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LA EFICACIA DE LOS "G":
Capacidades a tener en cuenta para apreciarla en el caso del G20 y del grupo
BRICS |
por Félix Peña
Marzo 2011
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El Grupo de los 20 (G20) y el grupo BRICS son algunos
casos actuales de los denominados "G". Son modalidades informales
de grupos de países, que se reúnen periódicamente
al más alto nivel político, con el objetivo de abordar cuestiones
relevantes de la agenda internacional que son de su interés. Reflejan
la percepción de insuficiencias en los mecanismos formales de participación
de los países en el sistema internacional.
Dado el carácter relativamente reciente de los dos grupos resulta
prematuro intentar apreciar su eficacia en función de los objetivos
que persiguen. Al hacerse tal apreciación, será conveniente
tomar en cuenta las diferencias existentes entre dos iniciativas que surgen
en circunstancias similares pero que responden a necesidades diferentes.
Las circunstancias similares son las de las insuficiencias sistémicas
para asegurar una gobernabilidad global efectiva. Las necesidades que
impulsan al G20 se relacionan con la superación de una situación
de crisis sistémica y con el impulso de reformas institucionales
que conduzcan a un multilateralismo efectivo, especialmente en el plano
financiero y del comercio mundial. El grupo BRICS, a su vez, procura acrecentar
la capacidad para un protagonismo relevante de sus países miembros
en la construcción de un nuevo orden mundial y ejercer su influencia
dentro del G20.
Más allá de las diferencias existentes entre ambos grupos,
tres capacidades deberán tenerse en cuenta para apreciar su eficacia
en función de los objetivos perseguidos. Ellas son: la de ejercer
una influencia real en la construcción de una nueva arquitectura
internacional que permita alcanzar niveles razonables de gobernabilidad
global; la de articular acuerdos efectivos entre los países miembros
sobre cuestiones relevantes de la agenda internacional, y la de reflejar
los puntos de vista e intereses de los países no participantes,
especialmente los de la región a la que uno o más países
miembros aspiran a representar.
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Los grupos informales de países -los "G"- tienen hoy
un protagonismo creciente en el escenario internacional. Son distintas
modalidades de grupos de países, que con un bajo grado de formalización
se reúnen periódicamente al más alto nivel político,
con el objetivo de abordar cuestiones relevantes de la agenda internacional
que consideran de su interés.
Suelen reflejar la percepción de relativas insuficiencias en lo
mecanismos formales de participación de los países en el
sistema internacional (ver nuestro artículo sobre "La participación
en el sistema internacional", publicado en la Revista Criterio, 1561-62,
de diciembre de 1968, ver en: http://www.felixpena.com.ar/).
Aspiran a incidir en la reformulación de los mecanismos existentes
o en la eventual creación de nuevos organismos internacionales.
El Grupo de los 20 (G20) y el ahora denominado grupo BRICS son algunos
de los principales ejemplos al respecto. Son por cierto diferentes en
sus objetivos y alcances, pero a su manera, ambos reflejan las nuevas
realidades en la distribución del poder mundial. Ninguno ha demostrado
aún su plena eficacia, medida por la capacidad de adoptar decisiones
que graviten en cuestiones relevantes de la gobernabilidad global. Subsisten
por lo tanto muchos interrogantes sobre el papel que efectivamente pueden
desempeñar, sea para controlar los efectos más negativos
de la crisis económica y financiera de los últimos tres
años o para incidir en el diseño de una nueva arquitectura
del sistema internacional.
Uno, el G20, refleja el encuentro de dos mundos: el de los países
que se perciben como protagonistas "maduros" del sistema internacional
(los del G8) y el de los países que son percibidos como protagonistas
"emergentes" o, en algunos casos como "re-emergentes"
(China e India). La Argentina es miembro pleno de este grupo (sobre el
G20 ver: http://www.g20.org/about_what_is_g20.aspx,
y este Newsletter, de noviembre 2008 en http://www.felixpena.com.ar/
y de febrero 2009, en: http://www.felixpena.com.ar/).
El otro, el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India y China, al que recientemente
ha sido invitada Sudáfrica), reúne países que aspiran
a tener un mayor protagonismo en el escenario mundial. Se visualizan con
suficiente poder actual o potencial para ser reconocidos como actores
relevantes a nivel global. Y en algunos casos (por ejemplo, Brasil y Sudáfrica)
consideran que además podrían reflejar los intereses de
otros países de los espacios geográficos regionales a los
que pertenecen. Es decir, se perciben con capacidad de liderar a su respectiva
región, aún cuando el eventual liderazgo no necesariamente
sea reconocido así por todos los otros países que a ella
pertenecen. La Argentina no ha sido convidada a ser país miembro
(sobre el grupo BRICS ver este Newsletter, del mes de enero de 2011, en:
http://www.felixpena.com.ar/).
Estas agrupaciones de países que se reúnen periódicamente
a nivel de Jefes de Estado (y/o de Gobierno según sea el ordenamiento
constitucional de cada país) no son un fenómeno nuevo en
la diplomacia internacional. El denominado G7 -luego G8, tras la incorporación
de Rusia- cumplió un papel significativo al nuclear a los principales
países desarrollados en Cumbres periódicas realizadas a
partir de 1975. Si bien éste sigue existiendo y reuniéndose
como tal, a fines de 2008 se hicieron evidentes sus insuficiencias para
abordar la crisis financiera y económica global. De allí
que se convocara al G20 como ámbito apropiado para Cumbres al más
alto nivel político. Ya existía desde 1999, pero hasta entonces
había funcionado sólo al nivel de las autoridades financieras
de un grupo de países incluyendo a los del G7 (ver: http://www.g20.org/index.aspx).
La diplomacia de Cumbres, como reuniones al más alto nivel político
de los países participantes, tiene también muchos precedentes
y múltiples modalidades. Entre otras están las bilaterales,
especialmente entre países vecinos, que son en la actualidad muy
comunes y suelen tener periodicidad determinada -por ejemplo, semestral,
anual o bi-anual-. También están las que se realizan en
el ámbito de organizaciones internacionales (por ejemplo, las Cumbres
sobre el cambio climático) o de procesos de integración
institucionalizados (por ejemplo, en el ámbito de la Unión
Europea o del Mercosur). Otras pueden reflejar espacios inter-regionales
y tener como objetivo generar el necesario impulso político para
promover distintos grados y modalidades de cooperación económica.
Las Cumbres ALC-UE, las Iberoamericanas y las del Asia y el Pacífico,
son ejemplos al respecto, entre muchos otros. En estos casos las Cumbres
simbolizan la existencia de un espacio diferenciado y con cierto grado
de identidad propia en el escenario internacional global. También
pueden tener un alcance regional, tal el caso del Grupo de Río
en el que participan países latinoamericanos.
En la dinámica de las Cumbres puede tener un papel fundamental
el factor prestigio para el gobierno del respectivo país sede.
En tales casos el impacto de política interna de cada reunión
llega a adquirir una relevancia especial, incidiendo en una tendencia
creciente a lo que puede denominarse "diplomacia mediática",
en la que los efectos de la respectiva Cumbre suele ser medida por su
impacto en la prensa interna y no sólo en la internacional.
Comparando los dos grupos privilegiados en este análisis por su
relevancia actual y potencial, surgen algunos elementos comunes y otros
que los diferencian.
Como algunos de los elementos comunes pueden señalarse los siguientes:
- no son episodios ocasionales y, por el contrario, aspiran a tener
una presencia estable por un período de tiempo que incluso podría
ser largo;
- las respectivas Cumbres tienen una frecuencia predeterminada;
- tienen países miembros, pero no constituyen sin embargo una
organización internacional. Por lo tanto no tienen un pacto constitutivo
-resultante de un instrumento jurídico internacional multilateral
que les de origen- y no tienen personería jurídica ni
órganos permanentes propios;
- sus miembros son países que consideran tener algunos intereses
afines, al menos en relación a los objetivos del respectivo grupo;
- sólo pueden ser miembros aquellos países específicamente
invitados y, por lo general, tienen "listas de espera" constituidas
por países que aspiran a ser convocados y que entienden reunir
condiciones para ello;
- en sus reuniones no se excluye la presencia de países no-miembros
y de organismos internacionales especialmente invitados;
- las respectivas Cumbres periódicas son preparadas por los propios
países miembros bajo la coordinación del país sede
de la reunión, a veces con la participación de altos funcionarios
especialmente seleccionados por cada país miembro -por ejemplo,
los denominado "sherpa" en el precedente del G7 y en el actual
G20-, y también por reuniones ministeriales con periodicidad
propia y, además, previas a cada Cumbre;
- sus resultados se expresan, por lo general, en una declaración
final o en un comunicado conjunto, que refleja -en términos a
veces muy poco precisos- las acciones y políticas que aspiran
a impulsar, y
- no producen reglas jurídicas internacionales, sin perjuicio
que aspiren a incidir en el proceso de creación normativa en
el ámbito de otros mecanismos formales de cooperación
internacional y de organismos internacionales existentes.
Y en cuanto a los elementos diferenciales, pueden resaltarse los siguientes:
- los objetivos que se persiguen y los criterios para seleccionar los
países invitados, que son diferentes en sus alcances aún
cuando, en ambos casos, se vinculen a cuestiones relevantes de la gobernabilidad
global;
- las modalidades del proceso de preparación y seguimiento de
las respectivas Cumbres, que no responden necesariamente a un modelo
determinado;
- la configuración desigual del poder relativo entre los países
participantes, y
- el grado de homogeneidad de sus respectivos intereses políticos
y económicos, que puede tener incluso un alcance muy limitado.
Dado el carácter relativamente reciente de los dos grupos aquí
considerados -el G20 (en su nueva versión) y el BRICS- es prematuro
intentar apreciar su eficacia en función de los objetivos que persiguen.
Al hacerse tal apreciación, sin embargo, es conveniente tomar en
cuenta las diferencias existentes entre dos iniciativas que surgen en
circunstancias similares pero que responden a necesidades diferentes.
Las circunstancias similares en las que ambas iniciativas han sido lanzadas,
son las de las insuficiencias sistémicas para asegurar una gobernabilidad
global efectiva. Ellas tienen que ver con cambios profundos en la distribución
del poder mundial, que se tornaron más evidentes en ocasión
de la reciente crisis financiera global con sus notorios impactos económicos
y con distintos tipos de repercusiones en el plano político.
Las necesidades que impulsan al G20 se relacionan con la superación
de una situación de crisis sistémica y con el impulso de
reformas institucionales que conduzcan a un multilateralismo efectivo,
especialmente en el plano financiero y del comercio mundial. El grupo
BRICS, a su vez, procura acrecentar la capacidad para un protagonismo
relevante de sus países miembros en la construcción de un
nuevo orden mundial y ejercer su influencia dentro del G20. Pero en ninguno
de los dos casos, las necesidades parecen ser percibidas de la misma manera
por los distintos países que integran el respectivo grupo.
Más allá de las diferencias existentes entre ambos grupos,
tres capacidades deberán tenerse en cuenta a la hora de apreciar
su eficacia en función de los objetivos perseguidos.
Ellas son:
- la de ejercer una influencia real en el diseño de una nueva
arquitectura del sistema internacional, que permita alcanzar niveles
razonables de una gobernabilidad global que aspire a ser efectiva y
a tener legitimidad;
- la de articular acuerdos sólidos y que penetren en la realidad
entre los países miembros sobre cuestiones relevantes de la agenda
internacional, y
- la de reflejar los puntos de vista y los intereses de los países
no participantes, especialmente los de la región a la que uno
o más países miembros eventualmente aspiran a representar.
Tras la reciente reunión ministerial en Paris, subsisten muchas
dudas sobre la eficacia potencial del G20 y sobre su representatividad
(ver sus resultados en: http://www.g20.org/).
La próxima Cumbre a realizarse bajo la presidencia de Francia será
una nueva oportunidad para apreciar su capacidad de incidir en la realidad
internacional. Los resultados que se logren en las negociaciones de la
Rueda Doha serán al respecto una prueba importante, teniendo en
cuenta los reiterados pronunciamientos que al respecto se han producido
desde que la primera Cumbre tuviera lugar a finales del año 2008.
A su vez el grupo de los BRICS tendrá en su Cumbre de Beijing,
en abril próximo, una oportunidad para poner de manifiesto su relevancia
como nuevo protagonista eficaz en el escenario internacional.
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Lecturas recomendadas:
- Alexandroff, Alan S. (editor), "Can the World be Governed? Possibilities
for Effective Multilateralism", CIGI - Wilfrid Laurier University
Press, Waterloo, Ontario 2008.
- Barral, Welber, "Dumping y comercio internacional", Facultad
de Derecho de la UBA - La Ley, Buenos Aires 2010.
- Breslin, Shaun, "The Soft Notion of China's Soft Power",
Chatham House, Asia Programme Paper: ASP PP 2011/03, London, February
2011, en: http://www.chathamhouse.org.uk/.
- Gereffi, Gary; Fernandez-Stark, Karina, "The Offshore Services
Value Chain. Developing Countries and the Crisis", Policy Research
Working Paper 5262 - The World Bank Development Research Group - Trade
and Integration Team, Washington, April 2010, en: http://papers.ssrn.com/.
- Gereffi, Gary; Frederick, Stacey, "The Global Apparel Value Chain,
Trade and the Crisis. Challenges and Opportunities for Developing Countries",
Policy Research Working Paper 5281 - The World Bank Development Research
Group - Trade and Integration Team, Washington, April 2010, en: http://papers.ssrn.com/.
- Goldstein, Fabiana; Sacerdote, Adriana; Conde, Tristán; Juárez,
Héctor Hugo, "El Código Aduanero del Mercosur desde
la óptica de sus redactores nacionales", en el sitio web
"Aduana News", en: http://www.aduananews.com.ar/.
También en el sitio web "Mercosur ABC", en: http://www.mercosurabc.com.ar/.
- Kim, Soo Yeon, "Power and the Governance of Global Trade. From
the GATT to the WTO", Cornell University Press, Ithaca and London
2010.
- Llach, Juan, "Los desafíos productivos de la Argentina:
¿cuál es y cuál debería ser nuestro lugar
en el nuevo mundo", Boletín Informativo Techint, N°
333, Buenos Aires, Septiembre-Diciembre 2010, página 55 y siguientes,
en: http://www.boletintechint.com/.
- Losada, Leandro, "Esplendores del Centenario. Relatos de la elite
argentina desde Europa y Estados Unidos", Fondo de Cultura Económica,
Buenos Aires 2010.
- MAIZAR, "Serie de Estudios Sectoriales: Caso del maíz",
Programa de Inserción Agrícola, Fundación INAI
- Asociación Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR), Buenos Aires,
Noviembre 2010, en: http://www.inai.org.ar/.
- Morris, Ian, "Why the West Rules - For Now. The Patterns of History,
and What They Reveal About the Future", Farrar, Straus and Giroux,
New York 2010.
- Rosales, Osvaldo, "China y América Latina: impactos, desafíos
y opciones estratégicas", Boletín Informativo Techint,
N° 333, Buenos Aires, Septiembre-Diciembre 2010, página 21
y siguientes, en: http://www.boletintechint.com/boin/.
- Ugland, Trygve, "Jean Monnet and Canada. Early Travels and the
Idea of European Unity", University of Toronto Press, Toronto-Buffalo-London
2011.
- WTO, "WTO Public Forum 2010. The Forces Shaping World Trade",
Geneva 2011, en: http://www.wto.org/.
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Félix Peña es Director
del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director
de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité
Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar
trayectoria.
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