B - Evolución de la situación de Cuba ante el Sistema Interamericano con posterioridad a la VIII Reunión de Consulta.
Si bien hemos limitado nuestro trabajo a la Octava Reunión de Consulta y al estudio de los aspectos jurídicos de algunas de sus resoluciones, consideramos de Interés señalar cuál ha sido la evolución posterior del conflicto entre Cuba y el resto de los Estados Americanos. Corresponde señalar dos hechos fundamentales: a) en primer lugar, la grave crisis de octubre de 1962 entre Cuba, los Estados Unidos y la Unión Soviética, que extrae definitivamente el problema cubano del ámbito de las relaciones interamericanas, para situarlo en el cuadro más complicado de las relaciones Este y Oeste (83); b) en segundo lugar, la nueva crisis en las relaciones entre Cuba y algunos de los Estados americanos -en concreto con Venezuela- que, esta vez dentro del marco interamericano, da lugar a la Novena Reunión de Consulta, donde se aplican al gobierno cubano las sanciones previstas en el art. 8º del Tratado de Río de Janeiro [84]. Estas resoluciones del organismo interamericano provocan nuevamente la consideración de la jurisdicción de la OEA en la materia, por parte del Consejo de Seguridad. Una vez más la resolución es favorable a la tesis de la jurisdicción privilegiada del organismo regional.
Se puede considerar que hoy en día, a más de dos años de la Octava Reunión de Consulta, el régimen de Cuba se encuentra en cierta forma -y dentro del área interamericana- aislado económica y diplomáticamente, y que su acción subversiva en el resto de los países latinoamericanos ha sido en cierta medida neutralizada. Cabe preguntarse sin embargo, si la prosecución de una política de exclusión de Cuba de la comunidad de Estados americanos, aprobada sobre bases jurídicas que discutiremos luego, en la Reunión de Punta del Este, ha permitido dar una solución positiva al conflicto que se originó en la orientación ideológica y en la política exterior de su gobierno. O si al contrario no sigue siendo válida, la otra posición política que también se manifestó en Punta del Este y que pretendía la solución del conflicto por la neutralización de la influencia del régimen, a través del desarrollo de una acción política y económico-social común a todos los países del Sistema, que permitiera eliminar las causas que favorecen esa acción subversiva; y que al mismo tiempo -ya en un plano jurídico- propiciaba las reformas de las bases mismas y de las instituciones del actual Sistema interamericano para adecuarlo a una acción de ese tipo.
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