¿JUEGOS PELIGROSOS?:
Tendencias a la fragmentación del sistema global del comercial internacional
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por Félix Peña
Diciembre 2011
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En un cuadro de eventual erosión de la eficacia
de las disciplinas colectivas establecidas por el marco institucional
multilateral de la OMC, la proliferación de acuerdos preferenciales
entre grandes mercados podría contribuir a una significativa fragmentación
del sistema global del comercio internacional.
El problema puede resultar del hecho que protagonistas
relevantes de la política mundial perciban que algunos de esos
acuerdos tengan objetivos geopolíticos que trasciendan en mucho
el plano de los flujos de comercio e inversión. Si así fuere,
ello implicaría el inicio de un juego peligroso que puede contribuir
a acentuar la fragmentación del sistema político internacional.
Según como evolucionen sus respectivas negociaciones tal podrían
ser, en el complejo y sensible espacio del Asia Pacífico, los casos
de las iniciativas simultáneas del Trans-Pacific Partnership y
del acuerdo tripartito entre China, Corea y Japón.
El epicentro de tal juego podría resultar de
una eventual competencia entre grandes potencias - antiguas y emergentes
- en espacios geopolíticos con un potencial alto voltaje de conflictos.
En tal sentido habrá que seguir con atención
las respectivas percepciones que países como China, los Estados
Unidos y la propia UE - que sigue digiriendo su propia crisis de identidad
- tengan de las intenciones de unos y otros a la hora de promover tales
acuerdos preferenciales. La UE a su vez, espera concluir a principios
del 2012 su acuerdo de libre comercio con la India.
Tras la Octava Conferencia Ministerial este mes de diciembre, la OMC y
en particular la Rueda Doha, siguen planteando interrogantes con respecto
a su futuro. Cabe destacar, sin embargo, hechos positivos como el de la
incorporación de nuevos miembros y en particular Rusia, y el del
reconocimiento de que la Rueda Doha se encuentra en un impasse, lo que
plantea la necesidad de explorar diferentes aproximaciones a las negociaciones
que sean compatibles con los principios de inclusión y de transparencia.
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La Octava Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del
Comercio (OMC) (Ginebra, 15 al 17 de diciembre de 2011) ha permitido confirmar
la diversidad de posiciones existentes entre los países miembros
con respecto al futuro del sistema multilateral global del comercio internacional,
incluyendo el destino final de la Rueda Doha (ver toda la información
sobre la Conferencia de la OMC en http://www.wto.org/
y en http://www.wto.org/;
para un análisis previo a la Conferencia, ver asimismo este Newsletter
del mes de octubre 2011, en http://www.felixpena.com.ar/).
En principio no parecería que fueran posiciones necesariamente
inconciliables entre sí. Una base común es que todos los
países miembros coinciden en que el sistema multilateral global
debe ser preservado y fortalecido. La incorporación de Rusia contribuye
a ello. Por lo demás, nadie deja de mencionar el vínculo
entre las actuales negociaciones de la Rueda Doha con el desarrollo económico.
También se percibe como políticamente correcto hacer referencia
continua a la necesidad del tratamiento especial que requieren los países
menos desarrollados. Sin embargo, todo ello puede ser parte de la retórica
y de las apariencias que suelen predominar en la diplomacia económica
multilateral.
Pero todo indica que llevará tiempo el lograr articular los consensos
que se requieren, sea para concluir con las actuales negociaciones multilaterales
- no parece que ello esté en el horizonte inmediato - o para interrumpirlas
definitivamente - nadie parece interesado en que en el inevitable "blame
game" se le atribuya la responsabilidad de explicitar un fracaso
-; sea para acordar nuevas modalidades de negociaciones que permitan contornear
las rigideces del "todo único" ("single undertaking"),
como por ejemplo, aquellas que no requieran la participación de
todos los países miembros y que, sin embargo, se acuerden dentro
del marco de la OMC (distintas variantes de "acuerdos plurilaterales").
Varios factores inciden al respecto.
Un primer factor es el alto número de países participantes,
con sus notorias diferencias de poder relativo, de tradiciones culturales
y de grados de desarrollo económico. Tras la incorporación
de Rusia y de otros países los países miembros son ya 157.
No es fácil ponerlos de acuerdo en torno a agendas muy ricas en
cuestiones diversas y sensibles, tanto desde el punto de vista económico
como político. No es éste, sin embargo, el dato más
destacable. Sí lo es, en cambio, el hecho que la dispersión
del poder relativo entre protagonistas relevantes del comercio mundial
haya aumentado desde la creación de la OMC.
En efecto. En un mundo más "descentrado", las instituciones
internacionales imaginadas en otros contextos históricos ponen
en evidencia insuficiencias sistémicas para reunir la masa crítica
de poder que se requiere a fin de adoptar decisiones que sean efectivas
y legítimas. No es, por cierto, sólo el caso de la OMC.
En las principales organizaciones económicas internacionales originadas
en el mundo del fin de la Segunda Guerra Mundial - y que fueran diseñadas
con clara influencia de los Estados Unidos- la "mesa chica"
para la articulación de las grandes decisiones tiene que ser cada
vez más grande y muchos de los quedan afuera no necesariamente
se sienten representados en ella. Ni tampoco un G2 ni tan siquiera un
G20, parecen suficientes hoy para articular decisiones que sean efectivas,
es decir, que penetren en la realidad y que, a su vez gocen de suficiente
legitimidad internacional.
En el caso de la OMC - como se señaló al principio -, el
mosaico de opiniones diferentes se ha reflejado en las sesiones de la
reciente Conferencia Ministerial. Pero también se observa en los
debates sobre el futuro de la Rueda Doha y de la propia OMC que se realizan
en el plano académico y en organizaciones no gubernamentales. Por
momentos, son debates que recuerdan las escenas caóticas que Federico
Fellini reflejara magistralmente en su película "Ensayo de
orquesta" ("Prova D'Orchestra", 1979), quizás inspirado
en la realidad italiana de esos tiempos.
Un segundo factor que permite anticipar un período prolongado
de incertidumbres en la OMC, es la baja intensidad de los incentivos existentes
para concluir las negociaciones de la Rueda Doha. Ello puede explicarse
por los efectos de las actuales turbulencias financieras y económicas
internacionales que han acentuado reflejos políticos a no innovar
en todas aquellas cuestiones que pueden esperar. Concretamente, si los
costos políticos internos son altos, la tendencia de los protagonistas
es a privilegiar la inercia aún cuando ello pudiera significar
poner en riesgo eventuales beneficios del largo plazo.
La paradoja actual es que las respectivas agendas internas de muchos
países, incluso los más relevantes, están fuertemente
influenciadas por los efectos de la globalización de la economía
mundial, pero que su capacidad para participar en la formulación
de respuestas colectivas está, a su vez, muy condicionada por factores
domésticos. Ello se ha acentuado en los últimos tiempos
por el hecho que en muchos países los ciudadanos han comenzado
a manifestar en forma incluso ruidosa su indignación. Indignación
frente a lo que visualizan como causas de sus problemas. Pero, sobre todo,
indignación ante la falta de suficientes explicaciones por parte
de sus dirigentes sobre la realidad que se enfrenta y, en particular,
de propuestas concretas para superar lo que se percibe como un cuadro
de situación inesperado y frustrante. Las incertidumbres sobre
el presente y, en especial sobre el futuro, normalmente acentúan
la indignación de la gente.
Y un tercer factor es que se observa una creciente tendencia a privilegiar
caminos alternativos a los del sistema comercial multilateral global.
Las dificultades para avanzar en la opción que implicaría
la conclusión exitosa de la Rueda Doha alimentan tal tendencia.
Se entiende entonces que la opción planteada por distintos tipos
de clubes comerciales restringidos, pueda ser más funcional al
objetivo de facilitar la expansión de flujos de comercio e inversiones
entre las naciones participantes. Permiten además generar acuerdos
que sean "OMC plus".
Tales clubes no se limitan a espacios geográficos contiguos, donde
los acuerdos preferenciales son visualizados como instrumentos de una
estrategia con objetivos de integración económica - eventualmente
profunda - y de gobernabilidad regional.
Se ha entrado, por el contrario a una nueva etapa de concertación
de acuerdos plurilaterales inter-regionales. Tres ejemplos son destacables,
por la magnitud de las respectivas dimensiones económicas en términos
de población y de comercio involucrado, en el caso que las negociaciones
actualmente en curso prosperasen. Son el Trans-Pacific Partnership (TPP),
el acuerdo entre China, Corea y Japón, y el acuerdo de libre comercio
entre la Unión Europea (UE) y la India.
El TPP (originado en un acuerdo celebrado en el año 2006 por Chile,
Singapur, Brunei y Nueva Zelanda, y que ahora está siendo negociado
por diez países con el objetivo de concluir el acuerdo en el 2012)
ha adquirido más actualidad tras la Cumbre reciente de la APEC
en Honolulu, Hawai y, en particular, tras la decisión del Japón
de participar en las negociaciones. Pero también han ganado impulso
político las negociaciones de un eventual acuerdo de libre comercio
entre China, Corea y Japón (ver las referencias incluidas en la
Sección Lecturas Recomendadas, al final de este Newsletter) . A
su vez, no se descarta aún la posibilidad que finalmente la negociación
en curso entre la UE y la India pudiera concluir en el primer semestre
del 2012.
En un cuadro de eventual debilitamiento del marco multilateral brindado
por la OMC, la proliferación de acuerdos preferenciales entre grandes
mercados podría contribuir a una fragmentación, incluso
caótica, del sistema del comercio mundial. Pero el problema principal
podría derivar del hecho que protagonistas relevantes en el escenario
político mundial, eventualmente perciban que algunos de esos acuerdos
tengan objetivos geopolíticos que trasciendan en mucho el plano
de los flujos de comercio e inversiones. Podría ello implicar entonces
el inicio de un juego peligroso que contribuya a una mayor fragmentación
del sistema político internacional.
El epicentro de tal juego podría resultar de una eventual competencia
entre grandes potencias - antiguas y emergentes - en espacios geopolíticos
de un alto voltaje de conflictos. En tal sentido habrá que seguir
con atención las respectivas percepciones que países como
China, los Estados Unidos y la propia UE - que sigue digiriendo su propia
crisis de identidad - tengan de las intenciones de unos y otros a la hora
de promover tales acuerdos preferenciales y "OMC plus".
Tras la Octava Conferencia Ministerial este mes de diciembre, la OMC
y en particular la Rueda Doha siguen planteando interrogantes con respecto
a su futuro. Cabe destacar, sin embargo, hechos positivos como el de la
incorporación de nuevos miembros y en particular Rusia, y el reconocimiento
de que la Rueda Doha se encuentra en un impasse que genera la necesidad
de explorar diferentes aproximaciones a las negociaciones que sean compatibles
con los principios de inclusión y de transparencia (ver la declaración
final del Presidente de la Conferencia en la que constata los elementos
de consenso alcanzados con respecto a la acción futura de la OMC,
incluyendo la Rueda Doha, en: http://www.wto.org/).
Asimismo al hablar en la sesión inaugural de la Conferencia Ministerial
(http://www.wto.org/),
Pascal Lamy anunció su intención de convocar un panel de
múltiples partes interesadas (multi-stakeholders) para analizar
la situación actual y futura del comercio mundial. De concretarse
es una iniciativa positiva. Cabe destacar que simultáneamente con
la Conferencia, el ICTSD organizó un simposio sobre comercio y
desarrollo con la participación de negociadores y expertos de países
de la OMC (ver http://www.ictsdsymposium.org/).
Algunas propuestas incluidas en los aportes de Miguel Rodriguez Mendoza,
de Marcel Vaillant y de Carolyne Birkbeck Deere, merecen ser destacadas
por la calidad de sus argumentos y su sentido práctico (ver las
referencias en la Sección de Lecturas Recomendadas al final de
este Newsletter).
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Lecturas recomendadas:
- Armstrong, Shiro, "China's participation in the Trans-Pacific
Partnership", East Asia Forum, 11 December 2011, en: http://www.eastasiaforum.org/.
- Deere Birkbeck, Carolyn, "The Future of the WTO: Governing Trade
for a Fairer, More Sustainable Future", ICTSD -FDEA Trade and Development
Symposium, A Collection of Short Essays, Geneva, December 2011, en:
http://www.ictsdsymposium.org/.
- Drysdale, Peter, "China, economic containment and the TPP",
East Asia Forum, 12 December 2011, en: http://www.eastasiaforum.org/.
- Fergusson, Ian F.; Vaughn, Bruce, "The Trans-Pacific Partnership
Agreement", Congressional Research Service, Washington June 25,
2010, en: http://www.crs.gov.
- Fulponi, Linda; Shearer, Matthew; Almeida, Juliana, "Regional
Trade Agreements - Treatment of Agriculture", OECD Food, Agriculture
and Fisheries Working Papers N° 44, Paris 2011, en: http://www.oecd-ilibrary.org/.
- Funes, Óscar, "Retos de la Unión Aduanera en Centroamérica",
CEPAL, Sede Subregional en México, Serie Estudios y Perspectivas
131, México, Octubre de 2011, en: http://www.eclac.cl/.
- Huchet-Bourdon, Marilyne; Korinek, Jane, "To What Extent Do Exchange
Rates and their Volatility Affect Trade?", OECD Trade Policy Working
Papers, N° 119, Paris 2011, en: http://www.oecd-ilibrary.org/.
- IPEA, "Las relaciones del Mercosur con Estados Unidos y China
ante el desplazamiento del centro dinámico mundial", Comunicados
del IPEA, N° 121, Brasilia, 15 de noviembre de 2011, en: http://www.ipea.gov.br/.
- IPEA, "Mudanças na orden global: desafíos para
o desenvolvimento brasileiro", Comunicado do IPEA, N° 100,
Brasilia, 23 de novembro de 2011, en: http://www.ipea.gov.br/.
- Kaldor, Mary, "New and Old Wars. Organized Violence in a Global
Era", (2nd Edition), Stanford University Press, Stanford, California,
2006.
- Lanz, Rainer; Miroudot, Sébastien, "Intra-Firm Trade:
Patterns, Determinants and Policy Implications", OECD, Trade Policy
Working Papers, N° 114, Paris 2011, en: http://www.oecd-ilibrary.org/.
- Lowenthal, Abraham F., "Disaggregating Latin America: Diverse
Trajectories, Emerging Clusters and their implications", The Brookings
Institution, Washington, Wednesday November 9, 2011, en: http://www.brokings.edu/.
- Minassian, Gaïdz, "Zones Grises. Quand les États
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Paris 2011.
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Working Paper Series, WP 11-22, Washington, December 2011, en: http://www.iie.com/publications/wp/wp11-22.pdf.
- Morris, Ian; Scheidel, Walter (eds.), "The Dynamics of Ancient
Empires. State Power from Assyria to Byzantium", Oxford University
Press, Oxford-New York 2010.
- Rodriguez Mendoza, Miguel, "Towards "plurilateral plus"
agreements", ICTSD - FDEA, Trade and Development Symposium, A Collection
of Short Essays, Geneva, December 2011, en: http://www.ictsdsymposium.org/.
- Scheidel, Walter (ed.), "Rome and China. Comparative Perspectives
on Ancient World Empires", Oxford University Press, Oxford-New
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- Smith, Dennis, "Globalization: the hidden agenda", Polity
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- Tu, Xinquan; Lin, Guijun, "The revival of industrial policy:
how should the WTO address it?, ICTSD - FDEA, Trade and Development
Symposium, A Collection of Short Essays, Geneva, December 2011, en:
http://www.ictsdsymposium.org/.
- Vaillant, Marcel, "How to encourage the network trade rules interconnections?
An application on the case of Non Tariff Barriers", ICTSD - FDEA,
Trade and Development Symposium, A Collection of Short Essays, Geneva,
December 2011, en: http://www.ictsdsymposium.org/.
- Yiu, Lichia; Saner, Raymond (with Mario Filadoro), "Mainstreaming
Tourism Development in Least Developed Countries: Coherence and Complementarity
of Policy Instruments", CSEND, Governance Trade Policy, Geneva,
August 2011, en: http://www.csend.org/.
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Félix Peña es Director
del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director
de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité
Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar
trayectoria.
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