Hechos recientes evidencian los múltiples planos a través
de los cuales Brasil canaliza su diplomacia comercial. El más destacable
es el mecanismo de consultas informales -puesto en marcha el 6 de junio
entre Luiz Fernando Furlán, ministro de Desarrollo de Brasil, y
Carlos Gutiérrez, secretario de Comercio de los Estados Unidos-,
que resultó de la larga declaración conjunta entre los presidentes
Lula y Bush en noviembre de 2005, un día después del fin
de la Cumbre de Mar del Plata.
Tal mecanismo bilateral prevé acciones en campos concretos -no
preferenciales- orientados a promover comercio e inversiones entre los
dos países. Los cuatro grupos de trabajo creados (facilitación
de negocios, propiedad intelectual, cooperación en barreras técnicas,
y promoción de exportaciones e inversiones) deben producir resultados
para la reunión plenaria bilateral por realizarse en septiembre,
en Washington.
Otro hecho destacable surge de la visita a Brasilia, en junio, de José
Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea.
En una detallada declaración conjunta se resalta el carácter
especial de la relación de la Unión Europea (UE) con Brasil
-en consonancia con lo que planteó un reciente documento de estrategia
de la Comisión- y se enuncian diversos campos de futura acción
bilateral. Al final se hace una referencia a las pendientes negociaciones
entre la UE y el Mercosur.
Son ejemplos de una diplomacia comercial multifocal, en la que lo bilateral
y lo multilateral, lo regional y lo global, son planos complementarios.
Es fundamental entender la lógica que orienta la interacción
entre ellos. La real, no la de las apariencias.
Esta complementación entre distintos planos de la diplomacia comercial
es común en los protagonistas centrales de la competencia económica
global -los 30 que integran el ranking de la Organización Mundial
del Comercio (OMC) de principales países en el intercambio de bienes
y de servicios-.
La articulación y coherencia de una diplomacia comercial multifocal
requiere por parte del país que la practica mecanismos eficaces
de coordinación interna, tanto en lo gubernamental como en lo empresarial.
La Cámara de Comercio Exterior (Camex) y la Coalición Empresaria
Brasileña son dos mecanismos que Brasil tiene a fin de procurar
tal articulación. Esta columna se realiza con el apoyo de la Fundación
BankBoston.
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