El mapa de la competencia económica global presenta características
novedosas que tienen impacto en el funcionamiento de la Organización
Mundial del Comercio (OMC), así como en su valoración desde
la perspectiva de una estrategia argentina orientada a expandir las exportaciones
y a mejorar la posición relativa del país en el comercio
mundial de bienes y de servicios.
Al menos dos de tales características son más destacables:
- La primera es la de la multiplicación de países que
son protagonistas relevantes en el comercio mundial y en las negociaciones
comerciales internacionales. Es ella una de las principales manifestaciones
del fenómeno de la globalización, que se ha tornado más
evidente a partir del fin de la Guerra Fría.
Los casos de China y de la India son los más notorios. En realidad,
en una perspectiva histórica son países que han retornado
a tener relevancia en el comercio mundial. Como recordaba hace poco
el Financial Times, en una trilogía de notas sobre los dos países,
ambos generaban cerca del 50% del producto mundial hacia 1820. Hoy dos
de cada cinco pobladores del planeta son o chinos o indios. El 25% de
la población mundial con menos de 25 años reside hoy en
la India (sobre la relevancia de ambos países en la actual y
en la futura competencia económica global, ver entre otros, la
trilogía de artículos publicados por el Financial Times
los días 23, 24 y 25 de febrero, 2005 y, en especial, el primero
de los tres, de autoría de Martin Wolf; el informe de WILSON
Dominic y PURUSHOTHAMAN Roopa, "Dreaming with BRICs: The Path to
2050", Global Economics Paper Nº 99, Goldman Sachs, October
2003; el de GUPTA S.P. "India: Vision 2020", Planning Commission,
Government of India, New Delhi, December 2002, y el artículo
de SCHURR Stephen, "India's Opportunities lost amid China obsession",
en el Financial Times, febrero 22, 2005, p. 10. Asimismo, ver el informe
del NATIONAL INTELIGENCE COUNCIL, "Mapping the Global Future",
Report of the National Intelligence Council, 2020 Project, December
2004. Una idea de la importancia futura de la India en el comercio exterior
de la región sudamericana, lo dan las estimaciones de crecimiento
del comercio bilateral con el Brasil, que se espera se cuadruplique
en los próximos cuatro años hasta alcanzar un nivel próximo
a los 5 mil millones de dólares, y unos 20 mil millones hacia
el 2015 - ver al respecto la nota de Raquel Salgado, en Valor Económico
del 10 de marzo, 2005. Sobre una perspectiva brasilera del nuevo mapa
de la competencia económica global -importante incluso para comprender
la perspectiva de sus empresarios y analistas económicos en relación
a la Argentina y el Mercosur-, ver entre otros, los artículos
de JANK, "China - Os Segredos do seu Crescimento", en O Estado
de Sao Paulo, enero 4, 2005, pág. A2 e "India: Reformas
e Reinsercao Internacional", en O Estado de Sao Paulo, pág.
A2. Ambos artículos pueden ser consultados en www.iconebrasil.org.br).
Pero no son los únicos casos. Al fenómeno ya conocido
de la creciente participación de países del Sudeste Asiático
en el comercio mundial, se suman los de los países de Europa
Central recientemente incorporados a la Unión Europea, y el de
un amplio número de otros países, como México,
Brasil, Chile, África del Sur y Rusia -país que pronto
se incorporará a la OMC-. A ellos se suman países que
son protagonistas centrales en relación a uno de los factores
de mayor incidencia en las relaciones económicas -e incluso políticas-
internacionales, como es el de la producción de hidrocarburos.
- La segunda característica es la de la proliferación
de acuerdos comerciales preferenciales -con distintas modalidades y
contenidos reales-, fenómeno que tiende a expandirse y que implica
una concreta amenaza a la vigencia efectiva del principio de no discriminación,
que es un eje vertebral sobre el cuál se ha construido -primero
en torno al GATT y ahora en torno a la OMC- el sistema comercial multilateral
global.
Dos datos brindados por el informe de la Comisión Sutherland
sobre el futuro de la OMC (se trata del informe elaborado, a pedido
del Director General de la OMC, por una Comisión presidida por
Peter Sutherland, titulado "The Future of the WTO: Addressing institutional
challenges in the new millenium", publicado a fines de 2004 y que
se puede consultar en www.wto.org),
son ilustrativos con respecto al alcance de la erosión del principio
de no discriminación en los últimos años. El primero
es que de 300 acuerdos preferenciales notificados al GATT primero y
luego a la OMC, 176 lo fueron desde enero de 1995. El segundo es que
en la actualidad, la Unión Europea aplica el arancel de nación
más favorecida a sólo nueve socios comerciales, entre
los cuales están los Estados Unidos y el Japón. Todos
los demás países tienen algún tipo de acceso preferencial
al mercado europeo, como consecuencia de una gama amplia de mecanismos,
incluyendo el Sistema General de Preferencias.
Las mencionadas, son dos características relevantes si se tiene
en cuenta que, en su inserción comercial internacional, la Argentina
es a la vez, un competidor global y un protagonista de baja importancia
relativa en los flujos mundiales de bienes y de servicios. Ello tiene,
al menos, tres significados prácticos en la elaboración
y puesta en práctica, de una estrategia nacional de comercio exterior
y de negociaciones comerciales internacionales, especialmente en el ámbito
de la OMC.
El primer significado, es que sus intereses comerciales actuales y potenciales
la vinculan con un número amplio de países -y la diversificación
del destino de sus exportaciones en los últimos años así
lo demuestra- en todas las regiones del mundo. Ello tiene un impacto en
la dimensión de los esfuerzos de inteligencia competitiva que deberán
desarrollar hacia el futuro, tanto el gobierno -a través de su
red de antenas en el exterior y de las actividades de la Fundación
Export-Ar- como las propias empresas y sus instituciones representativas,
ya que las empresas que operan en el país estarán cada vez
más expuestas a los cambios económicos, estructurales y
coyunturales, que se producen constantemente en un número muy amplio
de países, a veces muy distantes geográfica y culturalmente.
Sin perjuicio de la importancia que tienen los mercados tradicionales
del país, cada vez más será necesario prestar atención
a lo que ocurre en países que normalmente figuran en el capítulo
"el resto" de las estadísticas del comercio exterior
argentino.
El segundo significado, es que los intereses nacionales -especialmente
de los sectores de la producción-, pueden verse afectados -a veces
en forma imperceptible en el corto plazo- por los efectos de desplazamientos
de ventajas competitivas que puedan resultar de los acuerdos preferenciales
en los que el país no sea miembro -y son la mayoría de los
existentes-. Ejemplos notorios son los acuerdos de libre comercio que
han concluido en los últimos años con los Estados Unidos,
países como Chile y Australia (para una evaluación de los
resultados para el comercio exterior chileno del acuerdo con los Estados
Unidos, ver el informe de la Dirección General de Relaciones Económicas
Internacionales de la Cancillería chilena, "Evaluación
Tratado de Libre Comercio entre Chile y EEUU - 2004", marzo 2005,
en www.direcon.cl).
Y el tercer significado, es que la Argentina por su baja participación
relativa en los flujos comerciales globales, tiende a ser más un
tomador que un formador de reglas de juego en el comercio internacional.
Al respecto su situación mejora al negociar junto con sus socios
del Mercosur, especialmente por el mayor peso relativo del Brasil. Pero
aún así, el propio Mercosur es un protagonista marginal
en el comercio internacional global. Una consecuencia práctica
es la importancia que adquiere para el país y para el Mercosur,
la capacidad para enhebrar su propia red de acuerdos preferenciales -sea
a nivel del espacio sudamericano, del hemisférico y del interregional-
y de coaliciones negociadoras en los foros comerciales internacionales,
especialmente en las negociaciones de la OMC, como es el caso del denominado
G20 -que surgiera en ocasión de la pasada reunión ministerial
de Cancún en 2003 o el más antiguo Grupo Cairns.
En tal perspectiva, cobra toda la importancia que tiene para la estrategia
comercial externa del país, tanto la OMC como el éxito de
las actuales negociaciones multilaterales de la Rueda Doha. Implican la
posibilidad de fortalecer un sistema comercial multilateral global orientado
por reglas de juego que generan disciplinas colectivas, cuyo desconocimiento
es costoso para todos los países, incluso para los de mayor poder
relativo.
Una de las razones del valor práctico de la OMC para un país
que tiene, a la vez, intereses comerciales globales y poco peso en la
elaboración de las reglas de juego que inciden en el comercio mundial,
es el de la importancia significativa de su mecanismo de solución
de controversias (ver al respecto el libro recientemente publicado de
José Luis Pérez Gabilondo -quien ha sido designado Presidente
de la Comisión Nacional de Comercio Exterior-, titulado "Manual
sobre Solución de Controversias en la Organización Mundial
del Comercio - Principios - Procedimientos - Práctica Argentina",
Eduntref, Buenos Aires, 2004). Organizarse para utilizar con inteligencia
tal mecanismo, es una de las condiciones para asegurar el éxito
de una estrategia de defensa activa de los intereses nacionales en la
competencia económica global.
Un caso reciente -entre varios otros- lo ilustra. Es el del éxito
que tuvo el Brasil en su cuestionamiento de algunas modalidades de los
subsidios que los Estados Unidos otorgan a sus productores de algodón.
En su informe del 3 de marzo 2005 (ver el texto completo -WT/DS267/AB/R-
en www.wto.org), el Órgano
de Apelación de la OMC confirmó las principales conclusiones
de un panel anterior, en el sentido que distintas modalidades de subsidios
a la producción y a la exportación otorgados por los Estados
Unidos a sus productores de algodón, implican una violación
a reglas sobre agricultura y sobre subsidios de la OMC, y no estaban protegidos
por la denominada "cláusula de paz" negociada en la Rueda
Uruguay y cuyo vencimiento se produjo al concluir el año 2003.
El gobierno americano había, en su momento, apelado el informe
que elaborara, en una primera instancia, el panel constituido al efecto
conforme a los procedimientos que en materia de solución de controversias
rigen en la OMC. Los Estados Unidos tienen ahora plazo hasta junio próximo
para suspender la aplicación de los subsidios cuestionados. Se
estimaba que lo más probable sería que entable negociaciones
directas con el Brasil, de las cuales podrían resultar compensaciones
comerciales al menos hasta el final de las actuales negociaciones en la
Rueda Doha (ver sobre el caso del algodón, la publicación
Bridges del 9 de marzo 2005, en www.ictsd.org).
En el Brasil este caso ha sido considerado como una victoria de su diplomacia
comercial internacional. Permite, por un lado, poner en evidencia que
el sistema de solución de controversias de la OMC contribuye a
corregir algunos efectos de las asimetrías de poder económico
relativo que existe entre un país en desarrollo, con baja relevancia
en los flujos comerciales internacionales y países industrializados,
con fuerte gravitación en el comercio mundial y en la formulación
de sus reglas de juego. Por otro lado, abre el camino a tener éxito
en otros casos que el Brasil -a veces junto con otros países- ha
abierto o podría abrir en el futuro en el ámbito de la OMC,
cuestionando los subsidios que países industrializados otorgan,
sea a la producción o a la exportación de productos agrícolas,
tales como la soja, el arroz, el azúcar y el trigo, entre otros
(ver el editorial del diario O Estado de Sao Paulo, del 5 de marzo, 2005
y el de Folha de Sao Paulo, del mismo día).
Es un caso, por lo demás, que reafirma el valor práctico
que para muchos países, especialmente en desarrollo, tiene el carácter
"rule-oriented" que ha adquirido el sistema comercial multilateral
global, en particular a partir de la creación de la OMC. Además
podrá tener una incidencia en la evolución futura de las
negociaciones comerciales multilaterales, en relación a uno de
los principales nudos que hasta el presente las han demorado y que es
precisamente, el de los subsidios domésticos y a la exportación
de productos agrícolas.
Entre tanto, los esfuerzos continúan a fin de asegurar que en
la próxima reunión del Consejo General de la OMC, en el
mes de julio, se pueda acordar un borrador sobre las modalidades negociadoras
(metas y plazos para los respectivos compromisos en todas las cuestiones
de la agenda negociadora, incluyendo en especial, la agricultura en sus
tres pilares de acceso a mercados, apoyos domésticos y subsidios
a las exportaciones). Si se logra, se podría entonces cumplir con
el objetivo de que ellas sean finalmente aprobadas en la reunión
Ministerial de Hong Kong a fin de año y, a su vez, se podría
abrir así el camino para concluir con las negociaciones en 2006.
Con tal objetivo se realizó en Kenya, entre el 2 y el 4 de marzo
una primera reunión informal denominada "mini-ministerial"
-otras están programadas para los próximos meses, siendo
la primera en París en el mes de mayo- con la participación
de Ministros y negociadores comerciales de 30 países. Participaron
países africanos y representantes de un grupo de países
con fuerte influencia en la OMC -Estados Unidos, Unión Europea,
Brasil, China, India, Canadá, Japón y Australia-. Si bien
las pronunciadas diferencias en la cuestión de los subsidios agrícolas
se mantuvieron, los participantes consideraron en general que se habían
efectuado progresos en relación a las negociaciones de acceso a
mercados de productos industriales e, incluso, de productos agrícolas.
En particular, habría progresos en una de las cuestiones más
complejas de las negociaciones agrícolas, que es la de la fórmula
para la conversión de los derechos de importación "específicos"
en derechos ad-valorem (sobre la "mini-ministerial de Kenya",
ver la publicación Bridges, del 9 de marzo, 2005 - www.ictsd.org
-; ver también sobre esta reunión, así como sobre
otras negociaciones comerciales en las que participa la Argentina, el
Boletín nº 36 del Instituto de Negociaciones Agrícolas
Internacionales, en www.inai.org.ar).
Una idea de la importancia de esta cuestión, la da el hecho que
la Unión Europea (UE) tiene unas seis mil posiciones arancelarias
con derechos específicos.
La reunión informal de Kenya, puso una vez más de manifiesto
que los principales "trade-off" en las negociaciones de la Rueda
Doha, tendrán que darse entre los progresos que se aspire a obtener,
por un lado, en el plano de los subsidios y del acceso a los mercados
de los productos agrícolas y, por el otro, en el del acceso a los
mercados de los productos industriales y en el de los servicios. Los países
con fuertes intereses en uno y otro plano, siguen considerando que las
respectivas posiciones son insuficientes para permitir el logro del necesario
consenso.
Otra cuestión de relevancia política en el ámbito
de la OMC, es el proceso de elección del nuevo Director General.
Dos de los tres principales candidatos son de países del Mercosur.
Uno de ellos es el Embajador Carlos Pérez del Castillo, del Uruguay
y el otro, el Embajador Luiz Felipe Seixas Corrêa, del Brasil. El
otro candidato es el francés Pascal Lamy, hasta hace poco el negociador
comercial de la Comisión Europea. Se espera un proceso de selección
complejo y muy disputado.
Con respecto a las negociaciones hemisféricas (ver este Newsletter
del mes de febrero 2005), cabe mencionar que el 22 y 23 de febrero se
reunieron en Washington los co-presidentes del Comité de Negociaciones,
Peter Algeier por los Estados Unidos y Adhemar Bahadian por el Brasil.
En el lenguaje de los diplomáticos, la reunión fue calificada
como "constructiva" y en la que habría habido un "positivo
movimiento". Bahadian constató luego algún progreso
en relación a la cuestión de los productos agrícolas,
manteniéndose en cambio las diferencias con respecto a la cuestión
de la propiedad intelectual, especialmente en relación a la postura
americana de que el Área de Libre Comercio de las Américas
(ALCA) incluya compromisos que vayan más allá del Acuerdo
de Propiedad Intelectual de la OMC -TRIP's- y de la posibilidad de aplicar
medidas de represalia comercial en el caso de incumplimiento de compromisos
en ese plano. En principio se prevé una nueva reunión a
fin del mes de marzo. Si en ella hubiera progreso, podría entonces
organizarse una reunión negociadora para los meses de abril o mayo.
Sin embargo, persiste la sensación de que resulta difícil,
en el actual contexto político hemisférico, esperar un efectivo
relanzamiento de las negociaciones del ALCA en el curso de este año.
Como se señaló antes (ver este Newsletter del mes de febrero
2005), un factor que puede tener influencia en la evolución política
de las negociaciones, es el hecho que el 4 y 5 de noviembre próximo,
se realizará en Mar del Plata, la Cuarta Cumbre de las Américas,
con la participación de los Jefes de Estado de los 34 países
que participan del proceso hemisférico, incluyendo al presidente
George W. Bush.
Finalmente, con respecto a las negociaciones bi-regionales entre el Mercosur
y la UE, se habría producido algún progreso en las conversaciones
mantenidas en Kenia por el Canciller Amorim del Brasil y el Comisario
Peter Mandelson, negociador comercial de la Comisión Europea. Según
informaciones de prensa del Brasil (ver el artículo de Jamil Chade,
en O Estado de Sao Paulo, del 5 de marzo, 2005), habría acuerdo
para que a nivel técnico se trabaje sobre la base de las mejores
ofertas de liberalización del comercio realizada por ambos bloques
en los últimos meses del año pasado. Un problema práctico,
sin embargo, consistiría en que tales ofertas nunca se materializaron
por escrito. Una reunión ministerial de relanzamiento de las negociaciones
bi-regionales está prevista para el primer semestre de este año.
Pero hasta el momento la fecha no ha sido anunciada.
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