|
|
EL DIFÍCIL ARTE DE LOGRAR PUNTOS DE
EQUILIBRIO SUSTENTABLES:
El caso de las estrategias de inserción comercial externa y de integración
regional |
por Félix Peña
Octubre 2013
|
|
|
La necesidad de conciliar visiones e intereses diferentes
se observa en las relaciones internacionales cuando se trata de construir
coaliciones voluntarias y con vocación de permanencia, entre naciones
soberanas que comparten un espacio geográfico regional o que aspiran
a desarrollar un sistema multilateral de comercio como es el caso de la
OMC.
Tanto en el plano interno de una nación como en el de un acuerdo
internacional -sea éste global, regional o interregional- lo más
complejo es preservar el equilibrio de los respectivos intereses en juego
a través del tiempo. En cierta forma, la fundacional parece ser
la etapa fácil. Pero muchas iniciativas sucumben o pierden vitalidad
en esta primera etapa, la que sin embargo puede durar años o décadas.
Mucho más complicado es sostener a través del tiempo largo
la reciprocidad de intereses que sustenta el vínculo asociativo.
Es decir cuando empieza "la curva del desencanto" que se produce
por el hecho que no todos los países participantes siguen visualizando
el acuerdo como generador de ganancias mutuas. Allí es donde comienza
la pérdida de efectividad, eficacia y legitimidad de las instituciones
y reglas originadas en el acuerdo fundacional. Ello es más complejo
aún cuando un acuerdo de cooperación multilateral o de integración
regional se inserta en un cuadro de dinámica de cambio, e incluso
de fuerte volatilidad, sea en los países miembros o el contexto
internacional.
En el ámbito interno de una nación como en el de un
acuerdo de trabajo conjunto entre naciones soberanas que aspiran a desarrollar
con vocación de permanencia un proceso multidimensional de cooperación
con fuerte énfasis en el comercio y la integración productiva,
tres parecen ser planos relevantes en los que sería más
importante lograr avances institucionales que permitan practicar el difícil
arte de lograr puntos de equilibrios que sean sustentables. El primero
es el de la articulación entre las estrategias de desarrollo y
de inserción internacional de un país con los requerimientos
del respectivo acuerdo regional o multilateral. El segundo es el de la
articulación entre distintos acuerdos preferenciales en los que
un país puede participar, tanto entre ellos como con los compromisos
asumidos en el plano global multilateral. Y el tercero es el de la articulación
entre requerimientos del corto y del largo plazo, tanto en las estrategias
nacionales como en el ámbito de los compromisos internacionales
que un país asume.
|
En el plano interno de una nación -especialmente si se trata
de una sociedad abierta en el sentido que emplea Ralph Dahrendorf en sus
"Reflexiones sobre la Revolución en Europa" (1991)- conciliar
visiones e intereses diferentes, incluso contrapuestos, entre ciudadanos
y sectores sociales, es una condición necesaria para la estabilidad
política y la gobernabilidad de un sistema democrático.
Lo es también para trazar estrategias y políticas sustentables
para la inserción comercial internacional, incluyendo el desarrollo
de distintas modalidades de coaliciones y alianzas con otras naciones,
en particular si ellas se plasman en acuerdos e instituciones con vocación
de permanencia.
No es ello algo fácil de lograr. Es en buena medida un arte en
el que se exteriorizan en su plenitud las mejores cualidades de quienes
ejercen el poder político. Es aún más difícil
de lograr en los casos en que una sociedad presenta marcadas desigualdades
económicas y sociales entre sus miembros y cuando, además,
hubieren fracturas significativas de tipo ideológico y, eventualmente,
étnico y religioso. O en momentos en que se producen cambios profundos
en la estructura del poder mundial y en las condiciones de la competencia
económica global, en los que suelen predominar actitudes de "sálvese
quien pueda" entre las naciones, pero también dentro de ellas.
En cierta medida es lo que está observándose en algunos
de los países miembros de la Unión Europea (UE), tal el
caso por ejemplo de Grecia. Son momentos en los que resulta más
difícil articular intereses sectoriales y, en todo caso, sostener
a través del tiempo los puntos de equilibrio que eventualmente
se logren.
La necesidad de conciliar visiones e intereses diferentes también
se observa en las relaciones internacionales, especialmente cuando se
trata de construir coaliciones voluntarias y con vocación de permanencia
en el tiempo, entre naciones soberanas que comparten un espacio geográfico
regional, o que aspiran a desarrollar un sistema multilateral de comercio
como es el caso de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En tales casos, los puntos de equilibrio que se logren entre distintos
intereses nacionales en juego son los que sustentan el pacto fundacional
y las normas jurídicas que se incluyen en el acuerdo que lo formaliza.
Se supone que también sustentan los mecanismos y reglas que derivan
luego, a través del tiempo, de los instrumentos jurídicos
fundacionales. Sin embargo no siempre ocurre así y ello puede conducir
a la pérdida de eficacia, de efectividad e incluso de legitimidad
del respectivo acuerdo y del proceso que aspira impulsar, sea éste
regional o multilateral global.
Tanto en el plano interno de una nación como en el de un acuerdo
internacional -sea éste global, regional o interregional- lo más
complejo es entonces preservar el equilibrio de los respectivos intereses
en juego a través del tiempo. En un acuerdo de integración
regional, como es por ejemplo el caso del Mercosur, la parte más
difícil no ha sido, necesariamente, la de llegar al momento fundacional.
Éste requiere, por cierto, de visión estratégica
y de habilidad política. También requiere suerte. Ello también
puede observarse hoy en la llamada -y por cierto, muy publicitada- "Alianza
del Pacífico".
En cierta forma, la fundacional es la etapa fácil. Pero muchas
iniciativas sucumben o pierden vitalidad en esta primera etapa, la que
sin embargo puede durar varios años o décadas. Mucho más
complicado es sostener a través del tiempo largo la reciprocidad
de intereses que sustenta el vínculo asociativo. Es decir cuando
se empieza a observar lo que podemos denominar "la curva del desencanto",
que normalmente se produce por el hecho que no todos los países
participantes siguen visualizando el respectivo acuerdo como generador
de ganancias mutuas. Allí es donde comienza, a veces por goteo,
la pérdida de efectividad, eficacia y legitimidad de las instituciones
y reglas originadas en el respectivo acuerdo fundacional. Ello es más
complejo aún cuando un acuerdo de cooperación multilateral
o de integración regional se inserta en un cuadro de dinámica
de cambio, e incluso de fuerte volatilidad, sea en cada uno de los países
miembros o el contexto internacional. Es lo que ocurre en la actualidad
con los movimientos sísmicos que están sacudiendo, a pesar
de sus notorias diferencias, tanto la UE como el Mercosur.
En el plano interno de una nación, una situación de fuerte
dinámica de cambio puede poner a prueba la calidad y la eficacia
de las instituciones de gobierno. Asimismo, en el plano regional los cambios
en las realidades significan un test para la eficacia de los mecanismos
de concertación de intereses nacionales -tanto en su componente
interno dentro de cada nación como en el nivel común o multinacional-
y pueden incidir asimismo en la efectividad de las reglas de juego que
se pacten. Un ejemplo al respecto lo constituye lo que ocurriera en la
evolución del Grupo Andino y de su principal órgano común
-la Junta del Acuerdo de Cartagena- que fuera perdiendo eficacia e incluso
legitimidad a medida que se superaba un período fundacional en
el que predominara un entorno externo favorable y la afinidad de valores
e intereses entre los países miembros. Un momento de quiebre al
respecto fue el retiro de Chile, país que junto con Colombia había
desempeñado un papel fundamental en la creación del Grupo
Andino bajo los liderazgos respectivos de los entonces Presidentes Eduardo
Frei y Carlos Lleras Restrepo.
Más complicado puede ser el cuadro cuando un momento fundacional
marcado por la afinidad de valores e intereses -una situación de
"like-minded countries"-, es seguido luego por períodos
de diferencias significativas entre los socios aún cuando ellas
fueran coyunturales y, además, cuando no se hubiere instalado un
mecanismo de concertación de intereses -en el sentido de lo que
impulsara Jean Monnet en los momentos fundacionales de la integración
europea- que permitiera lograr puntos de equilibrio entre intereses nacionales
no siempre convergentes. El papel del "facilitador independiente"
en el proceso de toma de decisiones es al respecto fundamental, además
de significar una garantía para aquellos países participantes
con menor dotación de poder relativo.
La corta historia del Mercosur presenta en diferentes momentos ejemplos
interesantes al respecto. Incluso es posible formular la hipótesis
de que ha sido la ausencia o la debilidad de mecanismos eficaces que faciliten
la concertación de intereses nacionales, una de las explicaciones
de las recurrentes dificultades que el Mercosur ha tenido y tiene, para
adaptarse a los efectos de la dinámica de cambios internos y contextuales
que han caracterizado las relaciones entre sus países miembros
-y en especial Argentina y Brasil- desde que el proceso de integración
se lanzara con los acuerdos multidimensionales del período 1985-1994,
esto es, en el plano estratégico, nuclear, político, económico
y social. Es una debilidad que no pudo superarse ni cuando se creara la
Secretaría Técnica -el hecho que se le impidiera publicar
en Internet un informe anual sobre la evolución del Mercosur tuvo
luego un fuerte impacto negativo en su eficacia- ni después con
la creación de la figura de un Alto Representante que, sin embargo,
más allá de su función representativa nunca ha podido
tener suficiente incidencia significativa en el proceso de articulación
de intereses nacionales conducente a la producción de reglas de
juego que efectivamente se apliquen. Es un déficit institucional
que requeriría más reflexión académica y sobre
todo política, que la que se le ha brindado a través de
la historia reciente del Mercosur.
Tanto en el ámbito interno de una nación como en el de
un acuerdo de trabajo conjunto -sea global multilateral como el de la
OMC, o regional como el del Mercosur y ahora la Alianza del Pacífico-
entre naciones soberanas que aspiran a desarrollar con vocación
de permanencia un proceso multidimensional de cooperación con fuerte
énfasis en el campo del comercio y de la integración productiva,
tres parecen ser planos relevantes en los que sería más
importante lograr avances institucionales que permitan practicar el difícil
arte de lograr puntos de equilibrios que sean sustentables.
El primero es el de la articulación entre las estrategias de desarrollo
y de inserción internacional de un país con los requerimientos
del respectivo acuerdo regional o multilateral. Entre muchos otros, un
ejemplo al respecto es el de las políticas comerciales que se entiende
necesario aplicar en función de la combinación de intereses
ofensivos y defensivos de las empresas y sectores sociales de un país,
y los compromisos jurídicos asumidos en materia, en particular,
de acceso al respectivo mercado interno y de protección del comercio.
En momentos de crisis económica global y de caída relativa
de los flujos de comercio internacional, la tendencia natural de cada
país es la de proteger las fuentes de trabajo de su población.
Muchas veces se hace en forma encubierta y con tal sutileza jurídica,
que resulta difícil a los eventualmente afectados por la política
de uno de los socios, demostrar que efectivamente se han violado reglas
de juego pactadas. Otras veces las violaciones son fragrantes y ello afecta
la credibilidad internacional del país que aplica las respectivas
medidas contrarias a lo pactado. Pero por lo general, son situaciones
que ponen en evidencia insuficiencias en las reglas de juego que tornan
difícil o directamente no prevén, válvulas de escape
de aplicación rápida, excepcional y temporaria, tal como
lo ha propuesto para la OMC el profesor Dani Rodrik especialmente en su
libro "One Economics Many Recipes. Globalization, Institutions and
Economic Growth", Princeton University Press, Princeton and Oxford
2007.
El segundo plano es el de la articulación entre distintos acuerdos
preferenciales en los que un país puede participar, tanto entre
ellos como con los compromisos asumidos en el plano global multilateral.
De hecho es cada vez más frecuente que un país participe
simultáneamente en distintos acuerdos regionales o comerciales
preferenciales, celebrados al menos formalmente en el marco multilateral
de la OMC. O que aspire a participar. Ello puede eventualmente generar
la necesidad de lograr puntos de equilibrio entre los compromisos asumidos
en los distintos acuerdos y los respectivos intereses nacionales. El logro
de tales puntos de equilibrio depende también de cuáles
son las concesiones y las reglas de juego pactadas en cada uno de los
acuerdos. Y en particular, depende de los objetivos reales, así
como del alcance político y estratégico, a veces profundo,
de un determinado acuerdo preferencial regional.
El Mercosur ofrece un ejemplo al respecto. Si bien los socios están
comprometidos a una unión aduanera con un arancel externo común
-elemento clave de la distinción con profundo sentido político
y no sólo económico entre "nosotros" y "ellos"-
que de hecho ha sido concebido como un instrumento flexible funcional
a requerimientos de estrategias comerciales de geometría variable,
se observan tendencias crecientes a procurar enfoques diferenciados entre
los socios al negociar con terceros países o con grupos de países.
La similitud con la experiencia de los "canales diferenciados"
en los aeropuertos del Mercosur -donde los ciudadanos de países
miembros que se supone que tienen trato preferencial (Decisión
CMC 12/91) terminan haciendo fila junto con los de terceros países
y separados de los locales- es bastante ilustrativa de las consecuencias
que podrían tener tales enfoques preferenciales diferenciados.
Es precisamente en el caso de las negociaciones con la UE donde se nota
en forma más clara la tendencia a procurar enfoques y ritmos diferenciados.
Se suele evocar el que la limitación existente (prevista en la
Decisión CMC 32/00) se aplica sólo a las negociaciones de
preferencias comerciales arancelarias. Quienes así argumentan utilizan
la expresión "anything but trade" para indicar la amplitud
de lo que un país como Brasil podría negociar con la UE.
Quizás desconozcan así las profundas consecuencias estratégicas
y políticas de tal enfoque.
Al respecto, con motivo de la reciente visita al Brasil de Antonio Tajani,
Comisario de Industria de la UE, el Presidente de EUBrasil, foro que nuclea
empresas y especialistas (ver: http://www.eubrasil.eu/about/), le envió
una carta en la que sobresale el párrafo siguiente: "There
is a widespread expectation that there is no possibility of arriving,
in the foreseeable future, at an EU-MERCOSUR agreement; negotiations are
stuck since 2004. But in order to foster a new more competitive growth
model, Brazil needs more access to foreign markets (and the EU is its
most important customer market) and needs to open up much more its own
market if it wants to enhance its firm's competitiveness. There are two
possible parallel paths to unlock the current situation. The first is
to go ahead with a set of bilateral EU-Brazil agreements on "anything
but trade": rules, standards, SPS, investment, taxation, regulations,
business facilitation, the whole arsenal of technical barriers to trade
and non-tariff barriers to trade. This can be done without endangering
MERCOSUR and would strengthen the Brazilian hand in promoting the second
path: the sequencing of the bi-regional talks. MERCOSUR would be kept
as a negotiating umbrella under which each member country could adopt
faster or much slower liberalization commitments and schedules. The EU
has already experienced this kind of solution in its negotiations with
the Andean Community" (resaltado es nuestro) (ver la carta completa
en: http://www.eubrasil.eu/).
Sobre las consecuencias de eventuales acuerdos bilaterales de países
del Mercosur con la UE ver nuestra nota en La Nación, del 22 de
mayo de 2012 (en: http://www.felixpena.com.ar/).
Lo que la carta no señala es que tras las negociaciones de dos
de sus países miembros con la UE -Colombia y Perú-, la Comunidad
Andina de Naciones entró en una fase de significativa irrelevancia.
Y el problema que puede plantearse en el Mercosur sería precisamente
que el alcance bilateral de las negociaciones comerciales de países
miembros del Mercosur con la UE, aunque no incluyan preferenciales arancelarias,
pudiera terminar afectando la razón de ser profunda de los acuerdos
logrados entre Argentina y Brasil, primero en 1985-86 y luego en 1990-91,
que penetra hondo en cuestiones estratégicas y sensibles cuál
es, entre otras, la nuclear. No parece ser ello conveniente en la perspectiva
de una integración estratégica concebida como sinónimo
de "paz y estabilidad política en América del Sur"
-tal como lo señalara en su momento el entonces Canciller Celso
Amorim, en respuesta a una pregunta que le formulara un colega en un panel
sobre el comercio internacional en el World Economic Forum de Davos en
el 2008-.
Y, finalmente, el tercer plano es el de la articulación entre
requerimientos del corto y del largo plazo, tanto en las respectivas estrategias
nacionales como en el ámbito de los compromisos internacionales
que un país asume. Lo que se observa al respecto es el efecto de
erosión creciente de la distinción entre intereses de corto
y de largo plazo, resultante de la estrecha vinculación entre comercio
e inversión productiva que se refleja en las nuevas modalidades
de organizar la producción a nivel multinacional. En efecto, la
fragmentación de la producción en cadenas transnacionales
de valor está generando, como uno de sus efectos, una notoria dificultad
en distinguir entre corto y largo plazo al aplicarse políticas
comerciales restrictivas por parte de un país. Según como
ellas se apliquen, si bien teóricamente tales medidas incidirían
sólo en los flujos de comercio de corto plazo, pueden tener también
un fuerte efecto sobre decisiones de inversión hacia el respectivo
país, fruto de una apreciación que en el ámbito de
una cadena de valor transnacional se efectúe sobre la conveniencia
de operar desde su mercado. La incertidumbre con respecto a los flujos
de comercio puede entonces producir sus efectos sobre decisiones de inversión
productiva que si bien apuntan al largo plazo tienen también incidencia
en el corto plazo. En la industria automotriz, por ejemplo, puede inclinar
a los inversores a preferir aquellos países que además de
dimensión de mercado y grado de desarrollo industrial, aporten
seguridad con respecto a la fluidez en los flujos trans-fronterizos de
intercambio comercial.
|
Lecturas recomendadas:
- Armstrong, Shiro, "Indonesia connects APEC to regional ambitions",
October 6th, 2013, en: http://www.eastasiaforum.org/.
- Aydin, Cemil, "The Politics of Anti-Westernism in Asia. Vision
of World Order in Pan-Islamic and Pan-Asian Thought", Columbia
University Press, New York 2007.
- Bernal Meza, Raúl; Quintanar, Silvia Victoria (coordinadores),
"Regionalismo y Orden Mundial: Suramérica, Europa, China",
Nuevo Hacer/Grupo Editor Latinoamericano, Universidad Nacional del Centro
de la Provincia de Buenos Aires, Buenos Aires 2012.
- CEPAL, "Panorama de la Inserción Internacional de América
Latina y el Caribe. Lenta postcrisis, meganegociaciones comerciales
y cadenas de valor: el espacio de acción regional", CEPAL,
Santiago de Chile 2013, en: http://www.cepal.org/.
- Chen, Xiangming,; Chen, Kayla, "China and Latin America vie for
competitive status", East Asia Forum, October 11th, 2013, en: http://www.eastasiaforum.org/.
- Drysdale, Peter, "Asia gets on it while America's out of play",
East Asia Forum, October 7th, 2013, en: http://www.eastasiaforum.org/.
- Emmott, Stephen, "Ten Billion", Vintage Books, New York
2013.
- Fontagné, Lionel; Gourdon, Julien; Jean, Sébastien,
"Transatlantic Trade: Whither Partnership, Which Economic Consequences?",
Policy Brief CEPII, n° 1 - Paris, September 2013, en: http://www.cepii.fr/.
- Fundación Foro del Sur, "Archivos del Presente",
Publicación periódica de la Fundación Foro del
Sur, Buenos Aires, Año 16 - Nro. 60, 2013.
- Gantz, David A., "Liberalizing International Trade after Doha:
Multilateral, Plurilateral, Regional and Unilateral Initiatives",
Cambridge University Press, Cambridge 2013.
- Head, Keith; Mayer, Thierry, "What separates us? Sources of resistance
to globalization", Document de Travail, CEPII, n° 2013 -26,
Paris, September 2013, en: http://www.cepii.fr/.
- Hufbauer, Gary, Schott, Jeffrey; Cimino, Cathleen, "Payoff from
the world trade agenda 2013", VoxEu.org, 7 July 2013, en: http://www.voxeu.org/.
- Hunt, John, "La Ascensión al Everest", Editorial
Juventud, Barcelona 2009.
- ICTSD, "Cadenas globales de valor en Latinoamérica",
ICTSD, Revista Puentes, Volumen 14, Número 6, Ginebra, Octubre
2013, en: http://ictsd.org/.
- IRI, "Relaciones Internacionales", Publicación periódica
del Instituto de Relaciones Internacionales, Nuevo Hacer/Grupo Editor
Latinoamericano, Universidad Nacional de La Plata, Año 22 - Nro.
44 - Enero/Junio 2013.
- Keping, Yu, "Search for balance in China: a quest for dynamic
stability", East Asia Forum, September 22nd, en: http://www.eastasiaforum.org/.
- Márkaris, Petros, "Pan, Educación, Libertad",
Tusquets Editores, Buenos Aires 2013.
- Marsh, Peter T., "Bargaining on Europe. Britain and the First
Common Market 1860-1892", Yale University Press, New Haven and
London 1999.
- Modelski, George, "Long Cycles in World Politics", University
of Washington Press, Seattle and London 1987.
- Oropeza García, Arturo (coordinador), "México Frente
a la Tercera Revolución Industrial. Cómo relanzar el proyecto
industrial de México en el siglo XXI". UNAM -IDIC, México
2013.
- Pahre, Robert, "Politics and Trade Cooperation in the Nineteenth
Century. The "Agreeable Customs" of 1815-1914", Cambridge
University Press, Cambridge 2008.
- Rigby, Richard, "Whither the Chinese leadership?", East
Asia Forum, October 8th, 2013, en: http://www.eastasiaforum.org/.
- Urmeneta, Robert, "ASEAN: Interrelaciones y potencialidades con
América Latina y el Caribe", CEPAL - Observatorio América
Latina Asia Pacífico, Montevideo 2013, en: http://www.observatorioasiapacifico.org/.
- VanGrasstel, Craig, "The History and Future of the World Trade
Organization", WTO, Geneva 2013, en: http://wto.org/.
- Wise, Timothy A., "Can We Feed the World in 2050? A Scoping Paper
to Assess the Evidence", Tufts University, Global Development and
Environment Institute, Working Paper N° 13-04, Medford, September
2013, en: http://www.ase.tufts.edu/.
|
|
Félix Peña es Director
del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director
de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité
Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar
trayectoria.
|
|
|
|
|