PROGRESO: El INTAL es conocido en los círculos gubernamentales
o especializados; no lo es tanto para el gran público. ¿Podría
usted decirnos cómo se creó, quién lo financia y
cuál es el propósito de este Instituto?
FP: El Instituto para la Integración de América
Latina (INTAL), que tiene su sede en Buenos Aires, fue creado por iniciativa
del Banco lnteramericano de Desarrollo en 1964 e inició sus actividades
en agosto del año siguiente.
Tiene un carácter especial aun cuando esté dentro de la
estructura del Banco lnteramericano de Desarrollo. En efecto, su presupuesto
de actividades está financiado tanto por los recursos de esta institución
como por el aporte directo de los gobiernos de todos los países
miembros del BID.
El propósito fundamental del INTAL es contribuir a la integración
y la cooperación de América Latina. Para ello realiza una
vasta tarea que abarca los conocimientos teóricos como asimismo
el campo de las actividades operativas, directamente vinculadas a la administración
del proceso de integración y al desarrollo de proyectos concretos.
Sus actividades se distribuyen, por lo tanto, en cuatro grandes rubros:
investigación y estudios; asistencia técnica; adiestramiento,
e información.
PROGRESO: Doctor Peña, hay muchos que opinan que la integración
de América Latina es un objetivo ideal o a veces simplemente retórico;
¿comparte usted esta opinión?
FP: A mi juicio, la integración no puede concebirse como
una fórmula, ni su proceso de realización como un mecanismo
automático. La integración de América Latina es una
política cuyos propósitos fueron enunciados ya en el siglo
pasado por muchos próceres latinoamericanos. Diría más,
la integración es una opción política, una forma
de concebir la inserción de la región en el contexto mundial.
Toda política implica un proyecto de acción, una meta,
una voluntad. En este sentido también un ideal. De lo que se trata
es saber si ese proyecto cuenta con el respaldo de una voluntad política
por parte de los gobiernos y los pueblos de la región y en qué
medida ese designio a largo plazo se ha ¡do concretando.
A pesar de las dificultades y problemas que surgen de la naturaleza de
un proceso de este tipo, la integración es un objetivo que tiene
plena validez política y una irrebatible justificación empírica.
Lo primero se constata permanentemente en el accionar de los gobiernos
latinoamericanos, sobre todo en los últimos años. No sólo
dentro de los propios esquemas de integración, tratando de encontrar
medios para, superar la desaceleración del proceso de desgravación
aduanero dentro de la ALALC, buscando compromisos para revitalizar el
Grupo Andino, modificando el Tratado que instauró el Mercado Común
Centroamericano o consolidando la CARICOM, sino también fuera de
estos procesos a través de una serie de acuerdos y políticas
multi y bilaterales que reafirman esa voluntad de solidaridad y cooperación
latinoamericana. Un ejemplo de esta voluntad política es la creación
del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), en octubre del año
pasado, entre cuyos objetivos figura el de impulsar el movimiento de convergencia
entre los distintos esquemas de integración que se llevan a cabo
en América Latina.
La Argentina suscribió hace dos años un Acuerdo de Cooperación
Económica con Uruguay por el cual ambos países intensifican
sus mecanismos de cooperación, y en particular, se conceden amplias
preferencias arancelarias para estimular el comercio recíproco,
y crean instituciones permanentes para la supervisión del programa
de cooperación bilateral.
Algo similar acontece con el Tratado, firmado el año pasado entre
Brasil y Uruguay, cuyo Protocolo de Expansión Comercial, se ha
instrumentado recientemente. Ambos países se otorgan mutuas ventajas
arancelarias de considerable importancia.
Asimismo, los Acuerdos de Puerto Ordaz, celebrados a fines de 1974 entre
los Presidentes de Venezuela y de cada uno de los países centroamericanos,'
establecieron novedosas modalidades de cooperación entre Venezuela,
y Centroamérica, sobre todo en materia petrolera.
Hace pocos meses Colombia y Brasil decidieron concretar un proyecto conjunto
de explotación de ricos yacimientos de carbón en el primero
de esos países, para efectuar en el futuro el intercambio compensado
con! mineral de hierro brasileño.
Recientemente, los Presidentes de Colombia y Venezuela decidieron crear,
una comisión permanente bilateral presidida por embajadores designados
por ellos mismos, cuyo cometido será la planeación, localización,
producción y puesta en marcha de proyectos bilaterales A estos
habría que agregar las asociaciones de productores-exportadores
latinoamericanos (UPEB y GEPLACEA), así como la armonización
dé políticas que se encaran a nivel sectorial por varios
organismos como Organización Latinoamericana de Energía
(OLADE); Asistencia Recíproca Petrolera Latinoamericana (ARPEL)
y Asociación Latinoamericana de Ferrocarriles (ALAF), etcétera.
Nunca hemos negado las dificultades y escollos que debe necesariamente
superar un proceso de integración entre estados nacionales. La
integración europea, a pesar de los viejos, vínculos de
cooperación é intercambio que existían entre los
estados miembros, no pudo evitar las crisis; por ejemplo, la que se produce
en 1965, cuando Francia se ausenta del Consejo de Ministros ante el conflicto
de intereses que planteó en su momento la política agrícola
común.
En el Informe Anual sobre el Proceso de Integración en América
Latina en 1975, que publicó el Instituto, se dice que "la
ausencia de resultados significativos en las negociaciones de los años
1974 y 1975 puede interpretarse como una expresión de las dificultades
que enfrenta la ALALC para superar el estada de estancamiento de los últimos
años, lo cual no significa que se desconozca la validez de los
objetivos que impulsaron a constituir la Asociación". Si bien
es cierto que aún no se han logrado compromisos para solucionar
ese estancamiento que se da en el ámbito de las negociaciones comerciales,
es evidente que se ha continuado avanzando en otros aspectos. La crisis
del Grupo Andino, que por otra parte estaba subyacente desde fines de
1975, no significa qué el proceso de integración de esa
sub-región se haya paralizado. Colombia puso en vigencia, el 1
de enero de este año, la quinta desgravación arancelaria
del 10%,para su comercio con los demás, países mayores de
la sub-región; en el campo financiero se creó el Fonda Andino
de Desarrollo Empresarial Privado (FADEP) que será un mecanismo
de captación de recursos para ser reinvertidos, en los países
miembros; a mediados de junio Perú incorporó a su ordenamiento
jurídico la Decisión 46 sobre el régimen, de empresas
multinacionales andinas; la Corporación Andina de; Fomento continuó
otorgando importantes créditos para proyectos dé integración.
Por su parte, los países centroamericanos están ya considerando
él proyecto de tratado que creará la Comunidad Económica
y Social Centroamericana y en lo que hace al Caribe el proceso de integración
ha avanzado en estos últimos meses en forma muy positiva. En el
ámbito de la Cuenca del Plata ya todos los países han ratificado
el convenio que establece el Fondo Financiero.
PROGRESO: ¿En qué forma el INTAL coadyuva con los esfuerzos
de los gobiernos para llevar adelante la política de integración?
FP: El INTAL está al servicio de los gobiernos y de todas
aquéllas entidades públicas o institutos de estudio involucrados
en el tema de la integración. Somos un instrumento de cooperación
que ha contado y cuenta con el apoyo de los países manifestado
en reiteradas oportunidades- El Presidente del BID, licenciado Antonio
Ortiz Mena, ha manifestado también en diversas ocasiones la importancia
que atribuye el BID a la acción del INTAL .
En el impulso del proceso de integración intervienen muchos factores:
políticos, económicos, sociales, culturales, así
como ¡deas y conceptos incorporados en el pensamiento de los hombres
que tienen la responsabilidad de llevar a cabo el proceso.
Por ejemplo, hace pocas semanas el INTAL suscribió un acuerdo
con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en virtud
del cual tendremos la responsabilidad de realizar un estudio, en el que
intervendrá un equipo importante de especialistas, cuyo objeto
es analizar lo que ha pasado en los últimos años, en materia
de integración y cooperación regional, detectar los problemas
enfrentados, analizar los conceptos e ideas que han presidido hasta el
momento los esfuerzos de integración y cooperación y poner
a disposición de los gobiernos y la opinión pública
especializada una serie de alternativas y vías para consolidar
la marcha de los distintos procesos de integración y cooperación
que tienen lugar en América Latina.
Otro ejemplo de nuestro aporte son los numerosos cursos de adiestramiento
y seminarios que hemos realizado en estos años sobre los más
variados temas. Más de 4.000 personas han pasado por estos eventos.
Nuestra acción de cooperación también se despliega
a través de las diversas tareas de asistencia técnica que
prestamos a los organismos de integración y a los gobiernos. Estamos
cooperando con el SELA, con los cuatro esquemas de integración,
con el grupo URUPABOL, y con organismos nacionales de varios países,
en especial, aquéllos de menor desarrollo. Tenemos programas de
colaboración con diversos organismos regionales como FELABAN y
ALIDE, y con instituciones de países extrarregionales. A ello debemos
agregar la cooperación en diversos proyectos de prefactibilidad,
que se relacionan con la industria y la infraestructura. También
merece destacarse nuestra labor de apoyo a gobiernos y empresarios de
la región en lo vinculado con actividades de inversión y
transferencia de tecnología.
El INTAL tiene en vigencia asimismo un Programa Jurídico Económico
sobre Inversiones Internacionales en América Latina. Este programa,
auspiciado por el Banco Central de la República Argentina, tiene
por objetivo principal recolectar, sistematizar y poner a disposición
de los interesados la información jurídica, económica,
financiera y administrativa relacionada con la inversión internacional
en América Latina.
En el mes de junio próximo se realizará en Medellín,
Colombia, una reunión para tratar el tema dé las empresas
conjuntas latinoamericanas. Los problemas prácticos que presentan
el establecimiento de estas empresas; el proceso para su formación
y los instrumentos para promoverlas serán fuentes de positivo interés
a desarrollar durante el encuentro.
La reunión es auspiciada conjuntamente por el INTAL, y la Asociación
Nacional de Industriales (ANDI) de ese país. Participarán
funcionarios de organismos nacionales vinculados con el tema y representantes
del sector privado de América Latina.
El INTAL no es una academia; es un organismo de cooperación al
servicio de la política de integración que emprendieron
hace varios lustros los países latinoamericanos. Nuestra acción
se sitúa en el nivel de la asistencia técnica a los gobiernos
y organismos de integración, en el campo de los estudios e investigaciones,
así como en el nivel de la difusión de conocimientos prácticos
y teóricos, de información y asesoramiento, realizando asimismo
tareas de entrenamiento de funcionarios latinoamericanos.
Nuestra tarea es servir a América Latina en la consecución
de ese objetivo político compartido por todos los gobiernos que
es la integración de la región.
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