica regional" (CEP/SEM. IV/dt. 1, 15 de mayo de 1979).
- CEPAL, "El programa de liberación comercial y su relación
con la estructura y las tendencias del comercio zonal" (CEP/SEM.
1/dt. 2, 22 de mayo de 1979).
- INTAL, "Bases para la reestructuración de la ALALC".
Buenos Aires, agosto de 1979.
La sección B. de la Primera Parte sobre "La Argentina en
la ALALC", fue elaborada sobre la base de datos del INDEC y de Servicios
de Estadísticas de la ALALC, por el economista Martín Arocena.
El anexo sobre "Las tendencias económicas de varios países
de la ALALC", fue elaborado por encargo del Grupo de Trabajo, por
el Dr. Javier Villanueva, Director del Instituto Di Tella.
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INTRODUCCIÓN
La última Conferencia de las Partes Contratantes de la ALALC,
reunida en Montevideo en noviembre de 1978, aprobó la Resolución
370 (XVIII) por la cual se encomienda al Comité Ejecutivo Permanente
de la Asociación, la realización de una serie de estudios
sobre temas que deberán ser finalmente considerados en una reunión
extraordinaria de alto nivel, y luego en una reunión del Consejo
de Ministros, a fin de pro ceder a la reestructuración de la ALALC.
Todo este proceso deberá concluir al promediar 1980.
Se ha iniciado así, entre los países y dentro de cada uno,
un debate conducente a reestructurar la Asociación a fin de adaptar
sus principios, normas y mecanismos a las exigencias actuales de las relaciones
de integración y de cooperación entre los países
miembros, Un debate en el cual es fácil prever que los países
tendrán en cuenta sus otros compromisos internacionales (GATT,
relaciones bilaterales) y regionales (SELA, Grupo Andino, relaciones bilaterales);
la estructura de su comercio exterior; sus políticas económicas
(en especial las vinculadas al sector externo); y en fin, el valor que
le atribuyen a la región como ámbito político y económico
de su política exterior. Para la Argentina, el ámbito de
los países miembros de la ALALC ha sido y es particularmente importante
en la proyección externa de su economía. En 1977, las exportaciones
a la zona representaron el 23,61 de las exportaciones totales del país.
Entre 1961 y 1977 nuestro comercio zonal arrojó un superávit
acumulado de 1.300 millones de dólares. La mayoría de los
países de la ALALC se encuentran entre los veinte principales compradores
de productos argentinos. Esta importancia relativa aumenta si se toma
en cuenta solo al sector industrial.
Si se compara la situación de 1960 con la de 1976, se observa,
en cambio, que a la vez que la zona creció en importancia para
el país (en 1960, por ej. la ALALC sólo significaba el 15,81
de nuestras exportaciones totales), éste perdió importancia
comercial relativa en la zona. De una participación del 33,51 en
las exportaciones intrazonales de 1960 se deseen dio al 241 en 1977. Por
otro lado, si bien la zona absorbe el 23,6% de nuestras exportaciones
totales (1977), lo que exportamos a la zona significa solo el 3,21 de
las importaciones totales de los otros diez países (1977). La Argentina
compra el 2,81 de lo que la zona exporta (1977) y el 22,1% de lo que los
demás países exportaron a la zona (1977). En 1962, comprábamos
el 2,3% de lo que la zona exportaba, y el 43,5% de las exportaciones de
los demás países a la zona. Se constata, sin embargo, que
si bien la importancia de la Argentina ha disminuido en términos
relativos, sigue siendo un país de primera magnitud en la economía
y en el intercambio de la región.
Estos y otros datos sobre el valor actual y potencial del ámbito
económico cubierto por la ALALC para la Argentina, y del valor
de nuestro país para el conjunto y para cada uno de los países
miembros de la zona, deben ser considerados si se quiere precisar la importancia
real del tema de la reestructuración de la ALALC, y nuestro poder
de negociación a fin de lograr qué las reglas de juego del
comercio y de la cooperación e intrazonal contemplen los intereses
nacionales del país. Lo cierto es que América Latina es
una región que entrará a la década del 80 con una
población de mas de 350 millones de habitantes, con un producto
bruto superior a los 500 millones de dólares, con exportaciones
de más de 60 mil millones de dólares, en rápida industrialización
y con abundantes recursos básicos. El país tiene en ella
una posición privilegiada, lo que acrecienta sus posibilidades
y también sus responsabilidades en el esfuerzo conjunto del desarrollo
regional. Sus aportes pueden ser valiosos, si se considera además
que todos los índices de progreso social colocan al país
en una primera posición dentro de la región.
Por otro lado, la crisis económica mundial y los cambios que se
están operando en el sistema económico internacional y en
sus reglas de juego e instituciones, han de tener una incidencia significativa
en la determinación del valor estratégico de la región,
para los países que la integran y para otros, desde un punto de
vista tanto económico como político.
A su vez, el país ha adquirido una gran experiencia en el manejo
de sus relaciones económicas multilaterales y bilaterales en el
ámbito zonal. Han transcurrido casi veinte años de la ALALC,
y es posible evaluar lo que ha funcionado y lo que ha fracasado, a fin
de extraer conclusiones válidas para el futuro. Los países
miembros de la ALALC han desarrollado, dentro o al margen de la Asociación,
múltiples medios para canalizar sus interacciones económicas,
tanto en el plano multilateral, como en el bilateral, el subregional,
y el sectorial. Y lo mismo ha ocurrido en el plano de las relaciones entre
operadores económicos. Existe de hecho un mayor pluralismo de en
foques y de medios en cuanto a la integración, que a la vez que
puede ser más funcional a las diversidades de política y
situaciones nacionales, requiere de un mínimo de visión
de con junto y de un serio esfuerzo de compatibilización, si se
desea evitar una mayor fragmentación económica de la región.
Es quizás en torno a este punto donde se produce la convergencia
de las consideraciones técnicas y de las políticas en lo
que se ha denominado el proceso de reestructuración de la ALALC.
Los mecanismos de liberación comercial de la ALALC han agotado
su eficacia y parece existir consenso entre los miembros sobre la necesidad
de renovarlos. La idea de la integración regional como suma de
esfuerzos parciales, compatibles entre sí y convergentes hacia
un objetivo de alcance global, también ha sido reconocida en la
práctica desde que los países miembros de la ALALC aceptaran
los acuerdos de complementación industrial tal como los reglamentara
la resolución 99, y los acuerdos subregionales a través
de la resolución 222 y de la declaración de compatibilidad
del Grupo Andino. Parece en tal sentido justa la aspiración de
completar la adaptación de la estructura jurídica de la
ALALC para que sean aceptadas otras modalidades de acción parcial,
tan válidas y legítimas como las antes mencionadas.
Desde que en la década de los treinta se concluyeron importantes
convenios comerciales con países vecinos, el país ha demostrado
con hechos su interés por la cooperación regional, y su
apego a fórmulas realistas y sólidas que permitan una aproximación
gradual a los objetivos de la integración regional o Desde entonces
todos los gobiernos han mantenido una línea de participación
activa en las relaciones de cooperación e integración basada
en el interés nacional, en el respeto a la independencia de todos
los países, cautelosa frente a iniciativas que forzaban las condiciones
objetivas determinadas por la realidad en cada momento histórico,
y alimentada con un espíritu de identidad regional. Se manifiesta
en el papel desempeñado por el país en los esfuerzos que
en los años cincuenta se desarrollan para sentar las bases de la
integración regional; en el desempeñado en la creación
de la ALALC; en la participación en el origen y el funcionamiento
de la CECLA; en el apoyo sin retaceos brindado a la idea de la integración
subregional y a la creación y posterior funciona, miento del Grupo
Andino; en la iniciativa de establecer la Cuenca del Plata; en la participación
decisiva que le cupo cuando fue creado el SELA; y en la compleja red de
convenios de cooperación económica y de comercio que vinculan
al país con los países de la región.
El actual gobierno, siguiendo esa tradición nacional, ha adoptado
una posición activa en el proceso de reestructuración de
la ALALC, a través de pronunciamientos del propio Presidente de
la Nación al visitar la sede de la Asociación en junio de
1977; del Ministro de Relaciones Exteriores, en particular, en ocasión
de la visita del entonces Canciller a la sede de la Junta del Acuerdo
de Cartagena en marzo de 1978; y más recientemente al anunciar
la posición oficial del país con respecto a los alcances
y modalidades de la reestructuración., en la declaración
leída ante el Comité Ejecutivo Permanente de la ALALC por
nuestro representante permanente, el 5 de junio de 1979, Esa declaración
aporta ideas concretas, basadas en la experiencia pasada, en los requerimientos
de acción futura, y en el interés nacional, con respecto
a cómo debe reestructurarse la Asociación.
El Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, le ha atribuido
una importancia particular al estudio global de las relaciones del país
con los otros países latinoamericanos, y para ello ya ha encarado
la organización de un Comité de Estudio integrado por personas
de gran experiencia en la materia. Pero teniendo en cuenta el carácter
específico del tema de la participación de nuestro país
en el proceso de reestructuración de la ALALC, y la incidencia
que puede tener en las relaciones económicas bilaterales con algunos
de los países y grupos de países de la región, se
decidió patrocinar la constitución-de un Grupo de Trabajo
para que lo examine, y para que elabore un informe con recomendaciones
concretas.
El Grupo de Trabajo patrocinado por el Consejo Argentino para las Relaciones
Internacionales presenta su informe, como una contribución técnica
que aspira sea de utilidad práctica a todos los sectores interesados
en la participación nacional en la ALALC.
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PRIMERA
PARTE
Sección A: "Los resultados de la ALALC para la Argentina"
SECCIÓN A.
Resultados de la ALALC
I. Evolución del comercio intra- ALALC
1. El comercio intrazonal ha experimentado un fuerte crecimiento entre
1962 y 1977, superior al del comercio exterior total de los países
miembros de la ALALC, en ambos casos medido el crecimiento en dólares
corrientes. En dicho período, las exportaciones intrazonales aumentaron
de 547 millones de dólares en 1962 a 5685 millones: de dólares
en 1977, o sea diez veces más, en tanto que las exportaciones totales
aumentaron de 7.715 millones de dólares a 40.285 millones de dólares
o sea cinco veces más. El crecimiento de las exportaciones a la
zona es sustancialmente mayor en el caso de Bolivia (60 veces más).
Brasil (20); Colombia (40); Ecuador (50); México (20) y Uruguay
(20) (ver
cuadro n°1).
2. La importancia relativa de la zona en el comercio exterior total de
los países miembros también ha aumentado. En 1962,1a zona
representaba el 7,11 de las exportaciones totales y el 9% de las importaciones,
en tanto que en 1977 esos porcentajes son del 14,11 y 13.6° a respectivamente.
En 1962, la zona significaba más del 10% de las exportaciones
totales de solo dos países (Argentina, 12,71; Paraguay 32,61),
y más del 20% de las de sólo uno (Paraguay 32,6%). En 1977,
por el contrario, la zona significa más del 10% de las exportaciones
totales de diez países (Argentina, 24,51; Bolivia, 26,61; Brasil,
12,2%; Colombia, 14,9%; Chile, 23%; Ecuador 21,4%; México, 10,2%;
Paraguay, 26,9%; Perú 13,8% y Uruguay 24,8%), y más del
20% para seis países. Por el lado, de las importaciones la situación
es casi similar, (ver
cuadros n°1 a 5)
3. El comercio intrazonal de productos industriales ha experimentado
un crecimiento sustancial en relación al comercio global intrazonal.
En 1961, las exportaciones de manufacturas re presentaron el 22,4% de
las exportaciones intrazonales, y en 1972 (último año para
el que se disponen de estadísticas completas para todos los países
miembros), alcanzaron al 46,1%. En 1977, este porcentaje es superior en
el caso de los países más industrializados de la zona: Argentina,
53%; Brasil, 66.7%; Colombia, 70,9% (en 1976); Chile, 50.8% (en 1975);
México,75,8% (en 1974) (ver
cuadro n°6). Entre 1961 y 1977 las exportaciones de manufacturas
a la zona aumentaron más de 30 veces para la Argentina, de 20 veces
para Brasil, de 60 veces para Colombia, y de 30 veces para México.
También se ha producido un cambio significativo en la composición
de las exportaciones intra zonales de manufacturas: la relación
en 1961 era de 47,4%(tradicionales), 22,4% (intermedias) y 25,8% (metalmecánica),
en 1972, era de 17,6% , 27,1% y 48,7% respectivamente.
En 1977, el 50,81 de las exportaciones de manufacturas de la Argentina
eran metalmecánicas, y en el caso del Brasil, el 67,1% (ver
cuadro nº 7)
4. Se ha operado un cambio sustancial en la participación relativa
de cada país y de distintos grupos de países en el comercio
intrazonal, según se puede observar en el cuadro siguiente:
|
1953
|
1960
*
|
1969
**
|
1977
|
Argentina
|
39,5
|
37,6
|
29,4
|
19,8
|
Arg.,
Br., Méx.
|
70,8
|
66,2
|
56,5
|
50,5
|
Arg.,
Br.
|
70,3
|
64,9
|
51,4
|
44,9
|
Arg.,
Ch., Urug.
|
57,2
|
57,8
|
46,2
|
33,8
|
Arg.,
Ch., Urug., Br., Bol., Par. y Perú
|
96,5
|
96,1
|
78
|
70,6
|
Grupo
Andino
|
-
|
-
|
24,7
|
33,8
|
Cuenca
del Plata
|
-
|
-
|
58,1
|
54
|
*
Año en que se firma el Tratado de Montevideo
** Año en que se firma el Acuerdo de Cartagena |
Se observa una clara tendencia a la disminución de la participación
relativa de la Argentina, del grupo de países de mayor desarrollo,
y del grupo de países más vinculado comercialmente a la
Argentina y que tuvieran en 1960 un rol decisivo en la creación
de la ALALC. Sin embargo, aún mantienen una participación
significativa en el comercio intra zonal. Por otro lado, ha crecido la
importancia relativa del Grupo Andino que tomado en conjunto ocupa en
1977 una posición superior a la de la Argentina y a la de Brasil
(ver
cuadro n°8).
5. Los resultados del intercambio han sido tradicionalmente favorables.
para la Argentina (salvo en 1975), Brasil (a partir de 1970), Bolivia
(a partir de 1971), Colombia (a partir de 1970), Ecuador (a partir de
1973), México (salvo 1973/75), y Venezuela (salvo 1976/77); y desfavorables
para Chile (salvo en 1975/76), Paraguay (a partir de 1971), Perú,
y Uruguay (salvo en 1974), (ver
cuadro n°9).
II. Mecanismos preferenciales de la ALALC y comercio intrazonal
6. El otorgamiento de concesiones en las listas nacionales se estanca
prácticamente a partir de 1969, año en el que ya se habían
otorgado el 96,71 de las concesiones vigentes en 1979 (ver
cuadros n°10 y 11).
7. Por el contrario, la actividad negociadora se vuelve más intensa
en relación a los acuerdos de complementación industrial,
habiendo aumentado sustancialmente su número entre 1969 y 1977
(de 7 a 25 acuerdos), así como el número de concesiones
negociadas en cada acuerdo y en sus protocolos adicionales. En 1979, el
número de concesiones vigentes en los acuerdos de complementación
era de 30576 frente a 11.242 en las listas nacionales. Sin embargo, cabe
recordar que los acuerdos de complementación están concentrados
en pocos sectores (industrias química; electrónica y eléctrica;
y máquinas de oficina, de calcular y de procesamiento de datos),
y en pocos países (Argentina, Brasil, México, y en menor
medida, Chile, Uruguay y Venezuela). (Ver
cuadros n°12 y 13).
8. En el caso de las ventajas no extensivas a los países de menor
desarrollo económico relativo, se habían otorgado 7.162
concesiones al 31 de diciembre de 1978, de las cuales Paraguay recibió
5.303 (74% del total); Ecuador recibió .361
(19% del total) y Bolivia recibió 498 (7% del total). Los principales
países otorgantes son Brasil, 1794 concesiones (25%) Argentina,
1412 concesiones (19.7%) y México, 1353 concesiones (18,9%).
Estas concesiones fueron efectuadas en su mayor parte en los primeros
años de funcionamiento de la Asociación: Ecuador había
recibido el 731 de las concesiones en 1963; Paraguay, el 87% en el mismo
año; y Bolivia, el 76% en 1968 (ver
cuadros n° 14 y 15).
9. Solo un porcentaje muy reducido de ítems NABALALC negociados
en listas nacionales registran comercio, fluctuando dicho porcentaje en
el período 1965-1977 entre el 25 y el 30%. En el caso de los ítems
negociados en las listas de ventajas no extensivas, el porcentaje de los
que registran comercio ha sido en 1977 (y similar en años anteriores),
de 303% para Bolivia de 3,8% para Ecuador; y de 3.4% para Paraguay, (ver
cuadros 16 y 17).
10. El porcentaje de comercio de productos negociados se ha reducido
de 77.9% de las importaciones intrazonales en 1962 a sólo el 43.3%
en 1 977. El porcentaje más elevado fue alcanzado en 1966 con el
88.9% (ver
cuadros n°18 y 19).
Del comercio negociado, el porcentaje principal ha correspondido siempre
al de productos incluidos, en las listas nacionales, siendo del 88,2%
en 1977. Para el mismo año, los productos incluidos en acuerdos
de complementación representan el 6,6% del comercio negociado,
y los de listas de ventajas no extensivas, el 5,2% (ver
cuadros n°20 y 21).
11. Sin embargo, una mayor desagregación de los datos sobre comercio
intrazonal permite observar que en 1976, el comercio de productos negociados
representó más del 50% de las importaciones a. la. Argentina,
al. Brasil y a México, originadas en casi todas las demás
Partes Contratantes; y más del 501 de exportaciones al Brasil (94,11)
de la Argentina; a la Argentina (56,2%), y a México (88,2%) del
Brasil; a la Argentina (99,91) Chile (61,3%), y México (85,6%)
de Colombia; a la Argentina (74,5%) al Brasil (98,11), a Colombia (67,2%),
a México (77,7%), y al -Paraguay (77,4%), de Chile; a la Argentina
(99,9%), al Brasil (99,8%), a México (53,7%), y al Paraguay (70%)
del Ecuador; a la Argentina (96%), al Brasil (89,2%) a Colombia (62,5%),
a Chile (64%) y al Paraguay (51,5%), de México; a la Argentina
(92,4%), al Brasil (98,9%), a Colombia (93,3%), a Chile (65,2%) al Ecuador
(91%), a México (72,7%), y al Perú (74,2%) del Paraguay
; a la Argentina (65,5%), a Colombia (73,4%), a Chile (51,3%) y México
(83,9%) del Perú; y al Uruguay (85,9%) y Colombia (93,5%) del Uruguay
(cuadro
n°18) o sea que en un número significativo de casos las
relaciones entre pares de países estaban aún concentradas
en un porcentaje superior al 50% en productos negociados, Son excepciones,
las exportaciones de Bolivia y Venezuela como consecuencia de la importancia
que en las mismas tienen el gas y el petróleo.
Para comprender la verdadera incidencia del comercio negociado en el
conjunto del comercio intrazonal habría que considerar también
el comercio generado por los mecanismos preferenciales del Grupo Andino,
que ha sido en 1977 de 660 millones de dólares (incluyendo el petróleo
que significó el 45% de ese valor).
Pero es fundamental tener presente que los datos sobre comercio-negociado,
son sólo indicativos de una correlación entre corrientes
de comercio y concesiones, sin que señalen necesariamente que la
corriente de comercio de un ítem determinado se explique por la
existencia de una concesión. Otras variables inciden en la explicación
de corrientes de comercio en un item determinado entre un par de países:
tasas de cambio, márgenes de preferencia efectivos, condiciones
de financiamiento, estímulos a la exportación y costos de
transporte. No existen estudios suficientemente exhaustivos como para
poder determinar el peso relativo de estas variables en el comercio intrazonal
de productos negociados y no negociados.
Por otro lado, los cambios operados en las políticas arancelarias
de varios de los países miembros han contribuido a erosionar los
márgenes de preferencia negociados en el marco de la ALALC (ver
cuadros n°21, y 22), y ese hecho torna más relativa la
correlación que se puede establecer entre producto negociado y
corriente de comercio.
12. La no aplicación de restricciones cuantitativas a los productos
negociados, también puede contribuir a facilitar las corrientes
de comercio intrazonales, en particular en el caso de aquellos países
que utilizan - o utilizaban - sistemas de licencias previas, o han impuesto
medidas tales como los depósitos previos por dificultades de balanza
de pagos.
13. Habiéndose dejado de lado en la práctica el objetivo
de conformar una zona de libre comercio, y habiéndose transformado
de hecho la ALALC en un sistema limitado de preferencias, su evaluación
debe efectuarse según haya sido su capacidad para generar nuevas
corrientes de comercio e inversiones en función del mercado ampliado
por las preferencias. En otros términos, y dejando de lado la preferencia
como instrumento de promoción de comercio de corto plazo (excedentes
y faltantes), el costo de discriminar frente a terceros se justifica en
última instancia en la medida que la ampliación del mercado
de lugar a una expansión de la capacidad productiva en condiciones
de eficiencia tales que permitan, pasado un plazo, competir sin necesidad
de preferencias. La eficiencia sustituye gradualmente a la preferencia
y a los otros mecanismos que se pueden utilizar para estimular corrientes
de comercio.
Los estudios realizados sobré la eficacia del sistema preferencial
originado en el Tratado de Montevideo, tanto por la Secretaría
Ejecutiva de la ALALC como para la CEPAL, permiten apreciar sus efectos
positivos para superar la declinación del intercambio comercial
que se observaba hacia fines de la década de los 50, para asegurar
un ritmo de crecimiento superior al del comercio global, y para producir
una diversificación del intercambio con una participación
del comercio de manufacturas sensiblemente superior a la del comercio
global. La correlación que existe entre comercio intrazonal y concesiones
otorgadas, si bien declinante en los últimos años, permite
también inferir que los márgenes de preferencia han contribuido
al menos para originar corrientes de comercio. Pero como se señaló
antes, no existen suficientes elementos de juicio como para ponderar el
efecto real de las preferencias en relación al de otros factores
que también pueden haber incidido en las decisiones del operador,
como ser las paridades cambiarlas, los costos del transporte y los estímulos
a las exportaciones. También debe tenerse en cuenta que parte del
comercio intrazonal se canaliza a través de organismos estatales
y que en tal caso el efecto del arancel suele quedar neutralizado. Existen
otros casos en que el intercambio es encuadrado en arreglos de naturaleza
especial que derivan de decisiones nacionales y que no son producto de
la existencia del sistema de la ALALC tal como ha ocurrido con el intercambio
compensado en el sector automotriz entre algunos países.
Las características del sistema preferencial de la ALALC, y la
relativa inestabilidad de las aperturas de mercado negociadas, así
como los rasgos principales del proceso de industrialización en
los principales países de la zona durante la década de los
sesenta, explican que no se puedan observar efectos significativos de
las preferencias zonales en las decisiones de inversión en el sector
industrial. Como señala Javier Villanueva en su estudio sobre "Las
tendencias económicas de varios países de la ALALC"
que se publica como anexo a este informe, "la estrategia de "substitución
de importaciones" en "la medida en que resultó exportadora,
fundamentalmente dio origen a un cierto comercio intra-latinoamericano,
importante, pero sofocado por la falta de complementariedad y por la tortuosidad
de los acuerdos con que estuvo relacionado. En cambio, la industrialización
"exodirigida" que lograra adelantos substanciales en algunos
países de la región, quedo en buena medida concentrada en
el comercio con los más desarrollados con los que las complementariedades
comerciales resultaban más definidas (intra- empresa o entre países)".
Sólo los acuerdos de complementación en la medida que están
vinculados a especializaciones intra-empresas (o eventualmente inter-empresas)
parecen haber tenido una mayor incidencia en las decisiones de inversión.
Las deficiencias de la ALALC para estimular el desarrollo industrial ha
sido más evidente en el caso de los países de mercado insuficiente
y de menor desarrollo económico relativo, y explica el hecho que
estos hayan planteado en forma más nítida su insatisfacción
con los resultados logrados por la Asociación, y que un grupo de
ellos haya decidido encarar a nivel subregional una experiencia de integración
con características muy diferentes.
III. Otras medidas adoptadas en la ALALC y vinculadas con el comercio
intrazonal.
14. La acción de la ALALC en materia de liberación arancelaria
ha sido complementada por acciones en el campo estadías tico y
aduanero, en el de coordinación de políticas y armonización
de instrumentos comerciales, en el desarrollo e intercambio agropecuarios,
en el de la cooperación financiera, en el del transporte y en el
de la cooperación empresarial.
Estas acciones constituyen un aporte valioso de la Asociación
para facilitar y promover las relaciones comerciales entre los países
miembros, y sus efectos trascienden al ámbito más limitado
del intercambio de productos negociados.
Corresponde destacar del conjunto de acciones mencionadas, las siguientes:
a. Los progresos alcanzados en la compilación y suministro
de datos estadísticos sobre el comercio intrazonal, si bien los
resultados distan aún de ser satisfactorios en cuanto al grado
de actualización de la información;
b. La elaboración de una nomenclatura propia de la Asociación,
la NABALALC, y la armonización de las nomenclaturas nacionales,
así como la permanente tarea de actualización y perfeccionamiento
que se desarrolla en esta materia.
c. La promoción de reuniones sectoriales, cuyos efectos
directos se ha manifestado en la preparación de acuerdos de complementación
industrial, y en el establecimiento de un intensa red de contactos entre
los empresarios de la zona, fuente a su vez de efectos indirectos en
la promoción de negocios y acciones de cooperación empresarial
del establecimiento de un sistema multilateral de pagos y créditos
recíprocos, que es un mecanismo de compensación establecido
en 1965 para facilitar los pagos derivados de las corrientes de comercio
recíproco, y reducir las transferencias de divisas entre los
países participantes. El sistema multitaleral de pagos es acompañado
de una red de convenios de créditos recíprocos entre los
bancos centrales de los países miembros de la ALALC, y de la
cual participa también la República Dominicana. Las operaciones
realizadas a través del mecanismo de compensación multilateral
de saldos alcanzaron en 1977 a cerca de 4.000 millones de dólares,
y se estima que cubren más del 75% del comercio intrazonal. El
monto total de las líneas ordinarias de créditos establecidas
en virtud de los convenios bilaterales ascendía, al 31 de diciembre
de 1978, a los 180 millones de dólares, y las líneas adicionales
a 263 millones de dólares.
También se concertó un acuerdo multilateral para la atenuación
de diferencias transitorias de liquidez en la balanza de pagos, conocido
como Acuerdo de Santo Domingo, que cuenta en la actualidad con recursos
por valor de 175 millones de dólares, y al que han recurrido un
número creciente de países en los últimos años.
IV. Desarrollos paralelos a la ALALC.
15. Las relaciones bilaterales continúan siendo el ámbito
donde se concretan medidas conjuntas por pares de países para iniciar,
regular e intensificar el intercambio de bienes y otras acciones de cooperación
económica, así como aquellas referidas al campo técnico
y cultural, que también pueden tener una incidencia, en particular
de largo plazo, sobre las relaciones comerciales. La ALALC no sustituye
las relaciones bilaterales, sino que constituye un marco multilateral
con reglas de juego precisas en cuanto a los aspectos preferenciales en
las relaciones entre los países miembros. La regla de juego central
del sistema multilateral es la cláusula de la nación más
favorecida prevista por el artículo 18 del Tratado, y que en la
práctica significa que toda preferencia comercial que no sea parte
del programa de liberación o de algunos de sus instrumentos auxiliares,
se extiende automáticamente a todos los países miembros,
aunque tal no haya sido la intención de quienes negociaron la preferencia.
De tal modo, la posibilidad actual de otorgar preferencias comerciales
en el ámbito de las relaciones bilaterales se limita a aquellas
hipótesis expresamente previstas en el Tratado, en sus instrumentos
derivados o en resoluciones expresas de las Partes Contratantes. De hecho
tales hipótesis han sido las del tráfico fronterizo (excepción
clásica al tratamiento incondicional de más favor), la de
las ventajas no extensivas a países de menor desarrollo económico
relativo, y más recientemente, las de las ven tajas recíprocas
autorizadas dentro del marco de los convenios que han celebrado con el
Uruguay, la Argentina y el Brasil, Formalmente, sería posible,
además celebrar convenios de unión aduanera y de unión
económica entre dos países en el marco de la resolución
222 que regula la celebración de acuerdos subregionales.
Salvo esta limitación en cuanto al elemento preferencial de un
acuerdo bilateral, la existencia de la ALALC no inhibe la posibilidad
de celebrar entre los países miembros, todo tipo de acuerdos bilaterales,
cualquiera que sea su forma y contenido. En la práctica, los países
miembros de la ALALC han celebrado entre sí numerosos acuerdos
bilaterales, de promoción del intercambio, de cooperación
económica e industrial, de financiamiento, de suministro de mediano
y largo plazo, e incluso de integración fronteriza. En algunos
casos, como entre la Argentina con Chile, y también con el Uruguay,
se han utilizado incluso mecanismos de intercambio compensado en el sector
automotriz de efectos sumamente positivos.
La limitación de la cláusula de la nación más
favorecida, y el hecho que no se hayan contemplado instrumentos ágiles
para su flexibilización, han obstaculizado el empleo de medidas
preferenciales en el marco de los acuerdos bilaterales. A su vez, el temor
a retornar a una situación en el comercio intrarregional similar
a la existente antes de la firma del Tratado de Montevideo, caracterizada
por una compleja red de convenios bilaterales de comercio y de pagos basados
en la compensación, explica la prudencia con que se ha legislado
en la materia desde la creación de la ALALC.
16. En el período de funcionamiento de la ALALC, se ha producido
un desarrollo significativo de los sistemas de transporte y comunicaciones
en la región. En particular, en el área del cono sur la
construcción de puentes y caminos constituye un aporte apreciable
al comercio intrazonal, y repercutirá en una mayor utilización
del transporte terrestre de carga. También tienen una gran incidencia
en las corrientes de intercambio y en la integración de las economías,
la realización de grandes obras hidroeléctricas como las
que están en construcción y proyectadas en el ámbito
de la Cuenca del Plata.
17. La acción en la región de empresas de servicios e industriales
constituye un hecho que se ha ido acentuando en los últimos años,
en parte como consecuencia de la expansión del comercio originada
entre otros factores por la existencia de la ALALC. En el sector bancario
se observa la multiplicación de acuerdos de corresponsalía
entre los bancos de la zona, facilitados por la existencia del mecanismo
de pagos de la ALALC También se observa el aumento del número
de agencias y sucursales de bancos de los países miembros en otros
países de la zona. En 1965 sólo tres bancos tenían
sucursales en otros países. En 1978, son siete los bancos que tienen
sucursales y ha aumentado el número de sucursales por cada uno.
El Banco de la Nación Argentina ha establecido agencias o sucursales
en los otros diez países miembros de la ALALC, y el Banco do Brasil
en seis.
Se manifiesta una mayor actividad de empresas de servicios técnicos
y de construcción de un país miembro en alguno de los otros.
La construcción de grandes obras de infraestructura física
y de energía en varios de los países miembros ha facilitado
el intercambio de experiencias adquiridas por firmas de ingeniería
y de construcción. La participación de una firma brasilera
en la construcción de una presa hidroeléctrica en Venezuela,
acordada en 1978, constituye un ejemplo de una tendencia que puede suponerse
se acentuará en el futuro.
Las inversiones directas en otros países de la región,
originadas en países miembros de la ALALC, en su mayor par te para
la constitución de empresas conjuntas, se ha intensificado en los
últimos años. Un estudio del INTAL realiza, do en 1977 identifica
más de doscientos casos de empresas conjuntas latinoamericanas.
La transferencia de tecnología y la venta de plantas llave en
mano constituye otra modalidad de proyección externa de empresas
de los países miembros de la ALALC. Según datos de 1979,
la casi totalidad de las ventas de plantas llave en mano de empresas argentinas
se han destinado a otros países latinoamericanos.
Estos hechos, si bien no pueden ser directamente imputados a la existencia
de la ALALC, ponen de manifiesto la importancia que ha adquirido el mercado
regional para los empresarios de los países miembros y la complejidad
que han alcanzado en la actualidad las relaciones económicas en
la región.
18. Si bien desde el punto de vista formal y en su origen, el Grupo Andino
ha estado vinculado a la ALALC, sus características y la evolución
que ha tenido en los últimos años, justifican que se lo
pueda considerar como un desarrollo paralelo al de la Asociación,
Compuesto por cinco países miembros, de la ALALC, su comercio recíproco
representó en 1977 el 15% del comercio zonal.
Los mecanismos de desgravación y de programación sectorial
son propios y se diferencian claramente de los mecanismos preferenciales
de la ALALC. La declaración de compatibilidad del Acuerdo de Cartagena
con el Tratado de Montevideo, efectuada en 1969, constituyó el
reconocimiento explícito de la estrategia de integración
regional a través de acciones parciales convergentes hacia un objetivo
común.
El Sistema Económico Latinoamericano (SELA) creado en 1975 por
los países latinoamericanos, incluyendo a la totalidad de Los miembros
de la ALALC, es el resultado de la voluntad de institucionalizar mecanismos
de cooperación frente a terceros-,-sustituyendo de tal forma a
la CECLA-, y mecanismos flexibles de cooperación intrarregional.
Entre sus funciones se encuentran las de promover empresas y proyectos
conjuntos, acciones de cooperación en el campo industrial y agrícola,
el apoyo a los países de menor desarrollo económico relativo,
y la convergencia de los distintos procesos de integración regional.
La existencia del SELA brinda por lo tanto un marco institucional que
puede resultar apropiado para promover acciones de cooperación
económica que se complementen con aquellas que en el plano comercial
y de la complementación industrial desarrolla la ALALC.
Los países de la Cuenca del Plata han establecido a partir del
Tratado de Brasilia firmado en 1969, un mecanismo de cooperación
para el desarrollo del espacio compartido, que constituye un complemento
a las acciones de integración económica originadas en la
propia ALALC y en los entendimientos bilaterales.
V. Antecedentes sobre la reestructuración de la ALALC
19. La resolución 370 (XVIII), aprobada por la Conferencia de
las Partes Contratantes de la ALALC, celebrada en noviembre de 1978, aprobó
los procedimientos que deben conducir a la reestructuración de
la ALALC. Se previo la realización de seminarios en los que debía
efectuarse el diagnóstico de lo que ocurrió en la ALALC
y acerca de su situación actual, y de grupos de trabajo para examinar
la proyección futura de la Asociación. Concluida dicha etapa,
que se desarrollo entre los meses de junio y septiembre de 1979, se prevé
que el Comité Ejecutivo Permanente deberá establecer un
programa de tareas y de negociaciones a cumplirse, el que incluirá
la convocatoria de una Conferencia Extraordinaria de alto nivel gubernamental,
la cual deberá consolidar los acuerdos indispensables para alcanzar
la reestructuración de la ALALC. Todo el proceso deberá
culminar con la convocatoria al Consejo de Ministros a fin de que se reúna
a más tardar el 31 de julio de 1980.
20. Los países miembros de la ALALC han encarado en otras oportunidades
la revisión de los mecanismos originados en el Tratado de Montevideo.
Los intentos realizados entre 1965-1967 y que culminan con ,la reunión
de Cancilleres celebrada en Asunción en agosto de 1967, y en las
denominadas negociaciones colectivas realizadas entre 1974 y 1975, concluyeron
en fracasos debidos a la falta de acuerdo sobre los alcances de las modificaciones
a introducir al sistema de la ALALC. En 1969 se aprobó el Protocolo
de Caracas que introdujo modificaciones al Tratado de Montevideo, en cuanto
al compromiso de integrar una lista común, al ritmo de desgravación
arancelaria a. través de las listas nacionales y al vencimiento
del período de transición para el perfeccionamiento de la
zona de libre comercio, que fue extendido hasta-el 31 de diciembre de
1980.
21. Las características del mecanismo de liberación arancelaria
y la posibilidad de introducir mecanismos de liberación automáticos,
la utilización de la programación industrial sectorial a
través de modificaciones al sistema de acuerdos de complementación;
y la estructura institucional de la Asociación, constituyeron tres
temas centrales en todos los esfuerzos anteriores de revisión del
Tratado de Montevideo.
22. El reconocimiento de acciones parciales de integración con
la participación de sólo algunos de los países miembros,
constituye la innovación principal que los asociados introdujeron
al sistema de la ALALC. Si bien la idea de un avance gradual y por aproximaciones
parciales estuvo presente en los planteos de la CEPAL anteriores a la
firma del Tratado de Montevideo, recién en 1964 con la aprobación
de la resolución 99, los países miembros aceptaron que las
ventajas otorgadas por los participantes en un acuerdo de complementación
industrial no se extendieran sin previa compensación a las demás
Partes Contratantes. En 1967, se dio otro paso en el reconocimiento formal
de las acciones parciales, cuando se aprobó la resolución
222 que regula el funcionamiento de los acuerdos subregionales dentro
del marco de la Asociación. Esta resolución sirvió
de base legal, dentro del sistema jurídico de la ALALC, al Acuerdo
de Cartagena que se firmó en 1969. Y en 1975, la resolución
354, autoriza temporalmente al Uruguay a otorgar ventajas no extensivas
a la Argentina y el Brasil, constituyendo esta resolución una nueva
innovación en materia de acciones parciales, ya que hasta entonces
las ventajas no extensivas sólo se podían otorgar a los
países de menor desarrollo económico relativo. En las negociaciones
colectivas de los años 1974-75, se habían considerado los
acuerdos por pares y grupos de países, y el régimen de empresas
bi y plurinacionales, como un nuevo reconocimiento de modalidades de acción
parcial dentro del marco global del Tratado de Montevideo.
23. De acuerdo a las posiciones adelantadas por las Partes Contratantes,
los temas fundamentales en juego en el proceso de reestructuración
que se ha iniciado parecen ser los siguientes:
a. Función de la ALALC en las relaciones de integración
y cooperación de América Latina;
b. Características y alcances de los mecanismos preferenciales;
c. Características y alcances de los mecanismos de complementación
industrial;
d. Tratamiento especial para los países de menor desarrollo
económico relativo;
e. Situación del denominado "patrimonio histórico
de la ALALC", (preferencias ya otorgadas en los distintos mecanismos
de liberación, y en particular, en las listas nacionales); y
f. Mecanismo institucional y función de la Secretaría.
24. De no mediar una prórroga del período de transición
establecido en el artículo 2° del Tratado de Montevideo (y
modificado por el Protocolo de Caracas), y de no producirse la reestructuración
buscada, la situación jurídica de la ALALC sería
la siguiente a partir del 1° de enero de 1981:
a. El Tratado de Montevideo seguiría vigente y se mantendría
el organismo internacional que creó;
b. No se podría seguir negociando en el marco de las listas
Racionales y de la lista común, pero se mantendrían las
concesiones otorgadas en las primeras, así como los distintos
mecanismos vinculados con la preservación de sus efectos o con
salvaguardas;
c. Sería posible continuar con la negociación de acuerdos
de complementación industrial pero solo en la medida que se modifique
previamente la resolución 99 (IV) en cuanto los vincula con el
período de transición;
d. No habría problemas con respecto a la sustentación
jurídica, en el marco de la ALALC, del Acuerdo de Cartagena y
se podrían celebrar nuevos acuerdos subregionales en base a la
resolución 222 (VII);
e. Se podría seguir utilizando el sistema de ventajas no extensivas
para los países de menor desarrollo económico relativo
, y también podrían mantenerse acuerdos como los celebrados
por la Argentina y el Brasil con el Uruguay (resolución. 354/XV);
f. Para el comercio intrazonal no cubierto por los instrumentos cuyos,
efectos preferenciales perdurarían o que se mantuvieran vigentes,
regiría la cláusula de la nación más favorecida
del artículo 18; y
g. para los demás mecanismos del Tratado no se observan dificultades
para continuar operando como hasta el presente, salvo en el caso de
las disposiciones sobre comercio agrícola (art, 29).
CUADROS ESTADÍSTICOS
Los cuadros números 1,2,6,7,9,12,15,16,17,18,20 y 23, han sido
extraídos del documento CEPAL "El programa de liberación
comercial y su relación con la estructura y las tendencias del
comercio zonal" (CEP/SEM, 1/dt, 2, 22 de mayo de 1979).
Los cuadros números 3,4,5,8,10,11,13,19,21 y 22, han sido extraídos
del documento ALALC, Secretaría, "Eficacia del programa de
liberación y estructura del comercio intrazonal"(CEP/ SEM
1/ dt. 1, 24 de mayo de 1979.
El cuadro n° 14, pertenece al documento ALALC, Secretaría
"El sistema de apoyo a los países de menos desarrollo económico
relativo " (anexo estadístico) (CEP/SEM. Il/dt. 2.1, 20 de
junio de 1979).
Ver
todos los cuadros estadísticos
|
SECCIÓN B.
La Argentina en la ALALC
I. Evolución del comercio exterior de Argentina con la ALALC
y con el mundo
1. Las exportaciones de Argentina a los 10 países que, junto con
ella, integran la ALALC, se multiplicaron por 9.5 veces, medidas en dólares
corrientes, en el período comprendido entre 1957 y 1977 y sus importaciones
desde el resto de la ALALC, crecieron 3.4 veces en el mismo período
(ver
cuadro 1).
2. En lo que respecta al comercio argentino con el resto del mundo, las
exportaciones crecieron 5.6 veces en tanto que las importaciones se multiplicaron
por 3.2, siempre entre los dos años citados (ver
cuadro 1).
3. Si se deducen las ventas de trigo y las compras de petróleo
que representaban el 50 % y el 44% respectivamente del comercio de Argentina
con los países de la zona en 1957, se obtiene que las exportaciones
crecieron 17,3 veces y las importaciones 4.1 veces, en el período
comprendido entre los años indicados (ver
cuadro 4).
4. Las exportaciones con los países de la ALALC significaban el
14% o 7% del total de las ventas argentinas en 1957. Esta relación
se redujo al 12.7% en 1962, año en que entraron en vigencia las
primeras concesiones. A partir de entonces la relación alcanzó
a más del 24% en 1972 y 1977. Las importaciones desde el área
también declinaron respecto al total en el período 1957/62.
A partir de entonces se revirtió la tendencia; en 1967 las compras
en la zona representaron el 23.1% del total, constatándose un importante
incremento en la mayoría de los países con excepción
de Perú y de Venezuela (este último junto con Bolivia acababa
de ingresar a la ALALC). La relación se redujo al 19.6% en 1972
y alcanzó al 23.6% en 1977 (ver
cuadro 2).
5.En 1957 Argentina tuvo déficit con seis de los 10 restantes
países que hoy integran la ALALC. Dicho desbalance significó
el 44% del total del déficit comercial con el mundo para ese año
y superó en cinco millones de dólares a las exportaciones
a1 área. El déficit con la mayoría de los países
se fue gradualmente transformando en fuerte superávit. En 1977
solamente se registró un déficit considerable con Bolivia
atribuible a las compras de gas natural y otro pequeño con Ecuador,
en tanto que se obtuvieron elevados superávit con Chile, Brasil
y en menor medida con los demás países (ver
cuadro 3).
El superávit de ese año con la zona alcanzo al 281 de las
exportaciones a la misma y el 26% del balance favorable global con el
mundo.
6. En resumen, del análisis de las cifras globales se nota a)
un crecimiento mucho mayor de las ventas argentinas a la zona que el correspondiente
a las importaciones; b) el mercado zonal ha ido creciendo en importancia
relativa para la Argentina tanto en lo referente a las exportaciones como
a las importaciones, aunque en éstas con altibajos; c) el país
era deficitario con la mayoría antes de iniciarse la ALALC y actualmente
presenta altos superávit con casi todos los países de la
zona (ver
cuadro 3).
II. Diversificación del comercio Argentina/ALALC
7. El número de productos de exportación a la zona, de
más de u$s 100.000,- pasó de 105 en 1957 a 1.159 veinte
años después. En el mismo período, los productos
importados por valor superior a la suma citada, pasaron de 68 a 444 o
sea, los productos exportados se incrementaron once veces y los importados
seis y media (ver
cuadro 5).
8. Desagregando los totales según el grado de elaboración
de los productos, en el período considerado las exportaciones de
productos primarios crecieron tres veces, las de semimanufacturas 14 y
las de productos manufacturados 28 veces. Con respecto a las importaciones
las cifras respectivas muestran ritmos de crecimientos menores: 2.6, 8.7
y 15.2 veces.
9. Considerando los distintos grupos de países que integran la
ALALC se observa:
a) En el caso de los países de menor desarrollo económico
relativo el número de productos exportados e importados crecieron
a un ritmo parecido al total de la Zona. Esta afirmación también
es válida para las tres categorías de productos. En el
caso de Uruguay, este país ha incrementado notablemente sus ventas
de manufacturas y semimanufacturas a la Argentina durante los últimos
años, como consecuencia de convenios especiales firmados entre
ambos países. Si se excluye a Uruguay del grupo, la tendencia
de las importaciones crece: más lentamente que, el total de la
ALALC;
b) si consideramos a los países de mercado insuficiente, el
número de productos exportados creció mucho más
que el de los importados. Esta constatación se acentúa
para el caso de las. semimanufacturas y más aún para las
manufacturas que se multiplican por 54 en el caso de los productos exportados
y solamente por tres en el de los importados,
c) Para Brasil y México se observa un crecimiento mayor en el
número de productos importados que en las exportaciones. Estas
tendencias se acentúa en la medida en que aumenta el grado de
elaboración de los productos. Sin embargo el hecho de que se
parte de un año base con un número escaso de productos
comercializa dos, especialmente en lo relativo a las importaciones,
puede llevar a interpretaciones incorrectas, por lo tanto conviene comparar
los ritmos de crecimiento con las cifras totales como se hará
a continuación.
III. Composición del comercio Argentina/ALALC
10. En 1957 el 59$ de los productos que se exportaban por valor superior
a. los u$s. 100.000.-, eran primarios, el 16% semielaborados y el 25%
restante manufacturados. Veinte años después se nota una
clara tendencia hacia la reversión de esa estructura; en efecto,
en 1977 los tres grupos representaron respectivamente el 16%, 21% y 63%,
Se aprecia la particular incidencia que han pasado a tener las exportaciones
de manufacturas en el total de ventas al resto de la ALALC (ver
cuadro 5).
En los productos importados el cambio ha sido similar pero no tan acentuado:
56, 25 y 19% para los tres grupos de productos en 1957 y 23, 33 y 44%
en 1977.
11. En general, el cambio en la composición del comercio de Argentina,
con los tres grupos de países que conforman la ALALC, ha sido similar
al que se describe en el numeral anterior, acentuándose la proporción
de ventas de manufacturas y semimanufacturas en el caso de los países
de menor desarrollo y de mercado insuficiente en tanto que en las importaciones
desde esos países tienen menor peso relativo las manufacturas y
los productos semielaborados que en el caso de las compras a Brasil y
México.
12. En resumen: a) durante el período analizado se produjo una
tendencia al crecimiento tanto de las exportaciones como de las importaciones
en todos los grupos de productos; b) la tendencia se hizo más acentuada
en relación con el grado de elaboración de los productos;
c) igual fenómeno sucedió con las importaciones aunque el
crecimiento fue más lento que en las exportaciones;
d) en general se puede afirmar que las ventas de productos manufacturados
crecieron más rápidamente en el caso de los países
de menor desarrollo; e) actualmente predominan los productos manufacturados
y semielaborados en las ventas a la Zona y otro tanto sucede con las compras;
f) estas comprobaciones se acentúan en el caso de los países
de menor desarrollo en lo que respecta a las exportaciones y en los países
más desarrollados en relación con las importaciones.
IV. Orientación por países
del comercio Argentina/ALALC (ver Cuadro
2 y Cuadro
7)
13. El principal cambio que se detecta en la importancia relativa de
los distintos países en lo que respecta a las exportaciones, es
el relacionado con la lenta pero firme diversificación de los mercados
del área en 1957 los seis países que representaban los menores
porcentajes (Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Venezuela),
significaron el 11 o 7 % de las ventas Argentinas a la Zona. En cambio,
esa relación alcanzó al 36,4% en 1977 0 Por el contrario,
Brasil, Chile, Paraguay y Perú que absorbían el 88.31 de
las exportaciones en el año base, disminuyeron su participación
relativa al 63.61 en 1977. El país que presenta un cambio más
pronunciado es Brasil que al principio del período considerado
significaba más de la mitad del mercado de la ALALC para Argentina,
en tanto que en 1977 solamente representa una tercera parte.
La disminución significativa del país que más comercia
con Argentina en la Zona, avala la afirmación de que se está
diversificando dicho mercado.
14. Desde el punto de vista de las importaciones se produce un fenómeno
similar si se excluye a Venezuela, debido a que las compras a este país
han tenido una variación relativa decreciente como consecuencia
de la menor importación del petróleo y sus derivados
15. En resumen, la Argentina aumentó sus exportaciones y sus importaciones
con todos los países, pero en forma relativamente mayor con quienes
menos comerciaba antes de la ALALC La tendencia mencionada es sostenida
aunque lenta y en consecuencia no se han producido cambios radicales en
la participación de los países, con la excepción
de Brasil en las exportaciones, señalada anteriormente.
16. En el cuadro
7 se observa que durante todo el período, las exportaciones
a los países limítrofes alcanzaron a representar más
de las tres cuartas partes de las ventas a la ALALC, con excepción
del año 1967, en que la relación se situó ligeramente
por debajo. Sin embargo, esta concentración presenta una tendencia
de creciente que se explica por la diversificación de mercados
mencionada anteriormente.
Por el contrario, las importaciones de la Zona muestran una marcada tendencia
a concentrarse en los países contiguos. Esto se explica por la
disminución de las importaciones de petróleo y derivados
desde Venezuela y las compras de gas boliviano en los últimos años.
Si se excluyen estos dos productos la tendencia sería la opuesta
ya que lentamente se va incrementando la participación relativa
de Colombia, Ecuador y México en las importaciones.
Sin embargo, a pesar de la tendencia señalada, el comercio de
importación continúa concentrado, al igual que el de exportación,
en su gran mayoría en los países limítrofes. Las
ventas a los países andinos tienden a incrementar su participación
relativa a partir de los inicios de la ALALC, en tanto que las compras
de ese origen presentan altibajos que en 1977 se explican por las compras
de gas a Bolivia.
Brasil y México presentan tendencias opuestas analizados individualmente;
pero cabe señalar que la participación de Brasil continúa
siendo determinante en ambas manos del comercio.
Los países de mercado insuficiente evolucionaron, en sus relaciones
comerciales con Argentina, en forma similar a los del Grupo Andino y los
de menor desarrollo relativo muestran una creciente participación
en las exportaciones y en las importaciones en el último año
por las razones ya comentadas.
V. Tasas de crecimiento del comercio con la ALALC y con el resto del
mundo
17. El cuadro
8 demuestra que el comercio con la ALALC creció más
aceleradamente respecto al registrado con el resto del mundo, tanto en
las exportaciones como en las importaciones.
Las ventas a la Zona, calculadas en dólares corrientes, en 1977
se multiplicaron más de ocho veces con respecto a 1960, año
inmediato anterior a la vigencia de la ALALC. En igual período,
las exportaciones al resto del mundo crecieron 4,7 veces.
Del lado de las importaciones se obtuvo un crecimiento de 4,9 veces para
la Zona y de 3 veces para el resto del mundo, en el mismo período.
VI. Comercio de Argentina con la ALALC
y con el resto del mundo, de productos manufacturados, según principales
capítulos NAB
18. Cuadros
9A a 9 O
En estos cuadros figuran los capítulos más representativos
de las exportaciones de manufacturas de Argentina a la ALALC y al resto
del mundo.
Las exportaciones hacia la ALALC constituyen en todos los casos, más
del 50% de las ventas de estos productos. Por el contrario, las importaciones
provienen, en su gran mayoría, del resto del mundo. Esto demuestra
que la Zona ha tenido una gran importancia como mercado para la promoción
de las exportaciones manufactureras, en tanto que el mercado argentino
no ha absorbido importaciones de estos productos en igual proporción.
Estas afirmaciones son válidas para los tres años seleccionados,
en los que ya estaba vigente la ALALC.
Sin embargo, se destaca que las exportaciones de estos productos a Brasil
y México y, en algunos capítulos, a Uruguay y Chile, son
similares a las importaciones provenientes de esos países.
En cambio, las exportaciones de estas manufacturas a los países
de mercado insuficiente y a los de menor desarrollo relativo, en la gran
mayoría de los casos, superan ampliamente a las importaciones.
VII. Principales productos comercializados
19. En los cuadros
1l y 12, se comparan los principales productos de exportación
e importación de Argentina con los demás países de
la ALALC en 1960 y 1977.
Se puede apreciar que los productos tradicionales continúan ocupando
los principales lugares. Sin embargo, productos manufacturados no tradicionales
han pasado a ocupar ubicaciones importantes especialmente en las exportaciones
de Argentina.
Fenómeno similar se aprecia en los cuadros 13A
y 13B
y 14A
y 14B
en los que figuran los 20 principales productos de exportación
e importación de Argentina con la ALALC y con el mundo
VIII. Importancia de los mercados de la ALALC para Argentina y viceversa
20. En el cuadro
15, se observa que con excepción de Perú y Chile los
países de la ALALC mejoraron su ubicación en el ranking
de las exportaciones de Argentina entre 1961, año previo a la iniciación
de la ALALC, y 1977.
Con respecto a las importaciones, los países de la ALALC mejoraron
su ubicación con respecto a 1961, con la excepción de Perú,
Venezuela y Paraguay.
Por otra parte la Argentina ha pasado a constituir un mercado relativamente
más importante para Colombia, Ecuador, México y Uruguay
y menor importante para Brasil, Paraguay, Perú y Venezuela, En
los casos de Bolivia y Chile, Argentina continúa representando
uno de sus principales mercados.
En cambio la Argentina, mejoró sensiblemente su ubicación
en las importaciones de siete países de la ALALC y la desmejoró
en Paraguay y Perú.
IX Productos comercializados con la
ALALC en 1977 por valor superior a u$s 1 .000.000 clasificados según
acuerdos preferenciales negociado.
21. El cuadro
10, se obtuvo de la muestra de productos exportados e importados en
1977 que figuran en el anexo al cuadro.
Se aprecia que el comercio con Brasil se cursa predominantemente a través
de las listas nacionales y de los acuerdos de complementación suscriptos
entre ambos países o Ello también es válido para
el comercio con México.
El 611 de los productos exportados por Argentina al resto de la ALALC
se cursan a través de sistemas preferenciales. Esta cifra aumenta
al 761 en el caso dé las importaciones. Esta diferencia estaría
demostrando una mayor utilización, por parte de Argentina, de otros
estímulos a la exportación o sencillamente que el país
está en condiciones de penetrar en los mercados de la zona sin
necesidad de preferencias o de otros estímulos, en el caso de estos
productos.
En el anexo figuran los productos exportados e importados en 1977 por
un valor superior al millón de dólares, con una columna
en el margen derecho donde figura la cifra exportada o importada en el
año anterior a la vigencia de la ALALC. También están
señalados los mecanismos preferenciales utilizados para la comercialización
de cada producto y la clasificación de los mismos según
el grado de elaboración. Asimismo figura el comercio con el mundo
en cada caso.
Al final del anexo figura un cuadro en el que se calcula la incidencia
de los productos de más de un millón de dólares de
anexo, en relación con el comercio total de Argentina con cada
país de la ALALC También se transcribe una lista de los
acuerdos de complementación utilizados para comercializar los productos
que figuran en el anexo.
X. El Convenio Argentino- Uruguayo de Cooperación Económica
22. El 20 de agosto de 1974 los gobiernos de Argentina y Uruguay suscribieron
un convenio tendiente a fortalecer la integración entre ambos países
mediante acciones conjuntas en el campo del comercio, la industria y las
inversiones reproductivas. Allí se reconoce la condición
de país de menor desarrollo económico relativo al Uruguay.
En el ámbito comercial sé busca intensificar y diversificar
el comercio recíproco tratando de lograr un aceptable equilibrio
cuantitativo y cualitativo. El instrumento que se utiliza es la eliminación
de gravámenes y demás restricciones para el mayor número
posible de productos, aunque se permite la negociación de concesiones
arancelarias limitadas (estacionales, temporales, por cupos o mixtas).
Por Resolución 354 de la Conferencia de la ALALC se autorizó
temporariamente al Uruguay a otorgar concesiones no extensivas a Argentina
y Brasil. Ello hizo posible el funcionamiento de los convenios que Uruguay
firmó con sus países limítrofes.
El punto VI del Protocolo Adicional del Convenio Argentino-Uruguayo establece
que La República Argentina mantendrá la liberación
total de cada uno de los productos comprendidos en el programa de liberación
cuyas importaciones no hayan superado el cinco por ciento de la producción
argentina registrada en el año anterior.
Como contrapartida, Uruguay eliminará los gravámenes y
restricciones a las importaciones provenientes de Argentina por un valor
equivalente al sesenta por ciento del crecimiento de las exportaciones
totales de productos uruguayos a la Argentina en el año calendario
anterior. Una vez logrado el equilibrio comercial, la liberación
se hará por el cien por ciento de dicho comercio".
El Convenio no se limita al ámbito comercial y prevé otras
acciones conjuntas como la creación y funcionamiento de empresas
binacionales y estímulos a las in versiones dirigidas al aprovechamiento
de ambos mercados. Hasta el presente no se registraron acciones en estos
campos.
23. Por decretos 791/75 y 1/76 de Argentina, fueron otorgados 804 productos
manufacturados al Uruguay con sus cupos respectivos. A su vez, el Uruguay
otorgó concesiones para unos 200 productos, que entraron en vigencia
el 1 de enero de 1979. En consecuencia, el Convenio ha operado hasta fines
de 1978 en forma unilateral para Uruguay.
Este país aprovechó el siguiente porcentaje de concesiones
desde que fueron otorgadas:
Año
1975
|
15,9
%
|
Año
1976
|
22,3
%
|
Año
1977
|
23,1
%
|
Año
1978
|
28,4
%
|
O sea, el año pasado Uruguay exporto 228 productos de los 804
que le fueron otorgados. El monto de las exportaciones uruguayas a través
del Convenio es el siguiente (en millones de u$s):
Año
1975
|
11,0
%
|
Año
1976
|
13,5
%
|
Año
1977
|
15,4
%
|
Año
1978
|
21,7
%
|
A su vez las exportaciones uruguayas no aprovecharon plenamente los cupos
otorgados por Argentina. Un informe de la Oficina Conjunta Permanente,
administradora del Convenio, estimó que en 1978, en caso de haberse
utilizado la totalidad de los cupos establecidos para los 228 productos
que generaron comercio, las ventas habrían alcanzado la cifra de
u$s 11-4.4 millones frente a los 21.7 millones efectivamente exportados.
Durante 1977 las exportaciones uruguayas a través del convenio
alcanzaron al 49.7% de las ventas totales a la Argentina.
24. Los productos de la industria automotriz que se intercambian entre
Argentina y Uruguay, se regulan desde 1971 por un convenio de intercambio
compensado que posibilita el comercio de partes y piezas compensados y
desgravados progresivamente al comienzo y totalmente a partir de 1975.
Este convenio ha ido asumiendo una importancia cada vez mayor en el intercambio
rioplatense, significando en 1977 el 34,3% de las exportaciones uruguayas
a la Argentina.
25. Desde julio de 1975 Uruguay tiene en vigencia un Convenio con Brasil
que también incluye aspectos del intercambio comercial, y opera
en forma bastante similar al convenio con Argentina. La diferencia radica
en que el Uruguay desgravó totalmente un grupo de ítems
que no produce en su territorio. Por otra parte varias de las concesiones
que recibe Uruguay recaen sobre productos incluidos en el convenio con
Argentina.
Las exportaciones uruguayas al Brasil en 1977, a través del convenio,
fueron similares a las registradas en el convenio con Argentina (u$s 21.7
millones).
26. En conclusión, el convenio de cooperación económica
ha venido operando en forma satisfactoria posibilitando el incremento
de las exportaciones de manufacturas uruguayas a la Argentina. Sin embargo
aun es prematuro para detectar si se están realizando inversiones
nuevas o ampliando las existentes en función de las ventajas del
convenio. En todo caso, los cupos que establece la Argentina parecen constituir
una limitante para dichos proyectos.
|
SEGUNDA
PARTE
"Recomendaciones, sobre la participación de la Argentina en
el proceso, de reestructuración de la ALALC"
1. La reestructuración de la ALALC, motivada por el vencimiento
del período de transición establecido por el Tratado de
Montevideo, y por la creciente ineficacia de sus mecanismos de liberación
del comercio, debe ser encarada por la Argentina como parte de su estrategia
latinoamericana y de inserción en el sistema económico y
político internacional.
En su estado actual, la Asociación ha dejado de ser un instrumento
útil para el logro de los objetivos que el país perseguía
al promover su creación y al participar activamente en la misma.
Ni la expansión y diversificación del comercio intrarregional,
ni el avance gradual hacia metas más ambiciosas de integración
y cooperación económica entre países miembros, encuentran
en ella ámbito apropiado. Por el contrario, de persistir la situación
en que se encuentra la ALALC, el país y las demás Partes
Contratantes tendrán crecientes dificultades para intensificar
sus relaciones económicas y por en de para profundizar su solidaridad
política.
La puesta al día de los mecanismos e instrumentos de la Asociación,
constituye para el país una consecuencia del valor que le atribuye
a la región latinoamericana en función de su propio desarrollo
nacional y de su activa participación en el sistema internacional.
El potencial económico de la región; la dimensión
de los mercados y sus posibilidades concretas de expansión; la
riqueza en recursos humanos y naturales, son entre otros, factores que
justifican el valor que América Latina tiene para la Argentina.
Pero es mucho también lo que el país puede aportar al desarrollo
latinoamericano. Sus ventajas relativas como productor de alimentos, en
materia tecnológica e industrial, y en la capacidad técnica
de su población, son apreciadas y valoradas por los demás
países de la región. Una Argentina fuerte, imaginativa y
dinámica, puede ser un factor significativo en la evolución
futura de las relaciones económicas y política de la región
y en el desarrollo de los países que la integran.
Las incertidumbres que plantea la evolución internacional, y que
en el plano comercial presagian la disminución del crecimiento
de las economías industrializadas y tendencias proteccionistas,
tornan más urgente la necesidad de acentuar nuestra presencia regional.
La integración de la Argentina en América Latina, sigue
constituyendo como lo fuera cuando la ALALC fue creada y en los años
siguientes, un objetivo central para nuestro propio desarrollo y seguridad,
Pero los mecanismos e instrumentos funcionales a tal objetivo, deben permitir
preservar la libertad de maniobra internacional' propia de un país
independiente y con relaciones e intereses significativos en otras regiones
del mundo.
En esta perspectiva, la reestructuración de la ALALC debe ser
vista como una pieza de una empresa de profundo sentido político,
que persigue el objetivo de un desarrollo compartido de los países
de la región, respetuoso de las respectivas identidades nacionales
y ambicioso en sus metas de bienestar y de participación internacional.
Al ser protagonista activo de este proceso, la Argentina podrá
efectuar un aporte a la región y defender sus propios intereses
nacionales.
2. La Argentina podría eventualmente prescindir de la ALALC, pero
no de un marco multilateral de promoción del comercio y de las
relaciones de complementación e integración económica
en la región. Si el proceso de reestructuración fracasara
y si la ALALC dejara de funcionar o desapareciera, sería necesario
reemplazarla por un nuevo marco multilateral con objetivos similares aunque
tuviera modalidades y mecanismos diferentes. Caso contrario se habría
producido un retroceso en la evolución de las relaciones económicas
latinoamericanas, a las condiciones existentes antes de 1960. Un retorno
al bilateralismo comercial no parece responder al interés nacional
ni a los requerimientos de la proyección regional de la economía
argentina.
Resulta más practico entonces introducir las modificaciones necesarias
al Tratado de Montevideo, preservando sus objetivos y adaptando sus mecanismos
e instrumentos a una nueva etapa de la vida de la Asociación. Tal
posibilidad está expresamente prevista en el propio Tratado y es
reconocida como necesaria y viable por todos los asociados. Sólo
en el caso que el proceso de reestructuración fracase o de lugar
a resultados que no redunden en una eficacia real de la Asociación,
debería el país reconsiderar su participación en
la misma, y proponer a los demás países de la región
la creación de un nuevo marco multilateral.
Al ser una pieza de una empresa más ambiciosa, la ALALC reestructurada
se insertará en un esquema institucional complejo de las relaciones
económicas regionales, constituido por otros organismos de cooperación
e integración, como el SELA. La Cuenca del Plata y el Grupo Andino.
La multiplicidad de organismos multilaterales existentes, refleja el interés
de los países de la región de disponer de diversos medios
para promover su desarrollo compartido. No son excluyentes entre sí,
y por el contrario, cumplen funciones que pueden complementarse. En este
espectro institucional, la función prioritaria de la ALALC es la
de asegurar un sistema de preferencias comerciales y de complementación
industrial, que contribuya a las acciones de integración económica
y de cooperación que se desarrollan a nivel regional, subregional
o bilateral. El proceso de integración económica regional
no se agota sin embargo en la ALALC. Se expresa en una pluralidad de ámbitos,
gubernamentales y no gubernamentales, que en su conjunto tienden a converger
en el objetivo de intensificar las interacciones económicas entre
los países de la región. Para producir los resultados deseados,
una estrategia de la Argentina con respecto a la ALALC supondría
entonces una participación activa en relación a todos los
otros organismos gubernamentales (SELA, Grupo Andino, Cuenca del Plata,
y otros) o no gubernamentales (AILA, ALIDE, FELABAN, FELAC, y otros),
que pueden tener una incidencia en los alcances y modalidades de las relaciones
de cooperación e integración de la región.
3. En el ámbito de la ALALC, el avance hacia grados más
intensos de integración económica, abarcando a la totalidad
de los países de la región o de los signatarios "del
Tratado de Montevideo, debe ser descartado como objetivo inmediato. La
experiencia pasada, las diferencias de grado de desarrollo y de políticas
existentes en la región, y el alcance real de la voluntad de muchos
de los países de adoptar compromisos multilaterales audaces y rígidos,
demuestran que no están dadas las condiciones para que el conjunto
de países miembros se comprometan con seriedad y realismo, a lograr
metas ambiciosas de integración económica.
Cuando lo han intentado les ha resultado difícil pasar del plano
programático y retórico. La idea de un mercado común
regional, con características y alcances similares a los de la
Comunidad Económica Europea debe mantenerse en el horizonte, pero
sin que la tentación del apresuramiento la desgaste como consecuencia
de intentos que no encuentran sustentación en las realidades nacionales.
La experiencia de 1967 cuando, a pesar de la opinión entre otras
de la Argentina, se creyó posible avanzar hacia el mercado común
latinoamericano, debe tenerse presente a fin de evitar pasos falsos similares.
La posición nacional ha sido siempre la de considerar que la integración
económica regional, es una empresa de largo alcance que debe lograrse
a través de aproximaciones graduales pero sólidas.
En lo inmediato, deben ajustarse los mecanismos existentes a fin de satisfacer
las exigencias más concretas de la promoción del comercio
y la complementación económica. Ello sin perjuicio que grupos
de países miembros de la Asociación (dos o más),
decidan avanzar en forma más acelerada en la integración
y complementación de sus economías, aprovechando la existencia
de condiciones objetivas que faciliten tal paso, como ya lo han hecho
los países miembros del Acuerdo de Cartagena. En ese caso será
necesario asegurar la compatibilidad legal y económica de los compromisos
o acciones parciales (subregionales, bilaterales o sectoriales), con los
que se han asumido o puedan asumirse a nivel regional. De lo contrario,
puede producirse un resultado no deseado de mayor fragmentación
económica de la región, de retorno a compartimentos estancos,
que cualquiera que sean sus beneficios inmediatos para las partes involucradas,
eliminaría o al menos reduciría las posibilidades futuras
de un mercado regional integrado. Tal situación contribuiría
más al conflicto que a la cooperación y a la solidaridad
en el desarrollo regional.
4. La Argentina debe dejar claro su interés en estrechar al máximo
sus relaciones de integración y cooperación económicas
con los demás países de la región y en particular
con los miembros de la ALALC, dentro de los límites impuestos por
las realidades económicas y por los intereses y posibilidades concretas
de los demás países. La prudencia y el realismo que han
caracterizado siempre a la posición nacional en la materia no debe
expresarse en tal forma que pueda ser interpretada como una falta de interés
en el logro de los objetivos de integración.
Parece razonable plantear una evolución gradual y progresiva hacia
compromisos de integración y cooperación más estrechos,
aumentándose la intensidad de los mismos en aquellos casos y situaciones
en que las homogeneidades de estructuras y de políticas económicas
así lo permitan. La idea más avanzada de comunidad económica,
requiere que los países participantes sustenten su vínculo
asociativo en una base amplia de valores e intereses compartidos, y en
un potencial concreto de acciones conjuntas en el plano económico.
Es en el ámbito contiguo a la Argentina donde se le presentan al
país mayores posibilidades para un planteamiento ambicioso de integración
económica, que sea parte indisociable de una estrategia nacional
más amplia de cooperación y solidaridad con la región.
5. La reestructuración de la ALALC, debe encararse de manera tal
que se facilite el desarrollo de un sistema de preferencias comerciales
entre los países miembros, a través de compromisos o acciones
globales que abarquen a la totalidad de los asociados, y de compromisos
o acciones parciales de alcance subregional, sectorial o bilateral. Las
preferencias deben extenderse a las medidas arancelarias y a las paraarancelarias,
así como a todo otro tipo de medidas de origen gubernamental, que
pueden incidir en los flujos comerciales.
A diferencia de lo que ocurría en 1960, cuando los compromisos
asumidos en el GATT tuvieron una incidencia decisiva en la elección
del instrumento de la zona de libre comercio, en la actualidad los miembros
de la ALALC, pueden recurrir a mecanismos más flexibles para el
otorgamiento de preferencias comerciales. La "cláusula de
habilitación" aprobada en ocasión del Tokio Round,
y la propia práctica del GATT al aceptar sistemas preferenciales
como el del grupo ASEAN en 1979, brindan los antecedentes normativos y
prácticos que autorizan a los países miembros de la ALALC,
a establecer un Sistema de preferencias que no se ajusten necesesariamente
a los requisitos del artículo XIV del GATT. Sin perjuicio que por
razones prácticas se prefiera mantener el objetivo de largo plazo
del perfeccionamiento de una zona de libre comercio, lo que significaría
no introducir modificaciones de fondo a la estructura actual del Tratado
de Montevideo, la reestructuración debe producir una flexibilización
de los mecanismos preferenciales existentes. No es conveniente establecer
metas ni plazos. Lo importante es que se establezca un mecanismo de negociación
al que los países miembros puedan recurrir, sin periodicidad fija
y sin obligación de que todos participen. Las preferencias que
se negocien serían extensivas sólo a los países miembros
que han participado en la negociación.
El papel promotor de una Secretaría con buen nivel técnico,
sería de fundamental importancia para asegurar la eficacia del
mecanismo.
Como compromiso mínimo de alcance multilateral, los países
miembros deberían aprobar al poner en funcionamiento la nueva etapa
de la ALALC una preferencia regional, válida para todo el universo
arancelario en porcentajes variables según el nivel de desarrollo,
con las menores excepciones posibles y con posibilidades de ampliación
periódica pero no automática.
El funcionamiento eficaz del sistema preferencial, exigiría un
perfeccionamiento de los mecanismos de salvaguardia; la regularización
adecuada de los estímulos a la exportación; el control riguroso
del retiro de concesiones o de la disminución de los márgenes
de preferencia a fin de garantizar el cumplimiento de lo pactado; y el
refuerzo del sistema de consultas entre las Partes que debería
ser obligatorio en ciertos casos.
La compatibilización de las llamadas acciones parciales cualquiera
que sean sus modalidades, con los compromisos globales y multilaterales
que los países miembros han asumido, deberá ser objeto de
una regulación precisa. Lo esencial es asegurar que todas las partes
estén informadas de la negociación de un acuerdo preferencial
de alcance parcial (subregional, sectorial o bilateral) desde su inicio
y que tengan abierta la opción para participar en la negociación
antes que ella concluya. Una vez concluido el acuerdo también es
fundamental mantener la posibilidad de incorporarse al mismo pero mediante
adecuada compensación. La información y visibilidad en el
proceso de negociación de un acuerdo preferencial de alcance parcial,
debe permitir a cualquier parte interesada o a la Secretaría, presentar
objeciones fundadas en el caso que se considere que sus efectos pudieran
ser incompatibles con otros compromisos. Los plazos para presentar objeciones
deben ser estrictos y cortos. Sólo en el caso en que haya objeciones
el acuerdo debería ser objeto de una evaluación para el
conjunto de las partes, y de una decisión expresa de compatibilización.
De lo contrario la compatibilización se produciría en forma
automática al vencimiento de los plazos de información.
Las preferencias originadas en los acuerdos de alcance parcial que hayan
pasado por el procedimiento de compatibilización, quedarían
excluidas de la aplicación de la cláusula de la nación
más favorecida establecida en el artículo 18 del Tratado.
Sería necesario prever la posibilidad de una revisión periódica
de la compatibilización de los acuerdos preferenciales de alcance
parcial, sea a instancia de parte o de la Secretaría. En tal caso,
el pronunciamiento positivo o negativo de las Partes Contratantes, se
efectuaría sin que los países participantes del acuerdo
puedan ejercer su derecho a veto.
La flexibilización de los mecanismos preferenciales de la ALALC
debe ser conciliada con los requerimientos de estabilidad en las preferencias
que se negocien. De lo contrario no se operaría el efecto buscado
de promover inversiones en nuevas actividades productivas como consecuencia
del mercado ampliado. Pero a su vez, entendidas como instrumento de promoción
de actividades productivas eficientes, las preferencias sólo deberán
prolongarse en el tiempo lo suficiente para obtener su objetivo. Flexibilidad
de los mecanismos, estabilidad y transitoriedad de las preferencias, deberían
ser entonces las tres notas distintivas de la nueva etapa de la ALALC,
y su logro significaría un progreso notable con respecto a lo que
ha ocurrido hasta el presente.
6. La ALALC en su nueva etapa, debe contribuir a que la Argentina pueda
desarrollar relaciones de cooperación y de complementación
intensa, con cada uno de los países miembros y con el Grupo Andino
como conjunto, recurriéndose para su estímulo a todo tipo
de mecanismos y medidas, inclusive las de carácter preferencial.
La flexibilización de los mecanismos preferenciales de la ALALC
le otorgará al país una mayor libertad de maniobra para
desarrollar relaciones especiales con cada uno de los demás asociados,
recurriendo para ello a modalidades de cooperación apropiadas en
cada caso.
En el caso del Grupo Andino, además de las relaciones bilaterales
de contenido tradicional con los países miembros, la Argentina
podrá concretar un acuerdo de cooperación y de complementación
recurriendo para su ejecución a instrumentos como el de los acuerdos
de complementación industrial, que permitirían asegurar
la participación de la industria nacional en el esfuerzo andino
y al Grupo obtener en el país la ampliación de sus mercados,
y tecnología adecuada a sus actuales requerimientos. El tratamiento
especial al capital argentino debe ser una contrapartida natural al esfuerzo
de cooperación del país con el Grupo Andino.
Pero además, las modificaciones que se introduzcan al Tratado
de Montevideo, deben permitir que el país pueda comprometer su
participación en el establecimiento de una comunidad económica
junto con aquellos otros .países miembros con los cuales se den
las condiciones objetivas necesarias para asegurar su éxito. El
ámbito de los países contiguos es el que está más
próximo a reunir los requisitos mínimos de éxito.
Previa una evaluación completa de las implicancias políticas
y económicas de una iniciativa de esta naturaleza, el país
debería adoptar los pasas necesarios para que en el ámbito
subregional se establezca una comunidad económica, que contenga
un programa de liberación del intercambio y de establecimiento
de un arancel externo común, de liberación en la circulación
de los bienes y los capitales, la libertad de establecimiento de personas
y empresas, y la armonización de políticas. Tal programa
no implicaría la existencia de instancias supranacionales, y sólo
deberían preverse funciones de coordinación y de secretariado/técnico.
Compartir recursos y mercados, asociarse para el desarrollo, es una empresa
que trasciende los problemas o las necesidades de la coyuntura. Sólo
puede ser sólida si se inserta en una visión de largo plazo.
En tal visión también cobran nueva luz las realidades del
corto plazo. Examinar en profundidad esta alternativa, planteada en repetidas
oportunidades en el ámbito subregional, constituye una tarea urgente
para nuestros países.
7. Con respecto a las modificaciones concretas que deberán introducirse
en el Tratado de Montevideo y en los instrumentos derivados del mismo,
se recomienda:
a. la prórroga por un plazo prolongado del período de
transición para el perfeccionamiento de una zona de libre comercio.
b. la supresión de la lista común.
c. el establecimiento de un mecanismo de negociación de preferencias
de alcance multilateral, en el que todos los países miembros
tengan derecho a participar. Las negociaciones se realizarían
sin periodicidad fija, y las concesiones se extenderán solo a
los países participantes.
Además se mantendrá el instrumentó de las Listas
Nacionales pero sin compromiso de obtener determinadas metas en materia
de liberación comercial. Las negociaciones deberán extenderse
a las restricciones no arancelarias. En el marco de este nuevo mecanismo
de negociación de preferencias, deberá negociarse la adopción
de un compromiso mínimo común a todos los países,
si bien con alcances diferenciales según el grado de desarrollo,
de otorgar una preferencia regional con posibilidades de ampliación
periódica pero no automática,
d. el perfeccionamiento del tratamiento especial para los países
de menor desarrollo económico relativo, que comprenda medidas
arancelarias y un programa audaz de apoyo técnico y económico
para asegurar su participación intensa en las relaciones económicas
regionales.
e. la modificación de la cláusula de la nación
más favorecida del artículo 18, manteniendo su carácter
incondicional sólo para las relaciones con terceros países,
y para los países miembros de la Asociación con respecto
a aquellas ventajas que no se originen en el mecanismo de preferencias,
o en compromisos de alcance parcial considerados compatibles y funcionales
con los compromisos globales.
También debería preverse expresamente el excluir de los
alcances del artículo 18 a las ventajas que se otorguen a los
demás países latinoamericanos no miembros de la ALALC,
bajo modalidades previamente determinadas.
f. la reglamentación de un mecanismo de compatibilización
entre los distintos tipos de acciones preferenciales parciales, y entre
estos y los compromisos globales, de manera tal que asegure la convergencia
entre unos y otros.
g. la supresión de la Conferencia anual y su sustitución
por ruedas periódicas de negociaciones multilaterales; la mayor
periodicidad de las reuniones de ministros; y el fortalecimiento técnico
de la Secretaría Ejecutiva.
8. Los acuerdos de complementación industrial en sus distintas
modalidades, constituyen uno de los elementos más idóneos
para promover las relaciones económicas de la región.
La resolución 99 en su forma actual permitiría una utilización
más intensa de estos acuerdos, en la medida que se facilite la
acción de la Secretaría Ejecutiva para promoverlos. Las
reuniones sectoriales y los acuerdos interempresariales, son mecanismos
indispensables para la promoción de acuerdos de complementación
y para asegurar su eficacia. Concebidos como instrumentos de promoción
industrial, y no sólo como instrumentos para facilitar el comercio
de excedentes y faltantes, los acuerdos de complementación suponen
una acción intensa en el plano regional para la identificación,
promoción y financiamiento de proyectos, y en ella deberán
desempeñar un papel destacado los organismos públicos y
privados de financiamiento, y las empresas de servicios técnicos.
9. El denominado "patrimonio histórico" de la Asociación,
constituido por las concesiones ya otorgadas, debe ser evaluado considerando
los derechos adquiridos por las Partes Contratantes, y los requerimientos
que surgen de los mecanismos de acción parcial como es el caso
del Grupo Andino. A partir del principio de la vigencia de los compromisos
asumidos en las Listas Nacionales, debería establecer un plazo
dentro del cual se negocien los ajustes necesarios al paquete de concesiones
otorgadas.
10. Firme en sus objetivos de desarrollo nacional y en pleno uso de su
libertad soberana, el país debe encarar la empresa del desarrollo
compartido latinoamericano, con profundo sentido político, fruto
del valor que le atribuye a la región y de su espíritu de
solidaridad con los países que la integran. La reestructuración
de la ALALC es una pieza central de esta empresa política. Y por
ello debe requerir la atención permanente de los máximos
niveles de decisión.
La empresa del desarrollo compartido latinoamericano tiene profundas
raíces históricas, y debe responder a criterios de realismo
político y económico para ser sólida. Proyectada
hacia el futuro significa crear condiciones externas básicas para
el esfuerzo nacional de desarrollo e independencia de cada país
de la región, en el mundo de creciente complejidad e interdependencia
del último cuarto de este siglo.
La Argentina debería tomar la iniciativa de asegurar el sentido
político dé su participación en la ALALC, promoviendo
como corolario del proceso de reestructuración, una reunión
de Presidentes de los países miembros, que en sí misma simbolizaría
el carácter de la empresa encarada, y de la que resultaría
el respaldo necesario para que la acción del organismo se inserte
en un cuadro más amplio al técnico y comercial.
|
ANEXO
LAS TENDENCIAS ECONÓMICAS DE VARIOS
PAÍSES DE LA ALALC
Informe elaborado para el Grupo de Trabajo por el
Dr. Javier Villanueva, Director del Instituto Di Tella.
Introducción
1. Observando el desempeño de las economías de América
Latina, dentro del complejo marco de la década del setenta, lo
que puede detectarse a grandes rasgos (ver Cuadro 1) es que, aún
cuando con un endeudamiento internacional considerable y con pérdidas
de dinamismo a medida que transcurre la década, los países
de la región han demostrado mejores condiciones que los países
más desarrollados para sobrellevar los rigores del presente decenio.
Cuadro 1
Tasas de crecimiento anual promedio PBI,
América Latina y países de la OCDE
|
1970
|
1971
|
1972
|
1973
|
1974
|
1975
|
1976
|
1977
|
1978
|
América
Latina
|
6.9
|
6.7
|
6.9
|
8.4
|
7.1
|
3.2
|
4.4
|
4.5
|
4.1
|
OCDE
|
2.9
|
4.0
|
5.5
|
6.1
|
0.4
|
-0.6
|
5.2
|
3.7
|
3.5
|
Fuente: CEPAL, OCDE
Si se cubre en el examen un período más amplio que el previo,
por ejemplo 1950-1977, las conclusiones que pueden extraerse sin similares
a las anteriores. El crecimiento anual promedio del PBI para ese lapso
es del 5.5%, aproximadamente, para América Latina, en tanto que
alcanza el 4.8% para el conjunto de los países más desarrollados.
[1]
Ciento es que al efectuar comparaciones de este tipo se pierden de vista
importantes factores tales como el nivel del "escalón de partida"
o las eventuales diferencias entre los países del agregado respecto
de las tasas de crecimiento conjuntos. Más aún, también
podría señalarse que los azares y vaivenes del mundo contemporáneo
también pueden introducir alteraciones conyunturales en el desempeño
de los países de tal magnitud que el resultado sea contradictorio
cola las expectativas a que pudieren dar lugar los datos de lo avanzado
en las décadas del cincuenta y el sesenta.
Existen, sin embargo, condiciones objetivas, tales como la tasa de crecimiento
de la población; el mejoramiento paulatino en las condiciones de
vida; la creciente calificación de la mano de obra; la abundancia
de recursos naturales y el avance conquistado en la producción
industrial; que dan fundamentos para justificar la expectativa ampliamente
compartida de que habiendo alcanzado cierto estadio de avance intermedio
les naciones latinoamericanas están en condiciones de brindarse
mutuamente las posibilidades de un mercado estimulante sin que ello signifique,
por cierto, el alejarse de las ventajas del intercambio fructífero
con otras naciones o regiones del mundo.
2. Por todo lo antedicho, es fácil explicar la creciente atención
que, como, eventual mercado comprador, despiertan los países de
la región no solo entre las naciones de mayor, avance económico
relativo, sino también entre aquellas naciones extra-regionales
de reciente desarrollo industrial exportador que enfrentados con el proteccionismo
y la pronosticada lentitud en el crecimiento de los países más
desarrollados procuran buscar como mecanismo compensador el acercamiento
a los países de América Latina.
Todo esto que parece claro para muchos observadores de fuera del área,
también ha de resultar evidente para los mismos países de
América Latina que se encuentran en condiciones de competir regionalmente,
tanto por razones de proximidad física y cultural, como por los
adelantos productivos y comerciales logrados en el período comentado.
Parece claro, entonces, que con la precondición de mejorar la eficiencia
productiva de la industria manufacturera, los mecanismos de negociación
y coordinación con los países más desarrollados,
las posibilidades de los países de la región son múltiples.
3. El crecimiento económico de los países de ALALC
Dado el peso económico en la región de varios de los países
que componen ALALC lo expuesto en los párrafos anteriores alcanza
en forma particular a las naciones de la subregión en conjunto.
En efecto, como se ve en el Cuadro 2, los países de ALALC mostraron
entre 1970 y 1977 tasas anuales de crecimiento promedio superiores a las
de América Latina, en conjunto y a los de los países de
la OCDE.
Cuadro 2
Tasas de crecimiento anual promedio PBI,
América Latina, ALALC y OCDE
|
1970
|
1977
|
América
Latina (total)
|
6.9
|
4.5
|
ALALC
|
6.4
|
5.8
|
OCDE |
2.9
|
3.7
|
Fuente: CEPAL, OCDE
Los datos relacionados con el crecimiento económico de los países
de ALALC, son examinados en forma desagregada en el Gráfico 1.
Lo que se observa en el Gráfico es que varios de los países
dé mayor desarrollo industrial relativo del área (Argentina,
Brasil, Colombia, México) presentaron en 1970 tasas de crecimiento
superiores a las verificadas en 1977. Al revés sucede con países
como Bolivia, Paraguay y Venezuela en los que el proceso de industrialización
no alcanzaron aún el mismo nivel de expansión que en varios
de los países previamente mencionados. Uruguay y Chile, son dos
casos aparte debido a las dificultades de crecimiento verificadas en los
primeros años de la década.
Gráfico 1
Tasas de crecimiento de los países de ALALC
Años 1970 y 1977
Tasas de crecimiento de los países de ALALC Años 1970 y
1977
Conclusiones similares pueden plantearse de la observación del
Gráfico (que relaciona las tasas de crecimiento anual promedio
del sector Industrial del PBI entre los años 1970 y 1977) y del
Cuadro 3 (que compara la participación porcentual del sector industrial
en el PBI, por país, respecto del promedio general de la subregión).
En el Gráfico 2 aparecen en el área ubicada por encima
de la línea de 45° -es decir que presentan tasas de crecimiento
en 1970,superiores a las de 1977- países tales como: México,
Colombia, Argentina y especialmente Brasil. En otras palabras varios países
de mayor industrialización relativa: Ver Cuadro 4. Por debajo de
la línea de 45 figuran Ecuador, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Chile.
Teniendo en cuenta que aunque han sido esencialmente los mercados domésticos
los que han dado estímulo al crecimiento manufacturero latinoamericano,
pero que también ha sido en el intercambio intraregional [2] de
productos industriales donde se manifestaron adelantos destacables en
las décadas examinadas,(ver Cuadro 5), cabe preguntarse si no es
precisamente por esta vía en la que pueden lograrse avances difíciles
de conquistar en otras regiones poco accesibles dadas las barreras arancelarias
y no arancelarias a que la presente coyuntura internacional ha dado lugar.
En apoyo de lo antedicho presentamos el Cuadro 3. Como se puede observar
en el mismo, las tasas de crecimiento de la importación intrazonal
con superiores a las globales y a las extrazonales -aunque estas últimas
han reducido su desventaja en materia de crecimiento respecto de los intrazonales.
Gráfico 2
Tasas de crecimiento anual
Promedio del Sector Industrial PBI
Países de la ALALC
Cuadro 3
Tasas de crecimiento anuales promedio de las importaciones
intra y extra regionales - ALALC
|
Imp.
Intrazonal
|
Imp.
Extrazonal
|
Imp.
Global
|
1970
|
16.33
|
8.03
|
8.68
|
1977
|
18.40
|
11.69
|
12.30
|
Fuente: INTAL, 1978
Cuadro 4
Participación porcentual del sector industrial en el PBI de
los países de ALALC - relación respecto del promedio general
de la subregión
|
1970
|
1977
|
Participación
superior al promedio
|
Argentina
(30.2%)
Brasil (28.3%)
Chile (27.2%)
México (23.4%)
Uruguay (24.2%)
|
Argentina
(31.4%)
Brasil (29.4%)
Chile (23.4%)
México (24.2%)
Uruguay (25.0%)
|
Promedio
|
24%
|
21.6%
|
Participación
inferior al promedio |
Bolivia
(12.8%)
Colombia (17.5%)
Ecuador (17.5%)
Paraguay (17.3%)
Perú (20.6%)
Venezuela (15.0%)
|
Colombia
(18.8%)
Bolivia (14.1%)
Ecuador (19.8%)
Paraguay (16.9%)
Venezuela (13.3%)
|
Fuente: "Series históricas del crecimiento de América
Latina"; Cuadernos de Estadísticas de CEPAL; N°3; N.
U. - Santiago de Chile, 1978.
Cuadro 5
Exportaciones de manufacturas varias. Porcentaje
sobre total de exportaciones - varios países
|
1960
|
1973
|
Argentina
|
4.1%
|
16.9%
|
Brasil
|
3.1%
|
27.2%
|
Chile |
6.0%
|
8.0%
|
Ecuador |
1.5%
|
4.6%
|
México |
11.6%
|
31.8%
|
Perú |
3.2%
|
9.3%
|
Uruguay |
-
|
24.8%
|
Venezuela |
1.3%
|
20.6%
|
Fuente: World Bank; World Trade, 1976; Washington, 1976.
4. La eventual expansión del comercio intrazonal planteada previamente
requiere por lo menos tres tipos de comentarios para poder ponderar sus
posibilidades de concreción:
a) Por un lado conviene examinar el patrón de inversiones existente
en los países de ALALC ya que de éstas depende la estructura
económica futura y por consecuencia las posibilidades de desarrollar
o no ciertas complementaridades sobre las que se pudieran asentar el
aprovechamiento de economías de escala.
b) Por otra parte es conveniente el tratar de interpretar las estructuras
del intercambio intra-regional con el propósito de detectar las
posibles complementariedades que pudieran estar desarrollándose.
c) Conviene, finalmente, el recorrer las opciones de práctica
comercial que los distintos países han ido asumiendo y que son
las que a la postre pueda acelerar o bloquear el avance del intercambio
sub-regional.
En los párrafos siguientes nos referiremos a cada uno de los
temas anteriormente mencionados.
5. Las tendencias de la inversión industrial en América
Latina
No es tarea fácil el procurar penetrar con cierto detalle en las
tendencias de la inversión real en América Latina. Por ello,
en 1977 efectuamos una encuesta entre varios países de la región
(Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú,
Uruguay y Venezuela) que aunque no exhaustiva [3] permite formarse, sin
embargo, una noción aproximada de las tendencias que puedan primar
en la formulación de proyectos de desarrollo industrial. Los datos
examinados pueden subclasificarse según están relacionados
con:
(a) El monto de las inversiones proyectadas; El material obtenido en
la muestra relacionado con el monto de las inversiones (Véase
Cuadro 6) sugiere que el 87.9% del total proyectado corresponde a programas
relacionados con las industrias de Productos Químicos y Derivados
y los Metálicos Básicos (hierro, acero, aluminio). Estos
resultados no pueden sorprender ya que este tipo de proyectos, en general,
requiere inversiones de cierta magnitud. Como se ve en el Cuadro 6 en
los casos en que la inversión es cuantiosa, el número
de proyectos es reducido. A la inversa con productos como los alimenticios
en que el número es relativamente elevado, pero la participación
en el total de la inversión es menor.
(b) El número de proyectos de inversión; La distribución
porcentual de los proyectos clasificados según el número
de los mismos y según la rama de actividad a la que se refieren,
resulta, como hemos señalado, una acumulación de proyectos
relativamente pequeños relativamente poco costosos en algunas
actividades. Por ejemplo, entre las industrias de Productos Alimenticios,
Textiles y Cueros, Industria Maderera y Fabricación de Papel
y Derivados acumulan cerca del 40% del total de los proyectos e insumos
solo el 8.1% del valor total de la inversión programada.
Es importante destacar que la proporción mayor de proyectos
recae en las industrias de Productos Alimenticios (18.5%) y Productos
Metálicos y Maquinarias (18.4%).
Cuadro 6
Participación porcentual según los sectores de actividad
(clasificación CIIU) en eltotal del valor de las inversiones y
en el total del número de proyectos programados
|
31
|
32
|
33
|
34
|
35
|
36
|
37
|
38
|
39
|
|
|
Prod.
Alim.
|
Text.
y cue-ros
|
Ind.
Made- rera
|
Fabr.
papel y deriv.
|
Prod.
Quím. y deriv.
|
Prod.
Min. no Met.
|
Ind.
Met. Bas.
|
Prod.
Met. y Maq.
|
Otras
ind. manuf.
|
Total
|
Porcentual
s/ total valor inversión
|
1.2%
|
1.6%
|
0.3% |
5.0% |
22.4% |
1.2% |
65.5% |
2.8% |
0.0% |
100 |
Porcentual
s/ total número de proyectos |
18.5%
|
9.9%
|
10.4% |
5.8% |
17.4% |
8.2% |
10.5% |
18.4% |
0.8% |
100 |
Fuente: Encuestas propia.
Nota: La encuesta cubrió los años 1973 y 1977
6. Otro de los temas en los que pueden efectuarse comentarios sobre la
base de los datos de la encuesta es el que se relaciona con la intensidad
en el uso de los factores de las industrias examinadas. Lo que se desprende
de la información es que en su gran mayoría las inversiones
programadas corresponden a actividades habitualmente consideradas [4]
como intensivas en mano de obra calificada. En efecto, aproximadamente
el 65% de los proyectos corresponde al tipo anteriormente mencionado de
actividades [5]; el 34% corresponde a actividades que hacen relativamente
menor empleo de los recursos mencionados.
7. La encuesta procuraba además establecer en que casos se trataba
de proyectos correspondientes a instalaciones nuevas o ya existentes (ampliación,
modernización, reposición). Del total de proyectos el 52.0%
correspondía a plantas nuevas, el resto podía asignarse
o bien a ampliaciones o a modernizaciones o reposiciones. Dentro del cincuenta
por ciento de plantas nuevas, la participación más elevada
le corresponde a:
Químicos y Derivados del Petróleo
|
9.6%
|
Industria
Maderera |
9.1%
|
Productos Alimenticios |
8.8%
|
Metales,
Maquinarias y Equipos |
6.4%
|
Cuadro 7
Exportaciones intrarregionales con valores b/a superiores al promedio
de los cinco tipos de producto, para cada país (1963-1974)
|
Exportaciones
con valores b/a superiores al promedio
|
Exportaciones
con valores b/a inferiores al promedio
|
Argentina |
-
Manufactura intensiva en materias primas
-Manufactura
intensiva en mano de obra calificada
|
-
Producción agrícola
-
Materias primas y combustibles
-
Manufactura intensiva en mano de obra no calificada
|
Brasil |
-
Manufactura intensiva en materias primas
-
Manufactura intensiva en mano de obra no calificada
|
-
Producción agrícola
-
Materias primas y combustibles
-Manufactura
intensiva en mano de obra calificada
|
Chile |
- Producción agrícola
-
Materias primas y combustibles
|
-
Manufactura intensiva en materias primas.
-
Manufactura intensiva en mano de obra no calificada
-
Manufactura intensiva en mano de obra no calificada
|
México |
-
Producción agrícola
-
Materias primas y combustibles
|
-
Manufactura intensiva en materias primas.
-
Manufactura intensiva en mano de obra no calificada.
-
Manufactura intensiva en mano de obra calificada
|
Venezuela |
-
Producción agrícola
|
-
Materias primas y combustibles.
-Manufactura
intensiva en materias primas.
-
Manufactura intensiva en mano de obra no calificada.
-
Manufactura intensiva en mano de obra calificada.
|
Fuente: UN, Commodity Trade Statistics.; elaboración propia
Nota: Los valores b/a resultan de los siguientes cálculos
(a) Resulta de aplicar a las exportaciones intralatinoamericanas de
cada uno de los países, en 1963, la tasa de incremento de las
exportaciones conjuntas hacia la región del resto de los cinco
países examinados, entre 1963 y 1974.
(b) Son las variaciones reales en las exportaciones intrarregionales
(1963-1974)
Es decir, que depositando la atención específicamente sobre
los proyectos nuevos que, en cierta medida, podrían sugerir la
orientación de los cambios previsibles en el desarrollo de las
actividades manufactureras, puede observarse que, en su gran mayoría,
corresponden a industrias basadas en la utilización de recursos
naturales.
8: En suma, de lo examinado pueden extraerse algunas conclusiones de
interés. En primer lugar se observan pocos y costosos proyectos
centrados en químicos y Metálicos Básicos. El mayor
número de proyectos relativamente pequeños en términos
de valor se concentran en Alimentos, Textiles y Cuero, Papel y Derivados,
Maderera, Metálicos y Maquinarias.
Tomando el total de proyectos se observa una cierta concentración
en industrias intensivas en mano de obra calificada. Pero, considerando
especialmente los nuevos proyectos, se detecta una cierta tendencia a
concentrarse en actividades que hacen además uso amplio de recursos
naturales.
9. La tendencia en las exportaciones intra-regionales. En esta sección
procuramos establecer el cambio en la estructura de las exportaciones
intraregionales [6] que pudiera detectarse del examen de las estadísticas
de las Naciones Unidas (VN; Commodity Trade Statistics y entre los años
1963 y 1970. En especial se tratará de establecer la existencia
de algún grado de complementariedad entre países de la región
examinando los rubros en los que se observa una aceleración en
el comercio de la zona.
En primer lugar trataremos de comparar los cambios generales experimenta
dos en las exportaciones de varios países latinoamericanos (Ver
Cuadro N° 8) con lo observado en otros países del mundo. Comparando
los por cientos sobre el total de las exportaciones de cada uno de los
grandes grupos de bienes comercializados en los años 1960 y 1973,
se evidencian dos tendencias que vale la pena destacar:
Efectuando el análisis para el caso de once países latinoamericanos
las conclusiones que pueden extraerse también resultan de interés.
En primer lugar, lo que se observa es que en lo que se refiere a la exportación
de alimentos y de minerales, la mayoría de los países sostienen,
en 1973, proporciones comercializadas, aproximadamente iguales a las observadas
a comienzos de la década del setenta. Brasil es una de las excepciones
sobre el particular ya que experimenta una contracción en la proporción
de alimentos enviados al exterior, en 1973. En segundo lugar, lo que resulta
remarcable es que todos los países Latinoamérica nos incluidos
en el cuadro comentado experimentan aumentos, en distintas magnitudes,
en la proporción de bienes manufacturados colocada en el mercado
exterior. Los porcentajes mayores que se observan corresponda a los siguientes
países: México, Brasil, Argentina y Uruguay. Con todo, conviene
no perder de vista que el porcentaje de productos manufacturados exportados
como proporción del sector industrial de los respectivos países,
es relativamente menor.
Afinando un poco más el análisis, examinaremos rápidamente
los cambios estructurales que hubieran podido producirse en la canasta
de exportaciones intralatinoamericanas de cinco países de la región:
Argentina, Brasil, Chile, México y Venezuela. En particular, pondremos
énfasis en la "intensidad" de los factores empleados
(Véase Cuadro 7).
El método empleado es el siguiente:
a) Hemos estimado la tasa de crecimiento de las exportaciones
totales hacia América Latina, de la muestra de cinco países
latinoamericanos mencionados -entre los años 1963 y 1974- excluyendo
de la muestra para cada cálculo particular, los datos del país
estudiado.
b) Sobre la base de las tasas estimadas como se indica en el
punto anterior ajustamos las cifras absolutas del comercio intra-latinoamericano
de cada país en el año base 1963, definiendo así
el valor exportado "teórico" para 1974.
Los valores "teóricos" al ser comparados con los reales
permitieron determinar en qué rubros se mantuvo la posición,
y en qué otros o se gano o se perdió.
El resultado del análisis estadístico mencionado queda
expuesto en forma simplificada en el Cuadro 7. Las observaciones que se
pueden efectuar son las siguientes.
a) En el caso de la Argentina, las exportaciones intrarregionales
de Producción Agrícola y de Materias Primas y Combustibles
crecieron en realidad menos que lo que teóricamente estimamos
(Es decir que el país perdió posiciones en los rubros
mencionados respecto de los demás países del área,
en el período mencionado).
En cambio en las exportaciones de Manufacturas Intensivas de Materias
primas y de Manufacturas Intensivas en Mano de Obra Calificada es donde
se observa avances mayores.
Cuadro
8
Cambio en la estructura de las exportaciones
Países en desarrollo y América Latina (1960-1973)
Porcentuales sobre total de exportaciones.
Fuente: World Bank; World Tables, 1976
b) En el caso del Brasil, los avances más significativos
se verifican en las exportaciones de Manufacturas Intensivas en Mano
de Obra no Calificada.- también se destacan las Manufacturas
Intensivas en Materias Primas.
c) En el caso de Chile y de México, los adelantos más
destacables en materia de exportaciones intrarregionales se presenta
en Materias Primas y Combustibles. En segunda instancia, aunque con
dimensiones mucho más reducidas figuras las exportaciones de
bienes relacionados con la producción agraria.
d) En el caso de Venezuela, los avances más destacados
se presentan a la exportación originada en el sector agrícola.
10. Algunas conclusiones de interés.
De los temas que hemos ido planteando en párrafos anteriores pueden
extraerse algunas conclusiones que vale la pena explicitar:
a) Las inversiones de los países latinoamericanos de
la muestra parecen irse concentrando (por su numero) en actividades
ya existentes y sobre las que se basé la etapa de substitución
de importaciones industriales: Químicos y derivados del petróleo,
Metales y Maquinarias y Metálica Básica. Una novedad en
este terreno es la aparición de un sector "tradicional"
como los Alimentos y Bebidas.
Vale la pena notar que en su gran mayoría los proyectos de inversión
corresponden a actividades intensivas en mano de obra calificada.
b) Una óptica algo distinta se .obtiene si se separan
los proyectos entre los que corresponden a instalaciones nuevas y los
que corresponden a ampliaciones, modernización, etc.
Observando en qué rubros se destacan las inversiones nuevas
se des tacan, además de los mencionados anteriormente, la Industria
Maderera, los Minerales no Metálicos y Tejidos y Cueros. Esto
implicaría una cierta re-orientación de la estructura
productiva industrial en el sentido de fortalecer algunas de las actividades
industriales basados en los recursos locales.
c) Con respecto de las exportaciones intra-regionales, lo que
hemos observado es que si bien la mayoría de los países
del área continua apoyándose, para su comercio externo,
en las actividades relacionadas directamente con los recursos naturales
(agricultura, minería), sin embargo se han experimentado, especialmente
en la ALALC, importantes avances en la exportación de productos
de la industria manufacturera. El apoyo de las inversiones mencionadas
previamente podría dar lugar a que se ampliara el panorama del
intercambio intra-regional incluyendo no solo las actividades capital-intensivas
relacionadas con la estrategia de substitución de importaciones,
sino también la relacionada con la colocación de productos
manufacturados basados en el empleo de recursos naturales disponibles
en mayor abundancia, según el país.
11. El proceso de industrialización y de intercambio intra-regional
latinoamericano se dio principalmente dentro de los límites de
la estrategia de substitución de importaciones industriales que
se fuera consolidando a lo largo de las décadas del cincuenta y
el sesenta. Esta estrategia basada esencialmente en la producción
manufacturera para los mercados locales dé cada país se
apoyaba esencialmente en la existencia de barreras arancelarias destinadas
a mantener condiciones, propicias para la producción substitutiva
destinada al consumo doméstico. Las importaciones de bienes de
equipos y de insumos estaban destinadas a dar apoyo a las industrias substitutivas.
La orientación hacia los mercados externos de esta industria "substitutiva"
se apoyo en dos tipos de formulas:
a) Arreglos regionales, principalmente ligados con acuerdos
intra-empresas y de negociación anual lo que, aun dentro de las
limitaciones que el sistema suponía, permitió lograr muchos
de los avances en el comercio manufacturero intra-regional a que hemos
hecho referencia. Estos avances, sin embargo, no fueron los suficientemente
rápidos ni amplios como para permitir los beneficios de las economías
de escala a actividades que por definición requieren mercados
amplios como para fructificar económicamente a la medida que
pudiera esperarse.
Estos arreglos regionales, predominantemente estuvieron ligados a las
actividades "modernas" capital intensivas (y con uso abundante
de insumos importados y de mano de obra calificada). En general las
limitaciones a la expansión del comercio estuvieron dadas por
la similaridad y competitividad de los productos elaborados.
Es necesario reconocer que la substitución de importaciones
industriales "repitió" país por país,
y en la medida en que el tamaño de mercado local lo permitió,
las mismas estructuras de reemplazo de las importaciones de bienes previamente
traídos del exterior y que, entre los países de similar
nivel de ingreso, eran esencialmente los mismos.
b) Envíes al exterior, especialmente hacia los países
más desarrolla dos, y predominantemente por convenio intra-empresas,
con el apoyo de subsidios y reintegros de bienes industrializados sólo
algunos países (Brasil, México, por ejemplo) lograron
realizar avances en este sentido.
Es interesante observar que la otra estrategia alternativa (industrialización
exodirigida) que comenzó a desarrollarse en algunos países
de la región, esencialmente fue destinada a concretar ciertas
posibilidades de complementariedad industrial con países más
desarrollados. La estrategia exodirigida se orientó fundamentalmente
hacia los países más desarrollados, no hacia América
Latina.
La estrategia "exodirigida" que comentamos se orientó
en diversas formas:
a) En algunos casos adoptó la forma de la "maquila"
mexicana. Es decir que, por la vía de la subcontratación
internacional y aprovechando o bien las ventajas de un recurso barato
(mamo de obra, por ejemplo) o la existencia de adecuados subsidios,
se procedió al armado de piezas, con insumos importados, que
posteriormente son enviados al país de origen de los insumos
para su armado final.
b) En otros casos, apoyándose en la existencia de recursos
naturales, desarrollo de actividades anteriormente "tradicionales",
para su exportación a países más desarrollados
(muebles, tejidos, por ejemplo).
En general, esta estrategia partió de las posibilidades de otorgar
algunas formas de subsidio por parte del Estado, y de acuerdos aran
celarlos que permitieran entrar las materias primas con bajos recargos
y que permitieran el ingreso de las piezas desarmadas en el país
importador final.
Naturalmente, que al efectuar este rápido recorrido por las
estrategias de producción industrial y de comercio exterior de
los distintos países de América Latina dejamos de lado
muchos detalles que pudieran ser de interés. Lo que nos importa
destacar es que la estrategia de "substitución de importaciones"
en la medida en que resultó exportador, fundamentalmente dio
origen a un cierto comercio intra latinoamericano, importante, pero
sofocado por la falta de complementariedad y por la tortuosidad de los
acuerdos con que estuvo relacionado. En cambio, la industrialización
"exo dirigida" que lograra adelantos substanciales en algunos
países de la región, quedo a buena medida concentrado
en el comercio con los mas desarrollados con los que las complementariedades
comerciales resultaban más definidas (intra-empresa o entre países).
Tal vez, una política "exodirigida", orientada hacia
latinoamérica podría hacer fructificar los adelantos ya
conquistados en el intercambio de manufacturas, al mismo tiempo que
se consolidan ciertas posibles complementariedades y se dan impulso
al intercambio de bienes entre países del área. Esta alternativa
podría resultar de interés, teniendo en cuenta las dificultades
de progreso económico que experimentan los países más
desarrollados a que hemos hecho referencia previamente.
12. Algunas alternativas de intercambio de Argentina con América
Latina.
En las páginas anteriores hemos hecho referencia a las tendencias
de la inversión y el comercio intra latinoamericano. Al hacerlo
mencionamos; en varias oportunidades al caso de la República Argentina.
En los párrafos que siguen procuraremos examinar con más
detalle algunas de las posibles vías de expansión del comercio
argentino con otros países de la región.
Examinando los cambios en la estructura de las exportaciones totales
argentinas entre la década del sesenta y los primeros años
de la del setenta, tanto por país de destino como por la composición
de la canasta exportada, las conclusiones que en general se pueden extraer
son las siguientes;
a) En cuanto a los productos:
- La Argentina inicio la década del sesenta siendo esencialmente
un país exportador de productos alimenticio y de animales vivos
y ha continuado, siéndolo en. lo que ya de la década del
setenta.
En general en proporción de los envíos al exterior de
este tipo de productos sobre el total de lo exportado, ha oscilado entre
un 60 y un 70%.
- Las diferencias de interés en lo que se refiere al cambio
de la estructura de lo exportado hay que buscarlas en el 40% restante.
El examen de esta fracción muestra dos ejemplos relevantes: a)
se observa una reducción substancial en las exportaciones de
materiales crudos, no comestibles y b) se pone de manifiesto un aumento
en las exportaciones (9.2% en 1963 a 13,5% en la década del 70)
de maquinarias y materiales de transporte; en la exportación
de productos químicos (2.4% a 4.0%) y de artículos manufacturados
diversos.
b) En cuanto a los países de destino
Las observaciones que se pueden efectuar sobre la base de loé datos
disponibles son las siguientes:
- En primer lugar cae la participación de las exportaciones
destinadas a Europa Occidental.
- Se observa una cierta caída en los envíos a los Estados
Unidos y un cierto ascenso en el comercio con Europa Oriental y Asia.
- Pero especialmente lo que se destaca es la elevación en los
envíos efectuados a América Latina. Los países
de la región resultaron no solo un mercado de creciente importancia
para la Argentina, sino que este abrió al país la posibilidad
de alcanzar relativamente importantes adelantos en la exportación
de bienes manufacturados (maquinarias, material de transportes, productos
químicos).
13. Recalcando algunos temas a los que ya nos hemos referido previamente,
conviene señalar que ha sido en las exportaciones de bienes intensivos
en mano de obra calificada donde la Argentina ha encontrado una vía
estimulante para la colocación de sus manufacturas en el exterior.
Esto ha sido particularmente cierto en lo que se refiere a sus envíos
dé bienes al mercado latinoamericano.
14. Algunas opciones abiertas a la Argentina: Sobre la base de todo lo
expuesto pueden establecerse algunas líneas de acción comercial
argentina que pudieran fructificar en América Latina:
a) Por un lado, seguramente se continuará dentro de los
causes tradicionales (alimentos y bienes de origen agrícola-ganadero)
del comercio del país, expandiéndolos de ser posible.
b) Por otra parte es posible facilitar el enganche de la economía
industrial argentina en formulas del subcontratación internacional,
ya sea con orientación hacia el resto del mundo, ya sea con orientación
específica hacia otros países en desarrollo - de América
Latina, en particular. Ya existe experiencia exitosa sobre el particular.
En alguna medida el comercio intra-regional de manufactura se realiza
por las vías de convenios intra-europeos.
c) Además, resulta claro de los antecedentes expuestos
que el país ha logrado ciertos avances en la colocación
de manufacturas terminadas (especialmente las intensivas en mano de
obra calificada) en los países de América Latina. No hay
que olvidar que la región representa un mercado de 320 millones
de habitantes (1976), con un PBI per cápita promedio del 13%
y colocado por encima del resto del grupo de países de desarrollo
intermedio.
d) Finalmente, otras de las áreas en que la Argentina
podría lograr avances en el comercio exterior intra regional
corresponde al relacionado con la transferencia de tecnología
"plantas llave en mano" La experiencia existente en la materia
en la Argentina es exitosa y promisoria de nuevas y valiosas oportunidades.
Javier Villanueva (*)
Instituto Torcuato Di Tella
Buenos Aires, setiembre de 1979
(*) Agradezco la valiosa colaboración de la Lic. Silvia Fernández.
NOTAS:
[1] Un examen del trabajo de Leontief (Wassily W.Leontief, et al.: The
Future of the World Economy, New York, 1977) sugiere una tasa de crecimiento
mayor (7.3%) para los países latinoamericanos que para Europa Occidental
(3.2) ó Estados Unidos de Norteamérica (3.2) para el período
1970-2000.
[2] En general, el ritmo de crecimiento del comercio intrazonal latinoamericano
ha sido elevado: 1961: menos del 5.85% del comercio global de los países
de la región; 1977: alcanza casi el 14%.
[3] Véanse detalles del método seguido en: J. Villanueva:
"La inversión industrial en América Latina"; Revista
de Integración Latinoamericana, Abril de 1978.
[4] Hemos utilizado al efecto la clasificación de Bohuslav Hermán:
The Optimal International División of Labour"; Ginebra, 1975.
[5] Se incluye en el 65%: Metálicos y Maquinarias; Químicos
y Derivados; Metálicos Básicos y Alimenticios. Esta ultima
actividad resulta intensiva en el uso de mano de obra calificada al ser
comparada con la Industria Maderera, Textiles y Cuero y Minerales no Metálicos.(ver
B.Hermán, opus cit.). En el caso de retirar a la Industria Alimenticia
del grupo de actividades intensivas en manos de obra calificadas, aún
resultaría relativamente importante el número de proyectos
relacionados con el uso amplío de mano de obra de mayor entrenamiento.
[6] Para datos sobre el método empleado vean: Javier Villanueva:
"Cambios en la estructuraa de las exportaciones instralatinoamericanas,
1960-1973"; Revista de Integración Latinoamericana, septiembre
de 1979.
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Félix Peña es Director
del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director
de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité
Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar
trayectoria.
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