La plena incorporación de Venezuela en el Mercosur no se ha completado.
Faltan tres requisitos. El primero es la entrada en vigor del Protocolo
de Caracas del 4 de julio 2006, que estableció las condiciones
para tal incorporación. Al ser un tratado internacional requiere
la aprobación previa de los Parlamentos. No ha sido ratificado
aún por Brasil ni por Paraguay.
El segundo requisito es la adopción por Venezuela del acervo normativo
del Mercosur. Se estableció un plazo de cuatro años, conforme
a un cronograma que un grupo de trabajo debía aprobar en un máximo
de 180 días, tras su primera reunión 30 días después
de la firma del Protocolo. El informe final del grupo de trabajo incluye
el cronograma, pero no quedó completo. Y el tercer requisito es
su incorporación a la unión aduanera, esto es, el programa
de liberación comercial y el arancel externo común. El grupo
de trabajo debía establecer los respectivos cronogramas. Venció
el plazo y cumplió sólo parcialmente su tarea.
Quedó pendiente lo más importante, que era el cronograma
para la adopción por Venezuela del arancel externo común
-con sus eventuales excepciones- "a más tardar en un plazo
de cuatro años contados a partir de la fecha de entrada en vigencia"
del Protocolo. Sólo se acordó el cronograma para un 23%
de las líneas arancelarias. Para el resto se previó que
entre en vigor "a partir del cuarto año de vigencia del Protocolo".
Podría interpretarse que ello implica una modificación del
Protocolo.
En mayo de este año, el Consejo del Mercosur acordó crear
un nuevo grupo de trabajo para completar las tareas pendientes en un año
como máximo. Es un plazo que puede ser prorrogable por el propio
Consejo.
La cuestión de la incorporación de Venezuela a la unión
aduanera está, por lo tanto, aún sin resolver. Si existieran
diferencias dentro de Venezuela y, eventualmente, entre los países
miembros respecto del proceso de su incorporación plena a la unión
aduanera, ello podría implicar la necesidad de modificar el Protocolo
de Caracas. En tal caso podría establecerse alguna modalidad de
unión aduanera de múltiples velocidades.
Pero lo razonable sería que, hasta su incorporación, Venezuela
-o cualquier país que se adhiera en el futuro y que optara por
un plazo prolongado para integrarse a la unión aduanera- no participe
plenamente de acuerdos como el que el Mercosur está negociando
con la Unión Europea.
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