inicio | contacto | buscador | imprimir   
 
· Presentación
· Trayectoria
· Artículos y notas
· Newsletter (español)
· Newsletter (english)
· Radar Internacional
· Tesis de posgrado
· Programas de clase
· Sitios recomendados

Publicaciones
· Las crisis en el multilateralismo y en los acuerdos regionales
· Argentina y Brasil en
el sistema de relaciones internacionales
· Momentos y Perspectivas


  Félix Peña

ARTÍCULOS Y NOTAS DE PRENSA
2021 | 2020 | 2019 | 2018 | 2017 | 2016 | 2015 | 2014 | 2013
2012 | 2011 | 2010 | 2009 | 2008 | 2007 | 2006 | 2005 | 2004
2003 | 2002 | 2001 | 2000 | 1999 | 1998 | 1997 | 1996 | 1995
1994 | 1993 | 1992 | 1991 | 1990 a 1968
 Diario La Nación | 15 de septiembre de 2001

Llegó la hora de dar un pequeño golpe de timón


Los ataques terroristas del martes 11 son una expresión salvaje de irracionalidad. El gran desafío que todos tenemos ahora es demostrar que la irracionalidad no puede triunfar sobre la racionalidad. Pero eso llevará tiempo. El mundo ha entrado en una etapa en la que la agenda estará dominada por la idea de guerra. Será un mundo en el que, como dijo el presidente Bush padre al caer el Muro de Berlín, el principal enemigo será lo imprevisto. Será un mundo en el que habrá que incorporar una nueva categoría de análisis: la de las micropolaridades. Esto es pequeños polos de violencia, articulados o desarticulados entre sí, que muchas veces operan en Estados con dificultades o con falta de voluntad política de ejercitar la responsabilidad básica de asegurar el monopolio de la coerción física, en sus territorios o desde sus territorios.

Será un mundo, en fin, en el que a los peligros reales que implican el terrorismo y la violencia, puede sumarse el peligro también real de que los constructores de paz tengan cada vez más dificultad para hacerse escuchar.

En este contexto cobra toda su importancia la solidez y la calidad de la alianza estratégica entre la Argentina y Brasil, y su papel en contribuir a asegurar la paz, la democracia, la racionalidad, la solidaridad social, en el espacio geográfico sudamericano. Como dijo el canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, ambos países se necesitan hoy más que nunca. Debilitar la alianza sería no sólo un error histórico. Sería una irresponsabilidad. Ni los Estados Unidos, ni la Unión Europea, podrían tener interés en que ello ocurra. El dejar que el virus de la fragmentación penetre en nuestra región no sería una forma inteligente de contribuir al predominio de la racionalidad en las relaciones internacionales, ni a la preservación de los valores de libertad y justicia, de diálogo y de tolerancia, sobre los que reposan nuestras instituciones democráticas y nuestros intereses vitales.

Esa es la perspectiva política y estratégica en la que hay que colocar el abordaje de problemas reales del Mercosur. El más serio, el que más ha contribuido a erosionar su imagen y su vigencia es el de los efectos -incluso potenciales- sobre el comercio recíproco de las disparidades cambiarias existentes entre la Argentina y Brasil. Es un problema que se planteó a partir de 1999, que se ha acentuado en los últimos días y que sigue sin tener una respuesta en las reglas de juego existentes.

Desde el punto de vista técnico es posible imaginar diferentes modalidades prácticas para amortiguar, durante un período de transición hacia soluciones más sustantivas, los efectos de tales disparidades en los flujos de comercio, en las expectativas de empresarios y en las decisiones de inversión.

Lo importante ahora es actuar con rapidez, a través de los canales institucionalizados de comunicación y de decisión entre los socios, para pactar reglas de juego de emergencia. No se gana nada con propuestas que impliquen reformas de fondo en medio de la tempestad. No se gana nada con aumentar la confusión en el debate sobre el Mercosur, en un momento trágicamente dominado por la confusión. Ciudadanos e inversores esperarán con razón del poder político mucha responsabilidad y capacidad de decisión. Es decir, testimonios de la voluntad de lograr, en todos los planos, el triunfo de la racionalidad. Es claramente una hora en la que los problemas comerciales deben encontrar soluciones, en el marco más amplio de los intereses políticos y estratégicos conjuntos de la Argentina y de Brasil, y de sus socios regionales.


Félix Peña es Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar trayectoria.

http://www.felixpena.com.ar | info@felixpena.com.ar


Suscríbase al newsletter para recibir mensualmente un email con
los últimos artículos publicados en este sitio.


 

Regresar a la página anterior | Top de la página | Imprimir artículo

 
Diseño y producción: Rodrigo Silvosa