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  Félix Peña

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 Diario El Cronista | 8 de agosto de 1973

Un desafío nacional: El Grupo Andino


1.- Significado y evolución reciente del Grupo Andino.

Acaba de concluir la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros del Grupo Andino. Por cuarta vez desde que se inicio el proceso de integración subregional los cancilleres andinos viajan a Lima a efectos de examinar avances y dificultades de su proyecto común y de ratificar su firme apoyo a la idea que formularon en 1969 al firmar el Acuerdo de Cartagena. La importancia atribuida a los temas relacionados con la definición del Grupo hacia el exterior confirma la idea de que es precisamente la percepción de desafíos provenientes del contexto internacional la que nutre de vitalidad política a un proyecto que está por cierto erizado de dificultades.

Y es que en su corta experiencia se ha podido observar un incremento relativo en la capacidad de acción internacional del Grupo Andino. La incorporación de Venezuela ha acrecentado el valor del mercado andino para todos aquellos interesados en la región o fuera de la misma en la exportación de manufacturas o en su producción. Los programas sectoriales de los cuales el de la industria metalmecánica aprobado en 1972 es un anticipo, constituyen por otro la un estimulo a la inversión ya sea por las condiciones preferenciales que establecerán para las unidades asignadas a cada país ya sea por las dificultades que plantearía su arancel externo para continuar abasteciendo los productos en ellos incluídos desde el exterior.

Los tres países grandes de la ALALC han manifestado en forma clara su interés por el Grupo Andino. En el caso de México, el mismo se concentra en el programa de acción conjunta anunciando en noviembre último junto con el establecimiento de una Comisión Mixta andino-mexicana. Brasil comienza a cambiar su actitud frente al Grupo del año pasado. Ya una serie de artículos publicados en el Jornal do Brasil en octubre último y en particular uno del 13 de noviembre, permitían anticipar una modificación de la estrategia original que había especulado con el fracaso de la idea de la subregionalización de la integración latinoamericana. El reciente viaje del canciller Gibson Barbosa por la mayoría de los países integrantes del Grupo y los anuncios concretos que en el mismo se efectuaron ponen de manifiesto la actual estrategia brasileña.

2.- Argentina y el Grupo Andino

La Argentina a su vez mantuvo desde el comienzo una actitud expectante frente a la iniciativa andina. No era necesario profundizar mucho la investigación para percibir en los medios oficiales y empresariales del país de los años 69-71 ya sea una carencia total de información sobre lo que el Grupo Andino significaba o podía significar, o un marcado escepticismo sobre las posibilidades reales que los países de la subregión tenían para concretar su ambicioso plan.

En ocasión del viaje del Presidente Lanusse a los países del Pacífico aumentó el interés por esta experiencia de integración. La percepción de una situación aguda de dependencia económica, el desafío planteado por la agresividad de la política de proyección externa del Brasil, la necesidad de asegurar e intensificar corrientes de exportación de manufacturas, y en menor medida el estancamiento de la ALALC, son algunos de los factores explican el cambio de actitud que se manifiesta en el país con respecto al Grupo Andino. Un indicador de dicho cambio lo constituye, por ejemplo, la importancia que se le asignara al tema en los programas de la casi totalidad de los partidos políticos que participaron en las elecciones del 11 de marzo.

Pero es indudablemente el alto valor que el justicialismo y Perón en particular le atribuyen a una política firmemente latinoamericanista lo que ha transformado el tema de la relación de la Argentina con el Grupo Andino en gran tema nacional. El gobierno de Cámpora así lo había manifestado y se sabe que se habían iniciado los trabajos preparatorios necesarios para concretar lo que podía denominarse el "operativo andino" de la Argentina.

En realidad la Argentina no partiría de cero en sus futuras relaciones con el Grupo Andino. Tiene estrechas y significativas vinculaciones económicas y políticas bilaterales con algunos de los países miembros más importantes del Grupo. Está vinculada a todos ellos por medio del Tratado de Montevideo. Y además también en noviembre de 1972 concluyó un programa de acción conjunta y estableció un mecanismo institucional bajo la forma de una Comisión Mixta Andino-Argentina. Sin embargo tal programa ha sido considerado como excesivamente general y enunciativo de ideas que exigen ser concretadas para tener algún sentido.

3.- Elementos para una política

Quizá sea el actual un momento oportuno para ensayar ciertas reflexiones previas a la elaboración de una política nacional frente a un área con las características del Grupo Andino. Dichas reflexiones deberían partir del reconocimiento que la integración subregional es una realidad que se desarrollo en forma independiente de la voluntad argentina - o de cualquier otro país grande de la región - y que ha transformado profundamente el cuadro de las relaciones políticas y económicas latinoamericanas. Además como señalamos antes existe el hecho que el gobierno justicialista ha manifestado en forma clara su voluntad de desarrollar una política audaz de asociación y de apoyo al proyecto andino. Esta manifestación plantea en el país y también en el Grupo Andino, algunas preguntas que será necesario despejar.

En nuestra opinión tales preguntas parecerían ser: a.¿por qué desea y necesita la Argentina vincularse y apoyar al Grupo Andino? b. ¿hasta donde desea la Argentina llegar en su vinculación y apoyo al citado Grupo? c. ¿que es lo que la Argentina puede aportar al proyecto andino y qué es lo que el mismo puede aportar a la Argentina? d. ¿en qué forma desea la Argentina concretar su voluntad de vincularse y apoyar la integración subregional?

No es éste el momento, por cierto de intentar una respuesta a la preguntas anteriores. Pero si dejaremos apuntadas algunas ideas con respecto a cada pregunta para contribuir así a un debate nacional que consideramos necesario y del cual deben surgir precisamente las respuestas que la mayoría comparte.

Con respecto a la primera pregunta, seria posible responderla en términos de intereses económicos vinculados, por ejemplo, a la necesidad de exportar manufacturas. Sin embargo entendemos que las respuesta más adaptada a las actuales circunstancias y a los intereses de largo plazo del país estaría basada en razones políticas. En efecto, daría la impresión que la Argentina se ha propuesto desarrollar en todos los frentes posibles una política agresiva tendiente a obtener en el menor plazo lo que podríamos denominar la "latinoamericanización del sistema latinoamericano". Esto es disminuir o eliminar las influencias extrazonales en las relaciones internas de la región como parte de un proceso de reversión de la dependencia de los países componentes de la misma.

En esta perspectiva puede considerarse que el Grupo Andino se ha trasformado en el eje de los esfuerzos de unidad interna del sistema latinoamericano. Se podría visualizar al Grupo como un elemento esencial de un proceso de integración y de liberación creadora de los países latinoamericanos que exigirá el rechazo de esquemas rígidos, muchas veces importados de fuera de l región, y una búsqueda constante de nuevos enfoques y mecanismos de acción conjunta dentro de la región y fuera de la misma.

Es así que el fortalecimiento del Grupo Andino y en la acción conjunta que fuera y dentro de la región puedan desarrollar los países latinoamericanos parecería residir el éxito de una política de alteración de las relaciones de dependencia, de respuesta al desafió impuesto por la penetración de las grandes corporaciones internacionales, y de cuestionamiento sistemático de las tendencias de las grandes potencias industriales - socialistas o capitalistas- a congelar las actuales formas de distribución, del poder mundial.

Otro elemento fundamental de la respuesta a la pregunta, seria el hecho de que la Argentina cada vez mas comparte con el Grupo Andino, la idea que la integración es ante todo, un instrumento que, preservando la identidad nacional de cada país, permitirá acelerar los procesos de cambio revolucionario interno.
La integración no seria mas para la Argentina un capitulo marginal de su política exterior, sino un elemento clave del proceso de cambio profundo que desea llevar adelante.

Con respecto a la segunda pregunta, daría la impresión que ni en el país ni en el Grupo Andino se esta pensando seriamente en al posibilidad de un ingreso del país como miembro pleno del Acuerdo de Cartagena. Ni seria deseable ni parecería posible. Sin embargo la respuesta a la pregunta de hasta donde desea llegar la Argentina en la vinculación a la subregión, tendría que estar basada en el hecho que el país ha expresado claramente su intención de asumir en forma plena sus responsabilidades en América Latina y ene. Llamado Tercer Mundo. Si es así la respuesta consistiría en que el país esta dispuesto a hacer los esfuerzos que su propia realidad permitan, y aun mas si fiera necesario, a fin de transformarse en un punto de apoyo útil al proceso de cambio, integración y liberación de los países de la región, y de los andinos en particular. El país querría demostrar, y demostrarse a si mismo, que es posible establecer entre los países en desarrollo relaciones de cooperación que no impliquen reeditar los esquemas de denominación que han caracterizado hasta el presente las relaciones económicas internacionales. Y es fundamental que el país exprese en forma clara que asume dicha responsabilidad por razones de solidaridad y justicia internacional, pero también por interés nacional.

Si lo anterior es cierto, la Argentina debería expresar su intención de colaborar con los países miembros del Grupo Andino, en todo aquello que éstos, a través de los órganos propios del Acuerdo, consideren que es posible proyectar con la participación suya. Un programa conjunto andino-argentino concebido en términos audaces y generosos, que sea tan dinámico como lo sea el proyecto andino mismo, que vaya tan lejos lo deseen y lo necesiten los países andinos y lo permitan las limitaciones insuperables de la realidad nacional argentina, podría ser el cause de la asociación del país a la experiencia andina.

Una vez obtenido un acuerdo nacional sobre los cuales serian las respuestas apropiadas a las preguntas anteriores, seria fácil elaborar las respuestas a los dos últimos interrogantes. Es indudable que el aporte habrá de ser reciproco y que es el plano del apoyo político, y de lo que la capacidad industrial argentina puede significar para la subregión, así como su contribución empresarial y tecnológica donde se encontraran los principales elementos para la respuesta a la tercera pregunta. Y también es indudable, en relación a la última pregunta que es a través de la complementación entre la acción a nivel bilateral con la que se desarrolle a nivel multilateral con los órganos del Acuerdo y con la Corporación Andina de Fomento, que se encontraran las formas mas apropiadas para concretar la vinculación y apoyo del país a la subregión.

Por cierto que las respuestas a las dos primeras preguntas pueden ser diferentes, o pueden simplemente no darse. Cabría sólo apuntar que en el caso en que, una vez más, el país no comprenda su función y su misión en América Latina, no sólo habrá perdido una oportunidad histórica - y éstas no siempre se repiten-, y generado así una nueva frustración interna y externa, sino que además habrá dejado seriamente minadas las posibilidades futuras de cambiar su forma de inserción internacional.

La definición frente al Grupo Andino será -como para los propios países andinos lo es la decisión de continuar adelante con su proyecto cualesquiera sean las dificultades que alegran a los pesimistas- una forma de demostrar hasta qué punto realmente desea el país pagar el costo de negarse a la dependencia.


Félix Peña es Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar trayectoria.

http://www.felixpena.com.ar | info@felixpena.com.ar


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