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  Félix Peña

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 Diario La Nación | 24 de octubre de 1979

Nuestra presencia en América Latina


La firma del acuerdo tripartito entre nuestro país, el Brasil y el Paraguay elimina unos de los obstáculos que impedía que nuestra política exterior se concentrara en objetivos de mayor alcance dentro de la región. Y ello es positivo ya que la presencia de la Argentina en América latina no guarda relación aun con la importancia política y económica del área para nuestro propio desarrollo y seguridad, ni con las expectativas existentes en los otros países a cerca de nuestros posibles aportes a la región.

Parece cada vez más urgente concentrar esfuerzos y recursos en una política exterior hacia una América latina en rápido proceso de cambio interno en varios de los países, y en la que se observan los efectos de una distribución de poder entre los distintos países diferente a la de hace no más de una década. Dos hechos son a la vez causa efecto de una nueva configuración del poder regional y de una tendencia incipiente pero firme a entendimientos y tipos de acción antes inimaginables. El "hecho petróleo", que hará que de ahora en más y por muchos años el desarrollo nacional y la política exterior global y regional de tres de los cuatro grandes países latinoamericanos gire en torno de la capacidad de exportar el vital producto (México y Venezuela), o de la necesidad de asegurarse su abastecimiento (Brasil). Y el "hecho andino", que sobre la base de un acuerdo de integración económica ha introducido abruptamente un nuevo factor de poder en la política regional, y que en parte refleja una particular coyuntura política interna de los cinco países que integran el Grupo Andino, así como la nueva capacidad de acción internacional de Venezuela. Los viajes del canciller Saraiva Guerrero a Venezuela, de los presidentes Morales Bermúdez y López Portillo al Brasil, del presidente Figueiredo a Venezuela y la invitación para que la Junta del Acuerdo de Cartagena visite Brasilia son indicadores de las consecuencias que el actual gobierno del Brasil ha extraído de estos dos hechos.

Si algo puede pronosticarse para los próximos años es un aumento constante de las interacciones políticas y económicas en el marco de un sistema regional que ha superado el "umbral de interdependencia". Y también puede pronosticarse, observando la realidad actual, que la energía, los alimentos y la tecnología intermedia serán factores que impulsarán hacia una mayor interdependencia, sea ésta de signo conflictivo o cooperativo. En torno de los tres, la Argentina tiene mucho que decir y que aportar. Pero otros países de la región y de fuera de ella también.

Es del interés de la Argentina que la interdependencia latinoamericana sea organizada y de signo cooperativo. Tensiones y conflictos, cualesquiera que sean sus orígenes, no contribuyen a los objetivos de desarrollo e independencia en un mundo en profunda crisis. En esta perspectiva cobra importancia política la reestructuración de la ALALC, a fin de transformarla en un mecanismo eficaz de promoción de comercio preferencial y de complementación industrial. La integración económica regional sigue siendo un objetivo político de magnitud para el país. Pero es preciso concebirla con criterios realistas en los medios y ambiciosos en los fines. El exceso de pragmatismo y de realismo muchas veces ha inhibido la capacidad del país a actuar con audacia en el plano regional. Y a algunos de nuestros asociados les ha pasado lo contrario, contribuyendo así a producir un desgaste de la idea misma de integración.

Múltiples caminos conducen al objetivo de una mayor integración económica en América latina. Ello explica el pluralismo institucional existente en la región, en la que tanto la ALALC como el SELA y el Grupo Andino son piezas claves para la construcción de un orden latinoamericano de cooperación y solidaridad económica. En la reciente reunión del Consejo Latinoamericano la Argentina pudo comprobar que el SELA puede ser un instrumento de gran utilidad en las relaciones frente a terceros países y para contrarrestar la crecientes tendencias al proteccionismo en los países industrializados. Y el SELA podría ser útil en muchos otros planos si el país se propone aprovechar su potencial de cooperación multilateral. También el Grupo Andino requeriría de una mayor atención, tan pronto se evalué su potencial económico y su importancia política en la configuración del poder regional. La Argentina debe aproximarse al Grupo Andino con criterio político y con agresividad, a fin de concretar un acuerdo de cooperación económica y técnica. Apostar al fracaso del Grupo Andino o inhibirse ante interpretaciones superficiales de su accionar político, puede ser contrario al interés nacional y a los criterios pragmáticos que deben orientar la política exterior de un país maduro.

Para que sea eficaz la ALALC debe profundizar, como resultado de la reestructuración programada para 1980, la estrategia de aproximaciones parciales al objetivo común. Era la estrategia original del gobierno Frondizi cuando se creó la ALALC. Y es la estrategia iniciada años atrás en la propia Asociación con los acuerdos de complementación industrial, y empujada con fuerza por los países andinos tras la firma, en 1969, del Acuerdo de Cartagena. Acciones parciales, de tipo bilateral, sectorial o subregional, debidamente compatibilizadas entre si y en función de objetivos globales de mayor alcance, son los medios legítimos y realistas para construir un proceso de integración regional. Tal es el sentido de la propuesta, que el gobierno nacional ha efectuado con respecto a la reestructuración de la ALALC, y que compartimos como parecen compartirla varios de los países asociados.

Pero para que sea realmente un instrumento de desarrollo nacional, "la ALALC de las acciones parciales", debe fundarse en un mínimo de estabilidad en sus reglas de juego. La carencia de estabilidad y de predectibilidad, afecta la seguridad jurídica y desestimula la adopción de decisiones de inversión en el sector empresarial. Las preferencias comerciales deben brindar un horizonte temporal suficientemente amplio para tener efecto en las inversiones de los operadores económicos. En caso contrario, son intrascendentes.

La ALALC y el SELA pueden y deben complementarse en sus funciones. La Argentina obtendría provecho participando activamente en una y otra organización. Pero la participación activa en foros multilaterales no es excluyente de las necesarias relaciones bilaterales. Por el contrario debe servir para facilitar las relaciones de cooperación estrecha con todos los países de la región. Brasil, los otros países contiguos, los países andinos, México, son todos socios de interés para un país que debe volcarse a la región, sin complejos ni preconceptos, a fin de fortalecer su propia presencia en el mundo. Atender con intensidad todos los frentes de nuestras política regional, significa no atarse a falsas prioridades y antinomias. No existe una limitación conceptual o estratégica para hacerlo: solo se requiere asignar suficientes recursos humanos a la elaboración y ejecución de la política exterior. El país los tiene.

El "acuerdo tripartito" abre el camino a un entendimiento sin limites de la Argentina y el Brasil. Sin dejar de tener presente los profundos cambios operados en las realidades nacionales y externas de ambos países, y en las regionales e internacionales quizás ha llegado el momento de proyectar a la década del 80 el espíritu de Uruguayana. Sumados a Venezuela y México, los dos países estarían en condiciones de asumir iniciativas concretas en el campo de la cooperación regional. En conjunto, los cuatro representan el 64% de la población latinoamericana, el 75% del producto bruto, y el 55% de las exportaciones. Sus posibilidades son tan inmensas como las energías que requerirá la aventura de un desarrollo racional de América latina.


Félix Peña es Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar trayectoria.

http://www.felixpena.com.ar | info@felixpena.com.ar


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