En el Mercosur se ha abierto un proceso negociador que conducirá
a lo que ya se llama Ouro Preto II. Se trata de la próxima cumbre
por realizarse en diciembre en la misma ciudad de Mina Gerais, donde hace
10 años concluyeron los acuerdos sobre la unión aduanera
y se firmó el Protocolo de Ouro Preto, que estableció la
estructura institucional del Mercosur. Es una estructura que luego se
amplió con las funciones técnicas atribuidas a la secretaría,
con la creación de la figura del presidente del Comité de
Representantes y con el Tribunal Permanente de Revisión a instalarse
en Asunción.
Es prematuro anticipar cuáles serán los resultados de Ouro
Preto II. Mucho dependerá del trabajo previo que realicen los gobiernos,
en el ámbito de los órganos del Mercosur y por medio de
canales bilaterales, especialmente entre la Argentina y Brasil. A su vez,
los empresarios -como otros sectores de la sociedad- tendrán mucho
que aportar, a la luz de la experiencia de los recientes conflictos comerciales
y de lo que ellos han puesto en evidencia sobre los efectos de las asimetrías
entre los socios. Cabe suponer que entre las instituciones empresariales
de ambos países, el diálogo es hoy intenso y, eventualmente,
permitirá aportar valiosos insumos para los negociadores.
En la preparación de Ouro Preto II se observa un hecho a la vez
novedoso y auspicioso. Y es que ahora se cuenta con la ventaja de un diagnóstico
preciso y de solvencia técnica, acerca de los principales logros
y problemas del Mercosur, tanto en su dimensión económica
y comercial, como en la institucional y jurídica. Se trata del
primer informe semestral elaborado por el equipo técnico de la
Secretaría del Mercosur -a cargo del Reginaldo Arcuri, con amplia
experiencia empresarial y pública en el área industrial
del Brasil-, y que fue presentado en ocasión de la Cumbre de Iguazú
(su texto completo figura en www.mercosur.org.uy).
Tiene un título sugestivo y representativo de su contenido: "Un
foco para el proceso de integración regional". Sus 57 páginas
contienen un diagnóstico y propuestas concretas. Difícil
será debatir el futuro del Mercosur y preparar un Ouro Preto II
exitoso, sin tomar en cuenta este informe. Pone de manifiesto las ventajas
que para los socios significa contar con un órgano técnico
común, capaz de aportar una visión de conjunto independiente.
Fija, además, un marco de referencia fundado para el necesario
debate dentro de cada país y para el también imprescindible
proceso negociador.
|